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Número 195-196

Serie XX

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El poder de los medios de comunicación de masas, la democracia y la subversión

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
E!.L PODER DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION DE MASAS,
LA DEMOCRACIA Y. LA SUBVERSION
Periodistas y-locutores reclaman su _libertad de expresi6n, a través
de los medios de comunicaci6n que tienen en sus manos. -Y, a la vez,
pretenden

el monopolio de esa libertad, agarrándose a SU .pretendido
derecho a la continuidad del trabajo, frente a los empresarios. y a toda
otra fuerza social, ,agarrándose en la recusabilidad de despidos basados en
razones idológicas o que· rocen con la omnimoda libertad tnformaliva
que reclaman.
Esa libertad y ese monopolio,, pretendidos, sirven -en ocasiones co­
mo objeto de venta o de permuta, sobrevalorados por razón de-ese cuasi
monopolio alcanzado. El Presidente de la Asociact6n de la Prensa,
Luis María Ansón en ABC del 30 de abril de 1981, en su importante
articulo LA QUINTA PLUMA, lo ha explicado:
«Aunque la-inmensa: mayoría de la profe&ión permanece sa-
118' a numerOsos periodistalj mal paga·dos en cási todos los países
del
Oeste, se les proporciona
·una fuente
suplementaria de
in­
gresos a través de determinadas instituciones o de fáciles trabajos
Ocasionales.
·Se trata de ·hahitu.arles· a vivir por· encima· de su
8Ueldo profesional para que 11e. plieguen 'luego · a las· indicacio­
nes

de quien paga
el complemento. Se compromete así a redac­
tore~ ·-colaborador~ cólumnistás,
auxiliares

de redacción. Para
10'8 pustos directivos, que suele cubrir el empresario con hom•
bres de su confiaza, se empuja y apoya, á · profesionales de ca­
rácter débil,

de vida
coml)licada ó de antecedentes políticos vul­
nerables.
,NO -pocos· Periodi&tas; sin einbargo, consideran que 'lo prin­
"cipal
no
es
dinero, -sino el· éxito. A éstos

se les filtran exclusivas
reales o informes rese?'Vadós ciertOs. · Producido el éxito profe­
&-0nal, el periodista acudirá de forma es¡jontáneá. a la fuente que
se lo proporcionó.»
· La gravedad de lo expuesto es· tanto m'ayor én aqriellos medios
18~
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d~-comunicad6n de masas que pri'ncipalmente bczyan su fuerza no ya
en la_ convicción_ sino en la seducción subconsciente de las imágenes.
Es decir, cuando no tratan de convecer a la inteligencia, si'no de ven­
cerla, dominándola al bloquearla, e imponerle, desde la sensaci6n, unas
reacciones
sentimentales,
pasionales, que
la impulsen en
determinada
di"ección.
Leamos,

para confirmarlo, los primeros párrafos del editorial de
DOCUMENTOS DEL CIAC de Julio 1980, títu/ado EL IMPERIO DEL wo:
«El imperio del ojo somete literalmente al resto de los sen·
tidos.
Las imágenes, las comunicaciones 'Visttales1 son hoy el vehícu­
lo

directo, instantáneo y global que
transparta toda
la informa­
ción, todos los significados y los mensajes que son difundidos
Por·
el

-enorme
aparato · de los -mass media. El resto de los senti­
dos queda. ·relegado
a esta superioridad indiscutible de las imáge­
nes. Pero
no es sólo el resto de los sentidos el t¡ue se somete
al -imperio del ojó. Es también, por extesión, el cerebro y, en
consecuencia, el comportamiento.
>De los siete temas

que publicamos en este número, cinco
de ellos
se refieren concretamente a la comunicación por imáge­
nes: Joan Costa,
Gillo Dorfles, Ahraham .Mol~ Umberto Eco
y Daniel Panicello nos hablan de la imagen, analizan sus dis­
tintas formas de expresión
y de ·acción. Los dos temas restantes
que

hoy tratamos no quedan lejos de esta aproximación a la ima­
gen
visual, ya que ·se refieren indirectamente a ella: al funeio·
nami-ento de las imágene8 mentales (siempre determinadas en gran
parte
por las imágenes visuales).»
Gillo Dorfles, en su articulo ÜVILIZACIÓN (E INClVILIZAOIÓN) DE LA
IMAGEN, publicado e~ le miamo ejemplar del CIAC, plantea:
«¿Existe el peligro de que nuestra civilización en vez de
pasar a las posteridad como una ''civilización de la imagen"
pase co_mo

