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Número 423-424

Serie XLII

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Los 500 números de «Siempre p'adelante»

CRÓNICAS
LOS 500 NÚMEROS
DE SIEMPRE P'ALANTE<'l
1. Estimados y queridos todos, participantes de las XV Jor­
nadas para la Reconquista
de la Unidad Católica por el Reinado
Social
de N. S. Jesucristo. Queridos todos, amigos de Siempre
p 'alante,
órgano periodístico nacional de la Unidad Católica y de
sus Jornadas1 prensa católica, dura.tite veintitrés años, de afirma­
ción y
acrualidad, apostolado y esperanza, en el ámbito eclesial
y social
de nuestra querida España, cuyo número 500, que en la
segunda quincena del próximo mes de junio de este año 2004, si
Dios quiere, verá la luz, hoy celebramos.
Gracias a todos
por vuestra asistencia a estas Jornadas, y por
vuestro apoyo incondicional a una de las revistas católicas de
acrualidad más claras y rotundas, más libres y comprometidas,
como es
Siempre p'alante.
2. Estamos de fiesta. Aunque es dificil decir en pocas pala­
bras el significado
de los contenidos de Siempre p 'alante porque,
como toda obra hmnana es perfectible y tiene diferentes perfiles
que
no se pueden simplificar, es un gozo celebrar el número 500
de una revista de naruraleza religiosa y de apostolado social y
político. Nuestra celebración
no es un simple compromiso, ni un
acto rutinario, sino es un deber, y una esperanza.
Es una esperanza celebrar el número 500, porque en él recor­
damos nuestro Norte, esto es, nuestra fidelidad a
la Santa Iglesia
de Cristo y, en segundo lugar, a la tradición de España. No hay
fundamento apostólico, también en el ámbito social y politico, sin
fidelidad, porque
allí donde falta fe, todo se tambalea. Pues bien,
('') Publicamos, con gran placer, ccimo homenaje a los 500 números del
quincenal navarro, Siempre p~alante, las palabras que nuestro también colabora­
dor José Fermín Gan-alda, pronunció al término de las XV Jornadas por la Recon­
quista de la Unidad Católica de España, celebradas en Zaragoza los días 16 a 18
de abril, y cuya crónica ofrecemos inmediatamente antes de ésta (N. de la R).
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CRÓNICAS
es nuestra vida de Gracia, y nuestro apostolado individual y ecle­
sial, lo que soporta y fundamenta nuestro apostolado
en el ámbi­
to social y político,
así como la tradición católica de España.
Es un deber celebrar el número 500 porque deseamos ser
agradecidos, pues "el agradecimiento
es la memoria del corazón"
(Jean Baptiste Massieu).
La prensa católica, puesta al servicio de
la Iglesia y de
Espafta ---<:amo comurúdad civil inseparable de la
religión
católica-, es algo que merece un profundo reconoci­
miento, sobre todo
en los actuales momentos de desidia, cobar­
dfa y silencio culpables.
Por eso, es
un gozo celebrar el número 500 de uno de los
pocos medios de comurúcación
con voz libre. Voz ésta que nos
recuerda la doctrina del actual catecismo de la Iglesia Católica
(1992)
que tantos olvidan, voz que efectúa las oportunas aplica­
ciones a nuestros dfas, y voz reconocida
-por los propios­
como Órgano periodístico Nacional de la Urúdad Católica de
España, basada en el Reinado Social de N. S. Jesucristo.
3, Aunque nuestra época tiene tmos tintes oscuros y a veces
hasta tenebrosos, también tiene claros signos de Esperanza, sien­
do
un signo gozoso, aunque limitado y humilde, nuestro Siempre
p'alante.
