Índice de contenidos
Número 361-362
Serie XXXVII
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
El pensamiento de Francisco Elías de Tejada. (A los XX años de su fallecimiento)
-
Derechos y ley en la perspectiva de Jean Jacques Rousseau
-
Meditación actual sobre el hombre religioso
-
La verdad y los medios de comunicación
-
La Realeza de Cristo o la soberanía popular
-
Cristo Rey, piedra angular
-
¿Catecismo corregido?
-
- Crónicas
-
Información bibliográfica
-
José Antonio Marina: El laberinto sentimental
-
Alfonso Bullón de Mendoza y Luis E. Togores: El Alcázar de Toledo. Final de una polémica
-
José Antonio Vaca de Osma: Los catalanes en la historia de España
-
Ramón Pérez Maura: Del Imperio a la Unión Europea. La huella de Don Otto de Habsburgo en el siglo XX
-
Vicente Cárcel Ortí: Pablo VI y España. Fidelidad, renovación y crisis (1963-1978)
-
Danilo Castellano (ed.):. Europa e bene comune. Oltre moderno e postmoderno
-
Norberto Bobbio: De senectute
-
Carl Schmitt: Sobre el parlamentarismo
-
Vittorio Messori: Los desafíos del católico
-

Autores
1998
Danilo Castellano (ed.):. Europa e bene comune. Oltre moderno e postmoderno
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
cutible. Es "La Iglesia y la transición". Transcribo los principales
párrafos:
"La Iglesia fue uno de los factores que facilitaron la tran
sición a la democracia ...
". " ... la Iglesia logró evitar toda lucba
religiosa y fue
muy positiva esa postura para que pudiera produ
cirse
en España un cambio político radical sin que se viese ame
nazada la paz".
La Iglesia "fue una de las instituciones que influ
yó más poderosamente
en la normalidad de la transición" "Y el
gran mérito de la actitud de nuestra Iglesia corresponde a
Pablo
VI".
Como observador empedernido y coetáneo atestiguo que
esos párrafos son ciertos. Pero hay que seguir y preguntar: ¿Esa
conducta, silenciosa y transigente de la Iglesia, fue fiel a su
misión? ¿Qué precio ha pagado, y sigue pagando, por ella? Desde
un punto de vista estrictamente religioso, esa transición, ¿ha
merecido la pena? Esperemos
que estudios más profundos sobre
la "transición"
nos den unas respuestas documentadas y lumi
nosas
que este libro esca1notea.
MANUEL DE SANTA Omz
Danüo Castellano, ed.: EUROPA E BENE COMUNE.
OLTRE MODERNO E POSTMODERNO
c•i
Bajo este título han aparecido publicadas las distintas inter
venciones
que tuvieron lugar durante el XXXIV Convenio Inter
nacional del Instituto Antonio Rosmini.
Es el propio Danilo Castellano, director del Instituto y a cargo
de quien se encuentra este volumen, el que señala en el prefacio
de la obra la importancia del tema que se desarrolla para la
Europa
de hoy en día. Así indica que "en presencia de una crisis
irreversible
de la modernidad y de la postmodernidad se impo
ne hoy una elección que hipotecará el futuro del viejo continen
te",
y en esa elección el bien co1nún, el verdadero bien común,
(•) Edizioni Scientifiche Italiane, Nápoles, 1997, 245 págs.
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
ha de jugar un papel importantísimo, del que se ocupan las diver
sas ponencias
que son recogidas en el mismo. Además, como
una segunda parte de la obra, encontramos tres articulas sobre el
tema de la inmigración, de gran actualidad en la Europa actual.
El profesor romano Sergio Coita aborda la cuestión bajo el
titulo "Qué postrnoderno y qué bien común", analizando en pri
mer lugar la custión de
la modernidad -que según su opinión
se ha identificado indebidamente con el pensamiento antimetafi
sico y anticatólico, puesto
que en lo que comprende la moderni
dad se encuentran dos tendencias diversas identificadas con los
principios de trascendencia e inmanencia, pero sin que se pueda
afirmar que el primero de ellos no pertenezca a la época que ha
recibido el nombre de modernidad-y la postrnodemidad, que
no implica una superación de la misma sino que más bien debe
rla denominarse neo-modernidad, puesto que conserva todas las
caracteristicas propias de la modernidad nacida del inmanentis
mo. En cuanto a la cuestión del bien común, afirma que tiene en
sí mismo un explícito significado de valor y que puede servir
como
un "parámetro de control de la relación entre la cultura de
la modernidad y
la realidad de la vida práctica". Las distintas
cortientes sociopolíticas
que se han desarrollado en la esfera de
la modernidad "fuerte" y "débil" llevan
en sí mismas el problema
por el que no pueden ser consideradas adecuadas para el pleno
desarrollo ni de la persona ni de la sociedad, que no es otro sino
la indeterminación de
la naturaleza del individuo. Concluye su
exposición afirmando
la unidad estructural y constitutiva del ser
humano que es condición de su propia vida y que, en su propia
trascendencia, es partícipe de la trascendencia absoluta de Dios
Creador. Es en ese sentido en el que el verdadero bien común,
universal, que no hace acepción de personas, contribuye al desa
rrollo de las diversas comunidades y
es "condición de legitimidad
del bien público".
