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Número 343-344

Serie XXXV

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Ángel Sánchez de la Torre: La tiranía en la Grecia antigua

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Angel Sánchez de la Torre: LA TIRANIA EN LA GRECIA
ANTIGUA(*)
Angel Sánchez de la Torre es Catedrático de Filosofía del De­
recho y Ditector del Departamento de Filosofía del Derecho, Moral
y Política de la Facultad
de Derecho de la Universidad Complu­
tense de Madrid y autor de numerosas obras como
Los griegos y
el derecho natural, Los principios clásicos del derecho, El derecho
en
la aventura europea de la libertad, Sociolog!a del derecho o
Jntroducci6n
al derecho, hasta un total de catorce libros y más de
sesenta artículos sobre diversas cuestiones de fundamentación ju­
rídica.
La presente obra constituye su discurso de ingreso como Aca­
démico de Número en la Real Academia de Jurisprudencia y Le­
gislación, pronunciado el día 19 de diciembre de 1994. El libro,
como no podía ser menos en quien
ha acreditado cumplidamente
su conocimiento del pensamiento griego en sus fuentes,
es de una
desbordante etudición, que aparece, también, mediante. la utiliza­
ción de los estudios
más recientes sobre la cuestión, tanto españo­
les como germanos, italianos, franceses o británicos.
El autor comienza por advertir
la triple vertiente, o si se pre­
fiere, los tres ámbitos en
los que la cuestión se sitúa y desde los
cuales cabe
apro,ámarse y profundizar en ella: la filosofía jurídico­
social, por su evidente conexión
con los problemas de la justicia,
la legitimación del poder, la seguridad jurídica o la legalidad; la
filosofía política, al aparecer como una forma de gobierno indesea­
ble; la filosofía moral, ya que atenta a los derechos y situaciones
esenciales para mantener la dignidad de las personas y
de la co­
munidad política (págs. 10-11). Se trata, pues, de uno de los
grandes temas del pensamiento de todas las épocas.
Como contrapunto o negación de la tiranía, el autor inicia su
investigación indagando en qué consiste
el nomos, ya que la tira­
nía en cuanto transgresión
de la ley -en sentido estricto y no en
el genérico de no aplicarla debidamente--es un concepto que se
refiere a aquél (págs. 18-19). Así, en los capítulos 2, 3 y 4 se tra­
tan las cuestiones del derecho, las normas y la ley;
sus característi­
cas ; la necesidad de la fuerza
al servicio del derecho para el bien de
la comunidad política;
el estudio de la posibilidad ideal de la
eficacia de un nomos óptimo. Respecto a esta cuestión señala que
si bien la búsqueda por los grandes pensadores griegos, efectuada
(*) Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Madrid, 1994,
17 X 24 cm., 201 págs. Contestación de Manuel Alonso Olea.
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INFORMA.CION BIBLIOGRAFICA.
con gran profundidad, de un «régimen perfecto», no llegaría a re­
sultados teóricamente garantizados, sin embargo, fue causa eficien­
te de dos grandes éxitos: el haber servido para excitar la imagina­
ción tras
el objetivo de encontrar condiciones sociopolíticas ópti"
mas para el bienestar humano en la convivencia colectiva y, sobre
todo, por haber logrado establecer criterios definidores de las
coordenadas
permanentes para acercarse a él, en los impulsos más
generosos y cteadores de muchas personas (pág. 87).
En los capítulos
5, 6 y 7 se adentra en el estudio de la pers­
pectiva histórica de los regímenes tiránicos, en su proyección en
modelos históricos y en
el análisis de la denominación de tirano.
En el último capítulo
se abordan los perfiles de la tiranía, sus ca­
racterísticas, sus síntomas, sus modos de actuación y sus efectos
sociales
y políticos.
Aunque
se trata de una obra fiel a su título, sin embargo, sus
reflexiones, especialmente las del capítulo
.final, como advierte
Alonso Olea en su contestación al discurso, «siguen en
ampl!sima
medida teniendo vigencia actual». Y es que, más allá del conoci­