"imagen de una
incivilización"? Es decir, para

no
in8istir demasiado

en fáciles juegos de
palabras ¿ que el abuso
de
imágenes

acaba por
·revolverse contra

quien, de este abuso,
ha creido sacar provecho con
demasiada superficialidad?
>De cualquier modo, no

debemos dar la culpa a
las imáge­
nes

de una posible
des-viaeión de

sus funciones, sino más bien
al uso
sin modos

ni
n:iotivos que, en nuestra épat;a, , se hace
de el1as.»
«Al decir '·'imagen" --es conveniente precisarlo- me refie-
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ro a todo el maremágnum de la, eisolicitaeiones visuales ar·
tifieiales"
que

nos
aturde.n; esas solicitaciones

que
· no
entran
en el número
de los fenómenos nattuales, sino que ·son uele­
mentos creados por el hombre para ser observados", para actuar
---precisamente ·a través

de su particular
densidad visual-sobre
nuestra
mente (sobre nuestro ttpaiquismo", si lo preferimos).>
Incluso •.•
cLa potencia, el impacto de las imágenes está en propor­
ción
con el número de sus r.epeticiones y con la rapidez de
su cambio.>
No es pues de extrañar lo que Gonzalo Fernández de la Mora,
dice
en el primer párrafo de su artículo, LA TELEVISIÓN, BN BARRENA
en la tercera plana de ABC de 1 de mayo de 1981:
«La televisión es hoy el medio de comunicaci6n mas po­
deroso: él
sólo

tiene
más capacidad de penetraeióri social que
la radio,
la Prensa, el libro · y el cine reunidos. &a superiori­
dad es todavía mayor en España, porque se lee · menos que
en otros
países de Occidente y porque,. mientras disminuye el
Consumo por

habitante de
papel Prensa, aumenta el número
de
televisores. Además, nuestra televisión eS monopolística, co·
mo ocurre con el Periodismo· en Chiná, donde se pública un
solo diario para todo el territorio nacional. La televisión es,
pues,
en España, el máxim_o instrumento de información popu·
lar, y en amplísimos sectores tiene más eficacia
fonnátiva que
la
esuela, la

familia, la parroquia
y la letra impresa, No es un
minieine casero, sino un predicador gráfico omnipresente e in­
cansable. El tema no se ni vacacional ni sólo político: es de
gran pedagogía nacional.»
Lo fáctico de este Jen6merro, conjugado con la monopolización de
la libertad de expresión en lo.v mass ·media, agiganta sU importancia,
dada
la feudalización del Estado, que se produce hoy y que tan lúcida­
mente refirió
Thomas Mo1nar, en su conferencia-pronunciáda en ;unio
de
1981, en el Club Siglo XXI, IDEOLOGÍA Y PENSAMIENTO DE DERECHAS,
recogida en el tomo que recopila las pronunciadas el pasado curso, en
dicho_ Club. Este nuevo feudalismo lo·
deSCribe Molnar en lós párrafos
que a

continuación reproducimos:
«Desde 1798, la situación ha: experimentado un cambio to­
tal: el Estado, en lugar ·de ser la concentración· estable de las
791
Fundaci\363n Speiro

792
instituciones
y
de los ciudadonoa, -.se _ ha c.onvertido en el lugar
mismo
del desorden. La. t1cosa pública" ya no .es-, ni. una cosa
ni_, una realidad; se encu~ntra- fragmentada, .intelectual y con­
cretament-e, en tantas opiniones· eomo

espíritus, habiendo
lle­
gado a convertirse el Estado en lo que .de_ él. percibían los
idePlogós:
Mviolencia .. institucionalilada" para . .los unos, expre­
sión
de los intereses burgueses para los otros, distribuidor de
larguezas para los más y salteador de caminos para casi todo
el mundo. Parece ser que sólo sobrevivió gracias a los grandes
feudalismos interesados·
en· disimularse detrás del Estado, al
igual qtte algulios grandes sefiores se CScondíaD detrás de la
corona.
Lo-s feudalismos

modernos
aceptan entni.r en· simbiosis
con

el Estado
y unir su burocracia a la de él, con el fin de
constitÍtir ese inmenso Estado

tutelar
des~ito por TocqU:eville,
entidad monstruosa que
rio se percibe en ningún lugar porque
su presencia
se halla en todas partes. Esiaclo frágil ·y todo p·o­
deroso,
coloso de pieg. de barro,. presa de no .importa qué mi­
nó ria actuante y prevaiecien~ -q~e hace Suyo -como ya lo
constató
B~rckhardt-el programa de cada uno sin contentar
a nadie.
Su debilidad para afrontar las situaciones concretas
-¿cómo iba a hacerlo, asociando la fuerza
y la agresividad
con
el
poder?-multiplica. las-burocra'cias, porque es· más fácil
acallar
un prohlelllB (Jlle resolverlo. Esa es, justamente, la si­
tuación del ciudadano
del Bajo Imperio, que recibe antes al
hárbaro que al recaudador de impuestos._ »Con la ayuda de su red de
alianzaa con