"El bien común como cuestión clave de una filosofía pública
para Europa"
es el tema tratado por el profesor lisboeta Mario
Bigotte
Chorao. En él, comenzando con una alusión a la filosofía
pública, encontramos afirmaciones tan claras como la de "factor
constitutivo, unificador y teleológico, el bien común es, por decir,
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
medida de la realización personal, de la excelencia moral y de la
felicidad humana
en el orden temporal". Precisamente una de las
causas
de la crisis del Estado moderno es haberse alejado de la
doctrina y la concepción clásica cristiana del
bien común. Reali
zando
un repaso de esta doctrina explica que el perfecciona
miento humano es punto cardinal dentro de la misma y que tiene
como medida la naturaleza y la dignidad de la persona; que el
propio
bien común es una "realidad múltiple, compleja y orgáni
ca,
en la que se integran elementos de orden material, cultural y
espiritual" y
que "no hay sociedad política ni verdadera demo
cracia sin verdadero bien común". Continuando con la cuestión
del bien común desde la perspectiva católica, y en Jo que res
pecta específicamente a Europa, señala la necesidad
de superar
los diversos nacionalismos excluyentes y cerrados, pero por
supuesto sin perder de vista las particularidades que constituyen
a cada
uno de los paises, las "patrias" del viejo continente, como
lo que son, sin caer, por tanto, en una ficción en la que el prin
cipio de subsidiariedad quede excluido y en el que se pretenda
construir una unificación que subordine las diversas singularida
des propias de la cultura y la tradición de cada uno de los paises
miembros a los intereses de uno o varios dirigentes, poniendo el
ejemplo del sentir de su propia patria. Concluye afirmando que
el cristianismo, en cuanto fe y cultura abierta a lo universal,
puede y debe ser considerado como base y fundamento de un
proyecto europeo "abierto a las exigencias del humanismo uni
versal".
El profesor F. Mercadante, al referirse a "La cuestión del bien
común en Rosmini y el problema politico de la Europa contem
poránea", comienza con una alegoría en la que la Creación, Dios
y la relación del hombre con Él y con sus semejantes son los ele
mentos
con los que introduce la cuestión. Señala la reivindica
ción rosminiana de lo social en contraposición a un Estado que
la ahogue y en el marco de la Europa actual, a pesar de los gran
des males
que afectan a nuestro continente, y no sólo a él, recla
ma la importancia que debe tener, por ejemplo en el ámbito cul
tural y económico, y la importancia de que
sea una Europa unida
en su diversidad.
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
La aportación de Andrés Gambra a este volumen trata sobre
"La disolución contemporánea de la comunidad politica: refle
xiones sobre la experiencia española", y en ella denuncia, en pri
mer
lugar, la crisis de España en estos momentos, para pasar a
analizar cuáles han sido
y son las causas de la misma. Considera
que dentro del propio texto constitucional español se encuentran
una serie de "elementos perniciosos" que han contribuido de
manera decisiva
en el proceso critico que se desarrolla durante la
transición, y que características de ésta son "el recurso sistemáti
co a la ley" que transforma las estructuras sociales, la disolución
de cuantas entidades de diversa naturaleza pudieran suponer una
corriente de opinión independiente del sistema y la difusión de
mensajes
que o bien exaltan el propio sistema o bien el indivi
dualismo y el relativismo (sin
que tengan por qué ser contradic
torios entre sO, todo ello acompañado de un acoso continuado e
incisivo a la Iglesia católica y a sus principios tradicionales. Las
conclusiones del profesor Gambra, ante el proceso constante de
degeneración de la sociedad española, llevan necesariamente a
retornar a la concepción católica de la persona, a su naturaleza,
que es "participativa y no se identifica con la pura individualidad
del sujeto", y a la concepción del bien común, definido
en la
Gaudium et spes como "el conjunto de aquellas condiciones de
vida social
con las cuales los hombres, las familias y las asocia
ciones
pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia
perfección".
Giulio Chiodi aborda la cuestión de "Europa como civiliza
ción plural" con una crítica a la intelectualidad europea que no
ha sido capaz de distinguir entre oposición al totalitarismo y lo
que él considera una subordinación acrítica a modelos culturales
extraños. En cualquier caso, la tesis del profesor Chiodi es que
Europa se halla inmersa entre Oriente y Occidente. Es la cuna de
Occidente y se convierte en el puente entre los dos tipos de civi
lización. Europa posee
una diversidad amplísima cultural, histó
rica, en tradiciones y también lingüistica, que constituye su patri
monio común y
que la enriquece en todos los sentidos. Afirma
que
la conciencia de su diversidad le proporciona la conciencia
de
su unidad y que se deben recuperar las ralees y las tradicio-
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
nes sin caer en nacionalismos que puedan llevar a la pérdida de
la conciencia de la unidad
de Europa. Y es que el propio Chiodi
hace notar
que existe una grave confusión conceptual: "La uni
versalidad
-considera la vocación universal al pluralismo de
Europa-es confundida con la uniformidad y contrapuesta al
pluralismo, con el efecto de considerar el universalismo y el plu
ralismo como fonnas antitéticas e incompatibles entre ellas".
Concluye con la consideración
de la importancia del eje central
y del papel
que debe tener el entorno mediterráneo, quizá espe
cialmente en Italia, en las relaciones y la incorporación de Cen
troeuropa a la cultura y a la sociedad occidental, sin perder, claro,
sus propias peculiaridades, y llamando la atención sobre la bata
lla
que debe librar este continente, con todo su patrimonio his
tórico y cultural, para evitar la dependencia
de sistemas y cultu
ras ajenas, especialmente la dependencia de Norteamérica.
El profesor de Salzburgo Michel Rainer, se ocupa de "La repú
blica romana y el
bien común: un problema de la Europa de
hoy", proponiendo
no perder de vista el ejemplo de la mejor
época de la antigüedad clásica romana, de donde nos llegan gran
parte de nuestras raíces y
de los orígenes de la filosofía y del
Derecho, y
en el que el servicio a la sociedad y la consideración
del
bien común -concepto que sería completado con las apor
taciones de la filosofía
cristiana-era un auténtico programa de
actuación.
