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Número 379-380

Serie XXXVIII

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Microcrédito y desarrollo humano

CRÓNICAS
Iglesia se construye con piedras vivas, y hasta las piedras gritarán
cuando la maldad impida a los hombres reconocer
que Jesucristo
es el Señor. Quizá, a
no mucho tardar, se recupere. Por el
momento sólo
puedo expresar mi voluntad de dar con la fórmu­
la adecuada. Porque, de lo contrario, otra trinchera más de la
vieja España católica se habrá perdido, y
en el momento en que
más urgente es el concurso de todos.
La Iglesia y España lo pre­
cisan, y el padre Monsegú y
don Luis Ruiz Galiana me intiman.
Dios lo quiera.
MIGUEL AYUSO
MICROCRÉDITO Y DESARROLLO
HUMANO
El pasado 27 de noviembre, en la localidad madrileña de
Soto del Real, tuvo lugar la reunión anual del capitulo económi­
co de
AEDOS (Asociación para el Estudio de la Doctrina Social
de la Iglesia). El tema monográfico tratado este año ha sido el
micro-crédito y desarrollo humano. El microcrédito consiste en
la concesión de pequeños créditos (créditos de una cuantía sig­
nificativamente reducida,
pues según los casos, pafses e institu­
ciones oscilan entre los
30 y los 500 $ de media) a aquellos sec­
tores de población menos favorecidos
que no pueden acceder al
crédito "formal"
-ofrecido por las instituciones como bancos,
etc.-por no reunir una serie de .requisitos que estas institucio­
nes exigen. En particular, el problema fundamental es la garan­
tía: las instituciones financieras "formales" no admiten garantías
personales, por lo que la única vfa de acceso a los recursos que
estas personas precisan
es el "sector informal" (prestamistas,
usureros, etc.).
De este
modo resulta que personas que con una reducida
disposición de fondos podrian remediar
en muy buena medida
su situación quedan abocadas a
no poder salir del circulo infer-
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CRÓNICAS
na! de pobreza, en manos de individuos o redes de desaprensi­
vos que ejercen una especie de esclavitud moderna. No es
infrecuente encontrar
en África y Asia (y también en Ibero­
américa) contratos del siguiente tipo:
por una parte, un indivi­
duo suministra (adelanta) materiales de fabricación, herramien­
tas, etc., a
un individuo (o grupo) que no puede adquirirlos
para
que manufacture un determinado producto o preste un
servicio. Y, por otra parte, fijan el precio de compra de esa pro­
ducción. De este modo, se
apropian del margen de estas pro­
ducciones, de donde resulta que las personas que contratan en
estos términos (porque no tienen otra alternativa) nunca pue­
den reunir los recursos suficientes para acceder directamente a
esos aprovisionamientos, lo que les permitirla poder fijar el pre­
cio de venta y acceder así a un margen superior. Por supuesto,
el escasísimo margen que les dejan estos sujetos escasamente da
para cubrir las necesidades mínimas de subsistencia, cerrándo­
se así
un círculo vicioso de pobreza del que es prácticamente
imposible salir.
Gracias a esta técnica crediticia del microcrédito se ofrece la
oportunidad de salir del círculo vicioso de la pobreza,
pero sobre
una base, un proyecto económico, que la persona ha elegido.
La forma en que se conceden los créditos depende de las ins­
tituciones, países, programas de desarrollo, etc. Su uso abarca
desde el aprovisionamiento de materias primas y la adquisición
de herramientas, hasta el establecimiento
de pequeños negocios,
la construcción de viviendas
(humildes pero dignas), la educa­
ción, etc.
El tipo de interés que se cobra por estos créditos tam­
bién depende de los programas, instituciones, países, etc. y abar­
can desde
un interés entre el bancario -al que, como hemos
dicho
no se tiene acceso por no disponer de garantías--- y el de
usura, hasta créditos subvencionados. Otras veces el tipo de inte­
rés lleva asociado
una sobretasa que cubre otros servicios -fun­
damentalmente de formación-que se hacen obligatorios de este
modo y aseguran la asistencia y aprovechamiento de los mismos.
Es parte esencial de esta técnica que el crédito sea devuelto; esto
constituye
un medio para fomentar el compromiso de las perso­
nas que se embarcan
en este tipo de proyectos.
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CRÓNICAS
Las experiencias han sido dispares y han tenido origen en dis­
tintas áreas geográficas. Por ejemplo, es muy destacable la
expe­
