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Número 335-336

Serie XXXIV

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Una Misa argentina por los Mártires de la Tradición

CRONICAS:
UNA· MISA ARGENTINA POR LOS MARTIRES
DE LA TRADICION
Con la divisa de «No traspase este portal quien no jure por
su vida sea·
María concebida. sin pecado original», contenida en
el parte de invitación efectuado por la Hermandad de las Pampas
-fundada a principios de siglo para el apostolado en las Hacien­
das de parte de sus dueños-se celebró entre el 11 y 12 de febre­
ro pasado la Misa por los
Mártires de la Tradición. Esta, como
se sabe, fue pedida al Papa de modo especial por Carlos VII, aban­
derado de la Tradición, con el fin de honrar a aquellos que han
sufrido
el martirio en nombre de la Iglesia y la Tradición, y que
se extienden mutatis mutandi a carlistas, miguelistas, vendeanos
y chuanes, realistas napolitanos, cristeros, conservadores colom­
bianos y ecuatorianos (de los cuales el más destacado es el Presi­
dente Gabriel García Moreno), hasta llegar a nuestro
siglo xx con
la
última Cruzada, la de España, 1936-1939.
Es que difícilmente hay gracia más plena que ésta de proce­
der de patrias católicas, donde
--como decía el célebre poema
de Paul
Claudel-se reúnen en uno solo amor los dos amores de
Dios y la Patria.
Allí, fundidos en la Cruz, se torna el segundo
en una manera
más perfecta de profesar ese amor. Es que la Cruz,
como en todo el resto de las cosas, sobreeleva, sobrenaturaliza,
y ordena el amor a la Patria, de modo que sea camino de per­
fecciones aún mayores que las
cívicas.
Por cierto, aunque existen mártires y héroes al margen de estas
consideraciones, que no son tampoco totales
ni excluyentes, lo
cierto es que los Mártires de la Tradición, han caído porque radical­
mente han sentido
de consagrar toda su existencia, y aún la vida,
por la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo. Precisamente
la gratuidad del martirio,
y. de su contribución al mantenimiento
de la Tradición, fue lo que inspiró a don José Ramón
García Llo­
rente, de estirpe carlista, heredero de la Hermandad de las Pam­
pas, fundada por su suegro, y a los otros entusiastas organizadores
a esta misa. De ese modo pidió al sacerdote chileno Padre Osvaldo
Lira, SS.CC., la oelebración de la misma,
si bien las circunstancias
físicas no le permitieron más que enviar a la hora señalada su
abrazo cordial a los concurrentes.
Así, le correspondió al Padre Raúl Sánchez Abelenda, autor
de un
magnifico libro sobre Juan Donoso Cortés, predicar en la
Verbo, núm. 335-336 (1995), 657-663 657
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CRONICAS
Misa del domingo 12 a la que asistieron un centenar de franceses,
argentinos
y chilenos. El Padre Sánchez Abelenda recordó que en
esas sierras de Lihué Cale!, hoy parque nacional de
la República
Argentina,
se levantaba la antigua· hacienda de Linea Hué, propie­
dad de los Gallardo Pirovano,
qui~es fueron los primeros audaces
en colonizar el interior y, abandonando Buenos Aires, levantar
un muro a la
liberalización ambiente. En Linea Hué, por lo de­
más, ondeó la bandera cada vez que. durante la Guerra Civil de
1936-1939, vencieron los nacionales, símbolo de
la España eterna
que estaba en
la raíz de la Patria Argentina. Espíritu sintetizado,
en fin, en el lema del portal de la Hacienda de Linea Hué, trans­
crito.
al principio de esta crónica. Así el oficiante introdujo al
tema de los mártires, como ejemplos . vivos de fe y confianza en
la Providencia, que por predicar y morir por
la realeza social de
Nuestro Señor Jesucristo enlazaron con espíritu ecuménico diver­
sas generaciones de épocas y países distintos· en un ideal común.
Para esta jornada, preparada durante meses por
la familia
García Gallardo, que además alojó parte importante de los invi­
tados en su Hacienda de San Genaro, fue menester un intenso
