Hecho, norma y valor

CRÓNICAS
HECHO, NORMA Y VALOR
Los días 29 a 31 del pasado agosto, en la Facultad de Dere­
cho de
la Universidad Católica Argentina de Santa Maria de los
Buenos Aires, dentro
de su doctorado en ciencias juridicas, se ha
celebrado un seminario monográfico sobre "Hecho, norma y
valor". Auspiciado
por el decano, profesor Eduardo Ventura, y
animado
por nuestro amigo el profesor Félix Adolfo Lamas, que
a partir
de las JI Jamadas Hispánicas de Derecho Natural, cele­
bradas
en nuestra Córdoba, ha venido desarrollando algunos de
sus frutos con la colaboración de un grupo de los profesores que
en ellas participaron, esta iniciativa cuenta ya con tres ediciones.
En este caso, el terna central ha sido el de hecho, norma y valor
en la experiencia juridica. Tras las palabras introductorias del pro­
fesor
Lamas, el distinguido penalista italiano Mauro Ronco, hoy en
la prestigiosa Facultad de la Universidad de Padua, desgranó los
distintos conceptos
en el ámbito penal, donde se perciben con
especial intensidad. Recuérdese que el "hecho
juridico", esto. es,
todo hecho
en cuanto debe o puede ser estimado juridicamente,
tiene
en el ordenamiento punitivo importantes consecuencias. A
continuación, la profesora
de Roma Teresa Serra se ocupó de la
relación entre hecho y valor
en el pensamiento del filósofo italiano
A. M. Camrnarata. El segundo día, nuestro buen amigo y colabora­
dor
de estas páginas, Juan Antonio Widow, se ocupaba de la uni­
versalidad de la nonna,
con la solidez de siempre, desde los sabe­
res
metafisicos. Para en una vivaz y agudísima exposición, brillante
y profunda al mismo tiempo,
el profesor Ugo Pagallo, de la
Universidad
de Turin, centrarse en el hecho nonnativo como anti­
rnateria
de la física del nonnativismo. Finalmente, el último día,
Miguel Ayuso, de la Universidad de Comillas, con particular referen­
cia al derecho público, criticó las aproximaciones tridimensionalis­
tas al concepto
de derecho, mientras que el profesor Ricardo Dip,
de la Universidad Paulista, explayaba sus amplios saberes filosófi-
Verbo, núm. 397-398 (2001), 733-738. 733
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CRÓNICAS
cos y jurídicos, con referencia -desde ángulo distinto al que se
contrajera
en la primera sesióh Ronco-al "hecho penal".
En la concepción clásica el derecho es primariamente la cosa
justa, y sólo analógicamente se usa
el término para designar el arte
que la discierne, la setencia
que la determina o la ley en cuanto
el hecho del tiempo coincide exactamente con el del caso.
Asi
pues, como explicó hace años Juan Vallet, los conceptos que giran
en tomo de la norma o de lo efectivamente vigente sólo se pue­
den compatibilizar con el primigenio de "lo justo" en planos dis­
tintos, pero
no en un mismo plano. Ahora bien, otra cosa distinta
es que la ley o la vigencia social
no guarden relación con el con­
cepto del derecho como la cosa justa:
ya que la ley es cierta razón
del derecho y
la cosa justa debe determinarse en el reparto de los
bienes exteriores con motivo de las diversas relaciones sociales.
Interesante tema el de las terceras jornadas de la
UCA, con parti­
cipación de
un grupo de profesores de distintas universidades de
cinco paises, que contribuye a fraguar un equipo que busca fun­
dar el derecho en su verdadera entraña de justicia, más allá de las
disposiciones o convenciones de los poderosos.
JUAN CAYÓN.
TRADIQON, MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD
(l!L UBERAMICORUMDEJOSI! PEDRO GALVAO DE SOUSA)
José Pedro Galvao de Sousa, catedrático paulista, colaborador
de estas páginas, ha sido
uno de los grandes maestros de la
filosoña jurídica y el derecho público lúspánicos de este siglo.
Compadre y
uno de los mejores amigos del profesor Francisco
Elias de Tejada, sus frecuentes viajes a las Españas peninsulares,
a las
que quería entrañablemente -fuera el dulce Portugal como
la arisca Castilla-, le pusieron
en relación con muchos de los
pensadores y militantes más activos del pensamiento tradicional:
desde don Manuel
Fa! Conde a Rafael Gambra y de Juan Vallet de
Goytisolo a Vicente Marrero. A su muerte,
en 1993, Miguel Ayuso,
Estanislao Cantero y Juan Vallet de Goytisolo, le despidieron con
honores desde estas páginas. Cuando años después vio la luz su
Diccionario de Política, obra póstuma y bien lograda, que culmi-
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