Índice de contenidos
Número 265-266
Serie XXVII
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Una lectura metafísica de la encíclica Sollicitudo rei sociales
-
Revolución del 68: veinte años
-
Precisiones acerca de la palabra jansenismo
-
Perversión y conversión. Especial consideración de las religiosas
-
El liberalismo y la Iglesia española. Historia de una persecución: Antecedentes: III. El reinado de Carlos IV (I)
-
Un libro mártir
-
- Actas
-
Información bibliográfica
-
Francisco Canals Vidal: Sobre la esencia del conocimiento
-
Maria Adelaide Raschini: Prospettive rosminiane
-
Pier Paolo Ottonello: Strutture e forme del nichilismo europeo
-
General Jean Delaunay: La foudre et le cancer
-
Salvador Abascal: Tomás Garrido Canabal: sin Dios, sin curas, sin Iglesias
-
Fernando Rivera Barroso: Año 2000
-
- Crónicas
Autores
1988
Fernando Rivera Barroso: Año 2000
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
sobre !turbe y sus inmed_iatas y penosas consecuencias, constirui
rían una extraordinaria historia de Méjico), Madero, la Constitu
ción de 1917, que es
la lacra que el Méjico católico tendrá que
borrar
algún día para ser la gran nación católica que la Guada
lupana
y el heroísmo cristero exigen, y ahora Garrido Canabal,
que
es pretexto para ocuparse de unos años especialmente trá
gicos de la historia de Méjico
sobre_ los que sin duda volverá
al ocuparse de Cárdenas. __
Y a quisiera España contar con una historia de sus dos últi
mos siglos como
la que Abasca] escribió de su patria desde el
bando
católico_ que, generalmente, abandonó este sector a los ene
migos de la Iglesia.
Garrido Canabal
es para Abascal, como decimos, el hilo con
ductor para introducirse
en esos años agitados en los que la ma
sonería y la revolución terminaron de consolidar su dominio so~
bre Méjico. Pudo haber elegido otro personaje, ciertamente, pero
éste vale perfectamente para su propósito.
De familia pudiente,
esrudiante cuando
la revolución carrancista, será el revolucionario
por excelencia en Taba seo, cifrándose su programa en el trilema:
«Sin Dios, sin curas, sin ·iglesias». No es necesario comentar más.
Esos tres postulados se encierran en uno. El odio al catolicismo.
Poco consiguió, pese a sus sanguinarias campañas. Lázaro Cár
denas, el triunfador final, no quería a Garrido y menos
lp quería
en Méjico. Avila Camacho le permite el regreso. Garrido
Canabal
no quiere pasar por su Tabasco en el cual la religiosidad del _pue
blo vuelve. a levantar las iglesias que él des.t:ruyó. También esta
ba bastante de vuelta Garrido de sus ideas 4omunistas. O, al me
nos, eso manifestaba.
Uno de sus hijos se llamaba _Lenin. Tuvo especial empeño
en morir fuera de
la Iglesia. Pero su obra fue un inmenso fra
caso. Méjico sigue siendo católico: Con Dios,
con curas y con
iglesias.
FRANCISCO JosÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA
Femamlo Rivera Barroso: Ail
. · Fernando Rivera es el Gerente General de Ediciones Promesa
de México, dedicada a la propagación del pensamiento católico.
Recientemente,
patrocinada por FUNDICE, entidad de similares
fines,
de. fa que Rivera es vocal de difusión, le ha publicado un
libro titulado
Año 2000, en el que pronostica, según figura en la
(*) Ediciones Promesa, México, 1988.
866
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
portada, que en el tercer milenio, que se acerca, el mundo será
de. Cristo. En apoyo de su asert.o cita varios párrafos pontificios,
como el siguiente: «El tercer milenio del cristianismo está
ya a
las puertas. Que el alba de este nuevo milenio
se encuentre con
una Iglesia que ha hallado su plena unidad» (Juan Pablo
II.
