La tradición cuestionada

CRONICAS
español que es don José Ramón García Gallardo {acompañado
por su mujer e hijos) la deuda de gratitud propia de todo aquel
que recuerda la unidad sobrenatural
a la que estamos convoca­
dos en estas tierras de América, tierras de María por excelencia,
y que de
vez en cuando es recordada con una fuerza que no emer­
ge· de hecho natural alguno. Como se dice cortientemente en su
familia, sustituyendo el «saludo» o «salud» de estirpe claramente
revolucionaria: Ave Cor Mariae.
CRISTIÁN GARAY VERA.
LA TRADICION CUESTIONADA
Los pasados
días 25 y 26 de marzo ha tenido lugar en la ciu­
dad de Lourdes el ya tradicional congreso-peregrinación organi­
zado por nuestros amigos franceses del Centro Montauriol, bajo
la dirección de Arnaud J ayr y contando con el patronazgo de los
Cardenales Stickler y Oddi, prefecto emérito de la biblioteca va­
ticana y de sus archivos secretos el primero, e igualmente pre­
fecto emérito de la sagrada congregación del clero
el segundo,
que, finalmente, no pudo asistir.
Con una asistencia muy destacable --contabilizamos
más de
setecientas personas en
el salón de congresos durante alguna de
las conferencias-, se defendieron distintas ponencias que breve­
mente vamos a glosar en esta crónica, todas ellas versando sobre
diferentes matices del tema central que da título a este comen­
tario y
al congreso en general, La tradition en question.
Tras
la recepción inicial y la misa pontifical oficiada por el
cardenal Stickler en la basílica del Rosario siguiendo el rito tra­
dicional romano, y
ya en el palacio municipal de congresos cedido
por
el Ayuntamiento de Lourdes al efecto, pronunció el discurso
inaugural monseñor Wach, prior del Instituto de Cristo Rey, sito
en la italiana localidad de Griciliano donde su seminario
se en­
cuentra cada vez más desbordado de nuevos jóvenes que desean
formarse en sus estudios religiosos y servir mejor a Cristo desde
su vocación religiosa. Monseñor Wach disertó, con una orato­
ria brillante, sobre la importancia de la Tradición como uno de
los pilares esenciales de la Revelación ya que, junto con las Sa­
gradas Escrituras, componen el núcleo esencial de la Fe que pro­
fesamos. Igualmente, y tras una descripción genérica de los ata­
ques que la tradición cristiana sufre en el mundo moderno, ataques
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que provienen de dos fr®tes diferenci'ls aunque coincidentes
en sus
. criticas como son el de los «católicos» progresistas de un
lado
y los agnósticos y ateos de otro, instó al auditorio .a prose­
guir en la defensa esforzada. de la Tradición, defensa qµe en todo
caso debe afrontarse también:
en. dos. grandes combates, pues no
sóh se trata. de luchar .contra las. posturas erró11eas que por rela­
jación o
malintención son contrarias a la tradición milenaria he­
redada de nuestros antepasados, sino que tambi.én debemos
ayudar a transmitir a las generaciones futuras aquella parte de la
propia Revelación que
. se nos ha hecho llegar perfeccionada a
través de
los siglos, y que no es otra cosa que la verdadera Tra­
dición católica.
El profesor de la Universidad de Ciencias
Sociales de Tolousse
Germain Sicard nos
habló de la noción de Tradición desde los
Apóstoles al Concilio de Trento, en una disertación de alto nivel
científico e historiográfico
qµe pretendía demostrar cómo la Tra­
dición
ya existe desde el momento de fundación de la . Iglesia y
se recoge incluso en las cartas apostólicas como deber de trans­
mitir
y evangelizar con fidelidad al ministe,;io.
Tras escuchar al profesor Sicard describir cómo la Tradición
se compqne no sólo de conocimientos o ritos,. sino que además
dichos conocimientos deben ser asimilados y a. su vez nuevamente
transmitidos para
dar verdadero cumplimiento
al plan de Dios,
el profesor de la Universidad de Lille, Jean de Viguerie, disertó
sobre
el tema del aprendizaje de la· religión y la Tradición en los
catecismos desde el siglo xvr a nuestros días. En una documen­
tadísima conferencia, explicó Jean de Viguerie
la auténtica tras­
cendencia. del
catecismo como elemento fortalecedor de las insti­
tuciones católicas al enseñar de forma más o menos precisa ( según
los textos) la sabiduría condensada en las Escrituras y en la propia
Tradición, conteniendo por tanto,
y nos expresamos en palabras
directamente tomadas de la
conferencia original, las verdades
necesarias para la salud espiritual de fottna
más o menos elemental
en función de a quién vaya dirigido.
Para el profesor francés, el
catecismo se ha convertido en centinela· y salvaguarda de nuestra
Fe, muy especialmente desde la
retirada·: católica de los ámbitos
oficiales de enseñanza producida en los
dos últimos siglos, pues
además de contener los dogmas
y aspectos más importantes de nues­
tra religión, suelen hacer especial hincapié en .aquellas cuestiones
socialmente
más debatidas o sobre las que recae el mayor peso
en· los ataques de que es objeto la doctrina católica; ahora bien,
igualmente destacó Viguerie cómo nunca ha puesto
el Magisterio
el suficiente celo en la unificación de los diferentes catecismos
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que en muchas diócesis o demarcaciones han visto la luz, por lo
que nos encontramos, y puso algunos ejemplos palmarios, con
catecismos que defienden errores doctrinales si no verdaderas
herejías. Tras un breve repaso a lo que Jean de Viguerie define como
cuatro generaciones de catecismos franceses (nacionales, diocesa­
nos, etc
... ), acab6 concluyendo su espléndida exposición con el
recordatorio siguiente: el catecismo es fundamental para el co­
nocimiento y transmisión de la Verdad, y con ella ineludiblemente
conjunta, la Tradición, pues
en primer lugar se caracteri2a por
explicar dicha Verdad revelada
-ya haya sido manifestada a tra­
vés de las Escrituras,
ya a través de la interpretación de las
mismas que hace la
Tradición-de una forma concisa y detalla­
da, y en segundo por convertirse en
vademecum espiritual y ma­
terial de la vida diaria de todo buen católico.
