Índice de contenidos
Número 135-136
Serie XIV
- Textos Pontificios
- Estudios
- Actas
-
Notas
-
Notas críticas en torno de la distinción entre izquierdas y derechas. A propósito del libro de Jorge Martínez Albaizata. I. El sentido hacia la derecha y el sentido hacia la izquierda a través de la historia
-
Notas críticas en torno de la distinción entre izquierdas y derechas. A propósito del libro de Jorge Martínez Albaizata. II. Perspectivas, clásica y actual, para situar la izquierda y la derecha
-
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
- Crónicas
Autores
1975
Municipios rurales
MUNICIPIOS RURALES
POK
Jos! ·MARIA GIL MORENO DB MOl!.A
Existe una máquina de Administración local que va ,odando;
pe10,
¿anda bien? En algunos
mwtlcipios existe suficiente compene
tración
de
los vecinos para que el Mwtlcipio funcione satisfacto
riamente; pero en la mayoría se
noia que
no es así, por la actitud
de indiferencia,
falia de
identificación, desinterés de la gente con las
autoridades Municipales, lo
cual, revela que aún no hay participa
ción auténtica sino pasividad, porque no se considera al Mwtlcipio
co,no
cosa
propia.
La fa!Ia de identificación es consecuencia de cietllLS circunsllLn
cias,
como el nombramiento del alcalde a dedo que
corra la
repre
sentación al deberse
el alcalde más a la Administración que a sus
represeniados, y, por
Otra parte, también se debe a que el molde
municipal, al que deben
sujetarse obligatoriamente,
es un modelo
único, en realidad
abstracto, porque
jamás se
ajusra a
la variable rea
lidad
coru:rera de
cada pueblo.
El
daño que esia situación produce al campesino es grave, porque
el campesino, alejado de la gran ciudad donde reside la
Administra
ción,
no puede
efectuar acciones
personales
y necesiia de un repre
senrante que
le defienda y manifieste. Como la organización profe
sional
rural también resulta corrada por ser nombrado a dedo el
presidente de la Cámara agraria, al faltarle la representatividad en lo
Municipal queda sin voz en la Nación.
Esra ausencia
de auténtica voz campesina ha permitido que la pre
sión de los sectores secundario (industrial) y terciario (servicios)
más
próximos a la Administración, se haya manifesiado en los Planes de
Desarrollo en acción abiertamente opuesia al campo provocando si-
'fü¡
Fundaci\363n Speiro
MUNICIPIOS RURALES
tuaciones insostell.ibles que han obligado a la emigración masiva de
las gentes del campo.
La discriminación acentuada ha dejado en manifiesta inferiori
dad a los municipios
rurales, no
sólo en la atención de
todas sus
necesidades, sino también a la misma rentabilidad de la actividad
agropecuaria y a las condicones de vida completa. Tras lo cual, el
campo en
la actualidad, habiendo perdido a
toda la
juventud, rele
gado a manos viejas prontas a
desaparecer, deja
de producir
y muestra
ya las consecuencias de las escaseces de piensos, uúcat, aceite y carne
que
comprobamos.
Así resulta un círculo vicioso ron encarecimientos de los precios
al consumidor después
de muchos años ron precios ruinosos para el
produetor. Situación
que finalmente será
pagada por la totalidad de
la
población española. Pero, remontando
las causas, resulta
que el centralismo, unifor
mismo
y totalitarismo del Estado moderno es inadecuado para cubrir
la extensa variedad rural, por lo que gran parte de los males actuales
del campo se
debeu ciertamente a
los criterios, centrales, únicos
y
omniscientes de la forma moderna de Estado, remontándose esta
causa al momento en el cual
la voluntad de los gobernantes fue la
de convertir el órgano de representación y de autogestión de la so
ciedad de vecinos que era el Municipio, en una prolongación
más de
la misma Administración. El proyecto de ley
actualmente en Cortes
aumenta
este
carikter al
proponer que sean miembros de la Corpo
ración (:¡ los
nombra preferentes) los funcionarios locales
y, además,
los entes.
La gravedad de la cuestión estriba en que es de vida o muerte
para el campesino.
La
solución ciertamente ronsistiría en reconstruir el cuerpo inter·
medio natural que es el Municipio, pero dejándole una amplia au
tonomía de organización, en su administración
y en la forma o com
posición, procurando que se desarrolle desde abajo
y no que se im
ponga
desde arriba.
Pero tampoco se podría aplicar con éxito esta
reforma
bruscamente, por
la considerable falta del grado de la
edu
cación cívica que esta reforma necesita, · por lo cual se habría de
prever un período de readaptación preliminar.
719
Fundaci\363n Speiro
/OSE MARIA GIL MORENO DE MORA
El papel del Estado y de su Administración debiera ser más bien
de inspección, después de dar unas normas acerca del espíritu que
debe regír
el Municipio,
espíritu que si puede
ser general aunque
sus aplicaciones sean variadas. Entonces, le
queda al
Estado el
pápel
superior
de
juez, o
instancia supérior donde poder acudír contra los
abusos siempre posibles de Alcaldes o
Corporaciones, situación
en
la
que ahora mal puede colocarse, ya que al ser el alcalde un peón del
Estado, éste se convierte en
Juez y parte.
La doctrina de los Cuerpos intermedios y el principio de Subsi
diariedad están en juego. Un Municipio
para ser cuerpo intermedio
verdadero, necesita auténtica representatividad de toda
la Corpora
ción. Un Municipio, conforme la debida aplicación del principio de
subsic:Íiariedad, no· debe ser
una rueda
más de la Administración, sino
que
debe tener
el poder de autogestión
y de autoadministración, que
le
corresponde sin
que en ello se entrometa el Estado.
