Índice de contenidos
Número 109-110
Serie XI
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Jornadas
- Congresos
- Información bibliográfica
- Crónicas
-
Ilustraciones con recortes de periódicos
-
I. El llamado «capitalismo monopolista de Estado»
-
II. Los irresponsables
-
III. El respeto y la respetabilidad
-
IV. El progreso técnico y económico, el mayor bienestar, emparejados con una decadencia de la calidad humana
-
V. Consecuencias del éxodo rural
-
VI. Camino hacia el socialismo, inevitablemente abocado al fracaso
-
VII. El drama del socialismo
-
VIII. Visto y oído en Checoeslovaquia
-
IX. Y ¿en Rusia?... El grito de Solzhenitsin
-
X. Además… hay escasez de alimentos en la URSS
-
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Autores
1972
Encuentro sobre defensa de la agricultura
ENCUE.NfRO SOBRE DEFENSA DE LA AGRICULTURA
PONENCIA DB
J. GIL MORENO DE MORA.
La agricultura está íntimamente ligada a las raíces existenciales
de la sociedad, vinculándose a todo un sector que debe llamarse
rural y que abarca otras profesiones auxiliares
y complementarias de
la agricultura. Existe una situación de grave daño en todo este sector,
ya que la razón de ser misma de
la actividad agraria es puesta en
duda por
muchos pensadores
tecnocráticos que sueñan con una pro
ducción agraria sin agricultores
y efectuada desde ciudades y gran
des núcleos de población.
El clima hostil a la vida
rural se reconoce en las siguientes gran
des líneas:
a) Predominio político y económico de las grandes ciudades en
beneficio de cuyos habitantes se dirige preferentemente· la inversión,
el crédito,
la protección tributaria y, especialmente, la contención de
los precios de
los productos agrícolas, que son los únicos práctica
mente calificados de «políticos y sociales».
b) Espíritu jurídico contrario a las instituciones rurales con di
solución paulatina de éstas mediante la aplicación de criterios uni
formistas
y centralistas de molde esencialmente urbano, afectando
muy principalmente a las estructuras de los municipios rurales, la re
presentatividad
profesional, la cooperación
y los usos y costumbres,
con fuertes derivaciones en el campo de la enseñanza y de los ser
vicios.
e) Extinción de la voz rural por la organización política de uoa
representatividad que por uo lado, al faltar los suficientes cuerpos
intermedios, llama a votar fuera de la competencia del votante que
no puede conocer profW1damente a los candidatos para representarle,
los
cuales, con ello, no se sienten identificados con las necesidades
de sus representados; por otro lado permite la fuerte injerencia en
los organismos. representativos rurales de grupos ·naturalmente hosM
tiles y de intereses opuestos a los del agricultor. Se extiende la opi-
• 1029
Fundaci\363n Speiro
n1on de que el representante debe estar libre de todo mandato de
quienes son el origen de.su investidura.
La presión por la vía económica consiste en reducir el margen
de negocio de las empresas paralizando los precios que prodücen
los
ingresos
y dejando libre· el aumento de los precios de productos
consumidos por el agricultor
y que producen. su columna de gastos,
especialmente los jornales
y los productos comerciales, las repara
ciones y la maquinaria.·-Esto tiene wia proclamación a nivel europeo
ante las doctrinas del Plan Mansholdt y de la economía de consumo,
con programa de grandes empresas capitalistas
-'--Socialistas-tecno
cráticas
de Kolkhoze blanco.
Se argumentan razonamientos, sobre rentabilidad y viabilidad de
las empresas y los cultivos, de dudosa realidad por basarse en datos
estadísticos generalmente falsos
y sobre todo en cambios de moneda
que no representan en
absoluto una
comparación de poder adquisi
tivo.
En resumen, según dice V icen te V entura, se proclama la nece
sidad de «desruralizar» el campo.
Los medios de defensa contra esta situación, que creemos fatal
para el
porvenir de lo
rural y de la agricultura, depende esencial
mente de la representatividad agraria, pues esta defensa sólo puede
comenzar en el
ámbitO de
las Cortes, que es donde hay que concien
ciar al resto de la población del riesgo que entrañan las líneas de
pensamiento antes señaladas
y que pueden ser sostenidas preferen
temente por la Administración. Es preciso cambiar un cierto creciente
consenso ciudad.ano orientado hoy hacia el pensamiento de que ya
no es necesaria la agricultura ni la vida rural.
