Índice de contenidos

Número 323-324

Serie XXXIII

Volver
  • Índice

Hungría, a mitad de camino

HUNGRIA, A MITAD DE CAMINO
POR
THOM.AS MOLNAR
Ciertamente, se puede decir que al cabo de tres años de liber­
tad este país
se encuentra a mitad de camino; únicamente le
sucede que
se .desconoce totalmente el destino de ese camino. Es
evidente que las cosas materiales
han mejorado; las casas y los
edificios públicos tienen mejor aspecto; las gentes van
mejor ves­
tidas y las mujeres de Budapest empiezan a recuperar un secreto
resplandor que
se extiende por sus rostros y las embellece ; la co­
mida es abundante; los coches son (demasiado) numerosos. En
contrapartida, d paro aumenta, y las inversiones extranjeras no
siempre se hacen en proyectos útiles. El estado de ánimo es, en
general, cada vez más positivo, quizás porque se han superado los
primeros obstáculos, pero
se vive una situaci6n fugaz antes de la
cascada de males que
se ve venir. El respiro no va a durar.
Sería un error atribuir la duda actual a las decenias de comu­
nismo. La visi6n pesimista de lo actual
y del futuro es una carac­
terística magyar, heredada quizás de nuestros antepasados
asiáti,
cos, y se manifiesta en la música, el folklore, y en las discusiones
de café. Este mal
no es en absoluto de naturaleza econ6mica; ra­
dica
-tema tabú-en el hecho de que Hungría (y otros países
de la regi6n)
se encuentra constreñida a seguir un régimen ideo­
l6gico distinto del que escogería espontáneamente.
Como contrapartida de una conducta
liberal-democrática se
hacen promesas a los húngaros y el país hace como que sigue el
camino así trazado. Sin embargo, esta conducta
no está de acuerdo
con su naturaleza, y crea innumerables colisiones:
en el Parla­
mento, en los partidos, los grupos de presi6n, incluso en
Ja Iglesia.
Verbo, núm. 323-324 (1994), 309-313 309
Fundaci\363n Speiro

THOMAS MOLNAR
En Hungría se puede distinguir ahora entre un país legal y
un país real y por ello decir que, oficialmente,
se vive en una re­
pública democrática, social, adherida al principio del mercado
libre
... También oficialmente, la coalición de centro derecha go­
bierna frente a una sedicente oposición constructiva y leal. Oficial­
mente, una vez más, corresponde a las elecciones delimitar ese
centro derecha y ese centro izquierda. La verdad es que las cosas
suceden de otra manera porque la oposición ejerce un chantaje
contra el Gobierno cuando afirma que sin ella y sus ideales demo­
cráticos, liberales, etc., el extranjero
se desentendería de Hungría,
las
'inversiones se acabarían, y el régimen sería tachado de cuasi­
fascista. De esta manera,
la amena,,a de acusaciones terribles gra­
vita sobre la coalición gubernamental que queda obligada a dar
cada
día garantías ·de pureza ideológica y de sagrado democratismo.
La cosa se agrava por el hecho de que la parte deHeón de las
inversiones
es de origen alemán, lo cual se comprende en cuanto
se mira al mapa: el socid natural de Hungría (así como de toda
la región del Ural al Danubio) es Alemania. Pero existe el peque­
ño detalle de que
ésta es igualmente sospechosa de• tener ideas
cuasi-fascistas,
·y el gobierno húngaro está periódicamente preve­
nido pará que la influencia
alemana no profundice en él. Por otra
parte, Alemania está también presionada a este respecto, de suette
que
los húngaros, y no solamente ellos, permanezcan bajo ·tutela.
Tutela mucho más ligera y agradable que una ocupación soviética
en toda regla,
pero a pesar de todo, tutela para un pueblo que ha
dado muestras
de valor dos veces en este siglo: · 1a insurrección de
1956 y la apertura de su frontera con Austria en 1989 que ha
permitido a centenares de miles de alemanes del Este alcanzar la
mitad occidental de su país.
Los médios y los políticos no dicen estas cosas tan claramente
al pueblo, pero éste comprende; ovaciona a algunos espíritus libres,
y sigue como
antes. Pero las causas de descontento persisten. Pu­
diera
ser que con más seguridad material se pudiera disimular
esa otra clase de insatisfacción,· pero la realidad es insoslayable y
las sensibilidades
están a menudo a flor de piel. Es habitual escu­
char: Se nos· halaga con la libertad de prensa y de comunicación;
310
Fundaci\363n Speiro