los grandes feu­
dalismos, el Estado convie_rte _
a todos los ciudadanos en sus
clientes,
ya sea
·de 'forma direc~ o fJ.e forma

indirec_ta.
Y no es
ni la lealtad
ni. el patriotismo· lo que lleva a _las g6ntes hacia
este
está do

de sumisión; la verdad
-es que_ cada cual . está inscri­
to en uno de los feudalismos que le mantienen
dentro de la
obediencia. Cada
uno, o es funcionario del Estado, o es miem­
bro de
un sindicato, o militante de un -.partido, o empleado
de
una gran empresa, o está relacionado con los medios de co­
municación Y: así, al mismo _ tiempo que se sufre el ·peso del
Estado,
apenas ~ligado por la perten'?ncia a los grandes gru­
pos de
interé~ el-

espacio
polític9 exist~nte entre

el individuo
y el Estado,
se encoge_ eatastróficamente a cansa del debilita~
miento

de
las ..

instituciones
y de los cuerpos intermedios. , En
el fondo, el liberalismo es eso justamente: la sustitución de
las
instituciones, llamadas
tiránicas en el siglo
xvm, por
los
grupos dé -.presión

que nadie controla
y· que nadie frena,
Toc­
cjrieville ·escribió que· el poder de la hurgDesía (dentro de sus
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grupos de presión;. ,se entiende). es .. mucho más. fuerte que el
que ostentó. la nobleza. bajo el Antiguo Régimen. Y es qne
entre
la· nobleza,
,la· plebe y ·-el: pueblo humilde,, se encontraba·n
las instituciones y otros . _,b_atáeulos, y

cada . grupo,
-según dice
el

historiador Pierre Goubert, vivía solidariamente,
protegién­
dose y apoyándose. El liberalismo lo demolió todo en nombre
de la
libertad, . y

después alentó . la· reconstrucción _ de
los po­
deres encubiertos. Todo,
hasta el propio. socialismo, tiene su
origen. en esta falsificación _liberal: el -mismo socialismo se
ha convertido eri un feudalismo, en una dema·gogia, en un gru­
po de presión, ¡ay! popular, porque promete la vuelta de una
mayor- humanidad, de
una mayor solidaridad»
De nuestra televisi6nl convertida en_ un .:nu_evo poder, feuda/izado
ya

en _nuestra
d,wwcracia, recien entronizada, ha

podido
escribir, sin
exageraci6n alguna, Gonzalo Femández de-la:. Mora, en su .citado ar­
tículo, qu,e, •••
«Es todo un · ejemplo de eontracu.ItWa y antipedagogía na­
cional.
Si_ las masas, como demostr:ó _Tarde, .se ~onduc'en según
las

leyes .
de imitación, ¿_adónde se . lle"nt a nuestrO. -pueblo?
¿Hacia los modos ur~nos o

a los
carcelari~s?, ¿hacia el

re­
finamiento o a la
plebeyez?»
Y que •..
más-marxistoide. Lo lamento· porque el marxismo, c~mo con­
cepción
del mundo, no es verda~ y·· _como· modelO 'socioeco­
nómico

es un
fruaso atroz,

pero
especialmente deploro
cómo
aquí
es presentado.>
« ... ¿'por qué esa-ya des!'nfadada ~ipulaci6n par8 adecen~
tar la imagen de los regímeiies 1:otalitár'ios Y, en cambi~, envile·
cer la de los autoritarios? ¿Acaso Be trata de ·cori_vencer a nuestro
pueblo_ de que son
pref-erlble_s ,iOs, te.IToCistas ceDrtoáfuericanos
a los militares del Cono. Sui-, -y: que es· más vivible Siheria que
'Taiwan? Sería cómico~ si no frt~~ra ·, UJl ·c.~mpoi:tente, trágico.»
En concluái-6n:·
«Se --dice.· que, la: televisión· act_pal: ,:esp~:Q.d&:· al· cQncenso partí•
toctático;: Necé.siUU"f.a argumentoa, -Jtpodicticos-, p,¡tl'& -.ltcl~itir que
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eete panorama ea ·fiel reHejo· de: nuestro Parlamento, y que ésa
es la educación nacional que preconizan los grandes partidos.
En

