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Número 139-140

Serie XIV

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La sociedad horizontal

LA SOCIEDAD HORIZONTAL
PO.
REV. RICARDO FUENTES CAs'fBLLANOS
Es un hecho que una de las principales características de nuestro
tiempo Jo constituye la llamada "sociedad horizontal".
Por

su parte, la
~ "sociedad horizontal" se conttapone al
sentido espiritual de la vida, que es lo que distingue la posición "Vertical".
Sobre la antítesis Horizontalismo, vrs. V erticalismo,
giran hoy día
las principales tendencias

ideol6gico-pollticas.
Del lado del
"Horizontalismo" podemos

englobar todas las ten­
dencias izquierdistas así

como también
la llamada "Derecha econó­
mica"
que

se opone el marxismo
pot motivos puramente humanos y
econ6micos.
Como el denominador común entre los distintos grupos de iz­
quierda
y la mal llamada "derecha econ6ntica" es el concepto del
"horno economicus"

según la famosa
clasificaci6n de Ma:x Weber; de
ahí que la "sociedad
horizontal" se distingue o caracteriza por
su
sentido de considerar solamente la
"ciudad terrestre" y al hombre de
un punto de vista puramente
tempotal sin

consideración por su ca­
rácter trascendente
y espiritual.
Contrariamente a la famosa
tesis agustiniana
de la
"Ciudad de
Dios" edificada sobre el fundamento de la fe cristiana y del destino sobrenatural del hombre, y que posteriormente fue desarrollada tam­
bién por Santo Tomás de
Aquino en

su opúsculo
DE RBGIM1NB PRIN­
CIPUM, la "sociedad horizontal" -postulada tanto por las doctrinas
democráticas

como marxistas, incluyendo también el novísimo
"Pro­
gresismo"

post-conciliar- prescinde en absoluto del sentido sobre­
natural de la vida
y mira s61o los aspectos puramente terrenales como
si Dios no existiera.
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Fundaci\363n Speiro

RICARDO FUENTES CASTELLANOS
Establecido el principio "horizontalista", de ahí que todo gira
alrededor del concepto del hombre biológicamente considerado. "De­
rechos del Hombre",
"Liberación Femenina",

"Igualdad económica",
"Pluralismo político
y religioso", "Igualdad sexual" con sus impli­
caciones del

reconocimiento de los "derechos" para las prostitutas,
homosexuales, lesbianas; legalización de aborto, de los anti-concepti­
vos, su preocupación
PRIMORDIAL gira sobre los aspectos económico­
sociales ya sea de un punto de
vista marxista,
como medio de lucha
contra el "capitalismo", o del Punto de vista empresarial, orientado
hacia la productividad y la tecnocracia. Todo
esto y mucho más constituye la esencia de la llamada "so­
ciedad horizontal" que engloba todas las
¡,,rrulencias de IZQUIERDA y
que sirve de fundamento a las modernas Democracias según el co­ nocido modelo Anglo-Sajón, EE. UU. e Inglaterra
y países escan­
dinavos.
Del punto de vista religioso, la Iglesia post-O>nciliar orientada
según los principios oefastos de Jacques Maritain, el
filósofo del
"Humanismo Integral" y "padre" de
los grupos y partidos Demó­
cratas

Cristianos; así como
también del

jesuita Theilhard de Chardin,
filósofo que a su vez
ha sido aceptado por los marxistas, igualmente
se ha situado en una posición
"horizontalista".
Mientras

que la "sociedad horizontal" es la que
trata de
edificar
la • ciudad
de'! hombre",

pero prescindiendo de su
aspecto espiritual
o vertical en cuanto que establece un nexo entre Dios y la criatura;
esta sociedad "Horizontalista" que busca establecer una felicidad pu­
ramente humana y biológica, romo todas las UTOPÍAS y herejías, ló­
gicamente tenla que desembocar en lo contrario de lo que pretenden. Primeramente el protestantismo, al romper la unidad de la Cris­
tiandad que
giraba alrededor

de la Iglesia de Roma
y su autoridad
doctrinaria y judicial, con ello no sólo
introdujo el

funesto principio
del "pluralismo" religioso, sino que
le abrió el camino a la Revolu­
cinó liberal e "iluminista" que al edificar el concepto de la
"Libertad"
sin

ninguna
restricción, entroni,6 la

anarquía doettinal y política.
Desarrollados los principios de la Revolución, ésta pronto
pasó
del estadio o etapa liberal a la marxista, desembocando finalmente en
el totalitarismo negador y destructor de esa "Libertad" que tanto la
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Fundaci\363n Speiro

LA SOCIEDAD HORJZONTAL
llamada Revolución "americana" como la "francesa" del siglo xvm,
cantaron como

una
gran "conquista" de la humanidad.
Lo que no previeron los idealistas norteamericanos ni los "mo­
derados" franceses que primeramente con los "Girondinos"
y luego
con los "Orleanistas" Tocqueville,
Guimt, Constant,

Broglie, y Bastiat,
llamados también liberales "Docttinatios", que

a su vez se inspiraban
en el sistema de la
monarquía parlamentaria Inglesa,

es que su posi­
ción
"centrista'' o

"equilibrista" entte la
tradición y

la revolución,
estaba condenada al más
tremendo de

los fracasos, pues la corriente
"revolucionaria" y extremista pot la
fuerza de

su peso iba a
barrer
el

equilibrismo relativista. Si en el plano político, social
y económico lo que impera en este
último tercio del siglo
XX es el "horimntalismo" ya sea bajo el sis­
tema democrático o
marxista; el
campo religioso, tanto Católioo como
Protestante, ba sido denominado igualmente por la misma tendencia
"Horiwntalista" o

"temporalista".
En
efecto, desde que en el pontificado del Papa Juan XXIII y
posteriormente en el de Paulo VI, mucho más que en el de su an­
tecesor, la posición de la Iglesia se inclinó hacia un aoomodamiento oon el mundo moderno, un sector muy importante y tal vez mayori­
tario de

la Iglesia se ha alejado del concepto
VERTICAL o reológico del
hombre
y concentrado principalmente en los aspectos temporales o
humanos de la
sociedad moderna.
Así la tendencia bada el
marxismo
so

capa de "progresismo"
y su excesiva preocupación por los pro­
blemas económico-sociales

en nombre de la "justicia social" y la
paz,
que de hecho ooincide plenamente con la posición de los marxistas.
Puestos

en este plan, "temporalista"
y "horiwntalista", parece que
a
muchos obispos les preocupa más el problema social que el reli­
gioso
y moral, pues prácticamente dan la impresión con sus "pasto­
rales" sobre los problemas económico-sociales que
supeditan la
fe y
la religión a la economía y la sociología. En una palabra, también la
Iglesia "post-Conciliar" se
ha embarcado en la aventura "democrática"
y socialista abandonando así la tradicional posición VERTICAL.
No obstante, la oonsabida posición "horimntal" y "temporalista"
de
nuestra sociedad

"democrática"
y socialista, sigue en pie que la
posición auténticamente cristiana no puede ser otra que la actitud
VERTICAL, característica del Tradicionalismo,
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