HUNGRIA. A MITAD DE CAMINO
sin embargo, los medios son la carta escondida de la oposici6n
social-dem6crata,
y cuando se debiera responsabiliioar. su. alta di­
recci6n, el presidente .de la república, que también és liberal-de
m6crata se niega a firmar .el acta de despido. presentada por el
gobierno. Así
es que los jefes de la radio y· televisi6n se quedan en
su puesto
y prosiguen lo que las gentes llaman una política de
programación antinacional.
· La debilidad y fragilidad de la situa­
ci6n econ6mica, la presi6n extranjera y una cultura cada vez más
cosmopolita, crean una situación. cuasi~explo_siva, .más visible sobre
todo fuera de la capital, donde los valores tradicionales sobrevi­
ven mucho más
vigorosamente que en Budapest «melting pot».
A partir de
esto se comprende que:las, instituciones represen­
tativas
de esta tradici6n, la universidad y la, Iglesia, llevan una
polftica propia. prudente, cuando
no de espera. Ellas mismas han
sido hechas frágiles
por la prolongada ocupación marxista y están
agradecidas por la libertad
de movimiento que .acaban de adqui­
rir y navegan
por las aguas turbias del «cambio». Esto no es 6hice
para que estén divididas interiormente, no
ya entre los marxistas
todavía
presentes en numerosos puestos y los eleinentos sanos,
sino más bien ·entre los que tienen una. actitud aceptable para la
mayoría de la poblaci6n, mayoría ccímo siempre silenciosa, o casi,
y los· sostenedores ·del modernismo con todo
lo que esto conlleva.
Por tanto, malestar y división también en este frente.
Así
las cosas, la vida intelectual es de una intensidad poco
común
incluso en los países occidentales. He contado una trein­
tena cumplida de revistas de
muy alta calidad, y hay otras que
ven
la luz periódicamente. También funcionan las cosas en la
Universidad, los estudiantes son curiosos y preparan diligente·
mente sus cursos. Las bibliotecas están muy bien instaladas
y los
empleados están más calificados que a lo que estoy
habituado;
A pesar de las rivalidades por los títulos y por las colocaciones
prestigiosas, los profesores tienen
un grado de competencia que
también me es
poco habitual; La ·voluntad de progresar en el sa­
ber ha sobrevivido á los años de aislamiento. Por otro lado, con­
tinúa la tutela de la prensa diaria. Dos de los mayores peri6dicos
de centro pertenecen a Le Monde, que ha tenido la inteligencia
:311
Fundaci\363n Speiro

THOMAS MOLNAR
de delegar en ellos a uno de sus redactores húngaros ; otros pe­
riódicos, de izquierda, son propiedad del Springer Verlag, editor
que dicen de derechas.
Lo que prueba que el dinero no tiene olor.
La televisión es «nacional», pero está enfeudada en los intereses
del gran capital extranjero, aunque no fuera más que
por la pu­
blicidad. Resulta de todo ello que Hungría forma
parte de aqul
en de adelante de la «cultura planetaria» y que la mayoría de las
cuestiones que
se debaten en el patio internacional, lo son según
la ideología común de los vencedores de Bagdad.
Lo que yo llamo la monoclase (ni burguesla ni proletariado,
sino los dos juntos) es igualmente preponderante en Hungrla. Su
punta de lanza es una juventud descentrada, pasota y extrema­
damente sexualizada, vestida según la última moda de Benares.
Si nos atenemos a su conversación, sobre todo la
de las chicas,
quedarnos descorazonados
. y

