Gereon Goldmann: Un seminarista en las SS

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Agradezcamos al autor su valentía cuando desvela el núcleo
_del problema .islamita. Pero también su sinceridad cuando reitera
su amor
por todos los musulmanes (por eso desenmascara al
islam), cuando habla de los muchos musulmanes de
buena fe
(que. sólo se salvan por y en Cristo), o bien reconoce verdades
naturales
_en la religión de Mahoma. Agradecer, por último, al
autor su entereza y fidelidad cuando aplica
la Declaración
"Nostra aetate" (28-X-1965) del Vaticano
II (págs. 153-155 y 437-
444), y su posición firme y clarificadora, esencialmente misione­
ra, que denuncia el sincretismo religioso.
JOSÉ FERM!N GARRAIDA AruzcUN
Gereon Goldmann: UN SEMINARISTA -
EN LAS SS<'l
Una autobiografía fascinante-' en muchos aspectos, tanto para
los aficionados a la historia como para los interesados por la espi­
ritualidad cristiana, escrita de
una manera ágil y amena, de tal
forma que se lee como una novela de aventuras.
Su interés histórico radica en el fiel reflejo de uno de los
periodos más intensos de la historia de Alemania y de la historia
universal
en general, pues abarca desde el periodo anterior a las
elecciones de
1932 en Alemania, que llevaron al poder al
nacional-socialismo, hasta su destrucción en la guerra y la poste­
rior represión de los aliados, incluyendo el desarrollo de la gue­
rra
en los escenarios y frentes más duros.
Todo ello visto desde el
punto de vista para mi más intere­
sante:
un católico culto con una postura decididamente opuesta
a ese neopaganismo nazi y sumergido en la vida cotidiana del
pueblo alemán.
(•) Ediciones Palabra, 290 págs., Madrid, 2004.
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INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
El autor vivió esa experiencia desde dentro sin ocultar una
firme postura crítica sin alardes, ocupando un puesto subalterno
que le
pennitió tener contacto con la base del pueblo y partici­
par de manera marginal
en el complot contra Hitler en julio de
1944.
La variedad de situaciones, penniten al -mismo tiempo com­
prender ciertos aspectos de las decisiones y actitudes de niveles
superiores de decisión
del entramado nazi y que alcanzan al pro­
pio
Himmler, y que penniten completar la visión panorámica que
nos dan las meinorias o diarios de altos dirigentes como pueden
ser Goebbels, Keselring, Guderian, Doenitz, Speer, etc., que solo
se detienen
en los aspectos más destacados.
Esta visión lateral
y critica, refleja la eficacia del aparato nazi,
pero también sus miserias, debilidades
y perversiones tan aleja­
das de la mitificación y halo romántico existente en ciertos sec­
tores, coffio de la caricatura que se intenta hacer pas·ar por histo­
ria, y lo mismo cabría decir del ejército alemán, especialmente en
la campaña de Italia, en el que se entrelazan el valor y la tenaci­
dad con la torpeza.
No menos interesante resulta el relato sobre los campos
de
concentración aliados, el trato que recibían los prisioneros ale­
manes
y el ambiente que se vivía entre los cautivos, especial­
mente
en los campos franceses del Norte de África.
La amplia gama de situaciones es tal, que in_cluso las pince­
ladas sobre la iglesia francesa o sobre el sistema colonial francés
son de tan vívidos, a pesar de su inevitable subjetividad tan afec­
tuosa para la primera como crítica para el segundo,
que arrojan
luz sobre los motivos de lo que ocurriría al ejército francés en
aquellas tierras solamente 10 años más tarde.
En su faceta espiritual, que empapa toda la obra, resulta
admirable comprobar hasta
que punto la generosidad y espíritu
de sacrificio superan al odio
y la vileza.
En definitiva,
una obra de gran interés y además entretenida.
ANTONIO DE MENDOZA CASAS
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