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Número 437-438

Serie XLIII

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Gregorio Sánchez Doncel: La verdad histórica del Islam de ayer y de hoy

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una "biografía" del diario que a la de quien fue su dueño. Y
tampoco tanta cita nos permite conocer lo que · supuso tan
importante publicación sino solamente la respuesta del perió­
dico ante diversos
momentos políticos de unos días cargados
de acontecimientos.
Estamos, por tanto, ante un libro, ci.etj:amente de interés pero
de engañoso titulo. No vamos a decir que nada de José María de
Urquijo. No. Pero poquísimo. Debería haberse llamado "Política
y Religión en los últimos años de la Restauración y en la Segunda
República".
O algo parecido. Y nos deja con ganas de saber más,
mucho más, sobre quien fue
un extraordinario católico, entrega­
do a Dios
y al mejor servicio de la Iglesia.
Su asesinato
en San Sebastián, junto· a Víctor Pradera, otra
figura prócer
si bien con algunas divergencias con Urquijo, tuvo
no poco de venganza nacionalista, aunque no fueran éstos quie­
nes se mancharan las manos de _sangre.
FRANCISCO ]os~ F!lRNÁNDEZ DE LA QooJS!A
Gregario Sánchez Doncel: IA VERDAD HISTÓRICA
DEL
ISIAM DE AYER Y DE HOY<ºl
El libro goza de amplio calado y altos vuelos. El tema es apa­
sionante
y de una máxima actualidad. Es un libro informativo y
critico, que si no es neutral, es por querer analizar los hechos e:Q
plenitud. Sus contenidos pertenecen a la ciencia histórica y al
periodismo, a la divulgación teológica, a la crítica según el dere­
cho natural,
y a la pastoral católica.
En este libro, el doctor Sánchez
Doncel reúne las cuali­
dades del pulcro historiador, del serio investigador del islam
("') Madrid, 2004, 494 págs., 172 :x 240 mm. 20 euros. Pedidos al Aptdo.
(;arreos n.º 2009, 03013 Alicante.
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durante 12 años, y del buen conocedor de la actualida.d. Es un
sacerdote cuyo celo apostólico busca la salvación de todos y
cada uno.
El contenido del libro salió a la luz en once cuadernillos dis­
tribuidos gratuitamente a
un largo millar de lectores, bajo el seu­
dónimo
de Ali ben Alá. Ahora el autor desvela su nombre con sus
86 años a sus espaldas, reuniendo aquellos trabajos
en un volu­
minoso libro
muy bien impreso y con portada a todo color. Esta
génesis

explica
que el libro no dé la impresión de seguir un per­
fecto orden, así como algunas de sus reiteraciones, fruto también
de set un libro de letra viva, apologética y misionera.
Estamos ante
una obra muy meditada y sincera, matizada y
clara., que presenta el problema sin tapujos y en su raiz. Ello
quizás se deba a varios aspectos: l.º Al procedimiento de entre­
gas
en cuadernillos que ha permitido el contraste. 2.º A que el
autor haya ocultado
hasta ahora su nombre por "no tener voca­
ción de
mártir' y por "temer cualquier asesinato que impidiera
culminar
mi obra". 3.º A la respuesta que el autor da a las du­
ras criticas
de ciertos Padres Blancos "Misioneros de África"
("Ecclesia" 30-XII-2000, n.º 3.029). 4.º
Al amor sincero a cada
musulmán y a la Verdad, sabiendo que se trata de la salvación
eterna
de cada uno de los hombres redimidos por Cristo. 5 .° A
qué también dirige el libro a los mahometanos, a quienes el
autor considera carentes de libertad externa para plantearse una
posible conversión, e ignorantes sobre su profeta Mahoma y el
islam o sumisión.
Asi, para evitar falsos sincretismos, el autor contrapone islam
y Cristianismo a lo largo de su obra con una clara intención
didáctica, misionera y apologética, presentándose como testigo
de JESUCRISTO, DIOS E HlJo DE DIOS. No obstante, debido a la cla­
ridad y contundencia del libro, temo
que éste último no sea tole­
rado
por los ulemas, alfaquíes e imanes del islam.