En su
dfa sentimos la celebración del número 100 de Siempre
p 'alante como
un triunfo y, sobre todo, una Gracia de Dios. Re­
cuerdo su celebración, irúciada con la Santa Misa de acción de
gracias
en la Unión Seglar de San Francisco Javier, cuyo oratorio
de
la calle doctor Huarte estuvo rebosante de asistentes. Inmersos
en la fiesta, la celebración continuó con viveza y entusiasmo, con
baile y todo, en el hotel Aguirre, próximo a Pamplona. Allí estu­
vieron
don Julián Gil de Sagredo, el Doctor Caso, don Feo. José
Fernández de la Cigoña,
José Fermfn de Musquilda, Carlos Etayo
y otros de la primera hora.
Los hubo quienes, como Manuel de
Santa
Cruz y don Ángel Garralda, estuvieron en el deseo. Luego
se
han ido sumando muchos otros como afluentes de un cauda­
loso río.
Allí los articulistas dijeron emotivas palabras a los pos­
tres. Y
uno de ellos exclamó: "De w1a cosa estoy seguro: ¡No me
robarán a mis hijos!'.
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CRÓNICAS
Y al número 100 le siguió el 200, el 300, el 400, y ahora el
500 ... Sin una falta ni un retraso. Permitidme que os lo diga, pues
la verdad hay que decirla sin demasiadas palabras: la continui­
dad de "Siempre p'alante" se ha hecho permanencia, y esta per­
manencia
es una garantía de que estamos en el recto camino,
pues siendo débiles como somos
y teniendo tantos enemigos como
tiene la civilización cristiana, gozando de
una intención recta a
pesar de nuestros defectos,
y d'!}ándonos siempre en las manos de
Dios, la permanencia es un signo de que verdaderamente somos
útiles
al Señor.
Siempre p'alante continúa con firmeza y esperanza el cami­
no que con la Jevierada del número de 1982 inició hace 23
años, iluminando los grises tiempos que nos ha tocado recorrer.
Camino iniciado
porque amamos apasionadamente a Dios, a los
hombres de hoy, y a la
comunidad civil que la forman y es
España.
Es una Gracia de Dios publicar y difundir medio millar de
números seguidos del
Siempre p 'a/ante, con un total de más de
un millón de ejemplares, sin interrupciones, sin titubeos, sin
reducir páginas. Y hacerlo, a pesar de ocasiones de agudo
dolor,
que sólo pueden superarse cobijados en el Corazón de
Jesús.
Es una Gracia de Dios continuar la revista, a pesar del enca­
recimiento de su coste material, de carecer del apoyo institucio­
nal
en el ámbito civil y religioso, a pesar del silencio u oposición
de los llamados
buenos. Pero, ahí está el entusiasmo y emotivo
agradecimiento
-verbal o escrito--de muchos seglares católi­
cos, y la entrega y
el apoyo de tantísimos suscriptores y amigos
en España e Hispanoamérica ....
4. Gracias a vosotros, suscriptores y benefactores, porque sin
vosotros
Siempre p 'a/ante no serla posible. Dios os lo pague, que
buen pagador es. Gracias a vosotros, articulistas, porque ayudáis
a vuestros lectores destinatarios a mantener la
Fe católica, la Fe
hecha cultura y sus aplicaciones, y así correspondéis con agra­
decimiento a quienes os facilitan
un medio de comunicación
donde plasmar el alma católica y española,
el ardor de la Fe, y el
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CRÓNICAS
amor a Dios, a Su Santa Iglesia, y a la Patria común que es
España. Gracias, sobre todo, al director
don José Ignacio Dallo Lare­
qui.
Él ideó la revista, la fundó, y la mantiene con renovado vigor,
guiado
por su celo apostólico. Sabemos que elaborar cada núme­
ro le cuesta
un dulce calvario iluminado por el Crucificado Resu­
citado, y
un santo entierro de vida apostólica -es una metáfo­
ra-, para confirmar en la Fe -grano y fruto-de sus hermanos.
