Iglesia y política: cambiar de paradigma

En el anterior número de Verbo, ante la inminente aparición del libro que lleva el título de esta crónica, dedicamos el cuaderno central al asunto, publicando tres capítulos de aquél: los de Juan Fernando Segovia, Danilo Castellano y Bernard Dumont. Analítico el primero, teorético el segundo y prospectivo el tercero, todos extraordinarios, servían para presentar el notable conjunto. A este primer anuncio, todavía escrito, se han sumado inmediatamente otras presentaciones. La primera, referida en la crónica precedente, en la reunión de los amigos de Instaurare, en Madonna di Strada. La tercera, también en la península italiana, de la que da cuenta la crónica siguiente, en el seno del congreso anual del Instituto Rosmini de Bolzano. En ambas los intervinientes fueron autores: en la primera Castellano, Rao y Dumont; en la segunda Castellano, Réveillard, Ayuso y Dumont.

Entre las dos, en Madrid, tenía lugar el 9 de octubre un seminario de discusión organizado por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II. Los participantes, en esta ocasión, no fueron sólo autores. Aunque dos de ellos eran los profesores José Miguel Gambra y Miguel Ayuso. Los otros dos, en cambio, presentaron el libro «desde fuera». Se trató del periodista y editor Carmelo López-Arias Montenegro y del historiador y publicista Manuel de Santa Cruz.

Carmelo López-Arias recorrió las páginas del libro subrayando el interés de los distintos capítulos. Glosó así el análisis (y la síntesis) de Segovia sobre el magisterio conciliar y posconciliar, la claridad de Alvear sobre Dignitatis humanae, las consecuencias teóricas y prácticas extraídas respectivamente por Ayuso y Réveillard, el examen de la liturgia de Cristo Rey de Barreiro, las páginas de Turco sobre Lamennais y de Gambra sobre la dignidad de la persona, el repaso del influjo del americanismo por Rao y de las «teologías políticas» por Gilles Dumont, la reflexión sobre la indivisibilidad de la modernidad de Castellano, la apertura al bien común clásico de Luquet y la proyección al futuro de Bernard Dumont. López-Arias destacó también la presentación cuidada y problemática de la obra, lejos del exabrupto pero también del conformismo.

José Miguel Gambra, por su parte, ya en el turno de los autores, se refirió al sentido de su capítulo, que trata de la dignidad humana, y que distingue un concepto patrístico y escolástico de otro kantiano, que es el que ha permeado realmente la enseñanza de la Iglesia tras el II Concilio Vaticano. A través del supuesto fundamento de la libertad religiosa y de la operatividad de la filosofía personalista. Y Miguel Ayuso, finalmente, como uno de los curadores del volumen, en vez de referirse a su capítulo, repasó la finalidad perseguida y el método aplicado. Un coloquio, en el que intervinieron algunos de los numerosos asistentes, puso fin al seminario. Que, como indicó Miguel Ayuso en sede conclusiva, no será el último, «por la importancia del tema y, espero, el éxito del libro». Participaron en el acto, entre muchos amigos, el escritor Juan Manuel de Prada y su mujer María Cárcaba, don Pablo Cervera (que ha traducido parte importante de los textos del francés) y nuestros colaboradores Rafael Botella y Juan Manuel Rozas.