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Número 271-272

Serie XXVIII

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Teología del poder. (Palabras en el acto litúrgico final). [XXVII Reunión de amigos de la Ciudad Católica]

En esta batalla decisiva, los españoles somos elementos im­
portantísimos, porque
es en nuestra Patria donde Satanás está
desatando todos sus odios contra
los hijo, de la Inmaculada,
porque ha sido en nuestra Patria donde la Virgen Santísima de
Fátima se apareció (Pontevedra), pidiendo a sus hi¡os la prác­
tica devota de los Primeros Sábados para reparar los pecados
que se cometen contra su Inmaculado Corazón; JI en TúJI don­
de prometió que Rusia . se convertirá si se reza 4evota JI cons­
tantemente el Santo Rosario. La Virgen di¡o a San Anonio Ma,
ria Claret: «En el Rosario está cifrada la salvación de tu Pa­
tria». Vamos a salvar a nuestra Patria: pero para que Espáña
entera pueda saborear el triunfo, media España tiene que estar
de rodillas
... rezando el Santo Rosario. ¡Ha llegado la hora de
salvar a España, al mundo hispano JI al mundo entero! ;Ha lle'
gado la hora de ser todos apóstoles del Rosario!
M. MARTfNEZ CANo
TEOLOGIA DEL PODER {PALABRAS EN EL ACTO LITÚRGICO
FINAL).
P()R EL
R. P. V1CT0RIN0 RonRfGUEz, O. P.
Al llegar, Señor, al final de estas ¡ornadas de reflexión sobre
el poder, queremos hacer un examen breve, pero en profundidad,
sobre el poder que tenemos JI el poder que padecemos, sobre el
poder que ejercemos .o descuidamos. ·.
1.-Sabemos, Señor, que todo el poder viene de Ti (Jo. 19,
11 ), Dios todopoderoso, JI ti damos gracias por hacernos partíci­
pes de él para vivir, movernos y existir (Act. 17, 28).
2.-Sabemos que a los creyente, nos has dado poder llegar
a ser hi¡os de Dios (Jo. 1, 12) y tenemos conciencia, como San­
tiago y San Juan, de que «podemoo» compartir contigo el cáliz
de la redención (Me. 10, 39}.
3.-En primera y última instancia y siempre es firme el poder
de nuestra esperanza teologal, anclada en la omnipotencia miseri­
cordiosa
de Dios y en la intercesión de nuestra Madre, ,;Mater
spei»,
«Virgo potens», «Auxilium christianorum». Nuestra opti­
mismo
no es de facilidades, sino de obstáculo, superables: «Todo
lo puedo en Aquel que me conforta» (Flp. 4, 13 ).
4.-Sabemos que nuestro espíritu y nuestras facultades, vi­
gorizadas por la gracia JI las virtudes, son nuestro principal poder,
JI a él se ordenan, en el plan de Dios, los poderes sociales y po-
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llticos .e incluso los poderes de la Iglesia: «Se me ha dado todo
poder
... Id, enseñad, bautizad . . . el. que crea se salvará» (Me.
16, 16).
5 . ..-Como pensadores católicos, atentos al magisterio de la
Iglesia, sabemos muy bien que la teologia del poder señala a éste
dos
limites: el de la autosuficiencia o autonomia absoluta o en­
diosamiento del poder, implicito en el absolutismo monárquico o
democrático, y el
.de .la insuficiencia, de¡adez o .desgobierno del
ethos liberal. Gobernar según Dios es conducir a personas en su
vida social, al bien común, de cara al bien trascendente; no es
despreocuparse de la ;usticia y honestidad pública, de los deberes­
derechos de los
ciudadanos y de la coerción del libertina¡e en la
calle .o en los medios de comunicación social, en competencia des­
moralizadora.
6.-Sabemos que la autoridad y el e;ercicio del poder son, a
todos los niveles (familiar,
social, politico, eclesial) y en todos los
órdenes ( natural y sobrenatural) buenos e indispensables
para la
perfección del hombre; y también sabemos, y los sentimos más,
que el abuso del poder, por exceso o por defecto o por desviación,
ha sido una constante en la historia de la Humanidad; mal del
que
Tú sabes sacar bien, como de la cruel persecución sacas la
gloria del martirio, de la muerte en la cruz resultó el Sacrificio
Eucarístico)· en un ambiente anticristiano haces florecer la virtud
más o menos compartida y expresada.
7.-Sabemos también, Señor, que en una situación politica
adversa a la práctica de la vida cristiana, no podemos sentirnos
excusados de traba¡ar por el reinado social de Cristo, mientras
tengamos a nuestro
alcance la palanca de la oración, los méritos
de
una vida santa y los recursos sociales de poderes fácticos ho­
nestos y operativos, las corporaciones intermedias confesionales y
reuniones estimulantes como las de la Ciudad Católica.
8.-Te damos gracias, Señor, porque durante este año «Spei­
ro», que es siembra,
ha fructificado en siete vidas llegadas a buen
término: Germán
Alvarez de Sotomayor, José Antonio García de
Cortázar, Sebastián Mariné, Joaquin de la Concha, Luis Victoria,
Javier Bocanegra y Manuel
Gómez. Que ellos intercedan por no­
sotros, como nosotros hemos pedido por ellos.
9.--Gracias, finalmente, porque
has velado por el honor de
tu Madre y nuestra
Madre en la celebración de la Fiesta de la
Inmaculada, en torno a la cual se vienen programando las reu­
niones de amigos de la Ciudad Católica.
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