En cada número,
don José Ignacio se apega airosa] lleno de espi­
nas que es la Vida, para que nosotros tomemos su flor ( Georg
Ebers). Y ofrece su arduo trabajo como Órgano periodístico Na­
cional de las Jornadas anuales
de la Unidad Católica de España,
que venimos celebrando con gozo desde noviembre de 1989, allá
en Toledo.
Gracias también
al sacerdote don José Ignacio Dallo, por
la pulcritud del periodismo que dirige. Formalmente, Siempre
p'alante
es un modelo desde el encabezamiento hasta la última
coma. Tiene formas sencillas y sobrias, austeras, llenas de ele­
gancia. Es un modelo formal cada página, cada pliego, cada nú­
mero.
La portada tiene una gran belleza. Alú está, por ejemplo,
la disposición ternaria de
cada página. Tampoco faltan saluda­
bles toques
de humor, porque estamos en tiempos en los que
las verdades dichas en serio, también hay que saber decirlas
con un deje de humor. Es una revista que se lee de un tirón,
profunda y ligera a la vez, lo
que es la envidia de cualquier
periódico. También es admirable
la unidad fundamental que engloba
del número 1 al
500, y la profundidad de contenidos de cada
número. Ello se debe,
en buena medida, a nuestro admirado
propagandista católico
don Alberto Ruiz de Galarreta, presidente
de la Junta Nacional de Seglares Católicos Españoles para la
Reconquista de la Unidad Católica de España.
Es maestro de
estrategia, es piloto y timonel, y modelo
de concisa e incisiva
pluma, discípulo de grandes pensadores y periodistas como Bal­
mes, Aparisi Guijarro, los Nocedal, Adolfo Claravana y Garriga,
Manuel Sánchez Asensio, Emilio Ruiz Muñoz (seud.
Fabio), Juan
Vázquez de Mella, Manuel Senante, Maeztu y tantos otros de
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CRÓNICAS
ayer. Discipulo también de aquellos otros que escribieron en La
Avalancha, quincenal ilustrado católico de Pamplona (1895-1950),
tales como su equivalente Cristóbal Botella y Serra (seud.
Esta­
nislao, Pedro Crespo),
Félix Sardá y Salvany, Juan Martín del
Campo (seud.
Chafarote), Manuel Sánchez Cuesta (seud. Mira­
ba!), Juan P. Esteban y Chavarría, etc.
Llegados a este momento, nuestro
más sincero agradecimien­
to hacia la persona y magisterio de nuestros recordados don
Julián Gil de Sagredo, primer presidente de los Seglares Católicos
Españoles
por la Reconquista de la Unidad Católica, el periodis­
ta don Eulogio Ramírez, y el profesor don Rafael Gambra Ciudad,
escritores asiduos
de la revista. El pasado 13 de enero, don Rafael
nos dejaba llamado
por el Padre; le recordamos como caballero
intachable al servicio del Ideal, pensador tradicionalista de firme
doctrina, luminosa porque verdadera y heredada, y acrecentada
por mérito propio. Que Dios les dé, a ellos y a otros colabora­
dores difuntos, el premio eterno.
Nuestro reconocimiento a quienes
han sido verdaderos me­
cenas materiales a Jo divino de "Siempre p 'alante': a don Vicente
Febrer (Valencia), cuyo primer sustancioso donativo decidió
en
el ánimo de don José Ignacio materializar el nacimiento de la
revista, a doña Mercedes Eugui y doña M.' Luisa Ustárroz (Pam­
plona),
al matrimonio doña Carmen Gullón y don Juan Lara
(Sevilla), a
don Cándido Sevilla (Logroño), y a otros generosos
amigos anónimos del "Pantanito", algunos aquí presentes y otros
ausentes.
Siempre p'alante no cae en el olvido, pues son muchos los
que naturahnente, o bien a hurtadillas, lo leen. No cae
en el olvi­
do a pesar del silencio premeditado que,
no obstante, tiene el
saludable efecto de
que nos dejen trabajar en paz. Femández de
la Cigoña quiebra este silencio
en su sección Episcopalia, que
describe hechos y situaciones del pasado reciente, relativas a la
gran crisis
con ocasión del postconcilio que, con un enorme
coste de almas
y un gran esfuerzo, poco a poco se va superando.
