Tradición, modernidad y postmodernidad (El Liber amicorum de José Pedro Galvão de Sousa)

CRÓNICAS
cos y juñdicos, con referencia -desde ángulo distinto al que se
contrajera
en la primera sesión Ronco-al "hecho penal".
En la concepción clásica el derecho es primariamente la cosa
justa, y sólo analógicamente se usa el término para designar el arte
que la discierne, la setencia
que la determina o la ley en cuanto
el hecho del tiempo coincide exactamente con el del caso.
Así
pues, como explicó hace años Juan Vallet, los conceptos que giran
en tomo de la norma o de lo efectivamente vigente sólo se pue­
den compatibilizar con el primigenio de "lo justo" en planos dis­
tintos, pero no en un mismo plano. Ahora bien, otra cosa distinta
es que la ley o la vigencia social
no guarden relación con el con­
cepto del derecho como la cosa justa:
ya que la ley es cierta razón
del derecho y
la cosa justa debe determinarse en el reparto de los
bienes exteriores con motivo de las diversas relaciones sociales.
Interesante tema el de las terceras jornadas de la
UCA, con parti­
cipación de
un grupo de profesores de distintas universidades de
cinco países, que contribuye a fraguar
un equipo que busca fun­
dar el derecho
en su verdadera entraña de justicia, más allá de las
disposiciones o convenciones de los poderosos.
JUAN CAYóN.
TRADICION, MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD
(EL UBER AMICORUMDE JOSE PEDRO GALVAO DE SOUSA)
José Pedro Galvao de Sousa, catedrático paulista, colaborador
de estas páginas,
ha sido uno de los grandes maestros de la
filosofía jurídica y el derecho público hlspánicos de este siglo.
Compadre y
uno de los mejores amigos del profesor Francisco
Elías de Tejada, sus frecuentes viajes a las Españas peninsulares,
a las
que quería entrañablemente -fuera el dulce Portugal como
la arisca Castilla-, le pusieron en relación con muchos de los
pensadores y militantes
más activos del pensamiento tradicional:
desde
don Manuel Fa! Conde a Rafael Gambra y de Juan Vallet de
Goytisolo a Vicente Marrero. A su muerte,
en 1993, Miguel Ayuso,
Estanislao Cantero y Juan Vallet
de Goytisolo, le despidieron con
honores desde estas páginas. Cuando años después vio la luz su
Diccionario de Política, obra póstuma y bien lograda, que culmi-
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CRÓNICAS
naron sus colaboradores y amigos Clovis Lema García y José Fraga
Teixeira do Carvalho, también de nuevo nuestras
páginas, por la
pluma de Miguel Ayuso,
uno de sus amigos más mtimos de la últi­
ma época, dio puntual nota
de su aparición.
Y ahora, con gran satisfacción, también anunciamos la apa­
rición de
un volumen bellamente impreso por los tipos de
Millennium Editora,
de Campinas, en el propio Estado de San
Pablo, que recoge diecisiete estudios
-cinco brasileños, diez
entre los distintos pueblos hispánicos (portugueses, gallegos, cas­
tellanos, navarros, chilenos y argentinos), así como dos italia­
nos-que o bien tocan directamente la obra del querido maes­
tro, o bien giran
en tomo de las temáticas que él cultivó. Sin
ánimo más que de dar una sucinta nota, encontramos, tras la pre­
sentación de Ricardo Dip, a quien hay que agradecer el gesto pia­
doso de haber sacado adelante esta obra tantas veces proyectada
y nunca ejecutada, seis ensayos directamente centrados
en la
obra
de José Pedro Galvao de Sousa, y que cubren una buena
parte de sus temáticas más queridas. Son los de Clovis Lema
(sobre la filosofia realista de la política), Juan Vallet de Goytisolo
(sobre la historicidad del derecho), Rafael Gambra (sobre la
Hispanidad), Miguel Ayuso (sobre
la representación política),
Estanislao Cantero (sobre su recepción
en la España peninsular
de lengua castellana), Danilo Castellano (sobre la soberanía) y
Femando Britto de Castro (sobre
el sentido de la historia).
Encontramos también otros ensayos
que toman como punto
de partida los temas y las páginas de José Pedro, aunque el desa­
rrollo sea más propio.
As!, Félix Lamas (sobre el tradicionalismo
hispánico y las concepciones
de la tradición), Juan Antonio
Widow (sobre el nacimiento del voluntarismo e San Buenaven­
tura a Marsilio de Padua), Francesco Gentile (sobre la matriz ideo­
lógica del totalitarismo
en Marsilio de Padua). Finalmente, se
hallan otros ensayos cuyos temas
no pueden decirse ajenas a la
obra del maestro paulista,
pero que no contienen reclamo a su
inspiración. Son los de Paulo Ferreira da Cunha (sobre el "cons­
titucionalismo" tradicional), Bernardino Montejano (sobre dere­
cho y justicia
en Saint-Exupéry), Vicente de Abreu Amadei (sobre
la tradición juridica romana),
Juan Carlos Ossandon (sobre la
Inquisición y la reciente historiograffa), Jacques de Camargo
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(sobre la admisibilidad de las apelaciones en las Ordenaciones
del Reino)
y Ricardo Dip (sobre el tiempo y el juez penal).
El conjunto, variado y rico, es de nuevo resultado de los afa­
nes convergentes de un selecto grupo de pensadores de diversos
países, hermanados
en la filosofía clásica, el tradicionalismo polí­
tico
y el hispanismo. Enhorabuena, pues.
• • •
Precisamente, en los últimos días del pasado mes de agosto,
se
hacia la presentación oficial del volumen en el · Centro de
Estudios del Tribunal de Alzada Criminal de San Pablo, que por
vez primera convocaba oficialmente una conferencia, más allá
de las múltiples iniciativas que siempre acogió, entre otras las
I Jornadas Brasileñas
de Derecho Natura!, resultado de las
I Hispánicas, y
que inauguraron José Pedro Galvao de Sousa y
Francisco Elías
de Tejada Spínola. Con presidencia del Director
del Centro de Estudios,
José Renato Nalini, y con presentación
del juez
y profesor Ricardo Henry Marques Dip, curador del volu­
men,
el profesor Miguel Ayuso habló de "El derecho político rea­
lista
de José Pedro Galvao de Sousa" y respondió luego a las
muchas preguntas
que se formularon en un sabroso coloquio.
Entre los asistentes
que llenaban la sala, en primer lugar, la viuda
de José Pedro, Alexandra Chequer Galvao de Sousa, y sus hijos
con sus esposas, y los disdpulos Clovis Lema y José Fraga. Y tan­
tos amigos. Emocionante acto
que se espera tenga prolongación
en estas gastadas Españas peninsulares, en concreto en Madrid,
donde en la primavera se espera pueda celebrarse un acto en la
Real Acade1nia de Jurisprudencia
y Legislación de Madrid, de la
que el homenajeado era académico honorario. Dios lo quiera.
JUAN CAYÓN
EL ALMA "EUROPEA" DE EURÓPA
Otro
año más tenemos que ocuparnos de la otoñal cita surti­
rolesa del Instituto Rosmini. En esta ocasión
ha sido, además, la
del
XL Congreso Internacional del Instltut Internatlonal d'Etudes
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