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Número 263-264

Serie XXVII

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Cambio, democracia y socialismo. Un análisis del presente y el futuro político de España

CAMBIO, DEMOCRACIA Y SOCIALISMO
UN ANÁLISIS DEL PRESENTE Y EL FUTURO POLÍTICO DE ESPAÑA (~)
POR
EVARISTO PALOMAR MALDONADO
De entre los libros publiéaclos en los últimos años acerca del
cambio político ocurrido. en España, con perspectiva y
· objetos
muy plurales, destacan algunos que tratan de reflejar la realidad
política, social y económica, dejando hablar los datos sin ningún
tipo de
«a priori» interpre,ativo. A finales del pasado año de
1987, concretamente en el mes de septiembre, veía la luz una
nueva publicación que no creemos exagerado calificarla como
singularmente exéepdondl. El calificativo obedece a la tazón, tan-·
to del contenido, como de quien lo desarrolla. ·
El autor, José Manuel Otero Novas, es presentado en la
misma contraportada con
estas. palabras; tuvo «especial partici­
pación en
fa· política de la transición. Fue miembro fundador del
Grupo
Tácito. en la última etapa del anterior régimen. Director
General de Política Interior con Fraga Iribarne, desde el adve­
nimiento de la Monarquía hasta julio
de 197 6. Subsecretario T é(;i
nico del Presidente del Gobierno en el primer -gobierno Suárez
desde julio de 197 6

