Índice de contenidos
Número 377-378
Serie XXXVIII
- Textos Pontificios
- Noticias
-
Estudios
-
El Alzamiento del 18 de julio de 1936. Lo que supuso para los católicos
-
Derecho, guerra y justicia
-
Constitucionalismo y orden político
-
Familia y uniones de hecho. Consideraciones antropológicas y éticas sobre un problema de gran actualidad
-
Nueva versión de «Los intereses creados»: los homosexuales y el SIDA
-
Iberoamérica y Occidente. Tensiones y acuerdos
-
La mujer en la guerra revolucionaria
-
La última cruzada
-
-
Crónicas
-
Entrevista al padre Samir Khalil Samir
-
Una tesis de Juan Cayón sobre la democracia moderna. Actualidad de un análisis de permanente vigencia
-
La Universidad Católica Argentina acoge el Derecho Natural Hispánico
-
Presentación del libro «Soberanía global»
-
Presentación de las Actas del IV Congreso Internacional de la SITA
-
La Unión Europea: perspectivas y problemas
-
La contrarrevolución en Italia y la identidad italiana y europea
-
-
Información bibliográfica
-
Miguel Ayuso Torres: ¿Depois do Leviata? Sobre o Estado e o seu destino
-
Ermanno Pavesi: Follia della Croce o nevrosi
-
Rafael Breide Obeid: Imagen y palabra
-
IDIS. Istituto per la Dottrina e l'Informazione Sociale: Voci per un «Dizionario del pensiero forte»
-
AA.VV.: Carmelitas en Castilla (1889-1989). I. Historia y vida; II. Documentos históricos
-
Luigi y Paulina de Anna y Eero Kuparinen (eds.): Tuitio Europae. Chivalric orders on the spiritual paths of Europe
-
María Pinto Molina: La masonería en Almería a finales del siglo XIX
-
José Ramón Díaz Sánchez-Cid: El Seminario Conciliar de San Ildefonso de Toledo. Cien años de historia (1889-1989)
-
Autores
1999
María Pinto Molina: La masonería en Almería a finales del siglo XIX
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
actual "europeísmo" a la defensa de la Cristiandad que tocó la
misión histórica
de la Casa de Austria, y aun por la deriva que el
actual movimiento Paneuropeo supone respecto de la trayectoria
de su padre: piénsese
en el CEDI, tan vinculado a la reciente his
toria española y del que tantas cosas podrían contar al alimón
el
archiduque Otto y el llorado Alfredo Sánchez Bella.
Luiggi
G. de Anna, por su parte, ofrece una aguda reflexión
sobre la virtualidad actual
de la específica misión confiada a las
órdenes de Caballería desde principios del siglo XII: "Tuitio fidei
et obsequium pauperum". Desde luego que aquí se halla la llave
de toda posible expansión del espíritu caballeresco y del consi
guiente reverdecimiento de las instituciones
en que encarnó. No
parece, sin embargo, que, pese a esfuerzos meritorios como los
del profesor de Anna -cuyo valor por lo mismo acrece-, por el
momento, se vaya más allá de algunos lugares comunes más o
menos bañados de
wishful thinking. Quizá la Caballeña se haya
escapado
por entre los piadosos deseos de una excesiva instala
ción
en el mundo y su espíritu. Quizá, por ello, sólo pueda rena
cer del rigor
en el seguimiento de una vocación que hoy -con
venientemente aggiornada-podria ser el servicio politico del
catolicismo más allá de partidos y gobiernos.
MIGUEL AYUSO
Maria Pinto Mollna: LA MASONERÍA EN ALMERÍA
A FINALES DEL SIGLO XIX('>
La dedicación del jesuita Ferrer Benimeli ha conseguido que
la Masoneña española haya sido objeto de múltiples estudios que
permiten conocerla mejor. El enfoque irenista y conciliador, cuan
do no hagiográfico, nos parece equivocado, pero lo cierto es que
apenas debe quedar ya provincia española de la que no tenga
mos cumplida referencia de sus logias y masones.