cualquier
caso, estoy seguro de que la mayoría de los es­
pañoles no han votado y pagado impuestos para padecer tales
programas.
»Ningún ciudadano culto puede echarse a,l coleto SUB horas
televisivas
sin un cierto rubor de pasiva culpabilidad. Pero ese
sentimiento
·ha
de tornarse rotundo repudio cuando se piense
en
los millones

de telespectadores ingenuos a
quienea se está
coloreando el
cerebro con

tales tintas.
La cuestión es muy grave.
&tamos
viviendo mm crisis del alma hispana que; en mi opi­
nión, no viene del pueblo, sino que -está ~endo fabricada desde
ciertos círculos minoritarios.
En este oscuro trance, el papel
que corresponde a la
más ~tente voz pública no és achabaca­
nar
modales, demoler creencias, des.jerarquizar, desmontar y con•
fundir; sino, con rigor, con verdad, con

_objetividad
y con ca~
lidad, robustecer la _conciencia nacional y los valores de Esp~
sin los cuales no habría esperanza colectiva. Pienso que casi
tan importante
~mo desarticular el

terrorismo, racionalizar las
autonomías y frenar la descapitalización y
su secuela:, el des­
empleo,
es remontar nuestra
televisió~ ahora
en
barrena.»
Pero. para buscar una clave de éstas y tantas cosas, conviene que
volvamos al referido artfculo · de Luis María Ansón, LA QUINTA PLUMA:
794
«Gramsci · ha derrotado a Lenin en la estrategia de la lucha
revolucionaria a
largo. plazo.

El asalto al
Estado por la vía de
la violencia guerrillera
todavía: se utiliz8: para

algunas naciones
de menor rango. Pero, en general, la subversión del orden
social de

Occidente
se ha organizado ya sobre la conquista de
las superestructuras del

Poder: la
cátedra, el libro, el cine, el
teatro,
la Prensa, la radio, la televisión, la música, los ateneos,
las
salas

de
arte, los círculos intelectuales. El muitdo de la educa·
ción,

el de la cultura, el de la información, constituyen los ob­
jetivos preferentes de

las fuerzas subversivas. Y asombra la in­
teligencia
-y la eficacia con que han actuado.
»La guerra: de

la información está planteada globalmente,
tanto en Europa como en América, y se
extiende desde da

cá­
tedra hasta
-el tebeo. No existe una sola parcela del mundo de
la comunicación que no haya sufrido la infiltración subversiva,
sujeta
a un

plan minuciosamente elaborado.
>Los· profesionales

de la
información constituyen
el gran
ob·
jetivo

de
_esta maniobra.
Crear o adquirir o· financiar
agencias,
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periódieo_s _o--emisoras,-es carO y se deja a la :imciatiTIJI de los
·eficaces empresarios ... del mundo occidental. De lo qu.e·!so trata
es
de utilizar. esos medios en -los que Otros arriesgan SU: dinero,
Bu· esfuerzo y su tiempo. A ·través de los periodistas -se, iprocura
distorsionar, con gasto mínimo -y eficacia máxima, el propósito
fundacional de agencia~ diarios, revistas y emisora& de radio
y televisión, hasta colocarlos al servicio de las
fuerzas que
pug­
nan por
1ubvertir el

modelo
de sociedad occidental.
>Los es~ategas· de-la guerra de la infomación no creen de­
masiado ni en el idealismo ni en los principos éticos de los
periodistas. No tratan de introducir el caballo de Troya en la
ciudad occidental. Han instalado., más hieDt el pesebre de Troya.»
La lectura de los recortes que acabamos de compilar no puede me­
nos
de hacemos pensar
en la puesta en
cuestión de
la moderna demo­
cracia de masas, manipulada siempre por minorías, en especial a través
de loa medios de comunicación social. Problema ya claramente planteado,
hace años, en el libro de Jacques· Elull, L'ILUSION POLITIQUE. Precisa­
mente,

-en este
mismo número de VERBO, en el l!Studio de Juan Vallet
de Goytisolo, EL DERECHO A PARTICIPAR EN LA VIDA PÚBLICA MEDIANTE
UN AUTÉNTICO SISTEMA REPRESBNI'ATIVÓ, se adVi"erte el hecho de que
"quienes hoy administran el monopolio del
uso de la palabra democra­
cia, y lo otorgan o rechazan· en los casos en que se discut.e esa califi­
cación
a un determinado régimen", recusan rotundamente todo refe­
rendum
convocado por regfmenes a los que acusan de autoritarios. Ne­
gándole toda
validez, no se dan