a punto de abandonar todo esperan­
za de futuro. Ciertamente, que
al lado de esta canalla, que es la
misma que en Nueva York, en Parls y en Budapest, hay gtupos
extraordinariamente interesantes, sostenidos por la Iglesia, filosó­
ficamente serios e incluso eruditds. En
el congreso de filósofos
húngaros del
mes de agosto, en el cual he participado, he encon­
trado un buen número de ellos, absolutamente separados de
sus
contemporáneos con melenas, pendientes y antenas de radio es­
cuchadas religiosamente. Son dos universos de los cuales no se
sabe quién va a ganar, porque el control de los jóvenes desver­
gonzados está prohibido a los padres, a la escuela, y
al gobierno.
Decir .que esto es un efecto lejano del comunismo es ocultar las
fuerzas destructivas prdpias del Occidente, anteriores a 1945, y
que sobreviven en 1989.
Desde muchos puntos de vista,
el panorama social de la Euro­
pa del Este es hoy una versión caricaturesca de lo que sucede en
el Oeste. Con la ayuda de la relajación y del malestar, el Este
muestra en estado
pura las taras de la sociedad ocidental, inclu­
yendo
el desprecio y el rechazo a los remedios. Hacer la unidad
de Europa en estas condiciones es l,urlarse de la historia porque
todos
los elementos carecen de ún impulso creador. Se dice que
la luz viene del Este.
Por el contrario, habrla que decir que el
312
Fundaci\363n Speiro

HUNGRIA, A MITAD DE CAMINO
Este, exangüe, está cayendo, víctima por segunda vez, sobre un
Occidente sin cabeza y cuyo único mérito es su prosperidad,
tam·
bién ella edificada sobre la arena del consumismo y de la inmo­
ralidad.
Se diría que la misión, así como el interés, de los países
occidentales está en consolidar el inmenso territorio hasta los
Urales. Creo que Alemania es la única consciente de esta misión,
y que Francia y los anglosajones no ven en ello más que un ver­
tedero de
sus excedentes de mercancías, y en lo político, un juego
para dividir Alemania y Rusia. Esto
es también una explicación
de la guerra de los Balean es: entretener el fuego de las guerras
locales pero sucesivas con
el fin de impedir la creación de una
zona que escapara a la influencia anglosajona. Es francamente
grotesco confiar las delegaciones pacificadoras a los Lord Carring­
ton
y Owen y a Cyrus Vanee, es decir, los corderos a los lobos.
A eso
es a lo que se llama Europa Unida.
Dicho esto, nadie
se atreve aquí a hablar de las guerras que
se preparan y que, sin embargo, están inscritas en el futuro
pró­
ximd. En cualquier caso, estas guerras no se detendran en las
fronteras serbio bosnias; un signo anticipado
es el partido de fút­
bol en
el cual los policías disfrazados de eslavos se encarnizaron
con
el pueblo húngaro. Los pequefíos Sarajevo al estilo de 1914
estallarán un
poco por todas partes, aunque Bonn se haya prohi­
bido vender tanques al ejército húngaro porque está presionado
pdr las capitales anglosajonas. En una palabra, no se preparan en
absoluto unos futuros evidentes.
Tampoco en las elecciones que
se preparan en Hungría para
mayo de este
afio. Los antagonismos y conflictos más arriba men­
cionados determinarán el resultado del voto y el partido será nulo.
El sistema no está hecho en absoluto para este pueblo apasionado
al que los siglos han vuelto receloso de los remedios milagrosos.
Esto
es un poco como España antes de Franco, pero aquí no
estallará la guerra civil.
313
Fundaci\363n Speiro