("') Universidad de Granada, Granada, 1990, 173 págs.
737
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
A estos afanes responde el librito de Maria Pinto Molina que
prácticamente agota el tema de la masonería almeriense a finales
del siglo
XIX.
¿Qué consecuencia podemos sacar de su trabajo? A mi enten
der, una, que
no es extrapolable a toda España pero sí a la mayo
ría de sus provincias. La masonería fue un movimiento de esca
sisima entidad, con escasísima implantádón y más que exiguos
resultados. La relación de las logias es una serie de fracasos con
tinuados,
de personas de escasísimo nivel social, en reducidísimo
número. Casi
es un inventario de la nada.
Y eso es todo.
Que algún almeriense, de la capital o sus pue
blos, quiera encontrar algún antepasado
con el dudoso honor de
haber pertenecido a la masonería
no pasa de personalismos ultra
particularistas.
No restamos méritos a la labor investigadora, pero nos pare
ce
un trabajo bastante inútil salvo para constatar el escasísimo
interés de la provincia de Almeria
por vincularse a las logias. El
estudio de cualquier parroquia: sus miembros, bautizos, comu
niones, matrimonios, entierros ... , darla lugar a tomos y tomos,
mientras que el de la masonería apenas supera el opúsculo. Lo
que no deja de ser importante.
Sabemos ya quienes fueron los masones de Almeria
en esa
época, sus profesiones, grados, logias y nombres simbólico. Sólo
echamos de menos, porque
de la nada poco se puede sacar, que
tan laboriosa investigadora no agrupara los nombres simbólicos,
pues ello nos podría dar
una idea de las preferencias ideológicas
de los afiliados. No vamos a hacer aquí el estudio que la autora
no ha hecho. Solamente algunas indicaciones.
Proliferan los nombres
de la mitología, lo que ya indica algo,
y de la antigüedad clásica: Júpiter, Ceres, Vulcano, Marte, Arquí
medes, Diógenes, Cicerón, Pompeyo, Pitágoras, Sócrates, César,
Trajano ... , algunos de ellos con claras resonancias filosóficas o
científicas tan caras al masonismo. Otros nombres pertenecen a
personajes de nuestra historia, algunos de catolicismo notorio:
Viriato, Colón, Wamba, Pinzón, Asdrúbal, Pelayo, Quevedo,
Cervantes, Velázquez, Méndez Núñez, Churruca, Gravina ...
Los
hay que responden al nombre de virtudes, batallas, ciudades,
738
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
ríos ... : Paz, Guadalete, Fraternidad, Sincero, Caridad, Esperanza,
Rhin, Constancia, Lealtad, Lepanto, Numancia ...
Por último, y lo
que nos parece más significativo, los hay que
llevan nombres, y en elevado número, de personajes del libe
ralismo español o extranjero,
con mayor o menor carga de anti'
catolicismo. Y no pocos de ellos con la máxima. Así, entre los
casi 502 masones censados, algunos sin que se mencione su
nombre simbólico, nos encontramos con 14 que eligieron el de
Salmerón, cosa
que en Almería es más explicable, 10 del de Prim,
7 el
de Espartero, 6 el de Riego, 5 el de Garibaldi y Gambetta, 4
el de Ruiz Zorrilla, 3 el de Rousseau, Mendizábal y Torrijas, 2
el
de Campomanes, el Empecinado, Víctor Hugo, Mirabeau, García
Vao, Morayta, Sagasta, Argüelles, Barcia y Castelar, y 1 el de
Giordano Bruno, Orsini, Sixto Cámara, Krause, Martinez de la
Rosa, Olózaga, Dantón, Cavour, Juárez, Rivera, Sanz del
Río,
Orense, Pi y Margall, Zurbano, Calatrava, Víctor Manuel, Voltaire,
Volney, Pierrad, Vtllacampa, Quintana ...