cuenta de
que, con ellO, ponen
en duda
la propia
independti-ncia popular,

en su conjunto,
para opiriar libremente,
ante

el influjo de
las mass media. De tales rechazos, resulta implfcito el
reconocimiento
de que:
«La propaganda a través de los medi0s masivos de comuni­
cación
tiene hoy tal
fuerza de
sugestión,
qµe según quien los
convoque
[los refendoB], como los plantee, como organice la
propaganda,
e incluso
según quien
maneje
. las computadoras, el
resultado será muy diverso.>
Esto explica el Porqué, en la lucha por el pade"r, se batalla solapada
y sigilosamente para infiltrarse -en el, dominio y en el manejo de las
mass media.
Pero
volvamos al

artículo de Luis María
Ans6n, para atender a su
erposu:ion de

la guerra que hoy se mantiene por dirigir la infiltraci6n
ideológica
. en el

sentido
revolocionario pretendido.
795
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796
.. «Qe¡anr~ ~. )-~ estratep~. gep_era de la guerr~ ~onnatin,
las maniobra;i, .
de ~~ilti-ación ti~en muy varias face~.
»En los p_eródiws -impres~s ~ __ intenta,_ primero, la ocupa­
ción-.de la sec~ón laboral •. Luego, ~ultura Y educaciQn. Y se
~ntinúa la esc$dao; F.n l• sección religiosa. se infiltra al cura
é1progresista" de tur~o que, : no pocas ve.ces, es un agente más
de la ~versión. Se compromete también a ·a,uxiliares de re­
dacción :y hasta cort_adores de teletipo. Al, . direct~r o al redac­
tor-jefe_ se les· ~orla impunem,_ente. Ni siq~era. llegan a sus me­
sas, en muchas ocasiones, las noticias que la subversión quiere
sU_enciar.
En
Europa y
_-en las Américas exi_ste_n dia_ri.os, finan­
Ciados po; deID:ócratas y -liberales, que sal~ a la ~lle ii:npregna­
dos de un ·procomunismo sutil. Cuando la infiltración en las
redacciones

resulta imposible, entonces
,se efectúa

la penetra­
cíón en

el
'taller pti'ra 8-roSfonar· económiCamenie. a ·1a empr~.
Buen nú~o de dilll'iós · Conservadores y liberales, tanto europeos
como
americanos, tienen hOy los
pies de barro.
Ei más presti­
gioso
título del periodismo mundial,. Wf'he Times", podria ex­
plicar muy bien cóino, se quehí-anta una institución que parecía
inconmovible.
»En la radio. y la televisión, la operación resulta más fácil
porque
fos .

controles. suelen ser
men,ores. Si la televisión tiene
carácter
estatal,· se
reblandecen sus estructuras a través de cam­
. pafias. periodísticas de. descrédito y corrupción. Italia es un buen
_ejemplo de· la eficacia del procedimien,t(.l, ·Luego se infiltraD
111!! secciones, empezllJldo , por la laboral, hasta, escalar los pues­
to! de ·decisióñ. No se olvidan ni los programas infantiles, porque
en la

guerra . de
la. información . se juega también . a

largo plazo
y es necesario intoxicar la mente de los n_iños, más influidos
-ya por radio y la pequeña pantalla que por la familia o la es­
cuela.»
Pero la batalla no acaba, ahí:
«La infiltración libra tainbiéii en · los dive'rsos · p&ises occi­
dentales dos batallas ya clásicas: las Facultades
de Ciencias de
la· .Información. ·y los ·Co:legioa· dé Perfodiatas. La ·silbversióii en
l~s.· -centtos universiUlrio·s. se inyeet;a:· cO'r:i tenacidad. desde ,·.abajo~
profesor a profesor, hasta conquistar el decanato. Conió se trata
· de · Wtll gneJ,"Ea,°: tQ:d!> V:$1.;,, · hasta. :;Jas '. ,jupda~. mtis · -sucias ...
'.·,,. »-~n 'los :-Co\egiosd~. :P.e,:iqdi!!:t~$. f !.·_·husea-·la .:vicb>ria.· por,.la
vía- eleetoral..'.·St .. n.o ..
S~ e9nsi,gU~,-.-'se ·cfean' enton,ces.- ·asociaciones.
Fundaci\363n Speiro

paralelas para desmontar a las que resistieron la infiltración
subversiva. Algunos empresarios prestan a esta
operación, bien
por

voracidad, bien por ceguera, un auxilio inestimable.»
Estrategia y táctica son puestas en descubierto.
«Con paciencia, con dinero, con tenacidad, sin prisas, sin
pausas, las fuerzas subversivas han creado en todo el Occidente,
a través de las
maniobras de