Entiendo
que su estilo sumamente dolido, a veces punzante y
extremo,
ha tiene otra intención que el servicio a esta idea. En
otro
orden de cosas, también José Silva recoge lo ocurrido en la
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CRÓNICAS
vida ordinaria, diciendo las verdades de barquero con singular
gracejo, mientras
don José Ferrán y el Dr. Caso ponen su actual
rasgo de humor.
Estas y otras variadas colaboraciones de distinto carácter,
como las de Manuel de Santa Cruz, Juan el del Ameno huerto,
Luis Maria Sandoval, los de "Gerona Inmortal", Carlos González,
Carlos Etayo, Enrique Blanco Lázaro,
José Fermfn de Musquilda,
don Ángel Garralda, entre otros, forman un haz de páginas llenas
de vida y color, de movimiento y actualidad; sobre todo de actua­
lidad. Gracias
de nuevo don José Ignacio Dallo, y a todos los que
me escucháis, amigos de las Uniones Seglares, a quienes pido que
sigáis adelante
en vuestros más amplios propósitos.
Dado
que en la Iglesia hay pocas revistas de actualidad, y
nuestra España está ayuna de publicaciones de este estilo, lo
que Siempre p 'al ante no haga, nadie lo hará. Debe cumplir su
misión por sus propios medios, con firmeza y ecuanimidad.
Sobre todo, cuando son pocos los que aran esta tierra nuestra de
España,
que está hecha un erial desde que se olvidó la ense­
ñanza de la
Quas primas de Pfo XI sobre el Reinado Social de
N. S. Jesucristo.
5, Siempre p'alante, Órgano periodístico Nacional de la Uni­
dad Católica, basada
en el dogma católico del Reinado Social de
N. S. Jesucristo, surge como fruto de una afirmación de Fe y
apostolado católico
en el ámbito eclesial, social y político. En
efecto, como recuerda el
P. Henri Ramiere: "Es un dogma de fe
que Jesucristo posee una autoridad soberana sobre las sociedades
civiles,
Jo propio que sobre los individuos de que se componen; y
por consiguiente, las sociedades, en su existencia y en su acción
colectiva,
Jo propio que los individuos, en su conducta privada,
están obligados a someterse a jesucristo y observar sus
leyes' (La
soberanía social de jesucristo, Barcelona, Ed. Cristiandad, 1951,
pág. 247, pág. 44).
Dice el refrán castellano que
por el son se conoce la campa­
na, y
al hombre por la palabra. Y, en algún lugar, Miguel de
Cervantes escribió
que la pluma es la lengua del espíritu. Por eso,
Siempre p 'alante es fruto de la fe católica en Navarra y España,
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CRÓNICAS
así como de las aplicaciones católicas recordadas por Pío XI en
Dilectlssima nobis (1933, nº 15-21), y de otras aplicaciones a lo
español
que recuerdan el pensamiento y acción tradicionalistas
en España.
Siempre p'alante es digno heredero de ese otro quincenal
navarro ilustrado,
en su día muy leído y repartido gratuitamente
a millares, titulado
La Avalancha. Hasta en el nombre tienen
grandes similitudes.
La Avalancha, magnífica revista ilustrada nacida en 1895 y
vigente hasta 1950, fue
fiel expresión del periodismo católico tan
encarecido por los Sumos Pontífices. Pues bien, La A val ancha
desapareció en 1950 para ser mantenidas sus ideas fundamenta­
les
por El Pensamiento Navarro, diario de tlliación política carlis­
ta,
que ya existia desde 1897. Más tarde, El Pensamiento Navarro
desapareció en 1981, con casi den años de vigencia, para ser
continuado por Siempre p 'alante el 6-11I-1982.
