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Número 411-412

Serie XLII

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Gonzalo Fernández de la Mora, la Ciudad Católica y Verbo

GONZALO FERNÁNDEZ DE LA MORA,
LA
CIUDAD CATÓLICA Y VERBO
POR
ESTANISLAO CANTERO
Intentar aportar algo al número de Razón Española homena­
je a quien fue su fundador y director (1), que no sea reiteración
de lo que otros autores
dirán mejor que yo, me ha decidido a
ocuparme
de una cuestión, ciertamente menor en su obra, pero
que creo no exenta de cierto interés: su colaboración con la
Ciudad Católica -agrupación de seglares para el estudio de la
doctrina social
de la Iglesia en orden a su realización-, y con
Verbo -revista de formación y de acción cultural, según el dere­
cho· natural y
cristiano-, fundada en 1961, por Eugenio Vegas
Latapie y
Juan Vallet de Goytisolo, su actual director (2).
Dicha colaboración,
aunque no muy extensa, expresa una
relación cordial de mutuo aprecio (3), no exenta de discrepancias
(1) Por su interés para los lectores de Verbo reproducimos este artículo,
publicado en Razón Española (núm. 114, julio-agosto 2002, págs. 17-22) en su
número monográfico "Homenaje a Gonzalo Fernández de la Mora" (n. de la R).
(2) Cfr. J, VALLET DE GoYTISOLO, "Qué somos y cuál es nuestra tarea", Verbo,
núm. 151-152, enero-febrero 1977, págs. 29-50; E. CANrERO, "¿Qué es la Ciudad
Católica?", Verbo, núm. 235-236, mayo-junio, 1985, págs. 529-543.
(3) Además de los artículos de Fernández de la Mora, Verbo saludó la apa­
rición de la nueva revista (E. CANTER.o, "Revistas: Razón Española", Verbo, núm.
219-220, noviembre-diciembre 1983, pág. 1275) y conmemoró su número cin­
cuenta (Miguel AYuso, "Una empresa •razonalista•", Verbo, núm. 301-302, enero­
febrero 1992, págs. 221-223). Por su parte, Fernández de la Mora me pidió un
ensayo sobre el pensamiento político de Vallet (E. CANTERo, "Sociedad y Estado
en Vallet de Goytisolo", Razón Española, núm. 17, mayo-junio 1986, págs. 279-
310),
y Ayuso, desde sus acogedoras páginas, se refirió a nuestra labor (M. AYuso,
Verbo, núm. 411-412 (2003), 127-132. 127
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-ya sea con la linea de la revista, ya con algunos colaborado­
res---, en las que se observa parte de lo que une y separa a
diversas corrientes contrarrevolucionarias, que difieran entre sí
y con la autoproclamada empírica y defendida por nuestro
autor, bien por la cuestión filosófica y religiosa, bien por ads­
cribirse al carlismo, bien por el empleo de la expresión "demo­
cracia orgánica".
Gonzalo Femández de la Mora escribió en Verbo en siete
ocasiones; tres fueron réplica a artículos alli publicados.
"Sobre el materialismo histórico" rebate y demuestra median­
te el análisis de los hechos, lo
que sería la conclusión del ensa­
yo: la falsedad de
la primada de la economia respecto al pensa­
miento, cuando lo cierto es exactamente lo contrario
(4). Se
publicó con una nota previa de la redacción en la que, compar­
tiendo su refutación del materialismo histórico, manifestaba sus
reservas respecto a prescindir de
la metaftSica, a la expresión
"logicismo histórico" desde cuya perspectiva se escribia el artícu­
lo, a dos afirmaciones antropológicas
("el hombre no es sino que
se hace" y "cada vida comienza de cero"), y a la afirmación de
que las normas morales y juridicas
son creación de la inteligen­
cia,
por cuanto ésta no hace sino descubrirlas (5).
En "España y el fascismo", establecia esta conclusión:
"El
Estado nacido el 18 de julio de 1936 y reemplazado en 1978 no
se explica ni como un fascismo, ni desde el fascismo; se explica
desde el tradicionalismo español, que en la edad contemporánea
representan Balmes, Donoso-Cortés, Menéndez-Pelayo, Mella y
Maeztu con su grupo de "Acción Española".
