Índice de contenidos
Número 139-140
Serie XIV
- Textos Pontificios
- Actas
-
Estudios
-
La raíz del error, ¿en el entendimiento o en la voluntad? Ante el fracaso de la filosofía moderna
-
La empresa, el hombre y el trabajo
-
Alonso de Ercilla y el nacimiento de Chile
-
La revolución marxista en marcha
-
Los católicos belgas frente a la Constitución ¿Participar o retirarse?
-
La sociedad horizontal
-
Más sobre «izquierdas y derechas»
-
- Monográficos
-
Ilustraciones con recortes de periódicos
-
I. Lo que apenas se lee ya en la prensa diaria: Vietnam y Camboya
-
II. Los comunistas y la táctica de la social-democracia juzgados desde «Pravda»
-
III. Los «Cristianos por el socialismo», una respuesta equivocada
-
IV. Esencia de lo foral y cómo puede restaurarse
-
V. Totalitarismo, liberalismo democrático y legítimas libertades
-
VI. Política totalitaria en la Universidad
-
VII. Los servicios médicos, la Seguridad Social y la libertad
-
Autores
1975
IV. Esencia de lo foral y cómo puede restaurarse
tación de la fe a la luz de la praxis revolucionaria marxis~ y
consiguientemente
en una· reflexión teológica errónea".
»Es suficiente para
que
el Movimiento merezca ser descalifi
cado
·sin apelación en -el ·plano de -las ·respuestas cristianas a la
aguda problemática
·social
de -nuestro tiempo».
IV. Bs8NCIA DE LO FORAL Y C.ÓMO PUEDE RESTAURARSE.
El tema nos lo presenta Manuel de Sarnita Cruz, bajo el titulo CóMO
DBBB RESTAURARSE EL SISTEMA FORAL, EL PENSAMIENTO NAVARRO,
del 30 · julio 1975 y de su attíCÚlo recOrtamos lo siguiente:
1358
«Estamos en un. momento_ político especialmente apto para
]uJblar de
lqs fueros y de su -.residuo, los conciertos económicos.
Así lo
entiende~ además de -Jos habituales cultivadores del tema,
otras_ plumas noveles en él que van afiorando. El diario "ABC"
del
25-7-75 acaba-de publicar, un
artículo
de. don Gonzalo Martí
nez
Díaz,
catedrático de Historia del Derecho, titulad.o ''Fueros,
sí;· pero para todos"».
«La tesis del título se desarrolla diciendo que es contrapro
ducente dar
fueros y
concienos económicos
a unos
sí y a otros
,
no; y
que
la única solución viable y deseable es darlos por igual
a.todos
los antiguos
reinos y regiones espaiioilas; "si no se quie
re ~mbrlll' la discordia entre-los españoles, no
los dividamos
aún
. más en
dos
cal'egoría,s: privt1.egiados que
pueden tener
con
cierto,
1',Conómico y loe que car~ de eire derecho"».
«... como en el artíenlo · no se habla del tiempo, queda ex
puesto
a
otra
sospecha. La
de que el pensamiento
y la
intención
del articulista, viMOs su alarma y· su mlante, sean realmente así:
Fue-ros, 'SÍ; pero, o al mi&mo tiempo para tocios, de repente,, o
para
nadie. El reconocimiento pa,rcial de fuéroa sólo para ciertas
regiones sería
un pro·ceso único
y
terminado, sin que
cupiera en
la mente del autor la inrerpreta-ción de que fuera el comienzo
necesario de un.proceso evolutivo hacia la
generalización deseada
por
él y
por todos.
Simultaneidad, o
nada.
«De ·prosperar ese planteamiento» ... «estaríamos ante una in
teligente _,maniobra de
diatr.«llón y
J;"etraso en
la
recuperación
de los conciertos econói:nico"S de Vizéaya y Guipúzcoa. Se
cum
pliría el
dudoso refrán de que lo mejor es enemigo de lo bueno.
A nosotros esto
es lo que nos alarma y lo que nos_ ha movido
'a «reribir estas líneas. La simúltaneidad, es· una exigencia impo
sible
de 1Jati11ofacer, por su complejidad y por su violencia>.
