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Número 229-230

Serie XXIII

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Juan Sáinz Barberá: La verdad de España en América

INFORMACION BIBLlOGRAFICA
de su hipócrita misión, sino para la socied'1(1 que, o bien no los
contempla,

o los observa en la cara de su eclipse total o parcial.
Es esta tetceta parte, por su acuciante actualidad
y por la
temática poco común de su tratamiento, la que
puede resultar
más

chocaote. Se hace un repaso minucioso por las redes
que
atenazan y atesoran el poder, que son correas de transmisión
entre el «ombligo» central del poder y los poderes que hemos
dado en llamar oficiales. Vemos como crestas coronadas
o. pre­
sidentes

electos se pliegan
y rinden vasallaje a esos «supetiores
desconocidos» que manipulan el plan, que dan las consignas, que
maotienen en su maoo la batuta del concierto mundial. Nos
re­
ferimos a esas organizaciones tan· poco _ conocidas en sus interio~
ridades y a veces tao distorsionadas de sus reales y auténticos
objetivos,

como pueden ser la masonería, los
bilderberg, la tri-.
lateral, el Consejo de relaciones exteriores, Pugwash, el
Insti­
tuto

Atlántico y taotos otros tentáculos que, con una apariencia
espontánea, son entidades calculadoras·
y con un tinte «huma­
nitario»

constituyen un elemento nocivo por su servidumbre a
intereses nefastos e inconfesables.
Y he dejado para el
final lo que podría ser el grao descu­
brimiento de la obra. En su más alta cota, viendo el mundo a
vista de pájaro, controlaodo a todas las organizaciones auxilia­
res como hidras centenarias de cabezas, flotaodo debajo del agua
como gigantescos ioebergs, se encuentra el pueblo «elegido»
«me­
siánico» y «deicida» para esclavizar en su provecho a toda la
humanidad.
JosÉ Lurs JEREZ RIESGO.
luan Sáinz Barberá: LA VERDAD DE ESPAil EN AMERICA
(*)
Un libro más de Sáiz Barbetá que parece haberse propuesto
la ardua tarea de editar un libro por año. Y, como todos los
suyos, también es, éste, fogoso y apasionado. América, ese gran
continente que los españoles rescatamos para la fe y la civiliza­
zación es ahora
el campo de sus preocupaciones, iniciadas ya con
su obra aoterior,
España y la idea ·Je la Hispanidad.
Parte de la constatación del abaodono en que España tiene
hoy a aquellas patrias
hetmanas, fruto
codiciado para otras na­
ciones que les dedican mucho más esfuerzos que nosotros.
(º) Madrid, 1983, 460 págs.
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Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
El estilo .de Sáiz Barberá, tan afici9nado a acumular textos que

corroboren sus tesis; aflora de nuevo prácticamente en
fo. das las páginas de este libro. La primera impresión del lector
es de sorpresa y aun de
cieriO disgusto,
pues podría parecer que
se nos
ha engañado con el libro y ·que éste no es "más que una
antología de citas relacionadas con el·
tema. Pero
conforme se
adentra uno en la lectura comprende que no. Las citas son apo­
yos de autoridad al
pensamiento del

autor, que sintoniza ab­
solutamente
fün lo que han dicho ilustres pensadores que le pre­
cedieron en la historia.
¿Podrían ser
menos en cantidad
y; sobre
todo, en extensión? Ciertamente. Pero debe respetarse el de­
recho del autor a trazar la arquitectura
de su libro.
Por la
naturaleza del

tema elegido hay mucho en esta obra
de relato histórico. No podría ser
de otra

manera si se quiere
hablar de
la verdad de España en América. Y, así, se dedican
muchas páginas a referir la obra
civilizadora de
nuestra patria
en aquel continente. Pero, como se ha dicho, son textos de autoridades lo que
constituye
la médula del libro: Menétidez Pelayo, Maeztu, Sán­
chez Albornoz,

Garda Villada,
Garda Morente, Ruhén, Garda
Sanchíz,

Vasconcelos ... Muchos de ellos son muy conocidos,
otros
.lo son

menos.
Siempre es
un gozo releerlos o abordarlos
por
primera vez.
El corpus americano de nuestro mejor pensamiento es riquí­
simo y

resulta imprescindible para cualquier toma de posición
que hoy se quiera hacer. Sáiz Barberá ha recogido muchos de esos textos
fundamentales. Aunque

sólo fuera por ello, la lec­
tura del
líbro que

comentamos es de gran utilidad.
Y una punn:uuización al prolc,guista, del que deliberadamente
omitimos el
nombre, El
Herrera Oria citado no es el que más
tarde fue cardenal sino
su· hermano

Enrique, autor de
España es mi maáre. ·
FRANCisco JoSÉ F'ERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
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