Con la conferencia de Viguerie,
se dio por finalizada la sesión
del sábado, no sin antes acudir nuevamente a la Gruta de Nuestra
Señora para la procesión de antorchas en el 150 aniversario de
una de las apariciones que allí se produjeron.
El domingo comenzó temprano con la misa celebrada también
según el rito tradicional por Monseñor Pereira, prelado de la
Basílica de San Pedro del Vaticano y obispo emérito de Louren~
Marques, en la que como el día anterior, la polifonía corrió a
cargo de un coro infantil que dio esplendor a la ceremonia. A
continuación,
y ya en. el palacio de congresos, se dirigió al audi­
torio Christophe Geffroy, director de la revista cultural francesa
La Nef, quien disertó sobre el estado actual de la Tradición, des­
tacando cómo de manera corriente se entiende la misma como
un movimiento concreto dentro de la propia Iglesia, cuando en
realidad debería ser común a todos los católicos pues sobre ella
descansa nuestra Fe, concluyendo por tanto que
la propia Iglesia
necesita mantener viva dicha Tradición y consecuentemente debe
proteger y amparar a quienes
se muestran más fieles a ella contra
la relajación de muchos y los ataques exteriores.
A continuación, J ean Maire Paupert, reportero y periodista
afamado en el país vecino, trató el tema Revelación y Tradición,
explicando que
si etimológicamente revelar es quitar el velo a
algo que hasta entonces permanecía oculto, no es menos cierto
que la Tradición ayuda a interpretar y comprender lo revelado
en las Sagradas Escrituras enriqueciéndolo, por lo que sería un
contrasentido por parte de los católicos defender
la máxima pro­
testante
scriptura sola. La Tradición es en realidad explicación e
interpretación «auténtica» de
lo revelado en los textos bíblicos,
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y además con una viveza pernu,nente pues no .equivale a inmovi­
lidad· sino
· más bien a · readaptación constante a. las nuevas situa­
ciones creadas por el hombre o las circunstancias materiales.
Paupert terminó su ponencia poniendo algunos ejemplos prácti­
cos en
los. que la importancia de la Tradición ha sido definitiva
para entender los dogmas o revelaciones, como en el caso de
los
dogmas concernientes a la siempre Virgen María, Madre de Dios,
en los que por
la vía de la Tradición se ha desarrollado lo que
sólo
viene apuntado en los Evangelios.
Tras una breve comunicación de Monique Berger, que versó
sobre
la transmisión de la Fe a los niños, catequesis que corres­
ponde muy especialmente a los padres pero sobre la que todos
los católicos .tenemos responsabilidad directa pues la Fe
se nos
pre_senta coino un don divino, gertnen que necesita ser desarro­
llado a través de las enseñanzas familiares y de toda la comuni­
dad mediante la oración, la meditación
y el apostolado, cerró el
ciclo de conferencias nuestro viejo amigo Jacques Trémolet de
Villers, afamado jurista pansiuo, presidente de ICTUS y conocido
sobradamente por
la Ciudad Católica española. Hijo espiritual
de Jean Ousset -así fue presentado al auditorio-, trató apasio­
nadamente, como es acostumbrado en él, el dinamismo de la
verdad~ra Tradición, Tradición que permanece siempre viva y en
constante reforzamiento de la única Fe verdadera. Cerró
el· con­
greso con unas palabras de agradecimiento y despedida, recordan­
do
el lema inspirador de esta reunión, para la Iglesia, a través de
María, en la Tradición,
el' presidente del Centro Montauriol
Arnaud Jayr.
·
Como hetrios · intentado describir, un interesante congreso
en el que
se ha combinado espiritualidad con doctrina al más
alto nivel, y en el que a la abundante participación de público,
hemos de añadir la asistencia de
más de una decena de institu­
ciones a través de diferentes stands, en los que podíamos encon­
trar desde a los amigos de ICTUS a la magnffica librería de Chiré
especializada en libros contrarrevolucionarios
y de doctrina tra­
dicional, pasando por
Renaissance Catholique, el I nstitut de Christ
Rol de Monseñor Wach, la asociación antiabortista S.O.S. Futu­
res, France xveme centenaire, conmemorativa de los 1.500 años de
la conversión oficial de Francia a la ·Fe católica, Patrie-Dieu-Fa­
mille, o la Action Familiale et Scolaire siempre preocupada de
lograr una
correcta formación intelectual de Ios cabeza de familia
en la estricta ohsérvancia de: 'nuestra religión y sus consecuencias
políticas 'ineludibles para cualquier católico comprometido.
Pór quinto· años conseci.itivo a través de Miguel Ayuso, acoro-
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pañado entre otros en estas cuatro últimas convocatorias por
quien escribe estas líneas, la Ciudad
Católica española ha estado
representada en los congresos organizados por el
Centro Mon­
tauriol, que cada
vez nos sorprende con una mayor asistencia de
público e instituciones representadas, amén del alto nivel inte­
lectual y profundidad espiritual que caracteriza
la peregrinación
anual a Lourdes y que se convierte en reconfortante ánimo a
continuar en el desarrollo diario del reinado de Cristo en el que
estamos comprometidos.
JUAN CAYÓN PEÑA.
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