Homilía en la catedral del Espíritu Santo en el Fauar, durante
la visita al Patriarca Dimitri I, el 29-30 de noviembre de 1979}.
Sentimientos compartidos por el expresado Patriarca el 17 de
junio de
1980 en que manifiesta su pretensión de «ace,lerar la
llegada de ese santo y glorioso día deseado por . todos en el que
concelebremos en plena comunión»
(L'Osservatore Romano, 3-8-
80 ). Pajabras similares a otras intercambiadas en visitas posterio
res
con interlocutores igualmente pertenecientes a la Iglesia Or
todoxa. El camino será el ecumenismo, relanzado por el Concilio
Vaticano
II, movimiento irreversible, según palabras de Juan Pa
blo
II, y que aspira a la «plenitud de comunión en una unidad
visible y orgánica» (En su visita a
Nueva Zelanda, el 30-11-86 ),
Para allanar este camino, ya Pablo VI y el Patriarca Atenágoras,
levantaron las recíprocas condenas de las dos Iglesias. Será, a
juicio de Rivera,
la civilización del amor, basada en la sentencia
Ama y haz lo que quieras.
La obra, .de· unas 150 páginas, se divide en cinco capítulos y
contiene numerosos cuádrOs· y --estadísticaS sobre· 1a situación ac
tual de la Iglesia en diferentes partes del mundo, así como varioo
apéndices con citas religiosas, especialmente textos pontificios.
Pese al sombrío panorama que presenta el mundo contempo
ráneo y hasta la misma Iglesia después del Concilio Vaticano It,
en la que a veces parece observarse una . verdadera autodetnoli
ción, al haber penetrado en ella el hu11¡0
presiones de Pablo
VI, que tanto sufrió 'por tal situación, Rivera
procura a todo trance encontrar motivos alentadores y de
espe
ranza, apoyándose en textos del Concilio citado y en hechos que
interpreta crin visión optimista.
Los textos principales aludidos son la Apostolicam Actuosita
tem,
la Gaudium et spes y las normas específicas del Sínodo so
bre los laicos de 1987.
Entre los hechos, la intensificación del ecumenism~, el diálo
go con los diferentes grupos cristianos, con lo.s judíos, con lós
musulmanes, con los ateos, etc., alabando la evangelización pro
testante y el encuentro de
Asís~
Las razones de nuestra_ esperanza., las encuen,tra en . la 5:angre
de numerosos mártires modernos y en la obra del Espíritu Santo
que actúa sobre los hombres.
867
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOG.RAFICA
He aquí algunos párrafos:
«La vivencia auténtica del . Islam dará a la civilización del
amor la bondad del aprecio por el ayuno corporal, de · 1. pruden
cia frente al alcohol y la disposición hacia la austeridad. La re
ligiosidad musulma1)a monoteísta nos dará su piedad y su concep
to práctico de sacralidad en
la sociedad. Estos valores al cris
tianizarse o ser integrados a la civilización de! amor, ennoblecerán
la alabanza que recibirá Dios en esta próxima era de la huma
nidad»
... «En China también. opera el Espíritu Santo. Lo haoe
~iempre, como en todos los pueblos paganos o cristianos», elo
giando á continuación la· moral. natural de Coilfuicfo, sobré-el
que dice: «Confucio triunfará, la benevolencia será .caridad y el
mundo de gran armonía será la civilización del amor» . : . « lJna
mención particular
es debida al Tibet y su Dalai-Lama, exiliado
en
la India. Pese a su persecución y adoctrinamiento oficial con,
tra. el budismo, esta llama de espiritualidad no. ha sido apagada
por el chino comunista invasor». En Corea
el crecimiento del
catolicismo es no
fa ble, y en Japón, lento pero eficaz .. . «En la
India'
vemos· una civilización que mantiene una memoria y un
sentido' de continuidad
de inás de 50 siglos y que, en frase_ de
Pablo VI
ha buscado a Dios con deseos insaciables»; consideran
do' a Gandhi como una intromisión de la Providencia, «por el
que brilla más la vida de las religiosas de· la madre Teresa de
Calcuta, cuya labor, entre los más pobres de los pobres habría
encontrado mucha mayor
diffouliad sin el trabajo previo de ablan
damiento que
Gándhi. ejerció sobre el rigor indú» . . . «Norte
américa aportará a . la civilización del amor su capacidad de in
ventiva científica y tecnológica, .su expetiericia en el conjuntar
nacionalidades diversas sin que pierdan su fisonomía, y dará apo
yo táctico al avance práctico de la nueva era».