riencia pionera del profesor Muhamad Yunus en Bengala, que le
valió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia
en 1998. Es
curioso que el profesor Yunus muy desde el principio se diese
cuenta de
que la mejor forma de garantizar que los préstamos
fuesen devueltos es que éstos se concediesen a grupos de muje­
res. A grupos para que, autorregulándose y "compitiendo" los
miembros entre
sí, se redujese el riesgo de impago, y a las muje­
res por que éstas son mucho más rigurosas en la administración
de los recursos.
Es muy significativo el hecho de que las tasas de morosidad
sean especialmente reducidas (inferiores
en todos los casos al
10%, muy inferior a la media de morosidad de las instituciones
bancarias que operan
en estos países), pues los prestatarios se
esfuerzan especialmente
en devolver el crédito, ya que supone
para ellos
un logro que eleva definitivamente su autoestima. Por
último, hay que destacar
que aun tratándose de una técnica cre­
diticia, el objetivo último
que se persigue es la promoción de la ·
persona personal a partir de su dignificación que supone que
ésta pueda asegurarse su sustento material. Son muy pocos los
documentos existentes sobre estas prácticas financieras, sobre
todo en lengua española. Sin embargo, es interesante el libro del
profesor Muhamad Yunus
Hacia un mundo sin pobreza (Editorial
Andrés Bello, Santiago de Chile, 1998), aunque su perspectiva y
objetivos sean bengalíes.
Para reflexionar sobre estas experiencias financieras
AEDOS
y la fundación CODEPASA (Cooperación y Ayuda al Desarrollo)
tuvieron a bien invitar al capítulo económico al presidente
de la
Fundación Carvajal de Cali (Colombia), Luis Femando Cruz
Gómez, aunque a última
hora no pudo asistir por razones de
salud, sustituyéndole María Enma Jaranillo.
·
La fundación Carvajal, depende en la actualidad del Grupo
Carvajal,
un grupo de empresas de los más importantes del país,
que destina al funcionamiento
de la fundación el 400/o de sus divi­
dendos. Esta fundación nace de la familia Carvajal, fundadora y
principal propietaria del grupo,
por una preocupación cristiana
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CRÓNICAS
de fomentar por la caridad la dignificación de la gran masa de
población que vive
en difkiles condiciones en los arrabales de
Cali. El objetivo de sus fundadores es que las personas logren un
mínimo de independencia económica que le permitan avanzar y
aprovecbar oportunidades vitales. Esta fundación desarrolla
una
amplia gama de proyectos cuya base es el microcrédito en esta
región colombiana, aunque recientemente se
ha especializado en
la captación y canalización de recursos financieros que los orga­
nismos nacionales e internacionales -fundamentahnente el
Banco Iberoamericano de Desarrollo-- de ayuda al desarrollo
hacia esta forma de crédito más cercano y accesible al público,
evitándose así la intermediación bancaria y logran parte de los
problemas burocráticos.
Después de la conferencia del presidente de la Fundación
Carvajal
-titulada Microcrédito y desarrollo humano: 30 años de
trabajo de
la Fundación Carvajal--se dio paso a sendas mesas
redondas que trataron
Casos y experiencias similares, haciéndose
especial hincapié
en los resultados conseguidos, y la Fundamen­
tación teórica
y modelos teórico económicos que den cabida
(integren) "intelectual" a estas experiencias.
Como conclusión quedó claro que los economistas católicos
hemos de reflexionar a partir
de estas prácticas. Pero esto no debe
significar que nos quedemos
en la praxis, sino que estas experien­
cias deben constituir una invitación a una seria reflexión teórica, con
estos ejemplos en el horizonte (en los que cabe perfectísimamente
circunscribir las experiencias españolas de las cooperativas católicas
de todo tipo
y, en sus inicios, las cajas de ahorro), crear un para­
digma teórico-económico alternativo y definitivamente com-petitivo
con el dominante. Disponemos de una clara ventaja, pues a día de
hoy sabemos que la construcción de tales modelos explicativos des­
cansa indefectiblemente
en la reflexión previa (más o menos cons­
ciente) acerca del hombre, y
no hay reflexión más perfecta (com­
pleta) que
la que a la luz de la Revelación, y recogido en sus rasgos
y retos principales
por la doctrina social de la Iglesia, nos brinda la
Iglesia Católica.
Es un serio reto el que queda ahí planteado.
FÉLIX-FERNANDO MUJSroz
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