Sin embargo, Europa comprende más que los países de la
Unión Europea, y precisamente de
"El problema del bien común
en la Centroeuropa contemporánea" habla el profesor húngaro
Peter Paczolay. Expone
cómo en los países de Centroeuropa se
debe superar un retraso en relación con el resto de Europa: la
"falta de
una distinción clara entre el Estado y Sociedad". Además
expone cómo los conceptos
son entendidos de diversa manera y
así como el
bien común al que hace referencia Santo Tomás tiene
en cuenta bienes tanto materiales como espirituales, parece que
en los países centroeuropeos el bien común es identificado con
el bien material y la seguridad econóntlca, y en el que las cues
tiones más relevantes y la mentalidad y las actitudes oscilan entre
un "colectivismo forzado y un individualismo abierto". Frente a
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
esta situación reclama el papel de los católicos en la vida públi
ca
y especialmente en sociedades como la húngara que se
enfrenta a una serie de cuestiones controvertidas e incluso con
flictivas
en si mismas y también por el cambio producido en estos
países. Y ese papel debe ser activo, constructivo y crítico, sin
confundir la tolerancia con la sumisión, el servilismo o la indife
rencia ante cuestiones fundamentales para el hombre y para la
sociedad. Estanislao Cantero afronta el tema de "Moralidad, pluralismo
y
bien común", que, como el propio titulo indica, abarca tres
cuestiones que en nu1nerosas ocasiones son mal interpretadas o
no existe una correcta relación entre ellas. Así, el pluralismo, no
la pluralidad, "contribuye de modo eficacísimo a que dichas
sociedades carezcan de auténtica base sólida y se asienten
en la
inestabilidad", puesto
que es un pluralismo que se convierte en
relativismo, al afirtnar una tolerancia que no es otra cosa que la
igualdad de la verdad y el error, del bien y del mal. Sin embar
go, frente a esta opinión
que parece ser mayoritaria en la Europa
actual1 afirtna que "única1nente una concepción correcta de la
persona puede funda1nentar la convivencia", y esa concepción
correcta implica necesariamente una concepción consecuente del
mundo, el orden, el bien y la sociedad; una concepción que no
es arbitraria sino objetiva y en la que "el orden sobrenatural cons
tituye una ayuda inapreciable para
no errar. Y la moral católica
una moral de perfección sobre la moral natural". Expone también
cómo el modernismo es directa1nente contrario a esta concepción
del mundo y que entre sus contradicciones internas se halla la de
entender el pluralistno como "un conjunto de diversos monismos
excluyentes". Desde esta perspectiva se hace imposible la conse
cución del bien común, se anula el principio de subsidiariedad y
se imposibilita el desarrollo adecuado y que tiende a buscar la
verdad
en la sociedad. Esto sólo se logrará con un cambio radi
cal
en el que se recuperen las tradiciones y los principios funda
mentales de la civilización occidental, de la civilización cristiana.
Las diferencias entre "Bien privado, bien público y bien
común (una lectura desde el Derecho constitucional)" son obser
vadas por Miguel Ayuso, que en su aportación comienza anali-
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INFORMACIÓN BIBUOGRÁ.FICA
zando las dos concepciones que existen acerca de la totalidad: la
primera
de ellas entiende la totalidad como pluralidad, en la que
la sociedad se concibe como una sociedad de sociedades y en la
que la naturaleza humana, la dignidad de la persona y su per
fección
son el centro en tomo al cual debe girar el desarrollo de
la sociedad. La segunda de ellas es una visión excluyente y redu
cida
que pretende un uniformismo empobrecedor de la propia
sociedad frente al Estado.
Tan sólo desde la primera de ellas es
posible
el bien común, mientras que la segunda, la que parece
imperar frente a la concepción clásica, lleva frecuentemente más
que a una concepción de la totalidad a un totalitarismo de diver
so signo.
En lo
que se ha denominado postmodernidad ve Ayuso las
características iniciadas
en la modernidad llevadas a sus extre
mos,
con lo que se produce no sólo la crisis del Estado sino "la
crisis más grave, sin duda, de la propia co1nunidad política", en
la que, con el liberalismo, el equilibrio entre Estado, Iglesia y
sociedad
se ha roto, y tan sólo se tolera su presencia a condición
de que no ejerzan su función. Evidentemente contraria a la doc
trina clásica del
bien común, en la que fa sociedad considerada
según el orden natural y el principio de subsidiariedad no sólo
son tenidos en cuenta en tódo momento sino que son pilares
sobre los que se busca la consecución del verdadero bien común.
Y desde la consideración del derecho constitucional denuncia el
autor la falta absoluta
de estos principios en el texto de 1978,
como hace ver a lo largo
de los ejemplos que expone.
Finaliza esta primera parte de la obra
con el artículo del pro
fesor Giancarlo Giurovich "Entre el racionalismo y la utopía: la
aporía del contractualismo
de J. Rawls". Comienza con la afirma
ción de
que "la pretensión de fundar cualquier cosa sobre el con
senso, renunciando expresamente a la
búsqueda de una base
teórica objetiva ... es una de las características del pensamiento
contractualista contemporáneo". Y desde esta afirmación analiza
las tesis
que acerca del método hipotético, la concepción políti
ca
de la justicia o el propio formalismo kantiano se encuentran
en el pensamiento de Rawls. Por supuesto ajeno a la concepción
clásica de la persona y de la naturaleza humana,
de la moral o
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
de la ética, el fruto de las afirmaciones de Rawls se aleja del
modelo de sociedad
en el que se considera el bien común el fin
propio y específico de la misma, y asi reclama
el profesor ante
tendencias como las expresadas
por el neokantismo, y el con
tractualismo en general, una "labor de meditación y reconversión
que debe ser al mismo tiempo moral e intelectual" y de la que
está necesitado todo el viejo continente.
