Derecho, ética, leyes y declaraciones de derechos

DERECHO-ÉTICA-LEYES Y DECLARACIONES
DE DERECHOS
El derecho debe estar al servicio del hombre.
«La centralidad de la persona humana en el derecho se expresa efi­
"cazmente en el aforismo clásico: «Hominum causa omne ius consti­
"tutum est». Esto quiere decir que el derecho es tal si pone como su
"fundamento al hombre en su verdad, y en la medida en que lo haga. Es
"sabido que este principio básico de todo ordenamiento jurídico justo está
11 amenazado seriamente por concepciones que limitan la esencia del hom­
"bre y su dignidad, como son las de inspiración inmanentista y agnósti­
"ca. En el siglo que está a punto de terminar, esas concepciones han !egi­
"timado graves violaciones de los derechos del hombre, en particular del
"derecho a la vida.
»Con
ocasión del Simposio jurídico, organizado para celebrar el X
"aniversario de la promulgación del nuevo Código de derecho canónico,
"observaba que "así como en el centro del Of'denamiento canónico está el
"hombre redimido por Cristo y transformado por el bautismo en persona
"dentro de la Iglesia ( ... ), del mismo modo las sociedades civiles están
"invitadas, a ejemplo de la Iglesia, a poner a la persona humana en el
"centro de sus ordenamientos, sin apartarse jamás de tos postulados del
"derecho natural para no caer en los peligros de arbitrio o de las falsas
"ideologías. En efecto, los postulados del derecho natural son válidos en
"todo lugar y para todos los pueblos, hoy y siempre, porque están dictados
"por la recta ratio, en la que, como explica Santo Tomás, está la esencia
"del derecho natural: 'omnis /ex humanitus posita intantum habet de
"ratione legis inquantum a lege naturae derivatur' (Summa Theol., 1-II, q.
"95, a. 2)" (AAS 86 (1994}, 248; L'Osservatore Romano, edición en
"lengua española, 30 de abrilde 1993, p. 8). Con anterioridad el pen­
"samiento jurídico clásico ya había comprendido bien este concepto. Cicerón
Verbo, núm. 355-356 (1997), 407-411 407
Fundaci\363n Speiro

"lo expresa así: 'Est quidem vera lex recta ratio, naturae congruens,
"diffusa in omnibus, constans, sempiterna quae vocet ad officium iubendo,
"vetando a fraude deterreat, quae tamen ne que probos frustra iubet aut
"vetat,
nec improbos iubendo aut vetando movet' (De re publica, 3, 33:
"LACT, Inst. VI, 8, 6-9).
JUAN PABLO 11: Discurso a los participantes en dos
congresos sobre
el derecho y la familia, el viernes 24 mayo.
L "Osservatore Romano, edición semanal en lengua española,
año XXVIII, núm. 22 (1431), 31 de mayo de 1996.
Relación entre ética y derecho
« Este tema constituye una de las cuestiones fundamentales que, en
"todos los tiempos, han puesto a prueba las mejores energías del pensa­
" miento humano. Por tanto, estudiar los modernos ordenamientos jurídicos
"lleva a
reafirmar, con claridad, un nexo adecuado y pertinente
"entre ética y derecho, haciendo referencia constante a los principios
''fundamentales
de la persona humana, puntualizados claramente en la
"encíclica Evangelium vitae ( ... ).
» 'La concepción positiva del derecho y el relativismo ético amenazan
"las
estructuras fundamentales de la democracia.
»La concepción positiva del derecho junto con el relativismo ético, no
"sólo quitan a la convivencia civil un punto seguro de referencia, sino
"que también ofenden la dignidad de la persona y amenazan las mismas
"estructuras fundamentales de la democracia. Estoy seguro de que, con
"valentía y claridad, cada uno sabrá realizar todo lo que le sea posible
''Para que las leyes civiles respeten la verdad de la persona y su realidad
"de ser inteligente y libre, así como también su dimensión espiritual y el
"carácter trascendente de su destino.
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JUAN PABLO 11: Discurso a los participantes en dos
congresos sobre el derecho
y la familia, viernes 24 mayo.
L 'OSJervatore Romano, edición semanal en lengua españo­
la, año XXVIII, núm. 22 (1431), 31 de mayo de 1996.
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La legislación debe tutelar el derecho a la vida acompañada
de las medidas sociales y asistenciales adecuadas para
proteger a quienes se disponen a acoger una nueva vida.
»Una importancia particular reviste el tema de la defensa de la
"vida, es decir el respeto que todos han de tener del 'valor sagrado de la
"vida humana desde su inicio hasta su término' así como la afirmación
"del 'derecho de cada ser humano a ver totalmente respetado ese bien
"primario suyo'
ya que 'en el reconocimiento de este derecho se funda­
"menta la convivencia humana y la misma comunidad política' (Evan­
"gelium vitae, 2). Al mismo tiempo, la legislación que tutela el dere­
,, cho a la vida tiene que ir acompañada de las medidas sociales y asistencia­
" les adecuadas para proteger a quienes se disponen a acoger una nueva
"vida, de forma que se aleje cualquier tentación de atentar contra la
"misma.
