La familia, hoy y siempre, en el designio de Dios

LA FAMILIA, HOYY SIEMPRE, EN EL
DESIGNIO DE DIOS
Desviaciones y desvaríos de la sociedad moderna
acerca de la familia.
«Existen' en la historia moderna ñumerosos fenómenos sociales que
"nos invitan a hacer un examen de conciencia sobre la famüia. En
"muchos casos hay que reconocer con vergüenza que se han producu:lo
"errores y desvaríos. ¿'Cómo no denunciar aquellos comportamientos,
"motivados
por el desenfreno y la irresponsabilidad, que conducen a tra­
"tar a /05 seres humanos como a simples cosas o instrumentos del placer
"pasajero y vacío? ¿Cómo no reaccionar ante la falta de respeto, la porno­
"grafia y toda clase de explotación, de las que en muchos casos los niños
"pagan el precio más caro?
,.Las soCiedades que se despreocupan de la infancia son inhumanas
"e irresponsables. LOS bogares que no educan íntegramente a sus hijos,
»que los abandonan, cometen una gravísi'-ma injusticia, de la que debe­
"rán rendir cuentas ante el tribunal tle Dios. Sé que no pocas familias, a
"veces, son víctimas de situaciones que las superan. En esos casos1 es pre­
"ciso apelar a la solidaridad de todos, porque los niñQS acaban sufrien­
"do todas las
formas de la pobreza: la de la miseria económica y, sobre
'todo,
de la miseria moral, que da origen al fenómeno al que me referí
"en la Carta a las familias: Hay muchos huérfanos de padres vivos
"(n. 14)0
•
»Familias del mundo entero: acoged a vuestros hijos con amor res­
"ponsable,· defendedlos como un don de Dios1 desde el instante en que
"son concebulos1 en que la vida humana na,ce en el seno de la madre¡
"que el crimen abominable del aborto, vergüenza de la humanulad, no
"condene a los niños concebidos a la más injusta de las ejecuciones: la
"de los seres humanos más inocentes. ¡Cuántas veces escuchamos de
Verbo, núm. 361-362 (1998), 3-9 3
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"labios de la madre Teresa de Calcula esta proclamación del inestimable
"valor
de la vida desde su concepción en el seno materno y contra cual
"quier acro de supresión de la vida/,..
JUAN PABLO 11: Discurso durante el Encuentro con las
familias en el Estadio de Maracaná el 4 de octubre.
L'Osservatore Romano, edición semanal en lengua españo­
la, año XXIX, núm. 41 (1502), 10 de octubre de 1997.
El plan general de Dios .
• como leemos en el libro del Génesis, el hombre deja a su padre y a
"su
madre1 y se une a su mujer para formar con ella, en cierto sentido,
"un solo cue,po (cf Gn., 2, 24). Cristo repetirá estas palabras de/Antiguo
"Testamento hablando a los fariseos, que le hacían preguntas relaciona­
"das
con la indisolubilidad del matrimonio. De hecho, se referian a las
"prescripciones de la ley de Mo'isés, que permitían, en cierlos casos, la se­
''Paración
de los cónyuges, o sea el divorcio. Cristo les respondió: «Mo'isési
"teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón, os permitió repudiar
•a vuestras
mujeres; pero al principio no fue así· (Mt., 19, 8). Y citó las
"palabras del libro del Génesis: .. ¿No habéis leído que el Creador, desde el
"comi.enzoi las hizo varón y mujer (. .. ). Por eso dejará el hombre a su
"padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola
"carne? De manerá que ya no son dos1 sino una sola carne. Pues bien,
"lo que Dios unió no lo separe el hombre» (Mt., 19, 4-6) .
.. ~sf, pues, en la base de todo el orden social se encuentra este prin­
"cipio de unidad e indisolubilidad del matrimonio, principio som'e el que
"se funda la institución familiar. &e principio recibe confirmación y
"nueva fuerza en la elevación del matrimonio a la dignidad de sacra­
"mento.
,.E/ matrimonio-el ser padres, la maternidad, la paternidad, la fa­
"milia--pertenece al orden de la naturaleza, desde que Dios creó al
"hombre y a la mujer; y mediante la acción de Cristo, es elevado al or­
"den
sobrenatural. El sacramento del matrimonio se transforma en el
"modo de participar de la vida de Dios. El hombre y la mujer que creen
'e'n
Cristo, que se unen como esposos, pueden, por su parte, confesar:
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'huestros cuerpos están redimidos, nuestra unión conyugal está redimi­
"da. Están redimidos el ser padres, la maternidad, la paternidad y todo
"lo que conlleva el sello de la santidad,.,
JUAN PABLO II: Homilía durante la misa en la catedral
de San Sebastián de Río de Janeira el día 4 de octubre.
L'Osseroatore Romano, edición semanal en lengua españo­
la, año XXIX. núm. 41 (1502), 10 de octubre de 1997.
Al servicio del amor y de la vida .