En
la segunda parte de la obra encontraremos una serie de
afirmaciones acerca de una cuestión más puntual, pero que evi
dentemente es de una gran actualidad en el contexto europeo con
temporáneo, y
que exige una solución por parte de los países que
sufren directamente este problema, y también por parte del ámbi
to mayor
que forma la Unión Europea, si bien no en todos los paí
ses la cuestión de la inmigración se vive de la misma manera.
El profesor Giovanni Cordini, bajo el titulo de "Ciudadanía e
inmigración, perfiles
de derecho público comparado", hace una
exposición en la que desarrolla la evolución histórica del con
cepto de ciudadano y los distintos contenidos de
que se ha lle
nado el concepto en unas u otras sociedades. Con la considera
ción
de que la Iglesia católica siempre ha defendido la dignidad
de la persona y explícitamente se encuentra condenada
en los
documentos de Doctrina Social, al mismo tiempo
que insta a los
hombres y a
la sociedad a la promoción y consecución del bien
común, observa cómo, de hecho, esto no sucede de la misma
manera en el entorno de ideologías que proclamaban la libertad
y la igualdad, como,
por ejemplo, en tiempos de la Revolución
Francesa o
en el sistema de la Unión Soviética, donde el término
ciudadano tenía unas connotaciones muy acusadas en cuanto se
refiere a ideología política, o en sistemas totalitarios que, en defi
nitiva, esgrimen
un concepto reducido y subjetivo de persona.
Analiza también el
status público del ciudadano y la condi
ción juridica del extranjero
en los diversos ordenamientos cons
titucionales contemporáneos,
en la que se debe coordinar por
una parte la igualdad, la no discriminación y, en definitiva, los
derechos fundamentales de la persona y, por otra, los derechos
propios de los nacionales de
un Estado como los derechos socia
les o políticos; concluye examinando la cuestión de los
inrni-
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INFORMACIÓN BIBUOGRÁFICA
grantes y los refugiados politicos y la especial situación que se
origina
en el seno de la Unión Europea por la consideración del
status especial que los países miembros tienen hacia los nacio
nales de sus antiguas colonias.
En cuanto se refiere a
la intervención de la profesora Consue
lo Martínez-Sicluna, cabe afirmar
que al tratar de la "Inmigración:
Polémica sobre la dignidad humana",
pone sobre la mesa la fala
cia
que se esconde tras la polémica de la inmigración, afirmando
rotundamente que esta cuestión, aun cuando no se quiera reco
nocer así, "supone toda una serie de conflictos que Europa
no
quiere solventar", precisamente porque los países democráticos,
liberales y progresistas no pueden o no quieren arriesgarse a que
se les pueda tachas de "racistas o intolerantes", permitiendo así un
nuevo tipo de inmigración en el que una de las caracteristicas
comunes es precisamente
la no integración del inmigrante en la
sociedad de acogida, dando lugar a nuevos y más complicados
confictos
y situaciones marginales. Los diversos Estados, y Marti
nez-Sicluna hace referencia explícita a la posición española, no tie
nen una
"voluntad política decidida, una voluntad de afrontar los
problemas que se vienen dando", y denuncia la "incoherencia de
un Estado que hace dejación de sus responsabilidades, que no
asume sus deberes' con lo que se está provocando en realidad
una situación de irregularidad e inestabilidad constante que con
dena
al inmigrante a una condición de ilegalidad casi habitual, con
lo que todo ello supone para él mismo y para la sociedad.
Además, encontramos en este volumen los artículos de Joseph
Schmucker-von Koch "Der utilitarismus als falsche Ver-s6hnung
zwischen dem «bonum comune~ und dem «bonum privatum ... Zur
Frage der Neuorientierung Europas am Ende der Postmoderne";
Vladik Neserssiants, titulado "Problem des Gemeinwohls im post
sozialistischen Russland"; o la aportación a
la mesa redonda de
Heinrich Scholler y Philip Stiel, "Inmigration in Deustchland.
Aspekte einer Entwicklung
van 1945 bis zur Gegenwart".
En cualquier caso, la lectura
de estas actas del XXXIV Conve
nio del Institut Intemational d'Études Européennes "Antonio
Rosmini· pone de manifiesto la relevancia de la cuestión del bien
común. Y esto es una preocupación co1nún en diversos ámbitos
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de la sociedad, no sólo española sino en lo que respecta a toda
Europa
y en realidad a la comunidad internacional. La importancia
de la reflexión sobre este tema es uno de los puntos da ve del pen
samiento que se puede encontrar casi
en la totalidad de estas pági
nas,
y debe ser una reflexión que busque el camino para poder lle
var a la práctica,
en una Europa que parece estar carente de valo
res
y de principios fundamentales, el desarrollo más adecuado de
la persona y de la sociedad conforme a la doctrina social de la
Iglesia
y, en definitiva, a la más clásica doctrina del bien común,
sin confundirlo con el bien de la mayoría, la conveniencia inme
diata o criterios de utilidad más o menos comunes y más bien ale
jados de las exigencias más elementales de
la moral católica.
Si entendemos que el bien común es el fin propio de la socie
dad y a lo que ésta debe tender, con todo lo que implica respecto
a las personas
que forman parte de la sociedad (nacionales o
extranjeras),
y si se pretende llegar a una comunidad internacio
nal
que verdaderamente pueda recibir esta denominación y no se
trate tan sólo de
una utópica declaración de principios o de un
nombre sin ninguna realidad que lo respalde, es imprescindible
recuperar la noción clásica
de bien común, la que defendía el
pensamiento tomista, la
que realmente puede establecer y man
tener
el orden en la sociedad, de acuerdo con la naturaleza del
hombre
y de las cosas que le rodean.