Y
para terminar, al ser el Municipio y su estatuto, piezas funda
mentales
para una sana vida del campo, condicionan por un futuro
próximo toda
la diera de la nación, que si no tiene un campo ro
busto está abocada a · importar en las condiciones que le sean im
puestas, los alimentos, es decir: la vida.
720
Fundaci\363n Speiro
POK
Jos! ·MARIA GIL MORENO DB MOl!.A
Existe una máquina de Administración local que va ,odando;
pe10,
¿anda bien? En algunos
mwtlcipios existe suficiente compene
tración
de
los vecinos para que el Mwtlcipio funcione satisfacto
riamente; pero en la mayoría se
noia que
no es así, por la actitud
de indiferencia,
falia de
identificación, desinterés de la gente con las
autoridades Municipales, lo
cual, revela que aún no hay participa
ción auténtica sino pasividad, porque no se considera al Mwtlcipio
co,no
cosa
propia.
La fa!Ia de identificación es consecuencia de cietllLS circunsllLn
cias,
como el nombramiento del alcalde a dedo que
corra la
repre
sentación al deberse
el alcalde más a la Administración que a sus
represeniados, y, por
Otra parte, también se debe a que el molde
municipal, al que deben
sujetarse obligatoriamente,
es un modelo
único, en realidad
abstracto, porque
jamás se
ajusra a
la variable rea
lidad
coru:rera de
cada pueblo.
El
daño que esia situación produce al campesino es grave, porque
el campesino, alejado de la gran ciudad donde reside la
Administra
ción,
no puede
efectuar acciones
personales
y necesiia de un repre
senrante que
le defienda y manifieste. Como la organización profe
sional
rural también resulta corrada por ser nombrado a dedo el
presidente de la Cámara agraria, al faltarle la representatividad en lo
Municipal queda sin voz en la Nación.
Esra ausencia
de auténtica voz campesina ha permitido que la pre
sión de los sectores secundario (industrial) y terciario (servicios)
más
próximos a la Administración, se haya manifesiado en los Planes de
Desarrollo en acción abiertamente opuesia al campo provocando si-
'fü¡
Fundaci\363n Speiro
MUNICIPIOS RURALES
tuaciones insostell.ibles que han obligado a la emigración masiva de
las gentes del campo.
La discriminación acentuada ha dejado en manifiesta inferiori
dad a los municipios
rurales, no
sólo en la atención de
todas sus
necesidades, sino también a la misma rentabilidad de la actividad
agropecuaria y a las condicones de vida completa. Tras lo cual, el
campo en
la actualidad, habiendo perdido a
toda la
juventud, rele
gado a manos viejas prontas a
desaparecer, deja
de producir
y muestra
ya las consecuencias de las escaseces de piensos, uúcat, aceite y carne
que
comprobamos.
Así resulta un círculo vicioso ron encarecimientos de los precios
al consumidor después
de muchos años ron precios ruinosos para el
produetor. Situación
que finalmente será
pagada por la totalidad de
la
población española. Pero, remontando
las causas, resulta
que el centralismo, unifor
mismo
y totalitarismo del Estado moderno es inadecuado para cubrir
la extensa variedad rural, por lo que gran parte de los males actuales
del campo se
debeu ciertamente a
los criterios, centrales, únicos
y
omniscientes de la forma moderna de Estado, remontándose esta
causa al momento en el cual
la voluntad de los gobernantes fue la
de convertir el órgano de representación y de autogestión de la so
ciedad de vecinos que era el Municipio, en una prolongación
más de
la misma Administración. El proyecto de ley
actualmente en Cortes
aumenta
este
carikter al
proponer que sean miembros de la Corpo
ración (:¡ los
nombra preferentes) los funcionarios locales
y, además,
los entes.
La gravedad de la cuestión estriba en que es de vida o muerte
para el campesino.
La
solución ciertamente ronsistiría en reconstruir el cuerpo inter·
medio natural que es el Municipio, pero dejándole una amplia au
tonomía de organización, en su administración
y en la forma o com
posición, procurando que se desarrolle desde abajo
y no que se im
ponga
desde arriba.
Pero tampoco se podría aplicar con éxito esta
reforma
bruscamente, por
la considerable falta del grado de la
edu
cación cívica que esta reforma necesita, · por lo cual se habría de
prever un período de readaptación preliminar.
719
Fundaci\363n Speiro
/OSE MARIA GIL MORENO DE MORA
El papel del Estado y de su Administración debiera ser más bien
de inspección, después de dar unas normas acerca del espíritu que
debe regír
el Municipio,
espíritu que si puede
ser general aunque
sus aplicaciones sean variadas. Entonces, le
queda al
Estado el
pápel
superior
de
juez, o
instancia supérior donde poder acudír contra los
abusos siempre posibles de Alcaldes o
Corporaciones, situación
en
la
que ahora mal puede colocarse, ya que al ser el alcalde un peón del
Estado, éste se convierte en
Juez y parte.
La doctrina de los Cuerpos intermedios y el principio de Subsi
diariedad están en juego. Un Municipio
para ser cuerpo intermedio
verdadero, necesita auténtica representatividad de toda
la Corpora
ción. Un Municipio, conforme la debida aplicación del principio de
subsic:Íiariedad, no· debe ser
una rueda
más de la Administración, sino
que
debe tener
el poder de autogestión
y de autoadministración, que
le
corresponde sin
que en ello se entrometa el Estado.
Y
para terminar, al ser el Municipio y su estatuto, piezas funda
mentales
para una sana vida del campo, condicionan por un futuro
próximo toda
la diera de la nación, que si no tiene un campo ro
busto está abocada a · importar en las condiciones que le sean im
puestas, los alimentos, es decir: la vida.
720
Fundaci\363n Speiro