infiltración
quo acabo do exponer,
lo

que Amaud de Borchgrave ha identificado como la
uquinta
pluma". Su actuación y su vigor constituyen ya una realidad
innegable.
>La quinta
pluma aplaude el progresismo disgregador
en
la Iglesia. Estimula el divorcio. Defiende el aborto. Justifica
la droga. Alienta la pornografía. Quebranta la familia. Ridiculiza
la moral cristiana.
Se carcajea de las Vírgenes y sus milagros.
Paganiza las fiestas religiosas.
Se mofa del Papa. Trabaja, en
fin, denodadamente para descristianizar
a las sociedades occi­
dentales. »La quinta pluma estimula
la división en el seno de las
Fuerzas Armadas. Batalla hasta esconarse por crear dentro de
ellas
rma dialéctica de contradicción

entre reaccionarios
y li­
berales. Ridiculiza el sentido del honor de los militares. Se
pitorrea de
su amor

a la Patria.
Escarnece el culto a la bandera.
Se coñea
de los oficiales. Envenena

a los soldados. Mantiene
una campa:ña sistemática en
desprestigio de

los Ejércitos.
»La quinta pluma ayuda al terrorismo. Magnifica sus actos
criminales al otorgarles los mejores
-espacios de
los periódicos
impresos, hablados o audiovisuales.
Asume su len.guaje de

reivin­
dicaciones, ejecuciones, liberaciones, ejércitos populares, con lo que le brinda la primera victoria, que es la semántica. La
quinta
pluma propaga la dictadura del miedo. La injerta en los tejidos
profundos de
la sociedad. Lánzase a campafias frenéticas para
glorificar
a los terroristas que ocasionalmente hayan sido víc­
timas de
malos tratos policiales, con el fin de astillar la ima­
gen de las Fuerzas de Seguridad,
»La quinta pluma vapulea a los Gobiernos · moderados, ya
sean conservadores, ya sean laboristas.
Y como el medio es el
mensaje, por bien que éstos lo hagan, los cuartea
ante la opini6n
pública.
»La quinta

pluma aviva la discordia en el interior de los
pa1;1:idos enemigos

Azota a
_ los

políticos
genuflexos ante ella.
Los

acollona. Los zarandea Los escupe.
Les befa. Les deja en
797
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798
harapo.a. La quinta pluma señala los hombres a destruir. Prepa­
ra informes amarillos sobre ellos, que luego filtra para decapitar,
entre la calumnia
y el escándalo, a: los políticos que resisten.
La quinta pluma babea ahora
en España
ante la
Monarquía y
inciensa sin rubor, mientras se prepara para apuñarlarla por la
espalda.. »La
quinta

pluma atiza el fuego social. Apoya peticiones
salaria-les imposibles.

Enciende las huelgas salvajes. Contribuye
a la
desestabilización económica,. Se esfuern, en fin, porque
triunfe el gran objetivo marxista que es la proletarización de
la
clase media..
»La quinta pluma condiciona a los escritores, a los pintores,
a los músicos, a los actores a los cantantes, puesto que los me­
dios
de comunicación infiltrados por ella: sólo elogian a los que
se producen en una determinada línea, mientras vapulean o si­
lencian a
los otros, con lo que se consigue la subversión general
de
la
cultur9r
»La
quinta

pluma impulsa un periodismo amarillo y letrina!.
Engavia a los editores.
Carnea a

los profesionales independien·
tes,. Pastorea

el
r~baño del
esnobismo intelectual• Acusa siste­
máticamente de fascista o
de ultra: a

todo periodista que no
se pligue a sus propósitos.. Lápida con frenesí a los que osan denunciar sus maniobras.
»La quinta

pluma
distorsiona la
realidad internacional. Ataca
a muerte a la OTAN. Se opone, histérica, a las centrales nucle­
_re_s,. Acalla las sirenas de

alarma de Angola, de Yemen del Sur,
de Etiopía, de Afganistán, y resucita,
según le

conviene, la po­
lítica de
distensión..
»La quinta pluma con:viente la libertad de expresión, que
podría ser la
gran fortaleza

de Occid-ente, en
e.u talón
de Aquiles.
Porque si es cierto que u.na nación más le vale tener periódi­
cos libres aun sin Gobierno que
un Gobierno

sin periódicos
libres, también es cierto que en muchos casos la libertad de esos diarios
resulta un

sarcasmo, pues
fa quinta pluma los ma·
neja a su antojo.
»La quinta pluma manipula de forma sistemática, intoxica,
distorsiona, hornaguea, deforma, desinforma, esparce las siem­
bras de Caín sobre los surcos doloridos de Occidente, anestesia a la opinión pública para operar sin reacción, impone el te­
rrorismo· intelectuaL
»La quinta pluma, en fin, es la artillería que bate el campo
enemigo antes de
ocuparlo.»
Fundaci\363n Speiro