Analizar La Avalancha permite observar las grandes seme­
janzas
en sus contenidos y los de Siempre p'alante. En la fe y
praxis
de la Iglesia, en la tradición y estilo de nuestros pueblos,
parece
que no hay nada nuevo bajo el sol. Ambos quincenales
han querido realizar
un apostolado de Fe católica, y de Fe hecha
cultura, vida y acción, para llenar los principales espacios
de la
vida eclesial y social de Navarra y España. Tres
son las diferen­
cias.
La primera, que las abundantes páginas que La Avalancha,
amiga de las buenas lecturas, dedicó a aspectos estrictamente
culturales,
Siempre p'alante los debe dedicar al combate sin
descanso en un entorno cada vez más des1noronado, máxime
cuando el ámbito de la cultura y el arte lo cubren otras publi­
caciones.
La segunda, que Siempre p'alante da cuenta con
amplitud de la crisis en la Iglesia, a la vez que recuerda expre­
samente
que la Iglesia es Santa y mantiene su rendida fidelidad
al Papa y la jerarquía católica. La tercera, el carácter seglar del
quincenal
Siempre p 'alante y su independencia de dicha jerar­
quía eclesiástica.
6.
Siempre p'alante surge por necesidad en todos los órde­
nes. Es
una necesidad hoy, ante el silencio de los fieles y de no
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CRÓNICAS
pocos pastores, y ante el desgobierno eclesial que quiebra la dis­
ciplina universal de la Iglesia. No hay otra publicación católica,
laical y de actualidad,
en Navarra -aunque Siempre p'alante sea
perfectible y tenga diferentes perfiles que
no pueden simplificar­
s-, y creo que hay muy pocas en España. Si; el Altisimo, que
no quiere dejamos huérfanos de publicaciones católicas, ahora
mantiene maravillosamente
el quincenal Siempre p'alante pidien­
do el esfuerzo de todos.
En medio del actual desierto machadiano
de polvo, sudor y
hieJTo, Siempre p'alante es una necesidad debido a la casi total
orfandad de periodismo católico, y a
que los medios de comuni­
cación son,
en general, deformadores, y rinden culto y tributo a
los
modernos idolos del actual capitolio.
Es una necesidad co1no faro que ilu1nina las azotadas costas
de la Cristiandad. Es guia valeroso del camino entre el polvo y el
cielo plomizo.
Es adelantado que cruza ariscas montañas y exten­
sas riberas.
Es testimonio en medio de tanta apostasfa. Es brisa
que sofoca el ardor de las malas pasiones. Es, en fin, la voz del
"resto de Israel".
Como leve y cadencioso respiro al servicio de la historia
de
la salvación, Siempre p 'alante es una necesidad eminentemente
religiosa y también patriótica y social, intemporal e histórica a la
vez, como testimonio que habla para todos los tiempos
y, en
especial, al hombre de hoy.
Es una necesidad cuando ilumina, unido -fiel y salutifera­
mente-a la Piedra que es Pedro; cuando recuerda la Verdad
de las cosas, refresca lo que fue el pasado, cona·eta y es nota­
rio del presente, prepara el porvenir, y une el pasado con el
futuro. Porque ni siquiera nuestra orgullosa época, la época
de la desobediencia y la contestación, puede vivir en el vacio
moral y religioso, material y psicológico. Necesitamos el esplen­
dor de
la Verdad que transforma el ser desde la raiz y nos
transfigura, pero también necesitan1os modelos, 01ientación y
concreción práctica, lejos de cualquier ingenuidad e intempe­
rancia.
Por eso, Siempre p'alante cumple su labor de puente entre
las dos riberas de la Cristiandad
-la que fue y la que será-
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CRÓNICAS
sobre el rio Aqueronte de nuestra edad oscura llena de temo­
res, transitada
por el horrible Carón, el barquero (Dante, La
divina comedia, Infierno, canto III). Al igual que ayer La Ava­
lancha y la prensa católica en general, de la que hay tantísimo
que aprender.
