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Número 139-140

Serie XIV

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I. Lo que apenas se lee ya en la prensa diaria: Vietnam y Camboya

ILUSTRACIONES OON RECORTES DE PERIODICOS
l. Lo QUE APENAS SE LEE YA EN LA. PRENSA DIARIA; VIETNAM Y CAMBOYA,
Nos contentaremos con das recortes de por' sí solos ilustrativos.
El primero e., del r,P 5, de este año 1975, dei BOLETIN DE AYUDA
A LA IGLESIA NECESITADA {,evfata trimestral, e/ Ferrer del Río 1, Madrid 28)i g lo ,eco,tamos del articulo firmado por W. S. g titulado
AnmA AL VIETNAM TRAICioNAÍ:>o:
*
«En Camboya, dos millones de personas han-.sido expulsadas
de la capital y deportadas al. campo sin esperanzas de avitua­
llamiento o de alojamiento; uná forma de masacre frecuent.e en la historia de la Unión Soviética, en la que hubo treinta millo­
nes de víctimas.
>En Vietnam, donde reina provisionalmente el régimen de la
sonrisa,
es.te procedimiento no

podrá
ser aplicado hasta

el mo­
mento en que tod.os-Ios periodistas extranjeros hayan abandonado
el país. La mayoría han partido ya. No fueron expulsados, pero
se van por su propia cuenta. El primer avión que partió de
Saigón después de la capitulación iba lleno de periodistas. La prensa, la radio, la televisión no muestl'an interés cuando los no
comunistas no -hallan en necesidad. Por eso el próximo baño de
sangre

en
el Vietnam pa1Brá ·en silencio, a&Í como la desespera­
ción que ya se ha adueñado del pueblo traicionado.
»He leído esta desesperación en la . carta de un testigo ocular
extranjero: «Las imágenes que he contemplado quedarán graba­das en_ mí». A veces vuelvo a verlas en sueños y me despierto
con la garganta oprimida. Nunca jamás me quejaré de nada.
Sea cual sea mi suerte, será dulce al lado de lo que han vivido
algunos millones de vietnamitas y decenas de millares de nifios. No podré olvidar nunca la anguBtia reflejada en el rostro de los
desesperados, con su mirada petrificada,_ el sobresalto y el pánico
que los dominaba».
»Este pánico que despobló 108 pueblos y las ciudades a la
llegada de la& tropas colllunistae estaba j11Stificado por más de
veinte
afi.os de experienciu amargas: por los 600.000 cadáveres
sobre los cuales -Ho Chi Minh edificó el Vietnam del Norte rojo y por los 800.000 refugiados que han podido escaparse hacia
el Sur; por los 5.800 civiles· asesinados en Hu.e (en el curso de
un solo mes de ocupación por los comunistas en 196&); por los
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Fundaci\363n Speiro

2.000 refugiados ametrallados en la calle cerca de La Yang (el 29
de abril de
1972) ; por los baños de &angre del mes de· mayo de
1972 en Qwmg Tri, An Loe y Binh Dinh; y por las crueldades
que -han martirizado igualmente la última ofensiva comunista
hasta el día en que el ejército sudvietnamita abandonado por
América y por sus pl'Opios generales dejó de resistir.
»Un sacerdote éscribió respecto a la última fase de la agresión
roja: «En Tra _ On, la capital de la provincia de Binh Dinh, los
vietcong han obligado a los cristianos a demoler su nueva iglesia
parroquial; ellos tuvieron que denibar los muros a golpe& de
ariete
y
serrar las columnas. AJ derribar la iglesia, diez personas
perecieron
y más de un centenar re&ultaron heridas. En Vinh
Long, en el barrio d·e Nban Po, lOfl-norvietnamitas penetraron en
la
iglesia y lo destrozaron todo. El jefe se sentó sobre el altar
profiriendo las más
terribles hlufemias. Seguidamente, los

fieles
que no habían podido
escapar fuerón bárbaramente asesinados'',
Poseemos
decenas

de
documentos de este tipo

que revelan
las'­
atrocidades
de

la invasión
comunista, sistemáticamente silenciada.
»Estas atrocidades han provocado

el prohlem_a catastrófico de
los
refugiados, que es "resuelto" a

menudo de forma inhumana.
Como el problema de Lam
Minh Than., de veinte afio~ y de su
hermano p&quefio. Habían sido recogidos en alta mar por un
carguero japonés, Llegados a un puerto japonés,
los-muchachos
pidieron

poder
quedanie allí por(j_ue no

querían volver
nunca
más
a Vietnam. Fueron reenviados en el mismo barco. Lo mismo
sucedió en

Bangkok. Había
dos barcos en la h~ia con 600 re­
fugiados vietnamitas que no podían desembarcar. Los navíos
-, sólo fueron dotados de combustible Y· de víveres, a condición
de volver a
Saigón con los refugiado&».
Bl segundo lo tomamos de R. C., es decir RBINO DB CRISTO, de
septiembre 1975; Lo firma el misionero Higinio Arana S. l. y se titula
DEL VIETNAM "LIBERADO" POR LOS .COMUNISTAS:
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« Una foto del Vietnam del Sur muestra un juicio popular: un
joven de 23 años, reconocido anticomunista y dirigente, es sen­
tencia-do a

muerte
al aire libre y ejecutado en el acto delante
del pueblo.