Dos series de muestras de la manipulación informativa que pade­
cemos las tenemos en sendos recientes articulas, en los que hemos efec­ tuado los recortes que tenemos en la mano.
U no está firmado por
Gonzalo Fernández de la Mora y apareció en
ABC del 27 de mayo de 1981, titulado MANIPULACIÓN SISTEMÁTICA, al
que corresponden los recortes que siguen:
«Pocos minutos después del atentado contra el Papa, los me·
dios de comunicación del Estado nos ofrecieron una sensacio­
nal primicia informativa: el terrorista era chileno ...
>
«Tan pronto como se averiguó, por propia confesión, que el
frustrado homicida era turco, · los
des.i,nformadores se
apresura·
ron a comunicar que pertenecía a una
orga,nizacíón de

extrema
derecha. La intención manipuladora se delataba ya con claridad.
Pero pronto las declaraciones del acusado
obliga-ron a

aceptar
el hecho palmario de que su ideario era izquierdizante. Y aún
más, la

policía ·turca hizo público que
se trataba de

un
cpnde­
nado

a muerte por el régimen autoritario de
Ankara. No se
rindieron

los agentes propagandísticos y revelaron que el cri­
minal
tenía un

hermano que militaba en un movimiento de ex­
trema
derecha. Pero

no pareciéndoles
suficiente esta
correspon­
sabilidad por parentesco, muy poco liberal por cierto, insinua­
ron que el crimen podía estar financiado por una· organización
derechista. También
esta postrera denúncia ha

sido desmentida
por la realidad.»
«La manipulación

desinformadora en torno a este magnici­
dio ha sido de un
desenfado mucho

más brutal · que en el caso
de Reagan, donde también se quiso hacer responsable a
la ultra­
dereeha. Pero,

¿en qué quedamos?
¿Es: Rea-gan, como

denuncia
constantemeste la prensa marxistizante, un halcón de la intran­
sigéncia y de la guerra o un colaborador de
la comunistización
que resulta odioso para los conservadores ...

« Un duplicado de estas maniobras se ha producido en tomo
a los acontecimientos de Barcelona. Durante casi dos días,
in­
cansablemente, los medios de comunicación del Estado han sos­
tenido que se trata?a de un comando ultraderechista. Incluso
se
afirmó que lo mandaba un capitán de la Guardia Civil y que
en él
figuraba un

legionario. Y el armamento se describió como
el reglamentario.
T-odo mentira.

Y la identidad de los asaltantes
ya es conocida. Son anarquistas o filocomunistas con
antece­
dentes

penales. Pero los desinformadores, t.ampoco en este
caso.
se
han

desanimado. Han
seguido paso
a
paso la táctiCa· utilizada
799
Fundaci\363n Speiro

con el Papa y con Reagan y se han replegado al último y con­
sabido reducto.
Ahora nos dicen que estos delincuentes anar­
quistas obedecen órdenes ultraderecbistas ...
l>
«La versión que se nos ha ofrecido de los acontecimientos
barceloneses revela una clara marca de fábrica
·a: quien no pa·
dezca miopía o analfabetismo político, Los
hechos y su defor­
mación
pública son

de rotundo cuño ultraizquierdista. El pro­
cedimiento tiene
larga historia. Recordemos

lo de los caramelos
envenenados como arma anticlerical. Y, sin ir
más lejos,

un ro­
tativo madrileño se empeñó
en la

campafia de convencer que los
terroristas de la calle del Correo, de
la cafetería Oalifornia y
del
secuestro de

Oriol y de Villaescusa eran de ultraderecha.
Las declaraciones de los protagonistas lo han desmentido ...
»
El otro es de EL ALCAZAR de 2 de junio de 1981, sin firma, y se
titula
"EL PAÍS" IMPLICADO EN UN ESCÁNDALO INTERNACIONAL. El caso es
el siguiente:
800
«El New York Times acaba de sacar a la luz otro gran es­
cándalo periodístico, de alcance internacional. Se trata de las
subvenciones pagadas por la ONU a una docena de periódicos
en otras tantas naciones, por
la publicación de "artículos fa­
vorables
a los programas de la Organización de las Naciones
Unidas sobre el
Tercer Mundort ... »-
« ... Es muy sugestiva la nómina de los periódicos que, ade­
más de los anteriores y de otros dos de
la India
y Senegal, se
prestaron a publicar y a cobrar los artículos sobre el
"nuevo
orden

económico internacional".
Se trata del japonés Asahi Shim­
buui,
del francés Le Monde, del italiano La Stampa, del mejica­
no
Excielsior y del español El Pai,s·.»
Con el subtítulo MARXISMO y TERCERMUNDISMO prosigue:
«Le
Monde, La Stam.pa. y El País también han estado en
otras
operaciones comunes de parecido porte, como, por ejem­
plo, las de unos suplementos de propaganda del "nuevo orden
económico-político de Europa", de análogo tufo radical que el
patrocinado por la ONU para el
Tercer Mundo. Y es de sobra
conocido