Siempre p 'alante recuerda lo que siempre ha aprendido de
la Iglesia, nuestra Madre. Así, alerta y denuncia las graves des­
viaciones doctrinales, o en la práctica, dogmáticas, morales y
litúrgicas. Recuerda, por ejemplo, que las absoluciones colecti­
vas y sus simulacros
son ilegítimas, que de hecho se imparten
en Navarra y en otras diócesis de España, y que por ellas mue­
ren las almas. También recuerda que hay una ley del aborto
bajo diferentes formas, y que, bajo
unos u otros Gobiernos,
con Pilatos o Herodes, se sigue matando los cuerpos y las
almas.
Pero, sobre todo, recuerda que por expulsar a Dios y su
Santa Ley de la vida pública,
no hay Paz; y que mientras no se
reconozca el Reinado Social
de N. S. Jesucristo, Príncipe de la
Paz, la Paz será un anhelo imposible. La gran batalla -lo
demás se nos dará por añadidura-es la Unidad Católica, es el
Reinado Social de N. S. Jesucristo. Recordar esto es nuestro
cometido esencial. Recordar
esto es nuestra principal oración.
Recordar esto será
una de las llaves que nos abra las mora­
das eternas. Para
esto nos ponemos en las manos del que todo
lo puede.
No nos mantiene aquí ni el oro, ni la plata, ni el brillo de éste
mundo. Sólo nos mantiene el amor a la civilización cristiana,
que
expresa nuestro amor a Dios y nos pennite salvar el máximo
número de almas.
7. Siempre p'alante quiere evitar que los católicos y nuestra
sociedad permanezcan
en los errores generalizados de la falsa
modernidad. Para ello, tiene la valentía de decir lo que muchos
piensan pero callan, lo
que algunos hablan pero no escnben. Y
tiene la valentía de decir
la verdad en pocas palabras, aunque no
sea "políticamente correcto", dejando constancia de su combate
contra los modernos ídolos del capitolio
en nuestra paganizada
sociedad, ídolos de la contra-civilización del liberal-socialismo,
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CRÓNICAS
de la masonería y de sus amos que azuzan con el "!Cruciffcale,
cruciffcale¡".
Que nadie diga mañana, cuando el temporal amaine, que no
hubo católicos que afirmaron y defendieron el Reinado Social, y
la verdadera, plena y absoluta realeza de
N. S. Jesucristo, como
enseñan los Santos Evangelios, el magisterio perenne de la Iglesia,
en especial la Quas Primas de Pío XI, la tradición y praxis de la
Iglesia Católica, y la tradición de España. Este es el ideal necesa­
rio
en todos los pueblos, y el ideal alcanzable hoy en España si
se
ponen los medios debidos en el ámbito social y político. Y el
principal medio
es la conversión. Que nadie diga que hubo un
tiempo en el que los católicos ocultaron total o parcialmente, por
falta de Fe católica o nefandas tácticas, la Fe y doctrina salutífera
de la Iglesia,
que está donde está Pedro y los obispos en comu­
nión
con él. Huyamos de las vacilaciones, llamando al pan, pan,
y al vino, vino, con suavidad e inteligencia, con firmeza y sin
transacciones.
8. Apenados y lacerados por la actual dispersión, fruto de la
profunda crisis de nuestra sociedad,
Siempre p'alante y las
Uniones Seglares aúnan fuerzas, talantes diversos en materias
temporales, Unidos en Dios y su Santa Iglesia, Una, Católica,
Apostólica y Romana, y
en nuestra patria común que es España,
que no puede dejar de ser católica, ni de ser una en su fructífe­
ra variedad. Unidos, con
una mano aferrada a Dios, así como a
la Patria española desde la teología de la Historia, y
con la otra
abierta a la Hispanidad, a la Cristiandad, y a todos los hombres.