Ha empezado el período de
sembrar el terror. Otra
foto muestra a los soldados del
ejército "liberador" liquidando
las
tiendas, de

los capitalistas:
joyerí~ relojerías, artículos de
lujo.
Otra., muestra desfiles políticos atacando

el
"imperialismo
amerieano"",
la "cultura reáccionaria" ..• Otra, muestra a los ofi­
ciales y

empleados del
gohienio haciendo "sus confesiones." si
quieren

continuar en
Bus puestos con el ·nuevo régimen: segui-
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rán o se les .liquidará, no según el número de "pecados", sino
según su .sincero "lavado de cerebro". Las fotos prueban que el
comunismo del Vietnam e& el mi.smo que el de R118ia, que el de
España,
que el de China ...
»Es
verdad que en mayo, el domingo 4, en la catedral de
Hanoi aún hubo misa, a_ la que asistieron unos 2.500 católicos.
También ea cierto que se dan SO seminaristas en el seminario de
Harioi. No quiere
decir eso que los católicos tienen libertad con
el comunismo. La explicación es sencilla: Los comunistas no se
han metido "aún" del todo con la religión.. El pdmer blanco del
ataque comunista es siempre el ejército y SUB oficiales, con los
gobernadores civUea; el segundo blanco son los ricos y los in­
telectuales; sólo entonces, cuando el pueblo no tiene quien le
dirija, empiezan a destruir la religión y cambiar en cuanto pue­
den la cabeza del pueblo~
>Con
todo, antes del primero de mayo de este año, las dos
terceras parte¡ de las iglesiaa del Norte estaban o cerradas o dea.­
trui.das. Según el pacto del 21 de julio de 1954, los comunistas
del Norte prometieron dejar :mare'har a todos los ciudadanos
que quisieran ir al Sur. Pero emplearon to·da clase de medios
para impedir que se marma&en loer que ellos querían. Prohibieron
a

los camiones transportar
refugiados; permitían
marchar
al Sur
a todos los miembros dé una familia, excepto uno; despedían
"a tiros"
a los barcos que huían hacia el Sur. El P. Patrick O'Con­
nor, que
entonces se

encontraba
en-Vietnam, pudo
hablar con los
mismos refugiados y recoger sus impresiones. Fueron unos
800.000
los que en aquella semana huyeron al Sur, pero no todos
lo hicieron legalmente porque dos comunistaa sólo dieron per­
miso a unos 30.000. El ·p. O'Connor Pudo llegar a la conclusión
que huían
del comunismo pon¡ue lo conocían: habían experi­
mentado el terror comunista.
»Este año, ante el avance del ejército comuni&ta, hubo otra
avalancha de refugiados. Sabían que en la reforma agraria del
Norte, -llevada a cabo
los. añ.os 1955-56, unos 50.006 propietarios
fueron fusilados en sus propias_aldeu. Los ·campesinos fueron
obligados a entregar sus tierra-s

al Gobierno, que lo
controla por
medio

de
"coPPerativas'".
»El año 1968 los comunistas ocuparon _ Bue. Después de 25
días tu.vieron .que retirarse ante la ofensiva del Gobierno del
Sur. En ese espacio de tiempo más de 3.000 persónae desaparecie­
ron. Después de la huida de los comunistas se encontraron fosas
comunes ·
donde se reconoci'eron unos 2;800 cadáveres, atados

de
pies y manos con alambres, y, a juzgar por la expresión, algunos
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fueron enterrados vivos. El mundo se pregunta por qué huyen
del
comtlb.iemo, La respuesta es sencilla: porque lo conocen».
11. Los COMUNISTAS Y LA T ÁCTJCA DE LA SOCIAL-DEMOCRACIA JUZGADOS
DBSOB "PRAVDA0

En el articulo publicado en 'el seminario barcelonés DESTINO, nú~
mero 1976, del 14 al 30 agosto 1975, aperecíó el articulo DE Moscú PARA
LOS PARTIDOS COMUNISTAS DE OCCIDENTE, en el cual su autor Josep Verde
i Aldea' plantea· así el tema enunciado:
«El sefior Zarodov, miembro del Comité Ceri.tral del P. C.
soviético, ideólogo redactor jefe de la revista internacional de los
partidos
comunistas "Problemas rle la paz y del socialismo", pu­
blicó
el
pasado día 6, en el diario moscovita "Pravda", un tra­
bajo titulado "La estrategia
y la táctica leninista de la lucha
revolucionariá". Dado
que algunos partidos comunistas en Occi­
dente se hallan en plena fue de intentos de unión con otros
partidos de
izquierda, o no tan de izquierda. como es el caso
italiano del "compromiso histórico" con la Democracia Cristiana, al tiempo que
algunos partidos

del Este
-como los

de Polo­
nia, Hungría y Rumanía, para no hablar de Yugoslavia-marcan
algunas diStancias
con las posiciones clásicas soviéticas., el artícu­
lo de Zarodov ha tenido una fuerte difmión y ha. suscitado ya
alguna reacción. negativa cómo la del secretario general del PC
francés, Georgea Marchab. Como

sea que el texto soviético con­
tiene elementos.
que, a m_i entender, resultan básicos en la con­
cepción
marxista-1enini,sta, y-en la praxis política hi-stóriea de
los partidos comunistas, bien vale la pena dedicar estas líneas
tanto al contenido
_del artículo como a aquellas primeras reac­
ciones>.
La cuestión gira entre DEMOCRACIA y DICTADURA DEL PROLETARIADO:
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«Zarodov ha escrito su artículo como análisis, actualizado,
del libro de Lenfu "Las dos tácticas de la social-democracia en
la revolución democrática" que, publicado en 1905, én el mo­
mento de la
primera revolución rusa, cumple, pne-s, los setenta
años. El texto de

Zarodov,
a-poyado por tanto

en Lenin,
estable­
ce unos "punti fermi" que ·aquí pueden resumirse en i:res prin­
cipiOfl capitales:
l.• La auténtica revolución arranca de ·la dictadura del pro­
letariado.
Fundaci\363n Speiro