No hay duda de que lo bueno es elogiable en cualquier parte
· que se encuentre. Como afirmaba un célebre filósofo judío me
dieval espafiol -Doll'l Sem Tob ,de (:arrl6n-«non vale el azor
menos · porqu, vil ,nido siga, ni los exemplos buenos porque ju-
dío los diga». · ·
N~~ralmente, Riverl: no propugna, como expresamente dice,
liri .. sincretismo. religioso, sino que desea la unidad en el seno de
la Iglésia Católica,' mediante una eficaz evangelización, encontran
do éohdiciones favorables para la misma en el aumento reciente
que observa en las
vocaci.ones religiosas. ·
Pero . un desproporcionado afán
ecumenista y
la tendencia a
exresivas cohcesiones con desmesur8das alabanzas prácticamente
indiscriminadas a lo ajeno que a veces pareoe que implican un
868
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
tácito menosprecio de lo propio, es peligroso, sobre todo, con
carácter general
y popular, si no se toman las debidas precaucio
nes, pues presenta un parecido superficial o
externo en cualquier
expresión de espiritualidad o transcendencia, lo que fácilmente
mnduce a una equiparación de todas las religiones que pronto
lleva a elegir la
más cómoda, después a elaborar una a la me
dida de los propios gustos o preferencias y por. último al indife
rentismo y ateísmo práctico. ·Ett la práctica,. así Vemos :CJ.ue" ocurre.
Y en un plano más teórico, sirvan .de ejemplo las supuestas apari
ciones en Medjugotje (Yugoslavia), en que los pretendidos vi
dentes manifiestan que la
Virgen les dice que es .indiferente
cualquier religión con tal que se alabe a . Dios y .se procure. hacer
el bien. Han suscitado fuerte polémica, siendo. r"!'hazadas por
la jerarquía eclesiástica.
·
Estamos seguros de ·que no es este el criterio de Rivera.
G;A.C.
869
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sobre !turbe y sus inmed_iatas y penosas consecuencias, constirui
rían una extraordinaria historia de Méjico), Madero, la Constitu
ción de 1917, que es
la lacra que el Méjico católico tendrá que
borrar
algún día para ser la gran nación católica que la Guada
lupana
y el heroísmo cristero exigen, y ahora Garrido Canabal,
que
es pretexto para ocuparse de unos años especialmente trá
gicos de la historia de Méjico
sobre_ los que sin duda volverá
al ocuparse de Cárdenas. __
Y a quisiera España contar con una historia de sus dos últi
mos siglos como
la que Abasca] escribió de su patria desde el
bando
católico_ que, generalmente, abandonó este sector a los ene
migos de la Iglesia.
Garrido Canabal
es para Abascal, como decimos, el hilo con
ductor para introducirse
en esos años agitados en los que la ma
sonería y la revolución terminaron de consolidar su dominio so~
bre Méjico. Pudo haber elegido otro personaje, ciertamente, pero
éste vale perfectamente para su propósito.
De familia pudiente,
esrudiante cuando
la revolución carrancista, será el revolucionario
por excelencia en Taba seo, cifrándose su programa en el trilema:
«Sin Dios, sin curas, sin ·iglesias». No es necesario comentar más.
Esos tres postulados se encierran en uno. El odio al catolicismo.