Unidos,
por Dios y la Patria, continuemos la nueva Covadonga
desde el Pilar de Zaragoza y Santiago de Compostela, desde la
'Santina" y Ntra. Sra. Montserrat en la tierra catalana-"Rosa d'a­
bril, Morena de la serra, de Montserrat Estel .. ."-, desde Ntra. Sra.
de los Desamparados y la gracia salerosa de La Asunción y Ntra.
Sra. del Rocío, y desde tantísimos otros santuarios de la Tierra de
María
de España e Hispanoamérica.
¿Es que no vemos éxitos de Dios por ninguna parte, por
ejemplo las reuniones de las XV Jornadas por la Unidad Católica,
y la fidelidad de los muchos que,
por obligaciones o enfermedad,
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CRÓNICAS
no han podido venir este año a Zaragoza?. ¿No es un éxito Suyo
la permanencia de Siempre p 'alante y su próximo numero 500,
durante 23 años y sin ninguna falta? Tenemos que levantar la
mirada y elevar nuestro corazón. Debemos transmitir un entu­
siasmo más que justificado
a Jo divino, porque estamos orgullo­
sos
de nuestra Santa Madre la Iglesia, de nuestro Dios, de sus
obras
-que siempre, aún las más pequeñas, son grandes y be­
llísimas--, y de tantísimas bondades que el tentador. azuzando
nuestra soberbia, quiere
no dejarnos ver.
Juan Pablo II, felizmente reinante, nos enseña la fortaleza
ante las grandes dificultades de la hora presente: "Las dificultades
que presenta
el panorama mundial en este comienzo del nuevo
milenio nos inducen a pensar que sólo una intervención de lo
Alto, capaz de orientar los corazones de quienes viven siniaeio­
nes conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las naciones,
puede hacer esperar en un futuro menos oscuro" (ruan Pablo II,
Carta Apostólica "Rosarium Virginis Mariae", n.º 40, 16-X-2002). Y
al inicio de su pontificado exclamó: "¡No tengáis miedo!', que es
otra forma
de decir -y esto es una interpretación-: "¡Siempre
p 'alante!'.
Más allá del inconformismo, porque queremos ser apóstoles;
más allá
de la mera critic.i, porque amamos apasionadamente a
nuestra Iglesia
y la sociedad; más allá de ser inasequibles al desa­
liento, porque no hay desaliento si mantenemos el amor con
obras, la conciencia del deber y la dignidad ... , Siempre p'alante
reza y no deja para otros el rezar; dice a veces doloridamente y
no cae en el silencio; hace y no deja para otros el hacer; y con
frecuencia hasta sufre con gozo, pues quiere ser una plegaria y
oración, un consuelo y un estimulo para difundir y aplicar la Quas
primas, y para restaurar el Reinado Social de N. S. Jesucristo, con­
cretamente
en España.
Siempre p'alante es un árbol que ha crecido robusto en tiem­
pos del actual abandono y apostasia. Según el proverbio japo­
nés,
mil árboles que crecen hacen menos ruido que un árbol que
se derrumba. Pues bien; si nuestra época es oscura y aún tene­
brosa de cara a la eternidad, y soportamos mal el ruido de los mil
árboles que, derrumbados, caen,
no obstante asistimos a claros
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CRÓNICAS
signos de recuperación, entre los cuales Siempre p 'afante y nues­
tras Uniones Seglares son
un signo gozoso.
Por Dios y
por España, Siempre p'alante documenta para la
historia su lucha
por la Fe, fieles al Papa y a _los Obispos en
comunión con él, en la critica situación actual religiosa y patrió­
tica
de Navarra y de España. "Ya sabéis nuestro lema: Dios nos
bendiga,
que por Él va. Con Maria, como Javier, con vosotros, por
Cristo Rey" (" Siempre p'alanté').
JOSÉ FERM!N GARRALOA ARIZCUN
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