CARMEN FERNÁNDEZ DE LA C!GOÑA
Norberto Bobbio: DE SENECTUTE e•>
Parece ser que en los autores actuales, principalmente los que
han tenido una línea progresista, se ha convertido en costumbre la
publicación de autobiografias que, a modo de una explicación a
posteriori, justifique lo que ha sido la obra intelectual de su vida.
(•) Taurus, 1997. Comprende esta obra y Escritos autobiográficos. 241 págs.
e índice.
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cutible. Es "La Iglesia y la transición". Transcribo los principales
párrafos:
"La Iglesia fue uno de los factores que facilitaron la tran
sición a la democracia ...
". " ... la Iglesia logró evitar toda lucba
religiosa y fue
muy positiva esa postura para que pudiera produ
cirse
en España un cambio político radical sin que se viese ame
nazada la paz".
La Iglesia "fue una de las instituciones que influ
yó más poderosamente
en la normalidad de la transición" "Y el
gran mérito de la actitud de nuestra Iglesia corresponde a
Pablo
VI".
Como observador empedernido y coetáneo atestiguo que
esos párrafos son ciertos. Pero hay que seguir y preguntar: ¿Esa
conducta, silenciosa y transigente de la Iglesia, fue fiel a su
misión? ¿Qué precio ha pagado, y sigue pagando, por ella? Desde
un punto de vista estrictamente religioso, esa transición, ¿ha
merecido la pena? Esperemos
que estudios más profundos sobre
la "transición"
nos den unas respuestas documentadas y lumi
nosas
que este libro esca1notea.
MANUEL DE SANTA Omz
Danüo Castellano, ed.: EUROPA E BENE COMUNE.
OLTRE MODERNO E POSTMODERNO
c•i
Bajo este título han aparecido publicadas las distintas inter
venciones
que tuvieron lugar durante el XXXIV Convenio Inter
nacional del Instituto Antonio Rosmini.
Es el propio Danilo Castellano, director del Instituto y a cargo
de quien se encuentra este volumen, el que señala en el prefacio
de la obra la importancia del tema que se desarrolla para la
Europa
de hoy en día. Así indica que "en presencia de una crisis
irreversible
de la modernidad y de la postmodernidad se impo
ne hoy una elección que hipotecará el futuro del viejo continen
te",
y en esa elección el bien co1nún, el verdadero bien común,
(•) Edizioni Scientifiche Italiane, Nápoles, 1997, 245 págs.
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
ha de jugar un papel importantísimo, del que se ocupan las diver
sas ponencias
que son recogidas en el mismo. Además, como
una segunda parte de la obra, encontramos tres articulas sobre el
tema de la inmigración, de gran actualidad en la Europa actual.
El profesor romano Sergio Coita aborda la cuestión bajo el
titulo "Qué postrnoderno y qué bien común", analizando en pri
mer lugar la custión de
la modernidad -que según su opinión
se ha identificado indebidamente con el pensamiento antimetafi
sico y anticatólico, puesto
que en lo que comprende la moderni
dad se encuentran dos tendencias diversas identificadas con los
principios de trascendencia e inmanencia, pero sin que se pueda
afirmar que el primero de ellos no pertenezca a la época que ha
recibido el nombre de modernidad-y la postrnodemidad, que
no implica una superación de la misma sino que más bien debe
rla denominarse neo-modernidad, puesto que conserva todas las
caracteristicas propias de la modernidad nacida del inmanentis
mo. En cuanto a la cuestión del bien común, afirma que tiene en
sí mismo un explícito significado de valor y que puede servir
como
un "parámetro de control de la relación entre la cultura de
la modernidad y
la realidad de la vida práctica". Las distintas
cortientes sociopolíticas
que se han desarrollado en la esfera de
la modernidad "fuerte" y "débil" llevan
en sí mismas el problema
por el que no pueden ser consideradas adecuadas para el pleno
desarrollo ni de la persona ni de la sociedad, que no es otro sino
la indeterminación de
la naturaleza del individuo. Concluye su
exposición afirmando
la unidad estructural y constitutiva del ser
humano que es condición de su propia vida y que, en su propia
trascendencia, es partícipe de la trascendencia absoluta de Dios
Creador. Es en ese sentido en el que el verdadero bien común,
universal, que no hace acepción de personas, contribuye al desa
rrollo de las diversas comunidades y
es "condición de legitimidad
del bien público".
"El bien común como cuestión clave de una filosofía pública
para Europa"
es el tema tratado por el profesor lisboeta Mario
Bigotte
Chorao. En él, comenzando con una alusión a la filosofía
pública, encontramos afirmaciones tan claras como la de "factor
constitutivo, unificador y teleológico, el bien común es, por decir,
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medida de la realización personal, de la excelencia moral y de la
felicidad humana
en el orden temporal". Precisamente una de las
causas
de la crisis del Estado moderno es haberse alejado de la
doctrina y la concepción clásica cristiana del
bien común. Reali
zando
un repaso de esta doctrina explica que el perfecciona
miento humano es punto cardinal dentro de la misma y que tiene
como medida la naturaleza y la dignidad de la persona; que el
propio
bien común es una "realidad múltiple, compleja y orgáni
ca,
en la que se integran elementos de orden material, cultural y
espiritual" y
que "no hay sociedad política ni verdadera demo
cracia sin verdadero bien común". Continuando con la cuestión
del bien común desde la perspectiva católica, y en Jo que res
pecta específicamente a Europa, señala la necesidad
de superar
los diversos nacionalismos excluyentes y cerrados, pero por
supuesto sin perder de vista las particularidades que constituyen
a cada
uno de los paises, las "patrias" del viejo continente, como
lo que son, sin caer, por tanto, en una ficción en la que el prin
cipio de subsidiariedad quede excluido y en el que se pretenda
construir una unificación que subordine las diversas singularida
des propias de la cultura y la tradición de cada uno de los paises
miembros a los intereses de uno o varios dirigentes, poniendo el
ejemplo del sentir de su propia patria. Concluye afirmando que
el cristianismo, en cuanto fe y cultura abierta a lo universal,
puede y debe ser considerado como base y fundamento de un
proyecto europeo "abierto a las exigencias del humanismo uni
versal".