·que dichos periódic_os se distinguen por su compla­
ciente vecindad a cualesquiera tesis marxistas -y, por supuesto,
al
tercermundismo-, creación soviética filiada a su estrategia de
expansióJL ¿ Qué de particular tiene que comparta-o la sugestión
y los dólares de la ONU en apoyo del "nuevo orden económico
Fundaci\363n Speiro

internacional" wn pedódicos- de rígida disciplina comunista en
Europa, Asia y Africa?
»La proclividad persistente de
la ONU hacia una viscosa
política radicalmasónica, disfrazada de socialdemocratismo, ha
sido reiteradamente denunciada en numerosas ocasiones.
»Con todo, donde se practican
con mayor

descaro es en la
UNESCO, cuyas asociaciones de amigos en todas las naciones
son un nido de activismo
comunista-. Los

secretarios generales
de la ONU tienen de común su pertenencia a la internácional
masónica y a la Internacional Socialista. Y dos de ellos eran
conocidos, asimismo,

por su entusiasta militancia en la ínter•
nacional homosexual.»
SERVIR A SUELDO es el siguiente epígrafe:
«No es agradable encontrar un periódico español entre los
que sirven
a sueldo determinadas campafias de
la ONU, res­
pecto ·a las

cuales lo más benévolo que se puede decir es que
son confusas. Y no valen las excusas, pues como se apresuró a
denunciar el
Neui York Times~ dicho periódico, al igual que el
Washin,gion Post, el Times y el Guardian, se negaron a aceptar
los artículos
y los dólares, Prevaleció más en ellos un principio
exigente de independencia que el prurito encubridor del
ser­
vicio a la democracia.»
Y concluye comentando dos expresiones, que están hoy muy en uso,
RENOVACIÓN TECNOLÓGICA y FONDO DE REPTILES:
«Fue enterrado muy rápidamente en España el escándalo de
las subvenciones a fondo perdido de la Presidencia del Gobier­ no a toda
una serie de periódicos democráticos bajo el pretexto
de la "renovación tecnológica". Y, también, se tapó enseguida
el escándalo de la compra de periodistas con cargo al
fondo
de repti.les. Tampoco se ha vuelto a saber de la acusación hecha
a
El País desde el ámbito ucedero respecto a un tipo análogo
de percepciones en Bélgica y
del desenlace
de- la querella anun­
ciada a este propósito por el periódico. Pero la denuncia del
New York Times sobre la financiación por la ONU de una os­
cura campaña publicitaria del "nuevo orden económico inter­
nacional", vuelve a
despabilar las

brasas y pone seriamente en
entredicho la
independencia informativa

de toda una
serie de
periódicos

europeos, unidos entre
sí por una común ideología
radical, al tiempo que
aventur3. serias
dudas sobre el origen
ver-
801
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dadero de un insólito desahogo económico, cuando a nivel mun­
dial el periodismo
eacrito está
aquejado_ de una
profundR crisis
financiera;

la cual ha hecho desaparecer multitud de grandes
diarios
y revistas. ¿ Será .el precio de la supervivencia la venta
de la libertad? ¿Habrán de hacer suya algunos periódicos pre­
tendidamente democráticos de Occidente la letra de "La bien pagá"?»
Femández de la Mora, en el último de los dos citados articulas, con­
cluye:
802
«Si hay un modelo político que requiere veracidad infor­
mativa es la democracia, porque,
¿ cómo ha de pronunciarse el
pueblo si los datos que
se le

facilitan no son veraces? Ningún
régimen puede sustentarse indefinidamente en la mentira. Pero
menos que ningún otro aquellos que dependen de la opinión
pública.
Es cierto que las manipulaciones- des-informativas no
afectan a
la-minoría con sentido crítico y fuentes fidedignas;
pero pueden cegar a las masas.
De ahí
su extraordinaria grave­
dad social. Un pueblo español, engañado
respecto al

poderío
militar propio

y del enemigo fue, en 1898, a
una guerra
que
llevó
al desastre.»

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