¿Es necesario algo más?
FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA C!GOI'IA
Díaz Sánchez-Cid, ]osé Ramón: EL SEMINARIO
CONCILIAR DE SAN ILDEFONSO DE TOLEDO.
CIEN AÑOS DE HISTORIA (1889-1989)
<'J
Un libro que da mucho más de lo que promete. El sacerdote
toledano, ordenado
en 1978, José Ramón Díaz Sánchez-Cid,
escribe la lústoria del centro
en que realizó sus estudios de pre
paración
al sacerdocio y del que después sería profesor, con
amor evidente y natural. Pero se
engañaría quien creyera que
estamos ante una monografía de puro interés local, y aun dentro
de este reducido campo,
circunscrita además al meramente reli
gioso. No.
El libro abarca mucho más y tiene notable importan
cia aunque haya
que leer entre líneas no pocas de sus conclu
siones más interesantes.
(') Estudio Teológico de San Ildefonso, Seminario Conciliar, Toledo, 1991, 534 págs.
739
Fundaci\363n Speiro
actual "europeísmo" a la defensa de la Cristiandad que tocó la
misión histórica
de la Casa de Austria, y aun por la deriva que el
actual movimiento Paneuropeo supone respecto de la trayectoria
de su padre: piénsese
en el CEDI, tan vinculado a la reciente his
toria española y del que tantas cosas podrían contar al alimón
el
archiduque Otto y el llorado Alfredo Sánchez Bella.
Luiggi
G. de Anna, por su parte, ofrece una aguda reflexión
sobre la virtualidad actual
de la específica misión confiada a las
órdenes de Caballería desde principios del siglo XII: "Tuitio fidei
et obsequium pauperum". Desde luego que aquí se halla la llave
de toda posible expansión del espíritu caballeresco y del consi
guiente reverdecimiento de las instituciones
en que encarnó. No
parece, sin embargo, que, pese a esfuerzos meritorios como los
del profesor de Anna -cuyo valor por lo mismo acrece-, por el
momento, se vaya más allá de algunos lugares comunes más o
menos bañados de
wishful thinking. Quizá la Caballeña se haya
escapado
por entre los piadosos deseos de una excesiva instala
ción
en el mundo y su espíritu. Quizá, por ello, sólo pueda rena
cer del rigor
en el seguimiento de una vocación que hoy -con
venientemente aggiornada-podria ser el servicio politico del
catolicismo más allá de partidos y gobiernos.
MIGUEL AYUSO
Maria Pinto Mollna: LA MASONERÍA EN ALMERÍA
A FINALES DEL SIGLO XIX('>
La dedicación del jesuita Ferrer Benimeli ha conseguido que
la Masoneña española haya sido objeto de múltiples estudios que
permiten conocerla mejor. El enfoque irenista y conciliador, cuan
do no hagiográfico, nos parece equivocado, pero lo cierto es que
apenas debe quedar ya provincia española de la que no tenga
mos cumplida referencia de sus logias y masones.
("') Universidad de Granada, Granada, 1990, 173 págs.
737
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
A estos afanes responde el librito de Maria Pinto Molina que
prácticamente agota el tema de la masonería almeriense a finales
del siglo
XIX.
¿Qué consecuencia podemos sacar de su trabajo? A mi enten
der, una, que
no es extrapolable a toda España pero sí a la mayo
ría de sus provincias. La masonería fue un movimiento de esca
sisima entidad, con escasísima implantádón y más que exiguos
resultados. La relación de las logias es una serie de fracasos con
tinuados,
de personas de escasísimo nivel social, en reducidísimo
número. Casi
es un inventario de la nada.
Y eso es todo.
Que algún almeriense, de la capital o sus pue
blos, quiera encontrar algún antepasado
con el dudoso honor de
haber pertenecido a la masonería
no pasa de personalismos ultra
particularistas.
