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Número 253-254

Serie XXVI

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Carmen Sichar Claver: Crónica familiar de tres mártires de Cristo

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
un kilómetro de la de don Vicente. Y como el médico le reco­
mendó ejercicio va paseando su sotana por
\as calles
de la zona
como un testimonio de Dios en este Madrid .secularizado. Y eso
es el libro, un testimonio de
Dios, una

vida dedicada a Cristo.
FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
Carmen Sichar Claver: CRONICA FAMILIAR DE TRES
MARTIRES DE CRISTO
(')
Carmen Sichar ha escri_to un hermoso librito que es el re­
cuerdo de los tristes días vividos en su juventud cuando tres de sus hermanos, Jorge,
Juli:ín y

Miguel Sichar fueron inmolados
en aquella ola de barbarie que sacudió a media España y muy
especialmente a la diócesis de Barbastro en el verano de
1936.
Más que el relato del martirio de sus tres hermanos se trata
de una crónica de aquellos tiempos de persecución tal como los
Vivió una familia cristiana y española que se vio sacudida, como
tantas otras, por aquel salvajismo de~atado.
Uno de sus tres hermanos, Julián, era sacerdote. Jorge y Mi­
guel, abogados. El relato del entorno familiar es muy significati­
vo para conocer la posterior maduración de esos tres jóvenes. Así
como el que hace de los años republicanos que fueron el prelu­
dio de lo que después pasó. Ya había muerto el padre (1928)
cuando se proclamó la República.
Juli:ín era

sacerdote desde
1930. Los dos seglares eran de la Adoración Nocturna y el ma­
yor, Jorge,
jefe regional de la Comunión Tradicionalista. A
fi­
nales de mayo de 1936, cuando las turbas asaltan. el Seminario,
Jorge y Miguel eran los dos únicos seglares que estaban dentro
como apoyo, más moral que real, a los sacerdotes y seminaristas.
El 19 de julio, cuando llegan las primeras noticias del Alzamien­
to, la madre y las hermanas propusieron ir a Cascante, en Na­
varra, donde pensaban estarían
más seguros.

Jorge les dice: «Yo
no puedo ir, mi puesto está aquí, tengo que estar en comuni­
cación con los militares y la Guardia Civil de Barbastro. He dado
mi palabra». Por sacerdote uno. y por católicos y españoles los
otros dos fueron
fusílado3 el 6 de agosto de 1936. Días antes,
cuando fueron a buscarles a su casa, tanto ellos como su madre
· y sus hermanas no abrigaron la menor duda de cual era su des­ tino. La despedida fue: «¡Hasta
el Cielo!».
(*) Arca de la Alianza Cultural, S. A., Madrid, 1986, 109 págs.
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
La madre y las dos hermanas estuvieron, primero, vigiladas,
luego presas y por
fin puestas en libertad con grave peligro siem­
pre de sus vidas. Hasta que la liberación de Valencia, adonde ha­
blan podido

llegar, concluyó su calvario.
Libro sencillo y breve pero lleno de vida
y emoción que re­
cuerda
el espíritu que se vivió en aquellos años y con el que
fueron al
martl;io miles y miles de españoles. En tiempos de ol­
vido y traiciones, muchas de ellas especialmente repugnantes por
venir de quien vienen, testimo~os como el de Carmen Sichar son
especialmente útiles. Para ya historia y para la vida.
FRANCISCO ] OSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
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