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Número 433-434

Serie XLIII

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Recuerdo de mis vivencias del Cardenal Karol Wojtila y con S. S. Juan Pablo II

RECUERDO DE MIS VIVENCIAS
DEL CARDENAL KAROL WOJTILA Y CON
S.S. JUAN PABLO
II
POR
JUAN BMs. VAUET OE GoYTISOLO
Fundación Speiro y quienes colaboramos en la revista Verbo
sentimos la muerte de S.S. el Papa Juan Pablo II, el Buen pastor
de la Iglesia
en estos últimos veintisiete años, como una pérdida
inmensa en este mundo no sólo para su rebaño,· sino también
para muchas ovejas que estando fuera de su redil han recibido
sus llamadas llenas de amor.
En esta ocasión,
no quiero dejar de rememorar, en estas lí­
neas, mis' vivencias de las dos veces en que tuve la inmensa ale­
gría de verle y oírle: la primera, en Génova, siendo .el Cardenal
de Cracovia Karol
Wojtila, y la segunda, en el Vaticano, en la
audiencia
que nos concedió, siendo el papa Juan Pablo ]], con
ocasión de haberse cumplido 25 años de la aparición del primer
número de
Verbo.
Del .8 al 15 de septiembre de 1976, se celebró el Congreso
Internacional Génova-Barcelona
sobre el tema Teoría-Praxis.
Yo.estuve en.Génova aunque no en Barcelona. Allí, lo que más
me impresionó fue precisamente el Cardenal Wojtila: Le escuché
su discurso
Teoría-praxis: un tema humano y cristiano, que me
admiró; su prestancia sencilla y su piedad me _ atrajerori1 y su
sentido práctico me convenció de su in\eligencia directa e in­
mediata. En el discreto hotel
donde nos alojábamos los congresistas,
residía también el Cardenal
de Cracovia. A la hora del almuerzo,
Verbo, núm. 433-434 (2005), 191-193. 191
Fundaci\363n Speiro

JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
solía llegar algo más tarde, ya comenzado aquél. Yo con mi mujer
y generalmente con el profesor Ángel González
Alvaiez nos sen­
tábamos
en un extremo del comedor, y el Cardenal, cuando lle­
gaba vestido como le correspondía, acompañado de su fatniliar y
procurando
no llamar la atencióp., se detenía unos instantes de
pie ante su mesa para bendecirla.
El Congreso tuvo también, demás
de su función teórica y
doctrinal, otra función operativa, la fundación de la
Societá Inter­
nazionale Tommaso d'Aquino,
S.I.T.A. Recuerdo que mientras
los monseñor~s i~alianos divagaban, el Cardenal con poquísitnas
palabras indicaba la solución más sencilla y eficaz.
Tanto me gustó
su ponencia inaugural que le pedí a nuestro
inolvidable Padre Victorino
Rodríguez que nos facilitara su pu­
blicación
en Verbo y, gracias a él, se consiguió, apareciendo en
el número 261-262 de enero-febrero 1988 (págs. 1191-1204) con
una nota _explicativa de su traductor, el 1nismo P. Victorino Rodrí­
guez, O.P.
Concluído el Congreso comenté a mi tnujer que para la
Iglesia sería maravilloso tener por Papa al Cardenal Karol Wojtila.
No recuerdo cuánto tiempo después, volviendo del norte de Italia
-tampoco recuerdo con qué ocasión---, en pleno vuelo nos die­
ron la noticia de qui, el Cónclave, reunido a la muerte de Juan
Pablo I, había elegido papa al Cardenal Karol Wojtila, Mi mujer
me dijo entusiasmada: "el que tu querías".
Años después, al cumplir sus primeros veinticinco aiios la
revista Verbo, acordamos obsequiar a Su Santidad el Papa Juan
Pablo II con una colección de los números publicados, encua­
dernada
en otros tantos tomos. Para ello, por mediación del
Cardenal primado, Don Marcelo González Martín, solicitamos
audiencia privada con el Romano Pontífice que nos fue concedi­
da para el 9 de diciembre
de 1987. Tuvimos el honor y el gozo
de asistir a ella
-citados por orden alfabético de apellidos-:
María Ángeles Badía, Gonzalo Cuesta, Estanislao de Kotska
Cantero, Augusto Díaz Cordovés, Begoña García Conde, Manolo
Gómez,
Luis González Iglesias, Juan José Morán, Luis María
Sandoval;
mi mujer María Teresa Regí Ribas y yo que finno esta
nota recordativa.
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MIS VIVENCIAS DEL CARDENAL KAROL WOJTILA Y CON SU S.S. JUAN PABLO ll
El número 261-262 de Verbo publicó una breve reseña del
acto,
una fotografía, la carta de S.S. Juan Pablo II a Verbo y otra
de
su Secretario de Estado al Director de Editorial Speiro, que
hemos reproducido inmediatamente antes de estas líneas de
recuerdo, con otra fotografía de aquel acto.
Juan Pablo II ha estado siempre presente en las páginas de
Verbo, como revista que ésta es de formación cívica y de acción
cultural según el derecho natural y cristiano. Por ello no han
podido faltar ni han faltado estudios y reseñas de sus enc!clicas
más relacionadas con esta temática. Sólo
citaré, núm. 199-200 La
encíclica "Laborem exercens" en la tradición de la doctrina
social católica;
263-264, La encíclica "Sollicitudo rei socialis" ante
el desarrollo sin solidaridad,
y núm. 297-298, La encíclica "Cen­
tesimus annos" en la tradición de la Iglesia, EJplicada a "cosas
nuevas".
¡Que, desde el cielo, Juan Pablo II nos oriente y guíe para
que cumplamos lo mejor posible
la misión a la que nos. hemos
dedicado!
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