El profesor F. Mercadante, al referirse a "La cuestión del bien
común en Rosmini y el problema politico de la Europa contem
poránea", comienza con una alegoría en la que la Creación, Dios
y la relación del hombre con Él y con sus semejantes son los ele
mentos
con los que introduce la cuestión. Señala la reivindica
ción rosminiana de lo social en contraposición a un Estado que
la ahogue y en el marco de la Europa actual, a pesar de los gran
des males
que afectan a nuestro continente, y no sólo a él, recla
ma la importancia que debe tener, por ejemplo en el ámbito cul
tural y económico, y la importancia de que
sea una Europa unida
en su diversidad.
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La aportación de Andrés Gambra a este volumen trata sobre
"La disolución contemporánea de la comunidad politica: refle
xiones sobre la experiencia española", y en ella denuncia, en pri
mer
lugar, la crisis de España en estos momentos, para pasar a
analizar cuáles han sido
y son las causas de la misma. Considera
que dentro del propio texto constitucional español se encuentran
una serie de "elementos perniciosos" que han contribuido de
manera decisiva
en el proceso critico que se desarrolla durante la
transición, y que características de ésta son "el recurso sistemáti
co a la ley" que transforma las estructuras sociales, la disolución
de cuantas entidades de diversa naturaleza pudieran suponer una
corriente de opinión independiente del sistema y la difusión de
mensajes
que o bien exaltan el propio sistema o bien el indivi
dualismo y el relativismo (sin
que tengan por qué ser contradic
torios entre sO, todo ello acompañado de un acoso continuado e
incisivo a la Iglesia católica y a sus principios tradicionales. Las
conclusiones del profesor Gambra, ante el proceso constante de
degeneración de la sociedad española, llevan necesariamente a
retornar a la concepción católica de la persona, a su naturaleza,
que es "participativa y no se identifica con la pura individualidad
del sujeto", y a la concepción del bien común, definido
en la
Gaudium et spes como "el conjunto de aquellas condiciones de
vida social
con las cuales los hombres, las familias y las asocia
ciones
pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia
perfección".
Giulio Chiodi aborda la cuestión de "Europa como civiliza
ción plural" con una crítica a la intelectualidad europea que no
ha sido capaz de distinguir entre oposición al totalitarismo y lo
que él considera una subordinación acrítica a modelos culturales
extraños. En cualquier caso, la tesis del profesor Chiodi es que
Europa se halla inmersa entre Oriente y Occidente. Es la cuna de
Occidente y se convierte en el puente entre los dos tipos de civi
lización. Europa posee
una diversidad amplísima cultural, histó
rica, en tradiciones y también lingüistica, que constituye su patri
monio común y
que la enriquece en todos los sentidos. Afirma
que
la conciencia de su diversidad le proporciona la conciencia
de
su unidad y que se deben recuperar las ralees y las tradicio-
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
nes sin caer en nacionalismos que puedan llevar a la pérdida de
la conciencia de la unidad
de Europa. Y es que el propio Chiodi
hace notar
que existe una grave confusión conceptual: "La uni
versalidad
-considera la vocación universal al pluralismo de
Europa-es confundida con la uniformidad y contrapuesta al
pluralismo, con el efecto de considerar el universalismo y el plu
ralismo como fonnas antitéticas e incompatibles entre ellas".
Concluye con la consideración
de la importancia del eje central
y del papel
que debe tener el entorno mediterráneo, quizá espe
cialmente en Italia, en las relaciones y la incorporación de Cen
troeuropa a la cultura y a la sociedad occidental, sin perder, claro,
sus propias peculiaridades, y llamando la atención sobre la bata
lla
que debe librar este continente, con todo su patrimonio his
tórico y cultural, para evitar la dependencia
de sistemas y cultu
ras ajenas, especialmente la dependencia de Norteamérica.
El profesor de Salzburgo Michel Rainer, se ocupa de "La repú
blica romana y el
bien común: un problema de la Europa de
hoy", proponiendo
no perder de vista el ejemplo de la mejor
época de la antigüedad clásica romana, de donde nos llegan gran
parte de nuestras raíces y
de los orígenes de la filosofía y del
Derecho, y
en el que el servicio a la sociedad y la consideración
del
bien común -concepto que sería completado con las apor
taciones de la filosofía
cristiana-era un auténtico programa de
actuación.