«... el horror deil tradieionalismo a las planificaciones prefa-
Fundaci\363n Speiro
hricadas en abstracto por los . tecnócratas madrileños, y su amor
a descubrir,
respetar y
ayudar
sin empujones
la labor del tiempo
en
'1as sociedades y en los lugares. Y
comprendería que no sola
mente
es compatible con sus deseos, ·sino.-absolutamente necesario
para eillos, empezar dando, por de pronto, Fueros y conciertos
económicos a las
regiones donde tienen ambiente popular de an
temano.
»Esas regiones
quedarían constituidas en centros "pilotos"
para una suave y
gradual generalización; hágase ésta
sin ma
ximaliamos, brus·quedadee ni
artificios,
es decir,
creando
en las
regiones restantes un
ambiente
.previo: que
ahora, por error, eomo
dice el articulista,
y por ignorancia y desidia afiadiría yo, no
existe. Que ·vayan
surgiendo en esas regiones en vez
de envidias
y
discor~ vocaciones
para
estudiar su
historia, sus peculiari
dades actuales, y
la
manera de árticularlas todas-;
hagan
esos nue
vos
estlldiosos muchos borradores y muehos- anteproyectós, y con
ellos
bajo el
brazo viajen
a las
regiones ya
forales y recórranlas
a pie para enterarse bien; que les devuelvan eaas visitas de
trabajo los expertos de las Diputaciones Forales».
«Porque dentro de cada área tampoco parece aconsejable
pro
ceder
de
golpe, sino suave y progresivamente.
V. TOTALITARISMO, LIBERALISMO DEMOCRÁTICO Y LEGÍTIMAS LIBERTADES.
Las legitimas libertades~ que siempre han tratado de defender los man-
tenedores de la existencia de un orden natural., que la tradición debe con-
servar adecuándolas a las circu.nstanci~ de tiempo y lugar, nada tienen
que ver con la ideología liberal ni con. la concepción democrática que las
ahoga con el apoyo de la. mayoría. Pera su oposición al liberalismo y a
la.
democracia del sufragio universal, no sig,úfican conformidad con el
totalitarismo estatal que ahoga esas legitima& llhertBMs personales, fa
miliares, municipales, corporativas, sociales en general.
Para ·ilustrar esta doble conkaposición, n()s parecen muy interesan
tes los párrafos que a continuación recortamru del articulo de José ,Maria
Arauz d'e Robles, UN MENSAJE SIN RESPUESTA, publicado en ABC del 22
de
ago.,to de 1975:
«La conquista del Estado, objetivo de los movimientos totali
tario~
no
podía ·ser el
nue8tro9 sino a condición de reducirlo a
sus propios
límites
y. haéer de
él la garantía
de· las legítimas li
bertades
a que
los pueblos tienen derecho- irrenundahle. Cuando
18'8 administraciones
de los· -Estados lo
hacen -todo y disponen de
todo no hay libertades .efectivae, ni, por tanto., creaciones fecundas.
»El ciudadano, dijo Ailouil~ "en tina tiranía o en una demo-
Fundaci\363n Speiro
consiguientemente
en una· reflexión teológica errónea".
»Es suficiente para
que
el Movimiento merezca ser descalifi
cado
·sin apelación en -el ·plano de -las ·respuestas cristianas a la
aguda problemática
·social
de -nuestro tiempo».
IV. Bs8NCIA DE LO FORAL Y C.ÓMO PUEDE RESTAURARSE.
El tema nos lo presenta Manuel de Sarnita Cruz, bajo el titulo CóMO
DBBB RESTAURARSE EL SISTEMA FORAL, EL PENSAMIENTO NAVARRO,
del 30 · julio 1975 y de su attíCÚlo recOrtamos lo siguiente:
1358
«Estamos en un. momento_ político especialmente apto para
]uJblar de
lqs fueros y de su -.residuo, los conciertos económicos.
Así lo
entiende~ además de -Jos habituales cultivadores del tema,
otras_ plumas noveles en él que van afiorando. El diario "ABC"
del
25-7-75 acaba-de publicar, un
artículo
de. don Gonzalo Martí
nez
Díaz,
catedrático de Historia del Derecho, titulad.o ''Fueros,
sí;· pero para todos"».
«La tesis del título se desarrolla diciendo que es contrapro
ducente dar
fueros y
concienos económicos
a unos
sí y a otros
,
no; y
que
la única solución viable y deseable es darlos por igual
a.todos
los antiguos
reinos y regiones espaiioilas; "si no se quie
re ~mbrlll' la discordia entre-los españoles, no
los dividamos
aún
. más en
dos
cal'egoría,s: privt1.egiados que
pueden tener
con
cierto,
1',Conómico y loe que car~ de eire derecho"».