No restamos méritos a la labor investigadora, pero nos pare
ce
un trabajo bastante inútil salvo para constatar el escasísimo
interés de la provincia de Almeria
por vincularse a las logias. El
estudio de cualquier parroquia: sus miembros, bautizos, comu
niones, matrimonios, entierros ... , darla lugar a tomos y tomos,
mientras que el de la masonería apenas supera el opúsculo. Lo
que no deja de ser importante.
Sabemos ya quienes fueron los masones de Almeria
en esa
época, sus profesiones, grados, logias y nombres simbólico. Sólo
echamos de menos, porque
de la nada poco se puede sacar, que
tan laboriosa investigadora no agrupara los nombres simbólicos,
pues ello nos podría dar
una idea de las preferencias ideológicas
de los afiliados. No vamos a hacer aquí el estudio que la autora
no ha hecho. Solamente algunas indicaciones.
Proliferan los nombres
de la mitología, lo que ya indica algo,
y de la antigüedad clásica: Júpiter, Ceres, Vulcano, Marte, Arquí
medes, Diógenes, Cicerón, Pompeyo, Pitágoras, Sócrates, César,
Trajano ... , algunos de ellos con claras resonancias filosóficas o
científicas tan caras al masonismo. Otros nombres pertenecen a
personajes de nuestra historia, algunos de catolicismo notorio:
Viriato, Colón, Wamba, Pinzón, Asdrúbal, Pelayo, Quevedo,
Cervantes, Velázquez, Méndez Núñez, Churruca, Gravina ...
Los
hay que responden al nombre de virtudes, batallas, ciudades,
738
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
ríos ... : Paz, Guadalete, Fraternidad, Sincero, Caridad, Esperanza,
Rhin, Constancia, Lealtad, Lepanto, Numancia ...
Por último, y lo
que nos parece más significativo, los hay que
llevan nombres, y en elevado número, de personajes del libe
ralismo español o extranjero,
con mayor o menor carga de anti'
catolicismo. Y no pocos de ellos con la máxima. Así, entre los
casi 502 masones censados, algunos sin que se mencione su
nombre simbólico, nos encontramos con 14 que eligieron el de
Salmerón, cosa
que en Almería es más explicable, 10 del de Prim,
7 el
de Espartero, 6 el de Riego, 5 el de Garibaldi y Gambetta, 4
el de Ruiz Zorrilla, 3 el de Rousseau, Mendizábal y Torrijas, 2
el
de Campomanes, el Empecinado, Víctor Hugo, Mirabeau, García
Vao, Morayta, Sagasta, Argüelles, Barcia y Castelar, y 1 el de
Giordano Bruno, Orsini, Sixto Cámara, Krause, Martinez de la
Rosa, Olózaga, Dantón, Cavour, Juárez, Rivera, Sanz del
Río,
Orense, Pi y Margall, Zurbano, Calatrava, Víctor Manuel, Voltaire,
Volney, Pierrad, Vtllacampa, Quintana ...
¿Es necesario algo más?
FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA C!GOI'IA
Díaz Sánchez-Cid, ]osé Ramón: EL SEMINARIO
CONCILIAR DE SAN ILDEFONSO DE TOLEDO.
CIEN AÑOS DE HISTORIA (1889-1989)
<'J
Un libro que da mucho más de lo que promete. El sacerdote
toledano, ordenado
en 1978, José Ramón Díaz Sánchez-Cid,
escribe la lústoria del centro
en que realizó sus estudios de pre
paración
al sacerdocio y del que después sería profesor, con
amor evidente y natural. Pero se
engañaría quien creyera que
estamos ante una monografía de puro interés local, y aun dentro
de este reducido campo,
circunscrita además al meramente reli
gioso. No.
El libro abarca mucho más y tiene notable importan
cia aunque haya
que leer entre líneas no pocas de sus conclu
siones más interesantes.
(') Estudio Teológico de San Ildefonso, Seminario Conciliar, Toledo, 1991, 534 págs.
739
Fundaci\363n Speiro