Sin embargo, Europa comprende más que los países de la
Unión Europea, y precisamente de
"El problema del bien común
en la Centroeuropa contemporánea" habla el profesor húngaro
Peter Paczolay. Expone
cómo en los países de Centroeuropa se
debe superar un retraso en relación con el resto de Europa: la
"falta de
una distinción clara entre el Estado y Sociedad". Además
expone cómo los conceptos
son entendidos de diversa manera y
así como el
bien común al que hace referencia Santo Tomás tiene
en cuenta bienes tanto materiales como espirituales, parece que
en los países centroeuropeos el bien común es identificado con
el bien material y la seguridad econóntlca, y en el que las cues
tiones más relevantes y la mentalidad y las actitudes oscilan entre
un "colectivismo forzado y un individualismo abierto". Frente a
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
esta situación reclama el papel de los católicos en la vida públi
ca
y especialmente en sociedades como la húngara que se
enfrenta a una serie de cuestiones controvertidas e incluso con
flictivas
en si mismas y también por el cambio producido en estos
países. Y ese papel debe ser activo, constructivo y crítico, sin
confundir la tolerancia con la sumisión, el servilismo o la indife
rencia ante cuestiones fundamentales para el hombre y para la
sociedad. Estanislao Cantero afronta el tema de "Moralidad, pluralismo
y
bien común", que, como el propio titulo indica, abarca tres
cuestiones que en nu1nerosas ocasiones son mal interpretadas o
no existe una correcta relación entre ellas. Así, el pluralismo, no
la pluralidad, "contribuye de modo eficacísimo a que dichas
sociedades carezcan de auténtica base sólida y se asienten
en la
inestabilidad", puesto
que es un pluralismo que se convierte en
relativismo, al afirtnar una tolerancia que no es otra cosa que la
igualdad de la verdad y el error, del bien y del mal. Sin embar
go, frente a esta opinión
que parece ser mayoritaria en la Europa
actual1 afirtna que "única1nente una concepción correcta de la
persona puede funda1nentar la convivencia", y esa concepción
correcta implica necesariamente una concepción consecuente del
mundo, el orden, el bien y la sociedad; una concepción que no
es arbitraria sino objetiva y en la que "el orden sobrenatural cons
tituye una ayuda inapreciable para
no errar. Y la moral católica
una moral de perfección sobre la moral natural". Expone también
cómo el modernismo es directa1nente contrario a esta concepción
del mundo y que entre sus contradicciones internas se halla la de
entender el pluralistno como "un conjunto de diversos monismos
excluyentes". Desde esta perspectiva se hace imposible la conse
cución del bien común, se anula el principio de subsidiariedad y
se imposibilita el desarrollo adecuado y que tiende a buscar la
verdad
en la sociedad. Esto sólo se logrará con un cambio radi
cal
en el que se recuperen las tradiciones y los principios funda
mentales de la civilización occidental, de la civilización cristiana.
Las diferencias entre "Bien privado, bien público y bien
común (una lectura desde el Derecho constitucional)" son obser
vadas por Miguel Ayuso, que en su aportación comienza anali-
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INFORMACIÓN BIBUOGRÁ.FICA
zando las dos concepciones que existen acerca de la totalidad: la
primera
de ellas entiende la totalidad como pluralidad, en la que
la sociedad se concibe como una sociedad de sociedades y en la
que la naturaleza humana, la dignidad de la persona y su per
fección
son el centro en tomo al cual debe girar el desarrollo de
la sociedad. La segunda de ellas es una visión excluyente y redu
cida
que pretende un uniformismo empobrecedor de la propia
sociedad frente al Estado.
Tan sólo desde la primera de ellas es
posible
el bien común, mientras que la segunda, la que parece
imperar frente a la concepción clásica, lleva frecuentemente más
que a una concepción de la totalidad a un totalitarismo de diver
so signo.
En lo
que se ha denominado postmodernidad ve Ayuso las
características iniciadas
en la modernidad llevadas a sus extre
mos,
con lo que se produce no sólo la crisis del Estado sino "la
crisis más grave, sin duda, de la propia co1nunidad política", en
la que, con el liberalismo, el equilibrio entre Estado, Iglesia y
sociedad
se ha roto, y tan sólo se tolera su presencia a condición
de que no ejerzan su función. Evidentemente contraria a la doc
trina clásica del
bien común, en la que fa sociedad considerada
según el orden natural y el principio de subsidiariedad no sólo
son tenidos en cuenta en tódo momento sino que son pilares
sobre los que se busca la consecución del verdadero bien común.
Y desde la consideración del derecho constitucional denuncia el
autor la falta absoluta
de estos principios en el texto de 1978,
como hace ver a lo largo
de los ejemplos que expone.
Finaliza esta primera parte de la obra
con el artículo del pro
fesor Giancarlo Giurovich "Entre el racionalismo y la utopía: la
aporía del contractualismo
de J. Rawls". Comienza con la afirma
ción de
que "la pretensión de fundar cualquier cosa sobre el con
senso, renunciando expresamente a la
búsqueda de una base
teórica objetiva ... es una de las características del pensamiento
contractualista contemporáneo". Y desde esta afirmación analiza
las tesis
que acerca del método hipotético, la concepción políti
ca
de la justicia o el propio formalismo kantiano se encuentran
en el pensamiento de Rawls. Por supuesto ajeno a la concepción
clásica de la persona y de la naturaleza humana,
de la moral o
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
de la ética, el fruto de las afirmaciones de Rawls se aleja del
modelo de sociedad
en el que se considera el bien común el fin
propio y específico de la misma, y asi reclama
el profesor ante
tendencias como las expresadas
por el neokantismo, y el con
tractualismo en general, una "labor de meditación y reconversión
que debe ser al mismo tiempo moral e intelectual" y de la que
está necesitado todo el viejo continente.
En
la segunda parte de la obra encontraremos una serie de
afirmaciones acerca de una cuestión más puntual, pero que evi
dentemente es de una gran actualidad en el contexto europeo con
temporáneo, y
que exige una solución por parte de los países que
sufren directamente este problema, y también por parte del ámbi
to mayor
que forma la Unión Europea, si bien no en todos los paí
ses la cuestión de la inmigración se vive de la misma manera.
