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Número 335-336

Serie XXXIV

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Gastón Barreiro Zorrilla: Castilla es mi corona

INFORMACJON B11$LIOGRAFICA
Gustón Barreiro Zorrilla: CASTILLA ES MI CORONA (* J
El profesor Barreiro Zorrilla ha publicado un hermoso y do­
cumentadísimo libro que, teniendo como linea conductora las
vicisitudes históricas de la ciudad de Montevideo, es una amplia
perspectiva sobre la ingente obra de España en América
eón es­
pecial incidencia en el derecho hispano indiano.
Se alinea claramente Barreiro Zorilla en el sector hispanista
que renace potente, tras torcidas
y ahistóricas veleidades indige­
nistas, hasta manifestarse como .la única éscuela válida y con pers·
pectivas de futuro. Y España tiene que agradecer con orgullo y
cariño de madre, a la que un beso de amor hace olvidar ingrati­
tudes pasadas, estos reconocimientos desinteresados de los hijos
de aquellas repúblicas que son en verdad su corona.
Si en el escudo de San Felipe y Santiago de Montevideo
campea la divisa
Castilla es mi corona, ciertamente podía decirse
que América
es lo. de España.
No podemos mencionar aquí
los numerosos capítulos del libro
-veintiocho--, pero debemos hacer mención del reconocimiento
del Derecho
de Indias., con testimonios de autores españoles y
americanos que sorprenderán .a .no pocos eruditos a la violeta de
hoy. El profesor Barreiro llega a afirmar,
y· creemos que con toda
razón, que «la sujeción del poder público
al Derecho era más am­
plia y profunda. (bajo el Imperio español) que en. el régimen ju­
rídico- que le sucedió, el de la revolución y del constitucionalismo
liberal decimonónico. Este adjudicaba un poder discrecional a las
autoridades legislativas y administrativas, en muchas materias
exento de regulación, y en todas,. de
fiscalizaciór:t jurisdiccional».
Los viejos textos hispánicos sobre
el poder del príncipe, con
todo
Jo que ello supone de obligaciones para el man.arca .y de de­
rechos pa¡:a el súbdito dan pie a otro excelente capÍtlllo que lleva
por título
Prínceps Legibus Alligatus. Y es de especial interés el
titlllado Los derechos de las personas en la )ur#prudencia acadé­
mica de los teólogos juristas del Siglo de Oro, que concluye
(•) Barreiro y Ramos Editotes, Montevideo, 1~2, 234 ¡ngs.
Verbo, núm. 335-336 (1995), 669-673 '669
Fundaci\363n Speiro

JNfiORMACION BIBLIOGRAFICA
Barreiro Zorrilla con estas palabras: «En esta concepción los de­
rechos esenciales de las personas no se ven como absolutos e
ilimitados, al modo del individualismo liberal. Ni el postulado de
la libertad ni el de la igualdad pueden reconocerse en todos los
casos como valores absolutos en el ordenamiento jurídico. Para la
historiografía ideologizada esto merecía la tacha de absolutismo,
lo cual parece una paradoja; sin embargo
la escuela de los esco­
lásricos hispanos defendía la dimensión social de la persona y el
Bien común que incluye los derechos a sus bienes propios».
Espléndido también
el penúltimo capítulo De la efectividad de
las instituciones·jurídicas y sociales hispano.indianas, que concluye
con unas significativas palabras del Pontífice felizmente reinante,
Juan
Pablo II.
Ciertamente Barreiro Zorrilla merece lo que reivindica en su
epílogo para los habitantes de aquel inmenso e hispano Continen­
te: ser Españoles de América y Americanos de
España. Por su
magistral libro que estimo una aportación muy importante a la
Historia del Derecho, ·a la Historia de América y a la Historia de
España.
FRANc1sco JosÉ FERNÁNDEZ nE LA CtGOÑA.
Rafael Casas de la Vega: EL TERROR: MADRID 1936.
INVESTIGACION HISTORICA Y CATALOGO DE
VICTIMAS IDENTIFICADAS
(*)
Los estudios relativos a los acontecimientos desarrollados en
la retaguardia de la guerra civil española han sido indebidamente
relegados a un segundo plano por la historiografía. A su vez, ha
sufrido un tratamiento que no ha destacado por
.su precisión y
datos objetivos.
En realidad estos temas han quedado preteridos
y desdibujados por el propio conflicto bélico. En este sentido, el
libro que presentamos ha puesto sin duda fin a estas considera­
ciones, pues desarrolla con todo detalle este interesante aspecto
al qne los historiadores en general han prestado una escasa aten·
ción.
Nadie hasta ahora había hecho un estudio tan completo y
sistemático como éste en el tema que trata, inédito además por lo
que se refiere al recuento de las víctimas civiles -pues el 44 %
son militares (pág. 241)-en ese gran drama que ahogó a la
(*) Madrid, Ed. Fénix, 1994, 460 págs., 242 X 172 mm.
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