.. En la primera lectura, tomada del libro de &ther, se recuerda la
"salvación de la nación por la in'ferVención de esta hija de Israel, duran­
"te el periodo de la cautividad en Babilonia. F.ste pasaje de la F.scritura
"nos
ayudará a comprender también la vocación al matrimonio, de
"modo
particular el inmenso servicio que esa vocación presta a la vida
"humana, a la vida de cada persona y de todos los pueblos de la tierra.
"«Escucha,
bija, mira, inclina el oído: ( .. )prendado está el rey de tu
'belleza. (Sal., 45, 11-12). Lo mismo desea decir hoy el Papa a cadafa­
"müia humana: ·F.scucba, mira: Dios quiere que seas be/Ja, que vi.vas la
"plenitud de la
diginidad humana y de la santidad de Cristo, que es"tés
"al servicio del amor y de la vida. Fuiste fundada por el Creador y san­
"tiftcada por el Espíritu Paráclito, para que seas la esperanza de todas las
"naciones».
,.Qja/á que este servicio a la humanidad revele a los esposos que una
"clara manifestación de la santidad de su matrimonio es la alegria con
"que acogen
y piden al Se·ñor VQCQciones entre SUS hijos. Por eso, permi­
"tidme añadir que "la familia que está abierta a los valores trascenden­
"tales, que siroe a los hermanos en la alegria, que cumple con generosa
"fidelidad sus obligaciones y es consciente de su cotidiana participación
"en
el misterio de la crnz gloriosa de Cristo, se convierte en el primero y
"mejor seminario de vocaciones a la vida consagrada al Reino de Dios"
"(Familiar is consortio, 53)•.
JUAN PABLO 11: Horoilia durante la misa en la ca.tedral
de San Sebastián de Río de Janeiro, día 4 de octubre.
L'Osseroatore Romano, edición semanal en lengua españo­
la,
año XXIX, núm. 41 (1502), 10 de octubre de 1997.
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La gran batalla de la dignidad del hombre.
«La famüia no es para el hombre una estructu-ra accesoria y extrin­
''seca, que impida su desarrollo y su dinámica interior. "El hombre es,
"por su íntima naturaleza, un ser social y no puede vivir ni desplegar
"sus cualidades sin relacionarse con los demás" (tbid., 12). La, familia1
"lejos de ser un obstáculo para el desarrollo y el crecimiento de la perso­
"na,
es el ámbito privilegiado para hacer crecer todas las potencialida­
"des personales y sociales que el hombre lleva inscritas en su ser.
»La familia, fundada en el amor y vivificada por él, es el lugar en
"donde cada persona está llamada a expen·mentar, hacer propio y parti­
"cipar
en el amor sin el cual el bombr, no podria existir y toda su vida
"carecería de sentido (cfr. Redemptoris lllIBSio, 10; Familiaris consortio, 18).
•las tinieblas que hoy afectan a la m'istna concepción del hombre
"atacan
en primer lugar y directamente la realidad y las expresi.ones que
"le son connaturales. La persona y la familia corren parejas en la estima
'Y en el reconocimiento de su dignidad, asf como en los ataques y en los
»intentos de disgregación. La grandeza y la sabidurfa de Dios se mani­
'fiestan en sus obras. Con todo, parece que hoy los enemigos de Dios, más
»que atacar de frente al Autor de la creación, prefieren herirlo en sus
"obras. El hombre es el culmen, la cima de sus criaturas visibles. "Gloria
»enim Dei, vivens bomoi' vita autem bominis, visio Dei» (San Ireneo, Adv.
'haer.,
IV, 20, 7)~.
·Entre las verdades ofuscadas en el corazón del hombre, a causa de
»1a crecúmte secularización y del hedonismo dominante, se ven especial­
"menre
afectadas todas las que se relacionan con la familia. En torno a
'la familia y a la vida se libra hoy la batalla fundamental de la digni­
'tlad del hombre. En primer lugar, la comunión conyugal no es recono­
"cida
ni respetada en sus elementos de igualdad en la dignidad de los
"esposos, y de la necesaria diversidad y complementariedad sexual. La
"misma fidelidad conyugal y el respeto a la vida, en todas las/ases de su
"existencia, se ven subvertidos por una cultura que no admite la trascen­
"dencia del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Cuando las
Juerzas disgregadoras del mal logran separar el matrimonio de su mi­
''sión con respecto a la vida humana, atentan contra la humanidad,
"privando/a de una de las garantfas esenciales de su futu~.
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JUAN PABLO 11: Discurso a los obispos del Celam y al
Congreso teológico-pastoral, el día 3 de octubre. L'Osser­
vatore Romano, edición semanal en lengua española, año
XXIX, núm. 41 (1502), 10 de octubre de 1997.
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La misión de las fanúlias -esperanza de la humanidad-
de humanizar, liberar, construir un mundo de acuerdo con el
corazón de Cristo.
»En este estadio, que, gracias al juego de luces, parece converti'do en
"vidrieras de una inmensa catedral, la celebración de hoy quiere impul­
"sar a todos a un compromiso grande y noble, Sf.!bre el que invocamos la
"ayuda de Dios todopoderoso,
,,por las familias~ para que, unidas en el amor de Cristo, organizadas
"pastoralmente, presen'tes activamente en la sociedad1 comprometidas en
"su misión de humanización, liberación, construcción de un mundo de
"acuerdo con el corazón de Cristo, sean realmente la esperanza de la
'humanidad.
