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Número 139-140

Serie XIV

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IV. Esencia de lo foral y cómo puede restaurarse

tación de la fe a la luz de la praxis revolucionaria marxis~ y
consiguientemente
en una· reflexión teológica errónea".
»Es suficiente para

que
el Movimiento merezca ser descalifi­
cado
·sin apelación en -el ·plano de -las ·respuestas cristianas a la
aguda problemática

·social
de -nuestro tiempo».
IV. Bs8NCIA DE LO FORAL Y C.ÓMO PUEDE RESTAURARSE.
El tema nos lo presenta Manuel de Sarnita Cruz, bajo el titulo CóMO
DBBB RESTAURARSE EL SISTEMA FORAL, EL PENSAMIENTO NAVARRO,
del 30 · julio 1975 y de su attíCÚlo recOrtamos lo siguiente:
1358
«Estamos en un. momento_ político especialmente apto para
]uJblar de
lqs fueros y de su -.residuo, los conciertos económicos.
Así lo
entiende~ además de -Jos habituales cultivadores del tema,
otras_ plumas noveles en él que van afiorando. El diario "ABC"
del
25-7-75 acaba-de publicar, un

artículo
de. don Gonzalo Martí­
nez
Díaz,

catedrático de Historia del Derecho, titulad.o ''Fueros,
sí;· pero para todos"».
«La tesis del título se desarrolla diciendo que es contrapro­
ducente dar

fueros y
concienos económicos
a unos
sí y a otros
,
no; y

que
la única solución viable y deseable es darlos por igual
a.todos

los antiguos
reinos y regiones espaiioilas; "si no se quie­
re ~mbrlll' la discordia entre-los españoles, no

los dividamos
aún
. más en

dos
cal'egoría,s: privt1.egiados que

pueden tener
con­
cierto,
1',Conómico y loe que car~ de eire derecho"».
«... como en el artíenlo · no se habla del tiempo, queda ex­
puesto
a

otra
sospecha. La

de que el pensamiento
y la
intención
del articulista, viMOs su alarma y· su mlante, sean realmente así:
Fue-ros, 'SÍ; pero, o al mi&mo tiempo para tocios, de repente,, o
para
nadie. El reconocimiento pa,rcial de fuéroa sólo para ciertas
regiones sería
un pro·ceso único

y
terminado, sin que

cupiera en
la mente del autor la inrerpreta-ción de que fuera el comienzo
necesario de un.proceso evolutivo hacia la

generalización deseada
por
él y

por todos.
Simultaneidad, o
nada.
«De ·prosperar ese planteamiento» ... «estaríamos ante una in­
teligente _,maniobra de

diatr.«llón y
J;"etraso en
la
recuperación
de los conciertos econói:nico"S de Vizéaya y Guipúzcoa. Se

cum­
pliría el
dudoso refrán de que lo mejor es enemigo de lo bueno.
A nosotros esto
es lo que nos alarma y lo que nos_ ha movido
'a «reribir estas líneas. La simúltaneidad, es· una exigencia impo­
sible
de 1Jati11ofacer, por su complejidad y por su violencia>.
«... el horror deil tradieionalismo a las planificaciones prefa-
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hricadas en abstracto por los . tecnócratas madrileños, y su amor
a descubrir,
respetar y
ayudar
sin empujones
la labor del tiempo
en
'1as sociedades y en los lugares. Y

comprendería que no sola­
mente
es compatible con sus deseos, ·sino.-absolutamente necesario
para eillos, empezar dando, por de pronto, Fueros y conciertos
económicos a las
regiones donde tienen ambiente popular de an­
temano.
»Esas regiones

quedarían constituidas en centros "pilotos"
para una suave y
gradual generalización; hágase ésta

sin ma­
ximaliamos, brus·quedadee ni

artificios,
es decir,
creando
en las
regiones restantes un

ambiente
.previo: que
ahora, por error, eomo
dice el articulista,
y por ignorancia y desidia afiadiría yo, no
existe. Que ·vayan
surgiendo en esas regiones en vez

de envidias
y
discor~ vocaciones

para
estudiar su

historia, sus peculiari­
dades actuales, y

la
manera de árticularlas todas-;

hagan
esos nue­
vos
estlldiosos muchos borradores y muehos- anteproyectós, y con
ellos

bajo el
brazo viajen

a las
regiones ya

forales y recórranlas
a pie para enterarse bien; que les devuelvan eaas visitas de
trabajo los expertos de las Diputaciones Forales».
«Porque dentro de cada área tampoco parece aconsejable
pro­
ceder
de

golpe, sino suave y progresivamente.
V. TOTALITARISMO, LIBERALISMO DEMOCRÁTICO Y LEGÍTIMAS LIBERTADES.
Las legitimas libertades~ que siempre han tratado de defender los man-­
tenedores de la existencia de un orden natural., que la tradición debe con-­
servar adecuándolas a las circu.nstanci~ de tiempo y lugar, nada tienen
que ver con la ideología liberal ni con. la concepción democrática que las
ahoga con el apoyo de la. mayoría. Pera su oposición al liberalismo y a
la.
democracia del sufragio universal, no sig,úfican conformidad con el
totalitarismo estatal que ahoga esas legitima& llhertBMs personales, fa­
miliares, municipales, corporativas, sociales en general.
Para ·ilustrar esta doble conkaposición, n()s parecen muy interesan­
tes los párrafos que a continuación recortamru del articulo de José ,Maria
Arauz d'e Robles, UN MENSAJE SIN RESPUESTA, publicado en ABC del 22
de
ago.,to de 1975:
«La conquista del Estado, objetivo de los movimientos totali­
tario~
no
podía ·ser el
nue8tro9 sino a condición de reducirlo a
sus propios

límites
y. haéer de

él la garantía
de· las legítimas li­
bertades

a que
los pueblos tienen derecho- irrenundahle. Cuando
18'8 administraciones

de los· -Estados lo
hacen -todo y disponen de
todo no hay libertades .efectivae, ni, por tanto., creaciones fecundas.
»El ciudadano, dijo Ailouil~ "en tina tiranía o en una demo-
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