Índice de contenidos
Número 109-110
Serie XI
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Jornadas
- Congresos
- Información bibliográfica
- Crónicas
-
Ilustraciones con recortes de periódicos
-
I. El llamado «capitalismo monopolista de Estado»
-
II. Los irresponsables
-
III. El respeto y la respetabilidad
-
IV. El progreso técnico y económico, el mayor bienestar, emparejados con una decadencia de la calidad humana
-
V. Consecuencias del éxodo rural
-
VI. Camino hacia el socialismo, inevitablemente abocado al fracaso
-
VII. El drama del socialismo
-
VIII. Visto y oído en Checoeslovaquia
-
IX. Y ¿en Rusia?... El grito de Solzhenitsin
-
X. Además… hay escasez de alimentos en la URSS
-
Autores
1972
IX. Y ¿en Rusia?... El grito de Solzhenitsin
po de andamiajes, maderos, tubos, etc., para su restauración Y
del que ahora nadie se-ocupa.»
Y, reprOduciendo en su articulo parte de una conversación sostenida
por él con un checoeslovaco, escribe:
«Este «socialismo» -·póngalo, por favor, entre comillas-ha
engendrado, ha reproducido, a su manera, todas las injusticias
y los privilegios de la ,sociedad burguesa. Us-ted ha recorrido el
país, ¿no es así? ¿Y a ~sted qué impresión le causa?» «En el
plano. psicológico, .impresión de negligencia, de indiferencia, de apatía.
Y en el fondo, de. rebeldía.» «¿Y socialmente?» «De
bastante
atraso en todo. En la medida
en que es posible hacer
comparaciones, Checoeslovequia
?ene hoy, más o
menos, el nivel
de
rida que tenía España hace unos quince años.» «El atraso
-respondió~ no
es lo
important~. Un
país puede
e.8tar atra
sado y tener, al mismo t~empo, un régimen justo. Los ejemplos
existen. ¿ Ha visto los.
que circulan en Mercedes o en Chrysler
de importación
-pagados, con las poquísimas divisas que te
nemos-----y los que van a pie, con el panta-lón remendado y los
zapatos usados? ¿Los que
circulan en las lujosas «T~tras» ofi
ciales. para
ir al campo o
par~ darse
un paseo; los que consu
men productos norteam_ericanos
y «pactan» ~on las burguesías
occidentales, incluso con las más
reaccfonarias? Burguesía y
burocracia seguirán criticándose por las necesidades de la po
lítica interior; pero, en política exterior, tratarán por todos los
medios de
ponerse de
acuerdo y de
inan_téner buenas
relaciones,
repartiéndose_ los beneficios
dé esta «eDtente»; relaciones
cuyo
único_
·objetiVo es
conservar los privilegios
y las estructuras in
teriores.» «A pesar de todo --dije-· tienen ustedes, con Alema
nia del
Esté, el
nivel de_ vida más alto de todos los · países so
cialistas.» Ya.
'Hace' urtos -díá."s unos
amigós han regresado de la
Unión Soviética. ¿Sabe lo que me han dicho? «¡Menos mal que
estamos en
Checoeslovaquia!»
IX. y ¿EN RusIA? ... EL GRITO DE SoLZHENITSIN.
ABC del 26 de septiembre reprodujo ·el· discurso enviado al acto de
la entrega del Premio Nobel de Literatura por Alexander Solz.-henitzin,
que no pudo ir: a recogerlo. ·Tlene"''pári,af0s ·estrémecedoreS, como éste:
1064
«Para llegar a esta tribuna desde donde se lee el discurso
del
premio .Nobel, a_l que· tan pocos escritores están
invítados,
Fundaci\363n Speiro
por ser ocas1on umca en su vida, no _ me ha bastado Con subir
tres
o cuatro peldaños; he tenido que ascender cientos y
ann
miles
de peldaños empinados, abruptos,
helados~ _peldaños
que
e~ergían de la · oscuridad y del frío, y he tenido la suerte de
sobrevivir mientras que otros
-quizá más
dotados y más
fuertes
que yo---perecían
en el
camiiio: Sólo
· he encontrado algunos
entre la multitud de islas del Gulag.