a julio de 1977. Ministro de la Presidencia
en el período constituyente,
entre las primeras y las segundas
elecciones generales. Ministro de Educación desde las segundas
elecciones generales hasta septiembre
de 1980»;
El objeto, un análisis político, social y económico del desarro­
llo de las ideas y
-los · hechos que desde la situación anterior, y
a
través de la transición y la Constitución ha llevado a la etapa
actual de hegemonía socialista, señalando en este punto la
voca­
ción de permanencia del socialismo, en otras palabras: su fun­
damentación totalitaria ideológica y la vía de plasmación. Si el
análisis nos parece, como se ha señalado, importante, la última
parte del libro no nos
lo. parece tant§', y apuntaríamos una falta
de profundización en la comprensión de las corrientes de pensa-
{*) ·oj,ERO NOVAS, José Manuel: Nuestra democracia puede morir,, Pla­
za y Janés, Barcelona, 1987, 306 págs.
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mietito contemporáneas, que puede, a su vez, traer consigo equí­
vocos
en la interpretación histórica:
La obra ha sido dividida en cinco parte~: l.') Génesis y con,
dicionantes del sistema constitucional español de 1978 (con ocho
apartados
y un apéndice, págs. 19-86). 2.') La guerra escolar
(con seis apartádos, págs. 89-136). 3.') Los limites del poder de
las mayorías
(con· cinco apartados, págs. 139-163). 4.') El su­
puesto derechismo en la política económica del PSOE ( con tres
apartados, págs. 167-207). 5.')
La confrontación política en la
España actual. E"ploración del futuro ( con ocho apartados, pá­
ginas 211-306). Siendo, como es, insustituible su lectura direc­
ta,
reflejaremos algunos puntos que nos parecen más destacables.
La afirmación respecto a su «especial participación en
la po­
lítica de la transición» es, desde .luego, incuestionable. Otero
Novas
la refiere en actos relevantes, distinguiéndose su aporta­
ción previa al cambio, de
,la-realizada una vez situado en las en­
trañas del Régimen por la colaboración con Fraga y más tarde
con Suárez. Por ello el juicio escrito
acerca de la transición es
más que un simple testim,mio: se trata de las· palabras de un
actor. Destaca la apreciación sobre
la situación política del Ré­
gimen y la de la oposición. Los juicios son claros y terminantes:
«Es muy fácil decir ahora, cuando el régimen franquista ha desa­
parecido, que estaba caduco. A mí
me da la impresión que lo
único caduco. fue la vida del general Franco. Mientras que su
ré­
gimeri conservaba un extraordinario vigor, y que sus contradic­
ciones y precariedades eran inferiores a otras que había supera-.
do en etapas anteriores» (pág. 21). Ni . existía clima social de
consenso (pág. 21),
ni la oposición quitaba el sueño (pág. 22 ).
Es más, las instituciones eran fuertes (pág. 21), y la aceptación
social enorme (págs. 21 y
58). El terrorismo no le afectaba tam­
poco (pág. 21 ), e incluso contribuía a su fortaleza. Junto a ello,
una economía en pujanza, sin haber hecho acto de presencia
la
crisis del petróleo, que en materia de política económica y so­
cia] «además de crecer la "tarta" reparrible, y para sonrojo nues­
tro, la tendencia de su reparto era socialmerite más "progresis~
ta" al final del franquismo que en la democracia» (pág. 23 ). El
cambio, por lo tanto,
se hará desde el Régimen, y aprovechando
su estructura, lo que explica
el triunfo _de la UCD, y el apoyo
mismo que debió dar la UCD a la izquierda y a
los sindicatos
revolucionarios (págs. 26-36
).
No deja de ser relevante la afirmación de filosofía política he­
cha desde la realidad histórica: las Constituciones son impuestas
a los pueblos. «Si examinamos los manuales de ciencia política
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al uso en las democracias, nos .encontramos con la afirmación in­
cuestionable de que las Constituciones son obra de un llamado
poder constituyente que es,
directament~ o por representación
democrática, el pueblo soberano. Mas si en vez de ello acudimos
a la realidad· sociológica,
tendremos que salir del camino de la
ingenuidad y reconocer que las constituciones de los pueblos son
las
reglas que al mismo pueblo· impone quien realmente ostenta
el
poéler fáctico en el momento constituyente» (pág. 19, subra­
yado nuestro).
En la cuestión educativa la argumentación se hace desde uns
· triple perspectiva: la puesta en práctica por el gobierno Gonzá­
lez de la reforma de la educación, los planteamientos ideológicos
proclamados en
las reuniones y congresos del PSOE, vía compa­
rativa con
el Estatuto de Centros Escolares que el mismo autor
sacó adelante en su permanencia en el Ministerio con Suárez. Al
mismo .tiempo las ilumins desde
el texto constitucionsl, que es
quien en ultima instancia legitima toda operación, y, por lo tanto,
también la educativa: «hábilmente
utilizan aquel portillo abier­
to por el artículo 27.7 de
la Constitución» (pág. 55), «el ·artícu­
lo 27 de la Constitución
se consensúa con transacciones que lo
hacen ambiguo» (pág. 52 ). El resultado de la plasmación ideoló­
gica socialista en la reforma educativa será en pocos años la neu­
tralización social (d. pág. 55). Esta afirmación, que es verdadera,
la apoya Otero Novas en la apreciación de la oorriente manás­
ta de inspiración en Gramsci, _más ·conocida como vía eurOCO.tnu:­
nista en la toma del poder político (d. pág. 51), que se tradnce
en estatismo
al servicio · del . nuevo hombre socialista merced, bien
al marcaje de las pautas de la educación por el Ministerio, bien
por
el sistema asambleario en la dirección de los centros me­
diante el consejo escolar, o debido a la: información del plura­
lismo ideológico en todos los centros que dependan del Minis­
tetio
oon mayor o menor exigencia. Lo cual lleva a un elitismo
clasista, que haría ver a
la Iglesia católica amparanclo las clases
económicamente bien situadas y que pudieran permitirse una
«educación de lujo» (págs. 89-136).
En última instancia el pro­
yecto educativo
se articula como medio de dominación de uns
formación tendente a
la propia afirmación política. Por la vía
democrática se consigue el totalitarismo., _
Situándola en dos planos, supuesto derechismo e izquierdis­
mo real, examins la política económica socialista. La perspectiva
es triple, como en el ·caso anterior: puesta en.práctica, prograina­
ción ideológica y comparación con UCD. Examinando algunas ma­
nifestacioneS de· la vida econórilica aparecen, al menos, -la expan-
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sión bancaria . y los frutos de la propia empresa al cabo ·de UD
tiempo de reajuste. Si esto se absolutiza se admitiría un «dere­
chismo» en economía, Pero todo examen, sigue
Otero Novas,
debe ser global, y nunca puntual (págs. 172-183 ). En el plano de
lo real, intenta una definición de izquierdismo económico: «una
pol!tica izquierdista es aquella que tiende a conseguir que las de­
cisiones econóilicas socialmente trascendentes sean tomadas y
planificadas desde el poder político gracias a un aumento revolu­
cionario, o paulatino, de la participación del sector público en el
peso global de la economía del país, y a los medios directos o
indirectos que el poder se autoatribuye para condicionar
las de­
cisiones económicas de los agentes privados» (pág. 19). Este iz­
quierdismo está programado de antemano, y así lo observa en los
planteamientos indicados por Boyer en la escuela de verano del
PSOE del 1976. «En ella
planifican la socialización económica
distribuida en tres fases, de las cuales la primera había de coin­
cidir con el período de consolidación democrática» (pág. 197).
Las nacionalizaciones corresponderían a una segunda fase ... , en
donde
se incluiría, además, la dirección de toda la economía por
el Estado ( comenzando por el control del crédito y de la Ban­
ca), la preparación de la autogestión en las empresas y el incre­
mento sustancial de la presión fiscal para it aumentando-el peso
del sector público... El autor lo corrobora por lo que pudiera
significar la salida de Boyer del gobierno con las declaraciones
del mismo hechas en Nueva York en octubre de 1986, donde
manifestaba que la moderación izquierdista es una necesidad
tác­
tica ... (cf. págs. 197-207). Lo que resalta, siquiera indirectamen­
te,
es la preparación de esta política en los planteamientos segui­
dos por la
misma UCD, al menos en lo relativo a la presión fis­
cal y la presencia . de la social-democracia en determinados mo­
mentos con grave incide.ncia social. Ningún ámbito queda al mar­
gen: costo de la érécicnte burocratización, con aumento .del in­
'1:etvencionismo, disminución· de las libertades sociales desde la
familiar
a_ cualquier tipo de manifestación asociativa.
Personalmente, creo que
es de agradecer a Otero Novas la
publicación de este libro, obra de un ministro de la Demacra-
. cia y un
opositor al franquismo. Su comprensión de la vía euro­
comunista ilumina la práctica política. y los diversos aspectos de
la sociedad sujetos a una presión constante de cara a la plasma­
ción
de un Estado totalitario, precisamente apoyado en la ambi­
güedad constitucional. Otros aspectos merecerían ser comenta-
dos, pero preferimos incitar a la lecrura...
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