Es preciso estudiar cuál debe ser la verdadera representatividad y
de qué condiciones depende su verdadera efectividad. Es preciso que a ciertos habitantes de las grandes urbes se les
convenza de
lo que antecede, a fin de que ayuden al sector rural
desde la capital
y las grandes urbes, donde los rurales no pueden
estar.
Y, en conjunto, urge que se elabore y difunda una verdadera doc
trina de
la ruralidad fundamentada en las razones sociales de Ley
Natural reconocidos en los Principios
y Leyes Fundamentales Es
pañolas.
1030
Fundaci\363n Speiro
PONENCIA DB
J. GIL MORENO DE MORA.
La agricultura está íntimamente ligada a las raíces existenciales
de la sociedad, vinculándose a todo un sector que debe llamarse
rural y que abarca otras profesiones auxiliares
y complementarias de
la agricultura. Existe una situación de grave daño en todo este sector,
ya que la razón de ser misma de
la actividad agraria es puesta en
duda por
muchos pensadores
tecnocráticos que sueñan con una pro
ducción agraria sin agricultores
y efectuada desde ciudades y gran
des núcleos de población.
El clima hostil a la vida
rural se reconoce en las siguientes gran
des líneas:
a) Predominio político y económico de las grandes ciudades en
beneficio de cuyos habitantes se dirige preferentemente· la inversión,
el crédito,
la protección tributaria y, especialmente, la contención de
los precios de
los productos agrícolas, que son los únicos práctica
mente calificados de «políticos y sociales».
b) Espíritu jurídico contrario a las instituciones rurales con di
solución paulatina de éstas mediante la aplicación de criterios uni
formistas
y centralistas de molde esencialmente urbano, afectando
muy principalmente a las estructuras de los municipios rurales, la re
presentatividad
profesional, la cooperación
y los usos y costumbres,
con fuertes derivaciones en el campo de la enseñanza y de los ser
vicios.
e) Extinción de la voz rural por la organización política de uoa
representatividad que por uo lado, al faltar los suficientes cuerpos
intermedios, llama a votar fuera de la competencia del votante que
no puede conocer profW1damente a los candidatos para representarle,
los
cuales, con ello, no se sienten identificados con las necesidades
de sus representados; por otro lado permite la fuerte injerencia en
los organismos. representativos rurales de grupos ·naturalmente hosM
tiles y de intereses opuestos a los del agricultor. Se extiende la opi-
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n1on de que el representante debe estar libre de todo mandato de
quienes son el origen de.su investidura.
La presión por la vía económica consiste en reducir el margen
de negocio de las empresas paralizando los precios que prodücen
los
ingresos
y dejando libre· el aumento de los precios de productos
consumidos por el agricultor
y que producen. su columna de gastos,
especialmente los jornales
y los productos comerciales, las repara
ciones y la maquinaria.·-Esto tiene wia proclamación a nivel europeo
ante las doctrinas del Plan Mansholdt y de la economía de consumo,
con programa de grandes empresas capitalistas
-'--Socialistas-tecno
cráticas
de Kolkhoze blanco.
Se argumentan razonamientos, sobre rentabilidad y viabilidad de
las empresas y los cultivos, de dudosa realidad por basarse en datos
estadísticos generalmente falsos
y sobre todo en cambios de moneda
que no representan en
absoluto una
comparación de poder adquisi
tivo.
En resumen, según dice V icen te V entura, se proclama la nece
sidad de «desruralizar» el campo.
Los medios de defensa contra esta situación, que creemos fatal
para el
porvenir de lo
rural y de la agricultura, depende esencial
mente de la representatividad agraria, pues esta defensa sólo puede
comenzar en el
ámbitO de
las Cortes, que es donde hay que concien
ciar al resto de la población del riesgo que entrañan las líneas de
pensamiento antes señaladas
y que pueden ser sostenidas preferen
temente por la Administración. Es preciso cambiar un cierto creciente
consenso ciudad.ano orientado hoy hacia el pensamiento de que ya
no es necesaria la agricultura ni la vida rural.
Es preciso estudiar cuál debe ser la verdadera representatividad y
de qué condiciones depende su verdadera efectividad. Es preciso que a ciertos habitantes de las grandes urbes se les
convenza de
lo que antecede, a fin de que ayuden al sector rural
desde la capital
y las grandes urbes, donde los rurales no pueden
estar.
Y, en conjunto, urge que se elabore y difunda una verdadera doc
trina de
la ruralidad fundamentada en las razones sociales de Ley
Natural reconocidos en los Principios
y Leyes Fundamentales Es
pañolas.
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