El profesor Giovanni Cordini, bajo el titulo de "Ciudadanía e
inmigración, perfiles
de derecho público comparado", hace una
exposición en la que desarrolla la evolución histórica del con
cepto de ciudadano y los distintos contenidos de
que se ha lle
nado el concepto en unas u otras sociedades. Con la considera
ción
de que la Iglesia católica siempre ha defendido la dignidad
de la persona y explícitamente se encuentra condenada
en los
documentos de Doctrina Social, al mismo tiempo
que insta a los
hombres y a
la sociedad a la promoción y consecución del bien
común, observa cómo, de hecho, esto no sucede de la misma
manera en el entorno de ideologías que proclamaban la libertad
y la igualdad, como,
por ejemplo, en tiempos de la Revolución
Francesa o
en el sistema de la Unión Soviética, donde el término
ciudadano tenía unas connotaciones muy acusadas en cuanto se
refiere a ideología política, o en sistemas totalitarios que, en defi
nitiva, esgrimen
un concepto reducido y subjetivo de persona.
Analiza también el
status público del ciudadano y la condi
ción juridica del extranjero
en los diversos ordenamientos cons
titucionales contemporáneos,
en la que se debe coordinar por
una parte la igualdad, la no discriminación y, en definitiva, los
derechos fundamentales de la persona y, por otra, los derechos
propios de los nacionales de
un Estado como los derechos socia
les o políticos; concluye examinando la cuestión de los
inrni-
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grantes y los refugiados politicos y la especial situación que se
origina
en el seno de la Unión Europea por la consideración del
status especial que los países miembros tienen hacia los nacio
nales de sus antiguas colonias.
En cuanto se refiere a
la intervención de la profesora Consue
lo Martínez-Sicluna, cabe afirmar
que al tratar de la "Inmigración:
Polémica sobre la dignidad humana",
pone sobre la mesa la fala
cia
que se esconde tras la polémica de la inmigración, afirmando
rotundamente que esta cuestión, aun cuando no se quiera reco
nocer así, "supone toda una serie de conflictos que Europa
no
quiere solventar", precisamente porque los países democráticos,
liberales y progresistas no pueden o no quieren arriesgarse a que
se les pueda tachas de "racistas o intolerantes", permitiendo así un
nuevo tipo de inmigración en el que una de las caracteristicas
comunes es precisamente
la no integración del inmigrante en la
sociedad de acogida, dando lugar a nuevos y más complicados
confictos
y situaciones marginales. Los diversos Estados, y Marti
nez-Sicluna hace referencia explícita a la posición española, no tie
nen una
"voluntad política decidida, una voluntad de afrontar los
problemas que se vienen dando", y denuncia la "incoherencia de
un Estado que hace dejación de sus responsabilidades, que no
asume sus deberes' con lo que se está provocando en realidad
una situación de irregularidad e inestabilidad constante que con
dena
al inmigrante a una condición de ilegalidad casi habitual, con
lo que todo ello supone para él mismo y para la sociedad.
Además, encontramos en este volumen los artículos de Joseph
Schmucker-von Koch "Der utilitarismus als falsche Ver-s6hnung
zwischen dem «bonum comune~ und dem «bonum privatum ... Zur
Frage der Neuorientierung Europas am Ende der Postmoderne";
Vladik Neserssiants, titulado "Problem des Gemeinwohls im post
sozialistischen Russland"; o la aportación a
la mesa redonda de
Heinrich Scholler y Philip Stiel, "Inmigration in Deustchland.
Aspekte einer Entwicklung
van 1945 bis zur Gegenwart".
En cualquier caso, la lectura
de estas actas del XXXIV Conve
nio del Institut Intemational d'Études Européennes "Antonio
Rosmini· pone de manifiesto la relevancia de la cuestión del bien
común. Y esto es una preocupación co1nún en diversos ámbitos
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de la sociedad, no sólo española sino en lo que respecta a toda
Europa
y en realidad a la comunidad internacional. La importancia
de la reflexión sobre este tema es uno de los puntos da ve del pen
samiento que se puede encontrar casi
en la totalidad de estas pági
nas,
y debe ser una reflexión que busque el camino para poder lle
var a la práctica,
en una Europa que parece estar carente de valo
res
y de principios fundamentales, el desarrollo más adecuado de
la persona y de la sociedad conforme a la doctrina social de la
Iglesia
y, en definitiva, a la más clásica doctrina del bien común,
sin confundirlo con el bien de la mayoría, la conveniencia inme
diata o criterios de utilidad más o menos comunes y más bien ale
jados de las exigencias más elementales de
la moral católica.
Si entendemos que el bien común es el fin propio de la socie
dad y a lo que ésta debe tender, con todo lo que implica respecto
a las personas
que forman parte de la sociedad (nacionales o
extranjeras),
y si se pretende llegar a una comunidad internacio
nal
que verdaderamente pueda recibir esta denominación y no se
trate tan sólo de
una utópica declaración de principios o de un
nombre sin ninguna realidad que lo respalde, es imprescindible
recuperar la noción clásica
de bien común, la que defendía el
pensamiento tomista, la
que realmente puede establecer y man
tener
el orden en la sociedad, de acuerdo con la naturaleza del
hombre
y de las cosas que le rodean.
CARMEN FERNÁNDEZ DE LA C!GOÑA
Norberto Bobbio: DE SENECTUTE e•>
Parece ser que en los autores actuales, principalmente los que
han tenido una línea progresista, se ha convertido en costumbre la
publicación de autobiografias que, a modo de una explicación a
posteriori, justifique lo que ha sido la obra intelectual de su vida.
(•) Taurus, 1997. Comprende esta obra y Escritos autobiográficos. 241 págs.
e índice.
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