Las ralees de esta
concepción
de la sociedad y del Estado pasan por los grandes
juristas y pensadores españoles del siglo
XVI y se remontan a los
teóricos castellanos medievales" (6).
~Et lugar intelectual de Verbd', Razón Espaf1ola, núm. 22, marco-abril 1987, págs.
205-216.
(4) G. FERNANoEZ DE LA MORA, ªSobre el materialismo histórico", Verbo, núm.
175-176, mayo-junio 1979 (págs. 553-569), pág. 569.
(5) Verbo, núm. 175-176, mayo-junio 1979, pág. 552.
(6) G. FERNÁNDEZ DE LA MORA, ~España y el fascismo", Verbo, núm. 188, sep­
tiembre-octubre 1980 (págs. 991-1029), págs. 1028-1029.
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GONZALO FERNÁNDEZ DE LA MORA, LA "CIUDAD CATÓLICA· Y "VERBO"
El artículo iba seguido de una pequeña nota de José Antonio
García
de Cortázar, entonces director de Verbo, en la que, a títu­
lo personal, indicaba que no compartía tal conclusión, sustan­
cialmente, porque el régimen había carecido de una auténtica
representatividad política,
pero que dada la cuestión, abña las
puertas "discretamente"
al debate (7).
Replicaron Rafael Gambra y Manuel de Santa Cruz, El prime­
ro argumentaba su discrepancia con algunas cuestiones,
pero
especialmente con su conclusión, pues, a su juicio, sobre todo
en su primera década, el régimen no fue una realización del tra­
dicionalismo español
(8). El segundo, con idéntica tesis, prácti­
camente identificaba carlismo
con tradicionalismo (9),
A ambos escritores replicó Femández de la Mora con una
nota en la que indicaba que se había errado el tiro, porque,
decía, "no
me he referido al carlismo sino a la tradición política
española", y no cabe "afirmar seriamente que tradicionalismo sea
sinónimo de carlismo" (10),
Si Fernández de la Mora acertaba en su respuesta al negar esa
identificación
-el carlismo no es sino una especie del género
pensamiento tradicional-, sin embargo, no entraba en la cues­
tión de fondo planteada por Garnbra respecto a las objeciones
que cabfa hacer a su tesis, no ya desde el carlismo, sino desde el
pensamiento tradicional. Ambos autores argumentaban situados
en planos distintos y de ahí la discrepancia. El que el régimen de
Franco
no fuera propiamente fascista y hubiera recibido con el
paso de los años una creciente influencia, aunque parcial, del
pensamiento tradicional, no permite, precisamente por ello, con-
(J) J. A. GARCÍA DE CoRTÁZAR y SAGARMINAGA, "Advertencia sobre el régimen
tradicional Verbo, núm. 188, septiembre-octubre 1980, págs. 1031-1032.
(8) R
G.AMBRA, ~Sobre la significación del régimen de Franco", Verbo, núm.
189-190, noviembre-diciembre 1980 (págs. 1223-1230), pág. 1228.
(9) M. DE SANI'A CRUZ, "El tradicionalismo político y el régimen que cronoló­
gicamente siguió al 18 de julio", Verbo, núm. 189-190, noviembre-diciembre 1980,
págs. 1231-1247.
(10) G. FERNÁNDEZ DE LA MoRA, "Tradicionalismo y carlismo". Respuesta de
Gonzalo Fernández de la Mora a Rafael Gambra y a Manuel de Santa Cruz, Verbo,
núm. 191-192, enero-febrero 1981, págs. 262-265.
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cluir que encuentra su explicación desde el tradicionalismo espa­
fiol, aunque éste tampoco le sea ajeno.
Tema abierto a la polémica
y a la investigación, sujeto a múl­
tiples matices, la redacción
de la revista, ante las llamadas recibi­
das a favor
de una y otra tesis, indicaba que no deseaba conti­
nuar la polémica
y la daba por terminada (11).