Los 14 capítulos del libro son variados, comprometidos y
algunos-rotundos. Los hay muy amenos. He aquí sus contenidos
aunque para el historiador destaco los capitulos 4 a 11. El libro
cuenta y analiza la vida y personalidad
de Mahoma y sus pre-
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tendidas revelaciones (cap. 10), su presentación como profeta
(cap. 4), los
62 principales milagros que se le atribuyen aunque
Mahoma· dijese que
no los podía hacer (cap. 11), su recurso a. la
violencia amén
de sus 7 4 expediciones militares de las que él
. dirigió 24 (cap. 6). Se biografia a las muchas mujeres
de Mahoma
(apart,:,
de las concubinas) después la muerte de Kadija, su pri­
mera y querida esposa, y se informa sobre la dura situación
de la
mujer
en el islam (caps. 8 y 9).
El libro desembrolla la génesis y contenidos del Corán, su
problemática, y sus 277 contradicciones y 80 traducciones del
libro sagrado
de los mahometanos (cap. 5). Narra la historia de
los grupos islamitas, incluidos los grupos terroristas, y la violen­
ta expansión del islam (cap. 7). Explica las persecuciones
de ayer
y de
hoy contra los otros (cap. 2), y aclara la actualidad y futuro
islamita (caps.
7, 12 y 14). No podía faltar un análisis sobre el diá­
logo interreligioso, las condiciones y limites que
lo hacen acep­
table, y las grandes limitaciones del actual diálogo
con el islam.
Tampoco falta
una denuncia del inaceptable sincretismo de no
pocos católicos en los cinco Congresos de CRISLAM (1988-2002)
(cap. 13).
El islam es mucho más que uno de los grandes problemas de
hoy. No sólo porque aglutina a mil millones
de personas, y sufre
el estridente contraste entre la riquísima jequecracia y la mayori­
taria miseria material del resto
de islamitas. Se trata más bien,
según el autor, de
uno de los grandes temas de la Historia uni­
versal, escrita con mayúscula, Cllya proyección es_ quizás mayor
que las sucesivas crisis que han golpeado al mundo cristiano
(racionalismo y liberalismo, masonerla, socialismos, nazismo,
comunismo, materialismo, hedonismo
... ). Así, sabiendo que el
mal no triunfa sino por la apariencia de bien que encierra, y
distinguiendo entre
pecado y pecador, entre error y errante, el
libro afirma
que el islam es un hito contrario a la historia de la
Salvación. Es el momento
de recoger el núcleo duro del libro, aunque
el texto, como hemos visto, abarca muchos y variados aspectos.
No se trata de demonizar a nadie, sino de abrir el camino de la
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Salvación. Para el autor, que también afirma los aspectos buenos
del islam, .éste es una religión anticristiana y con rostro violento,
que niega la.libertad, y, como el Judaísmo y Sionismo, se empe­
cina
en negar que JESUCRISTO ES DIOS E HIJo DE Dros. El islam es
un hito puesto por el "padre de la mentira". A modo de conclu­
sión, dice el autor:
"Para alcanzar ese sueño utópico aquí en la
tierra, preludio del
que Dios nos reserva en el cielo, son impres­
cindibles dos pasos de gigante con
zancos de siete leguas que
nosotros no alcanzaremos a ver: la incorporación del MUNDO ISLÁ­
MICO al Cristianismo, que hará desaparecer el odio y la venganza,
y el último estadio del PUEBLO JUD!O, profetizado por aquel judío de
la secta de los fariseos, perseguido a muerte por ellos toda su vida,
que se llamó PABLO DE TARSO", C\lando San Pablo profetiza la con­
versión
de los Judíos a la Fe de Cristo.