»Por los hijos1 para· que crezcan como Jesús en el hogar de Nazaret.
"En
el seno de /as madres duerme la semilla de la nueva humanidad. En
11el rostro de los niños resplandece el .futuro, el futuro milenio, el porve­
"nir que está en las manos de Dios.
·Por los jóvenes, para que se esfuercen con gran entusiasmo por pre­
"parar su familia de mañana, educándose a si mismos en el amor ver­
"dadero, que es apertura a los demás, capacidad de escuchar y respon­
"der, compromiso de entrega generosa, incluso a costa del sacrificio
"personal, y d'isponibilidad a la comprensión recíproca y al perdón,..
JUAN PABLO 11: Discurso durante el encuentro con las
familias
en el estadio de Maracaná, 4 de octubre. L'Osser~
vatore RotnQno, edición semanal en lengua española, año
XXIX, ntím. 41 (1502), 10 de octubre de 1997.
Problemas actuales para la familia y su función
edudadora.
-La familia, célula fundamental de la sociedad y garantía de su es­
'tabilidad, sufre, sin embargo, las crisis que pueden afectar a la sociedad
"misma.
Esto ocun-e cuando los matrimonios viven en sistemas económi­
''<::os o culturales que, bajo la falsa apariencia de libertad y progreso,
''promueven o incluso defienden una mentalidad antinatalista, inducien­
"do de ese modo a los esposos a recutrir a rr'zétodos de control de la nata­
"/idad que no están de acuerdo con la dignidad humana. Se llega in-
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"e/uso al aborto, que es siempre, además de un crimen abominable ( cfr.
'Gaudium et spes, 51), un absurdo empobrecimiento de la persona y de
"la misma sociedad. Ante ello, la Iglesia enseña que Dios ha confiado a
"los hombres la misión de transmitir la vida de un modo digno del hom­
"bre, fruto de la responsabilidad y del amor entre los esposos.
,La maternidad se presenta a veces como un retroceso o una limita­
"ción de /a. libertad de la mujer, distorsionando así su verdadera natu­
"raleza y su dignidad. Los hijos son presentados no como lo que son
"-un gran don de Dios-, sino algo contra lo que hay que defenderse.
'Za situación social que se ha vivido en este amado país ha aca~eado
"también no pocas dificultades a la estabilidad familiar: las carencias
"materiales -como cuando los salarios no son suficientes o tienen un
¡Joder adquisitivo muy limitado-, las insatisfacciones por razones ideo­
"lógicas, la atracción de la sociedad de consumo. bstas, junto con cier­
"tas medidas laborales o de otro género, han provocado un problema que
"se arrastra en Cuba desde hace añas: la separación forzosa de las fa­
"rnilias dentro del país y la emigración, que ha desgarmdo a familias
"enteras
y
ha sembrado dolor en una parte considerable de la población.
"Fxperiencias no siempre aceptadas y a veces traumáticas son la separa­
'tión de los hijos y la sustitución del papel de los padres a causa de los
"estudias que se realizan lejos del hogar en la edad de la adolescencia,
"en
situaciones que dan por triste resultado la proliferación de la pro-
11miscuidad1 el empobrecimiento ético
1 la vulgaridad, las relaciones pre­
"matrimoniales a temprana edad y el recurso fácil al aborto. Todo esto
"deja huellas
profundas y negativas en la juventud, que está llamada a
"encarnar
las valores morales auténticos para la consolidación de una
"sociedad mejor.
»En la vida matrimonial el servicio a la vida no se agota en la con­
'tepción, sino que se prolonga en la educación de las nuevas genera­
'tiones. Los padres, al haber dado la vida a los hijos, tienen la gravísi­
"ma obligación de educar a la prole y, por consiguiente, deben ser reco­
"nocidos como
los primeros y principales educadores de sus hijos. Esta
"tarea de la educación es tan importante que, cuando falta, diflcilmen­
"te puede suplirse (cfr. Gravissimum educationis, 3). Se tmta de un deber
''.Y de un derecho insustituible e inalienable. F.s verdad que, en el ámbito
"de
la educación, a la autoridad pública le competen derechos y deberes,
"ya que tiene que servir al bien común; sin emlxirgo, esto no le da dere-
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"cho a sustituir a los padres. Por tanto, los padres, sin esperar que otros
"les reemplacen en lo que es su responsabilidad, deben poder escoger
"para sus hijos el estilo pedagógico, los contenidos éticos y cívicos y la
"inspiración
religiosa en los que desean formarlos integralmente. No es­
"peren que todo les venga dado. Asuman su misión educativa, buscando
''.:Y creando los espacios y medros adecuados en la sociedad civil,,.
JUAN PABLO 11: Homilía durante la santa misa celebrada
en la ciudad de Santa Clara, jueves 22 de enero. L'Osser­
vatore Romano, edición semanal en lengua española, año
XXX, núm. 5 (1518), 30 de enero de 1998.
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