miento erudito de
la cuestión, las reflexiones plenamente actuales,
de aplicación y aprovechamiento para nuestro~ días, se contienen,
aquí y allá, a lo 'largo de toda la obra. Sirvan como muestra las
dos siguientes: «la estabilidad de las estructuras colectivas no
pende sólo del cumplimiento externo
de la legalidad vigente, por
·adecuadas que éstas sean a los· intereses y circunstancias de los
ciudadanos. También es necesario que los ciudadanos ten,gan una
mentalidad y
desarrollen un talante adecuados a favorecer el man­
tenimiento de cada peculiar modalidad organizativa» (pág. 81);
la esencia de la tiranía consiste en «conducir la nortnatividad com­
pleja de· la convivencia política al totalitarismo, absolutismo, re­
duccionismo o unilateralismo del protagonismo de un sólo dato:
tener el Poder» (pág. 112).
A lo largo de sus páginas podemos ver los efectos de forma­
lismos o positivismos; de las conductas demagógicas
y arbitradas,
y en general, del desprecio del profundo y auténtico significado de
la ley y del bien de la comunidad · política, cuya vulneración en
mayor o menor medida,
es una manifestación de signos y de con­
ductas que se aproximan·, en mayor o menor grado, a la tiranía.
Aunque el autor advierte que su investigación se ciñe al pe­
ríodo histórico que
da título a la obra, añade que, sin embargo,
el lector no podrá menos que sacar semejanzas y consecuencias
valorativas respecto
a situaciones distintas de la estudiada, lo que
revela que
el tema está lleno de sugerencias aplicables a cualquier
situación política (pág. 14). Así es, en efecto, pero especialmente
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INFORMACION BlBLJOGRAFICA
en los supuestos en los que la arbitrariedad, la prepotencia, el
monopolio despreciativo de la verdad amparado en un puro volun­
tarismo o la corrupción, separadas o, con mayor motivo, conjun­
tamente, son características de la acción política en un período
determinado.
Por eso, esta obra constituye una buena referencia
para comprobar hasta qué punto la llamada
crisis del Estado mo­
derno se aproxima a alguna de las características típicas de la ti­
ranía, y hasta que e,;tremo los síntomas de ésta coinciden con la
crónica enfermedad de aquél.
En
fin, para terminar, una observación respecto a la edición:
la colocación de las citas
-numerosas-detrás de cada capítulo
obliga a un
contínuo pasar de páginas que dificulta sobremanera
su lectura a los que desean consultar directamente en las fuentes
las remisiones que a ellas hace
el autor. Esperamos que en sucesi­
vas ediciones pueda corregirse su composición.
ESTANISLAO CANTERO.
Jacques Heers: LA INVENCION DE LA EDAD MEDIA (*)
El género del libro vindicatorio es conocido: se trata de res­
table= la verdad histórica sobre un personaje o una. actuación
injustamente vilipendiados. Presuponen siempre una difundida
Leyenda Negra, sea la de España o la de la Iglesia.
En otras oca­
siones Verbo ha resefiado libros refutadores de ambas leyendas
negras, como los
de Dumont o Powell (1).
Pues bien, sin duda no hay Leyenda Negra más extendida e
irreflexiva, casi mero pensamiento reflejo ya, que
la que se ex­
tiende a unos diez siglos
de nuestro pasado cristiano: vulgarmente
la Edad Media es sinónimo de barbarie inculta y ctnel, de oscuras
tinieblas
pqbladas de arbitrarias injusticias, etc.
Y esa Leyenda Negra de la Edad Media
es especialmente per­
niciosa por cuanto en aquellos siglos la civilización europea fue
constitutivamente cristiana.
De modo que con ella la Iglesia no
queda manchada con algún suceso concreto, como
el proceso de
Galileo, d en alguna faceta, como con la Inquisición, sino global-
{*) Crítica (Grijalbo-Mondadori), Batcelona, 1995, 295 págs,
(1) Así L'Église au risque de l'Histoire de Jean Dum.ont en los nú­
meros 215-216 y 2.63-264 o Arbol de odio de Philip Wayne Powell en los
números 103 y 315-316 (los segundos con motivo de su aparición en cas­
tellano).
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