Difihu.ltado por
la vigi
lancia
policial, no he podido hablur a -todos; sólo de algunos he
tenido noticias. De los otros
he· tenido que imaginármelas. Los
que cayeron en
osta sima éua:rido ya se habían hecho un nom
bre
son, al
menos, conocidos. Pero,
¿ cuántos pueden recordar
los? Toda una literatura nacional está ahogada
allí~ sumergida
en
el olvido; no sólo en una
lápida sepulcral,
sino desnuda, sin
vestido
alguno, identificada
sólo por un número. La literatura
rusa no ha dejado nunca de serlo, aunque desde fuera parezca
un
terreno baldío.
Allí donde debería elevarse un hermoso
bos
que
no
subsisten, después
de esta tala dramática, más que dos
o tres
árboles, casi
perdonados por casualidad.».
X. ADEMÁS ••• HAY ESCASEZ DE ALIMENTOS EN URSS.
Esta falta de libertad ni siquiera tiene compensación material. La pren ....
sa
en
estas últimas semanas lo ha di-fundido repetidamente. Así ABC del
11
octubre 1972, con el título GRAVE ESCASEZ DE ALIMENTOS EN LA UNIÓN
SoVIÉTICA,
recoge esta TlJOticia:
« Una escasez de alimentos sin precedentes y sin igual en
Rusia es lo que verdaderamente se encuentra detrás del enten dimiento ruso con los Estados Unidos y de la política extran
jera, suave
de momento, de la Unión Soviética,
se afirma
en un
informe diplomático procedente de
la misma Rusia y dado a
conocer hoy.
»Detalles de la crisis agrícola que afecta a la Unión Sovié
tica
se van
haciendo a la luz gradualmente, y los últimos in
formes
hacen ver que
el pueblo soviético pasaría hambre, o
quizá
«mucha hambre»,
en este invierno
y en la próxima pri
mavera». a no ser por el -suministro de grandes cantidades de
trigo norteamericano, añade el referido
informe diplomático.
»Un
chiste que circula por los sectores comunistas se refiere
a dos
rusos que
mantienen el siguiente diálogo:
«¿Es posible
que
los Estados Unidos
se vuelvan comuni~as», pregunta
uno
1065
Fundaci\363n Speiro
del que ahora nadie se-ocupa.»
Y, reprOduciendo en su articulo parte de una conversación sostenida
por él con un checoeslovaco, escribe:
«Este «socialismo» -·póngalo, por favor, entre comillas-ha
engendrado, ha reproducido, a su manera, todas las injusticias
y los privilegios de la ,sociedad burguesa. Us-ted ha recorrido el
país, ¿no es así? ¿Y a ~sted qué impresión le causa?» «En el
plano. psicológico, .impresión de negligencia, de indiferencia, de apatía.
Y en el fondo, de. rebeldía.» «¿Y socialmente?» «De
bastante
atraso en todo. En la medida
en que es posible hacer
comparaciones, Checoeslovequia
?ene hoy, más o
menos, el nivel
de
rida que tenía España hace unos quince años.» «El atraso
-respondió~ no
es lo
important~. Un
país puede
e.8tar atra
sado y tener, al mismo t~empo, un régimen justo. Los ejemplos
existen. ¿ Ha visto los.
que circulan en Mercedes o en Chrysler
de importación
-pagados, con las poquísimas divisas que te
nemos-----y los que van a pie, con el panta-lón remendado y los
zapatos usados? ¿Los que
circulan en las lujosas «T~tras» ofi
ciales. para
ir al campo o
par~ darse
un paseo; los que consu
men productos norteam_ericanos
y «pactan» ~on las burguesías
occidentales, incluso con las más
reaccfonarias? Burguesía y
burocracia seguirán criticándose por las necesidades de la po
lítica interior; pero, en política exterior, tratarán por todos los
medios de
ponerse de
acuerdo y de
inan_téner buenas
relaciones,
repartiéndose_ los beneficios
dé esta «eDtente»; relaciones
cuyo
único_
·objetiVo es
conservar los privilegios
y las estructuras in
teriores.» «A pesar de todo --dije-· tienen ustedes, con Alema
nia del
Esté, el
nivel de_ vida más alto de todos los · países so
cialistas.» Ya.