JUAN PABLO II: Discurso al presidente de la Repú­
blica del Uruguay, señor Julio María Sanguinetti, en vi­
sita oficial 25 mayo. L 'Vsservatore Romano, edición sema­
nal en lengua española, año
XXVIII, núm. (1431), 31 de
mayo de
1996
»No puede constituirse una legislación positiva prescindiendo del
"respeto a la ley natural y los valores morales fundamentales.
»Entre vuestras misiones, una de las más importantes es, sin duda,
"el perfeccionamiento permanente del cuerpo legislativo, para que las
"leyes estén al servicio de la vida y de todas las personas. No puede
"constituirse una legislación positiva prescindiendo del respeto a la ley
"natural
y a los valores morales fundamentales; en nombre del principio
"democrático no se puede ofender la dignidad inalienable de todo ser
"humano. El Estado también debe respetar la conciencia humana. En
"efecto, la razón y la conciencia morales son dos elementos esenciales del
"pacto social y de la confianza necesarios para la vida en sociedad. El
"relativismo ético es un peligro para la democracia ( cf Veritatis splendor,
"101). Como escribí en la encíclica Centesimus annus, «'una demo-
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"cracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible
"o encubierto'» (n.46).
JUAN PABW JI: Discurso a numerosos parlamenta­
rios franceses que peregrinaron a Roma con ocasi6n de la
Pascua, 2
de abril. L 'Otservatore Romano, edición semanal
en Lengua española, año
XXVIII, núm. 19 (1428), 10 de
mayo de 1996.
El orden público y los derechos del hombre en la armonía
social.
»Ciertamente, corresponde a las autoridades políticas tomar las de­
,, cisiones necesarias para reconstruir y reafirmar el entramado social, a
"fin de que cada uno sea reconocido y amado por sus hermanos, indepen­
" dientemente de su posición y de su estado en la sociedad. Prosiguiendo la
"represión contra todas las formas de crimen y de actos contrarios a las
"reglas de la moral comunitaria más elemental, vuestros servicios tam
"bién están llamados a privilegiar la prevención y la educación cívica,
"mediante cercanía al pueblo, a fin de hacer que todos descubran la be­
,, lleza y la alegría de las relaciones de convivencia que implican derechos
"y deberes. Los jóvenes, en particular, requieren toda vuestra atención.
"Su fragilidad personal y las dificultades de numerosas familias hacen
"de ellos presa fácil de quienes quieren aprovecharse, mediante la atracción
"ilusoria del dinero y la violencia gratuita o los placeres fáciles. Los
"jóvenes se introducen, a veces muy pronto, en la delincuencia, y ayudar­
" los a salir de ella requiere una gran paciencia y un profundo sentido
"pedagógico, para que puedan reinsertarse en la red de relaciones y en­
"contrar su lugar en la sociedad, particularmente en las zonas desfavo­
"recidas de las ciudades. Velar por el orden público y los derechos del
"hombre es un elemento fundamental de armonía social. Los servicios de
''policía tienen la tarea de ofrecer a sus compatriotas un espacio donde sea
''posible vivir con seguridad y se respete a todos en su dignidad de persona
"humana. Son los garantes del respeto a la ley promulgada por un Estado,
''fundamento del pacto social, a fin de que la justicia sea igual para
"todos. Pero, al mismo tiempo, cada uno debe poder beneficiarse de los
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"derechos que garantizan su integridad personal y su defensa. Vues­
"tra "misión ante los hombres es, pues, un verdadero servicio a la
"sociedad.
JUAN PABLO II: Discurso del Papa a los jefes de la
policía de la Unión europea, 2 abril. L 'Osservatore Ro­
mano,
edición semanal en Lengua española, año
XXVIII, núm. 19 (1428), 10 de mayo de 1996.
El riesgo de las declaraciones de principios, incluso las
más solemnes, de quedar en letra muerta.
» Mediante vuestros trabajos en torno al derecho y la libertad de
"conciencia y de religión habéis destacado el hecho de que la garantía de
"esta libertad fundamental no deriva sólo del orden constitucional y
"de la puesta en práctica de sistemas de protección en los ámbitos nacional,
"regional o internacional. Las declaraciones, corren el riesgo de ser en
"gran medida letra muerta. Esto sucede cuando el derecho a la vida coti­
"diana no asegura efectivamente a 'todos los hombres, por ser personas, es
"decir, dotados de razón y de voluntad libre y, por tanto, enaltecidos con
"una responsabilidad personal' poder 'buscar la verdad y adherirse a
"ella'
y 'ordenar toda su vida según las exigencias de la verdad'» (Dig­
"nitatis humanae, 2).
JUAN PABLO JI: Discurso a los participantes en un
congreso de la Unión internacional de abogados, 23 de
marzo.
L 1Js1ervatore Romano, edici6n semanal en lengua
española, año XXIII, núm. 17 (l.165), 26 de abril
de 1991.
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