Poco consiguió, pese a sus sanguinarias campañas. Lázaro Cár
denas, el triunfador final, no quería a Garrido y menos
lp quería
en Méjico. Avila Camacho le permite el regreso. Garrido
Canabal
no quiere pasar por su Tabasco en el cual la religiosidad del _pue
blo vuelve. a levantar las iglesias que él des.t:ruyó. También esta
ba bastante de vuelta Garrido de sus ideas 4omunistas. O, al me
nos, eso manifestaba.
Uno de sus hijos se llamaba _Lenin. Tuvo especial empeño
en morir fuera de
la Iglesia. Pero su obra fue un inmenso fra
caso. Méjico sigue siendo católico: Con Dios,
con curas y con
iglesias.
FRANCISCO JosÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA
Femamlo Rivera Barroso: Ail
de México, dedicada a la propagación del pensamiento católico.
Recientemente,
patrocinada por FUNDICE, entidad de similares
fines,
de. fa que Rivera es vocal de difusión, le ha publicado un
libro titulado
Año 2000, en el que pronostica, según figura en la
(*) Ediciones Promesa, México, 1988.
866
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
portada, que en el tercer milenio, que se acerca, el mundo será
de. Cristo. En apoyo de su asert.o cita varios párrafos pontificios,
como el siguiente: «El tercer milenio del cristianismo está
ya a
las puertas. Que el alba de este nuevo milenio
se encuentre con
una Iglesia que ha hallado su plena unidad» (Juan Pablo
II.
Homilía en la catedral del Espíritu Santo en el Fauar, durante
la visita al Patriarca Dimitri I, el 29-30 de noviembre de 1979}.
Sentimientos compartidos por el expresado Patriarca el 17 de
junio de
1980 en que manifiesta su pretensión de «ace,lerar la
llegada de ese santo y glorioso día deseado por . todos en el que
concelebremos en plena comunión»
(L'Osservatore Romano, 3-8-
80 ). Pajabras similares a otras intercambiadas en visitas posterio
res
con interlocutores igualmente pertenecientes a la Iglesia Or
todoxa. El camino será el ecumenismo, relanzado por el Concilio
Vaticano
II, movimiento irreversible, según palabras de Juan Pa
blo
II, y que aspira a la «plenitud de comunión en una unidad
visible y orgánica» (En su visita a
Nueva Zelanda, el 30-11-86 ),
Para allanar este camino, ya Pablo VI y el Patriarca Atenágoras,
levantaron las recíprocas condenas de las dos Iglesias. Será, a
juicio de Rivera,
la civilización del amor, basada en la sentencia
Ama y haz lo que quieras.
La obra, .de· unas 150 páginas, se divide en cinco capítulos y
contiene numerosos cuádrOs· y --estadísticaS sobre· 1a situación ac
tual de la Iglesia en diferentes partes del mundo, así como varioo
apéndices con citas religiosas, especialmente textos pontificios.
Pese al sombrío panorama que presenta el mundo contempo
ráneo y hasta la misma Iglesia después del Concilio Vaticano It,
en la que a veces parece observarse una . verdadera autodetnoli
ción, al haber penetrado en ella el hu11¡0
VI, que tanto sufrió 'por tal situación, Rivera
procura a todo trance encontrar motivos alentadores y de
espe
ranza, apoyándose en textos del Concilio citado y en hechos que
interpreta crin visión optimista.
Los textos principales aludidos son la Apostolicam Actuosita
tem,
la Gaudium et spes y las normas específicas del Sínodo so
bre los laicos de 1987.
Entre los hechos, la intensificación del ecumenism~, el diálo
go con los diferentes grupos cristianos, con lo.s judíos, con lós
musulmanes, con los ateos, etc., alabando la evangelización pro
testante y el encuentro de
Asís~
Las razones de nuestra_ esperanza., las encuen,tra en . la 5:angre
de numerosos mártires modernos y en la obra del Espíritu Santo
que actúa sobre los hombres.