«... como en el artíenlo · no se habla del tiempo, queda ex
puesto
a
otra
sospecha. La
de que el pensamiento
y la
intención
del articulista, viMOs su alarma y· su mlante, sean realmente así:
Fue-ros, 'SÍ; pero, o al mi&mo tiempo para tocios, de repente,, o
para
nadie. El reconocimiento pa,rcial de fuéroa sólo para ciertas
regiones sería
un pro·ceso único
y
terminado, sin que
cupiera en
la mente del autor la inrerpreta-ción de que fuera el comienzo
necesario de un.proceso evolutivo hacia la
generalización deseada
por
él y
por todos.
Simultaneidad, o
nada.
«De ·prosperar ese planteamiento» ... «estaríamos ante una in
teligente _,maniobra de
diatr.«llón y
J;"etraso en
la
recuperación
de los conciertos econói:nico"S de Vizéaya y Guipúzcoa. Se
cum
pliría el
dudoso refrán de que lo mejor es enemigo de lo bueno.
A nosotros esto
es lo que nos alarma y lo que nos_ ha movido
'a «reribir estas líneas. La simúltaneidad, es· una exigencia impo
sible
de 1Jati11ofacer, por su complejidad y por su violencia>.
«... el horror deil tradieionalismo a las planificaciones prefa-
Fundaci\363n Speiro
hricadas en abstracto por los . tecnócratas madrileños, y su amor
a descubrir,
respetar y
ayudar
sin empujones
la labor del tiempo
en
'1as sociedades y en los lugares. Y
comprendería que no sola
mente
es compatible con sus deseos, ·sino.-absolutamente necesario
para eillos, empezar dando, por de pronto, Fueros y conciertos
económicos a las
regiones donde tienen ambiente popular de an
temano.
»Esas regiones
quedarían constituidas en centros "pilotos"
para una suave y
gradual generalización; hágase ésta
sin ma
ximaliamos, brus·quedadee ni
artificios,
es decir,
creando
en las
regiones restantes un
ambiente
.previo: que
ahora, por error, eomo
dice el articulista,
y por ignorancia y desidia afiadiría yo, no
existe. Que ·vayan
surgiendo en esas regiones en vez
de envidias
y
discor~ vocaciones
para
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historia, sus peculiari
dades actuales, y
la
manera de árticularlas todas-;
hagan
esos nue
vos
estlldiosos muchos borradores y muehos- anteproyectós, y con
ellos
bajo el
brazo viajen
a las
regiones ya
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a pie para enterarse bien; que les devuelvan eaas visitas de
trabajo los expertos de las Diputaciones Forales».
«Porque dentro de cada área tampoco parece aconsejable
pro
ceder
de
golpe, sino suave y progresivamente.
V. TOTALITARISMO, LIBERALISMO DEMOCRÁTICO Y LEGÍTIMAS LIBERTADES.
Las legitimas libertades~ que siempre han tratado de defender los man-
tenedores de la existencia de un orden natural., que la tradición debe con-
servar adecuándolas a las circu.nstanci~ de tiempo y lugar, nada tienen
que ver con la ideología liberal ni con. la concepción democrática que las
ahoga con el apoyo de la. mayoría. Pera su oposición al liberalismo y a
la.
democracia del sufragio universal, no sig,úfican conformidad con el
totalitarismo estatal que ahoga esas legitima& llhertBMs personales, fa
miliares, municipales, corporativas, sociales en general.
Para ·ilustrar esta doble conkaposición, n()s parecen muy interesan
tes los párrafos que a continuación recortamru del articulo de José ,Maria
Arauz d'e Robles, UN MENSAJE SIN RESPUESTA, publicado en ABC del 22
de
ago.,to de 1975:
«La conquista del Estado, objetivo de los movimientos totali
tario~
no
podía ·ser el
nue8tro9 sino a condición de reducirlo a
sus propios
límites
y. haéer de
él la garantía
de· las legítimas li
bertades
a que
los pueblos tienen derecho- irrenundahle. Cuando
18'8 administraciones
de los· -Estados lo
hacen -todo y disponen de
todo no hay libertades .efectivae, ni, por tanto., creaciones fecundas.
»El ciudadano, dijo Ailouil~ "en tina tiranía o en una demo-
Fundaci\363n Speiro