trabajo logístico dada la lejanía de Lihué Cale!. En efecto, un día
antes, un grupo levantó carpas
y preparó el altar, compartiendo
además
el tiempo en paseos a las Sierras, que a pesar de su escasa
envergadura rompen la impresionante línea recta del horizonte.
Allí, en medio del desierto pampeano, habló en la mañana del
domingo
el juez de Neuquén, abogado Juan Antonio Vergara del
Carril, sobre
la Tradición y la Trinidad, indicando que no se
podía separar en nombre de «tradiciones» esotéricas, el contenido
concreto
de la promesa evangélica, su circunstancia histórica, y
todas las obligaciones que derivan
de la adhesión al dogma. Por
la tarde, le correspondió
el turno al profesor Antonio Caponnetto,
autor
de Hispanidad y leyendas negras, colaborador de la revista
Verbo argentina, quien lo hizo sobre los Mártires de la. Tradición.
Vibrante, apasionado,
el doctor Caponnetto guió a los asistentes
en una exploración profunda a los mártires argentinos de la Tra­
dición --entre los cuales por cierto merecen un lugar destacado
Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri-para elevarse
al sentido del Martirio en un mundo que desecha la heroicidad,
y prefiere la molicie del conformismo, que
es todo lo contrario
del dicho evangélico
de la Vida es Milicia. Un asado al mediodía,
como sólo se puede hacer en Argentina, complementó los cantos
y fogones
de la noche, con que se animó a los concurrentes.
Sólo queda, pues, tras estas jornadas, realizadas con esfuerzo,
por
el entusiasmo inquebrantable de ese caballero cristiano y
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CRONICAS
español que es don José Ramón García Gallardo (acompañado
por su mujer e hijos) la deuda de gratitud propia de todo aquel
que recuerda
la unidad sobrenatural a la que estamos convoca­
dos en estas tierras de América, tierras de María por excelencia,
y que de
vez en cuando es recordada con una fuerza que no emer­
ge de hecho natural alguno. Como se dice corrientemente en su
familia, sustituyendo el «saludo» o «salud» de estirpe claramente
revolucionaria:
Ave Cor Mariae.
CRISTIÁN GARAY VERA.
LA TRADICION CUESTIONADA
Los pasados días 25 y 26 de marzo ha tenido lugar en la ciu·
dad de Lourdes el ya tradicional congreso-peregrinación organi­
zado por nuestros amigos franceses del Centro Montauriol, bajo
la dirección de Arnaud Jayr y contando con el patronazgo de los
Cardenales Stickler y Oddi, prefecto emérito de la biblioteca
va·
ticana y de sus archivos secretos el primero, e igualmente pre­
fecto emérito de la sagrada congregación del clero el segundo,
que, finalmente, no pudo asistir.
Con una asistencia muy destacable -contabilizamos más de
setecientas personas en
el salón de congresos durante alguna de
las conferencias-,
se defendieron distintas ponencias que breve­
mente vamos a glosar en esta crónica, todas ellas versando sobre
diferentes matices del tema central que da título a este comen­
tario y al congreso en general,
La tradition en question.
Tras la recepción inicial y la misa pontifical oficiada por el
cardenal Stickler en la basílica del Rosario siguiendo el rito tra­
dicional romano, y
ya en el palacio municipal de congresos cedido
por el Ayuntamiento de Lourdes al efecto, pronunció el discurso
inaugural monseñor Wach, prior del Instituto de Cristo Rey, sito
en la italiana localidad de Griciliano donde su seminario
se en­
cuentra cada vez más desbordado de uuevos jóvenes que desean
formarse en sus estudios religiosos y servir mejor a Cristo desde
su vocación religiosa. Monseñor Wach disertó, con una orato­
ria brillante, sobre la importancia de la Tradición como uno de
los pilares esenciales de la Revelación ya que, junto con
las Sa­
gradas Escrituras, componen el núcleo esencial de la Fe que pro.
fesamos. Igualmente, y tras una descripción genérica de los ata~
ques que la tradición cristiana sufre en el mundo moderno, ataques
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