El autor es valiente y no escamotea el llegar al núcleo de la
cuestión. Lo dice sin acritud, y CON MUCHO AMOR A LAS PERSONAS
Y A LA VERDAD. Muestra que el islam está comprometido con
Satanás cuando: a) Niega la divinidad
de Cristo. b) Atribuye a
Satanás las obras
de Dios. c) Impone la cerrazón del hombre,
ciega
su mente y espíritu crítico, e impide el ejercicio de la
voluntad y
1a libertad personal. Por eso, el islam "se hace sos­
pechoso de
no obrar con sinceridad y de buena fe" (págs. 141,
171),
pues anula la libertad sicológica y externa del hombre
para convertirse a Cristo (págs. 117-8). d) Hay suras en las que
Mahoma ordena quitar la vida a quien no crea como él (págs.
103, 116, 140-1433, 425, 433, 465). Según estos puntGs, el tema
de este libro es muy serio. Ello expHca el
que su autor exprese
con rotundidad la raíz del problema.
Vayamos
por partes. En primer lugar, Satanás embaucó a
Mahoma y al islam utilizándoles
para truncar la obra de la salva­
ción programada
por Dios en JEsucrusTo, Dros E HIJO DE Dros.
Mahoma fue
un falso profeta, un instrumento ciego de Satanás que
llegó a creerse Embajador
de Dios, sin serlo. Y aunque la nueva
religión de Mahoma sea más elevada que
la idolatría de los árabes
de entonces, aquél actuó contra el plan de salvación señalado
por
Dios, contra la Revelación divina y la Redención de Jesucristo. Y
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lo hizo con más eficacia que el politeísmo, cerrando la conversión
de los paganos (mil millones hoy) a Cristo, mecliante "una religfón
fácil, cómoda, atractiva ... falaz y engañosa' (pág. 378), que actúa
con violencia y más eficacia
que otra religión pagana.
Segundo.
Que el islam sea una religión-politica aumenta el
peligro.
"Está siempre en guerra, hasta cuando trata de sonreír"
(pág: 231); "Mahoma y su Corán, envuelto todo en odio, vengan­
.za
y muerte' (págs. 13, 278, 470). En efecto, la propagación y
mantenimiento del islam fue por violencia y la fuerza, no por la
predicación y persuasión. Se ha mantenido por la amenaza, PENA
CON
LA MUERTE a quien ulibremente" quiere dejar de ser musulmáll,
y coacciona inclirectamente al cristiano (págs. 425, 433). Ello lo
hace posible por sus creencias y una vasta. red social y politica.
Alú están las persecuciones -ayer y hoy-contra .los cristianos,
aunque el Corán permita una lectura más o menos violenta.
Según los hechos, el isla,;n (Mahoma y Corán,. historia y actuali­
dad) es fundamentalista y
de raiz violenta, aunque unos maho­
metanos sean más que otros.
Es 1Ilás, según el autor el islam "se hace sospechoso de no
obrar con sinceridad y de buena fe' (págs. 141, .171), pues anula
la libertad sicológica y externa
· del hombre para convertirse a .
Cristo (págs. 117-8) y ciega su mente. Analizar esto lleva al autor
al centro de la cuestión, relativa a la conciencia, la recta norma
de la conciencia, y la conciencia invenciblemente errónea, según
la teologia
,;nora! católica. Hace poco leí al que fuera cardenal
Joseph Ratzinger que,
en 1991, decía:
"Sin embargo que la convicción adquirida sea obviamente
obligatoria en el momento
en que se actúa, no significa ningu­
na canonización de la subjetividad. No es nunca una culpa
seguir las convicciones que
nos hemos formado, al contrario,
deben seguirse. Pero del mismo modo puede ser
una culpa que
uno haya llegado a formarse convicciones tan
· equivocadas y
haya pisoteado tanto la repulsión hacia ellas que no advierte la
memoria
de su ser La culpa, pues, se encuentra en otro Jugar,
más en Jo profundo, no en el acto del momento, no en el juir;io
que en ese momento da la conciencia, sino en esa desatención
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hacia mi mismo ser, que me impide oír la voz de la verdad y
sus sugerendas interiores. Por esta razón, también los crimi'
nales que obran con convicción siguen siendo culpables' (Ser
cristiano en la era neopagana,
Madrid, Ed. Encuentro, 1995,
205 págs., pág; 48).