'Hace' urtos -díá."s unos
amigós han regresado de la
Unión Soviética. ¿Sabe lo que me han dicho? «¡Menos mal que
estamos en
Checoeslovaquia!»
IX. y ¿EN RusIA? ... EL GRITO DE SoLZHENITSIN.
ABC del 26 de septiembre reprodujo ·el· discurso enviado al acto de
la entrega del Premio Nobel de Literatura por Alexander Solz.-henitzin,
que no pudo ir: a recogerlo. ·Tlene"''pári,af0s ·estrémecedoreS, como éste:
1064
«Para llegar a esta tribuna desde donde se lee el discurso
del
premio .Nobel, a_l que· tan pocos escritores están
invítados,
Fundaci\363n Speiro
por ser ocas1on umca en su vida, no _ me ha bastado Con subir
tres
o cuatro peldaños; he tenido que ascender cientos y
ann
miles
de peldaños empinados, abruptos,
helados~ _peldaños
que
e~ergían de la · oscuridad y del frío, y he tenido la suerte de
sobrevivir mientras que otros
-quizá más
dotados y más
fuertes
que yo---perecían
en el
camiiio: Sólo
· he encontrado algunos
entre la multitud de islas del Gulag.
Difihu.ltado por
la vigi
lancia
policial, no he podido hablur a -todos; sólo de algunos he
tenido noticias. De los otros
he· tenido que imaginármelas. Los
que cayeron en
osta sima éua:rido ya se habían hecho un nom
bre
son, al
menos, conocidos. Pero,
¿ cuántos pueden recordar
los? Toda una literatura nacional está ahogada
allí~ sumergida
en
el olvido; no sólo en una
lápida sepulcral,
sino desnuda, sin
vestido
alguno, identificada
sólo por un número. La literatura
rusa no ha dejado nunca de serlo, aunque desde fuera parezca
un
terreno baldío.
Allí donde debería elevarse un hermoso
bos
que
no
subsisten, después
de esta tala dramática, más que dos
o tres
árboles, casi
perdonados por casualidad.».
X. ADEMÁS ••• HAY ESCASEZ DE ALIMENTOS EN URSS.
Esta falta de libertad ni siquiera tiene compensación material. La pren ....
sa
en
estas últimas semanas lo ha di-fundido repetidamente. Así ABC del
11
octubre 1972, con el título GRAVE ESCASEZ DE ALIMENTOS EN LA UNIÓN
SoVIÉTICA,
recoge esta TlJOticia:
« Una escasez de alimentos sin precedentes y sin igual en
Rusia es lo que verdaderamente se encuentra detrás del enten dimiento ruso con los Estados Unidos y de la política extran
jera, suave
de momento, de la Unión Soviética,
se afirma
en un
informe diplomático procedente de
la misma Rusia y dado a
conocer hoy.
»Detalles de la crisis agrícola que afecta a la Unión Sovié
tica
se van
haciendo a la luz gradualmente, y los últimos in
formes
hacen ver que
el pueblo soviético pasaría hambre, o
quizá
«mucha hambre»,
en este invierno
y en la próxima pri
mavera». a no ser por el -suministro de grandes cantidades de
trigo norteamericano, añade el referido
informe diplomático.
»Un
chiste que circula por los sectores comunistas se refiere
a dos
rusos que
mantienen el siguiente diálogo:
«¿Es posible
que
los Estados Unidos
se vuelvan comuni~as», pregunta
uno
1065
Fundaci\363n Speiro