867
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOG.RAFICA
He aquí algunos párrafos:
«La vivencia auténtica del . Islam dará a la civilización del
amor la bondad del aprecio por el ayuno corporal, de · 1. pruden
cia frente al alcohol y la disposición hacia la austeridad. La re
ligiosidad musulma1)a monoteísta nos dará su piedad y su concep
to práctico de sacralidad en
la sociedad. Estos valores al cris
tianizarse o ser integrados a la civilización de! amor, ennoblecerán
la alabanza que recibirá Dios en esta próxima era de la huma
nidad»
... «En China también. opera el Espíritu Santo. Lo haoe
~iempre, como en todos los pueblos paganos o cristianos», elo
giando á continuación la· moral. natural de Coilfuicfo, sobré-el
que dice: «Confucio triunfará, la benevolencia será .caridad y el
mundo de gran armonía será la civilización del amor» . : . « lJna
mención particular
es debida al Tibet y su Dalai-Lama, exiliado
en
la India. Pese a su persecución y adoctrinamiento oficial con,
tra. el budismo, esta llama de espiritualidad no. ha sido apagada
por el chino comunista invasor». En Corea
el crecimiento del
catolicismo es no
fa ble, y en Japón, lento pero eficaz .. . «En la
India'
vemos· una civilización que mantiene una memoria y un
sentido' de continuidad
de inás de 50 siglos y que, en frase_ de
Pablo VI
ha buscado a Dios con deseos insaciables»; consideran
do' a Gandhi como una intromisión de la Providencia, «por el
que brilla más la vida de las religiosas de· la madre Teresa de
Calcuta, cuya labor, entre los más pobres de los pobres habría
encontrado mucha mayor
diffouliad sin el trabajo previo de ablan
damiento que
Gándhi. ejerció sobre el rigor indú» . . . «Norte
américa aportará a . la civilización del amor su capacidad de in
ventiva científica y tecnológica, .su expetiericia en el conjuntar
nacionalidades diversas sin que pierdan su fisonomía, y dará apo
yo táctico al avance práctico de la nueva era».
No hay duda de que lo bueno es elogiable en cualquier parte
· que se encuentre. Como afirmaba un célebre filósofo judío me
dieval espafiol -Doll'l Sem Tob ,de (:arrl6n-«non vale el azor
menos · porqu, vil ,nido siga, ni los exemplos buenos porque ju-
dío los diga». · ·
N~~ralmente, Riverl: no propugna, como expresamente dice,
liri .. sincretismo. religioso, sino que desea la unidad en el seno de
la Iglésia Católica,' mediante una eficaz evangelización, encontran
do éohdiciones favorables para la misma en el aumento reciente
que observa en las
vocaci.ones religiosas. ·
Pero . un desproporcionado afán
ecumenista y
la tendencia a
exresivas cohcesiones con desmesur8das alabanzas prácticamente
indiscriminadas a lo ajeno que a veces pareoe que implican un
868
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
tácito menosprecio de lo propio, es peligroso, sobre todo, con
carácter general
y popular, si no se toman las debidas precaucio
nes, pues presenta un parecido superficial o
externo en cualquier
expresión de espiritualidad o transcendencia, lo que fácilmente
mnduce a una equiparación de todas las religiones que pronto
lleva a elegir la
más cómoda, después a elaborar una a la me
dida de los propios gustos o preferencias y por. último al indife
rentismo y ateísmo práctico. ·Ett la práctica,. así Vemos :CJ.ue" ocurre.
Y en un plano más teórico, sirvan .de ejemplo las supuestas apari
ciones en Medjugotje (Yugoslavia), en que los pretendidos vi
dentes manifiestan que la
Virgen les dice que es .indiferente
cualquier religión con tal que se alabe a . Dios y .se procure. hacer
el bien. Han suscitado fuerte polémica, siendo. r"!'hazadas por
la jerarquía eclesiástica.
·
Estamos seguros de ·que no es este el criterio de Rivera.
G;A.C.
869
Fundaci\363n Speiro