En nue.Stro caso, creo que aunque el ·mahometano concreto
pueda tener una conciencia invenciblemente errónea,
es mayor
el pecado del islam (el fundador, los lideres espirituales) que ahe­
rroja
su conciencia, lo que afecta a la misma libertad psicológica
del hombre.
¿Y qué decir de la propagación y mantenimiento por la
violencia del islam?
Por ejemplo, y· además del sistema islamita
de conquista, el autor recuerda que es un cuento eso de la con­
vivencia entre las tres religiones
en la España de la Edad
Media.
Pennítamne alguna aportación al libro. Conviene evitar, en la
siguiente y deseable edición, la repetición
de algunos párrafos,
reordenar alguf,I.OS Contenidos, y SUPRIMIR LA INTERPRETACIÓN LIBERAL
e ingenua sobre la libertad religiosa, fisica y externa, y sobre las
relaciones Iglesia-Estado, que persiste en el libro (parte del cap.
1, étc.). Sigo el libro de Francisco Segarra, S.]., sobre La libertad
religiosa
a la luz del Vaticano IL Barcelona, Casals, 1966, 93 págs.
Por otra parte, ésta interpretación
no es exigida -todo lo con­
trario-por la apologética, ni para justificar la completa contra­
posición entre
un islam que niega la libertad humana y un
Cristianismo que la defiende en plenitud. Además, dicha supre­
sión suaviza y
da solidez a algunas exigencias preventivas que el
libro indica ante los musulmanes
de hoy, y ante la actual degra­
dación intelectual y moral
de Occidente.
Este libro centra muy
bien sus tesis, que conviene recor­
dar. con ocasión del I Premio Estatal
de Investigación Histórica
(2004), reeditado
por segunda vez con el titulo de "lnterculturali­
dad y Tolerancia" en 2005, organizados ambos por la Gran Logia
de España, cuyo Gran Maestro es Josep Corominas i Busquets. El
grabado de ésta convocatoria es de los que mitifica la concordia
entre las tres grandes religiones ·monoteístas.
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Agradezcamos al autor su valentía cuando desvela el núcleo
del problema islamita. Pero también su sinceridad cuando reitera
su amor
por todos los musulmanes (por eso desenmascara al
islam), cuando habla de los muchos musulmanes de
buena fe
(que. sólo se salvan por y en Cristo), o bien reconoce verdades
naturales
.en la. religión de Mahoma. Agradecer, por último, al
autor su entereza y fidelidad cuando aplica la Declaración
"Nostra aetate" (28-X-1965) del Vaticano
II (págs. 153-155 y 437-
444),
y su posición firme y clarificadora, esencialmente misione­
ra, que denuncia el sincretismo religioso.
Jost FERMlN GARRALDA AruzcUN
Gereon Goldmann: UN SEMINARISTA .
EN LAS SS<'I
Una autobiografía fascinante· en muchos aspectos, tanto para
los aficionados a la historia como para los interesados por la espi­
ritualidad cristiana, escrita
de una manera ágil y amena, de tal
forma que se lee como una novela de aventuras.
Su interés histórico radica en el fiel reflejo de uno de los
periodos más intensos de la historia de Alemania y de la historia
universal
en general, pues abarca desde el periodo anterior a las
elecciones de
1932 en Alemania, que llevaron al poder al
nacional-socialismo, hasta su destrucción
en la guerra y la poste­
rior represión de los aliados, incluyendo el desarrollo de la gue­
rra
en los escenarios y frentes más duros.
Todo ello visto desde el
punto de vista para mi más intere­
sante:
un católico culto con una postura decididamente opuesta
a ese neopaganismo nazi
y sumergido en la vida cotidiana del
pueblo alemán.
(*) Ediciones Palabra, 290 págs., Madrid, 2004.
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