"Tradicionalismo
y krausismo" fue su respuesta a un artículo
de Raimundo de Miguel (12), en el que éste criticaba y rechaza­
ba cualquier influencia del organicismo krausista en el tradicio­
nal, como había sustentado Femández
de la Mora 03). De
Miguel refutaba, respecto a pensadores carlistas, especialmente
Mella, más
de lo que Femández de la Mora había afirmado y, en
cambio, resbalaba sobre lo que éste había sustentado, lo que per­
mitió a Fernández de la Mora rebatirle (14).
En "Brañas y la democracia orgánica" explicó que Alfredo
Brañas, tradicionalista destacado, fue defensor de la democracia
orgánica, y respecto a esa cuestión, por influencia krausista (15).
En unas "Ilustraciones con recortes de periódico" (16) sobre
Eugenio Vegas, se había discrepado con Fernández
de la Mora
respecto a la democracia orgánica, la inviabilidad del modelo
político
y la utopía en Eugenio Vegas. Con tal motivo, remitió
unas "Puntualizaciones sobre Eugenio Vegas" (17),
que me cupo
el honor de responder (18), por lo que, obviamente, sin comen-
(11) Cfr. Verbo, núm. 191-192, enero-febrero 1981, pág. 265.
(12) R. DE MIGUEL, "El organicismo tradicionalista", Verbo, núm. 203-204,
marzo-abril 1982, págs. 343-349.
(13) G. FERNÁNDEZ DE LA MORA, "El organicismo krausista", Revista de Estudios
PoUticos, julio 1981, págs. 99-184.
(14) G. FERNÁNDEZ DE LA MORA, "Tradicionalismo y krausismo", Verbo, núm.
205-206, mayo-junio-julio 1982, págs. 539-542.
(15) G.
FERNÁNDEZ DE LA MoRA, "Brañas y la democracia orgánica", Verbo,
núm. 227-228,
julio--agosto-septiembre 1984, págs. 945-953.
(16)
Verbo, núm. 239-240, octubre-noviembre-diciembre 1985 (págs. 1208-
1242),
págs. 1230-1236.
(17) G.
FERNÁNDBZ DE LA MORA, "Puntualizaciones sobre Eugenio Vegas", Verbo,
núm. 243-244, marzo-abril 1986, págs. 475-478.
(18) E. CANTERO, "Democracia orgánica, viabilidad del modelo politico y uto­
pía en Eugenio Vegas Latapie. Respuesta a Gonzalo Fernández de la Mora", Verbo,
núm. 243-244, marzo-abril 1986, págs. 478-490.
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GONZALO FERNÁNDEZ DE LA MORA, LA "CIUDAD CATÓLICA" Y "VERBO"
tario alguno, me limito a indicar la existencia de esta polémica
1nenor.
En las reuniones anuales de la Ciudad Católica acudió como
conferenciante
en dos ocasiones, en 1982 en Madrid y, en 1990
en Poblet. En ambos casos para tratar una cuestión que había
analizado
de modo maestro: la democracia.
El tema general de la primera fue "¿Crisis en la democra­
cia?" (19), y participó en una "mesa redonda" sobre "el futuro de
la democracia" (20). En la de 1990, sobre "La praxis democráti­
ca" (21), trató
de las "contradicciones de la partitocracia"; quinta­
esenció sus conocidas tesis políticas, contenidas
en La parlito­
cracia, en Del Estado ideal al Estado de razón, y en referencia
expresa a España,
en El Estado de obras, Los errores del cambio y
en sus "escritos menores", pero de singular itnportancia, publica­
dos durante la transición (22).
Su análisis, de1noledor, también era corrector: "La democracia
es una oligarquía arbitrada periódicamente por un censo electo­
ral
de entidad variable"; la partitocracia es aquella de su especie
en la que "los aparatos de los partidos monopolizan la elabora­
ción
de las candidaturas y, por tanto, dictan la reducida lista de
personas que
pueden ser votadas". Tras su crítica, indicó algunas
"graves contradicciones": "Oligarquización interna", "crisis de in­
dependencia", "depauperización de la clase política", "eclipse del
decoro
poHtico", "expoliación del electorado", "degradación ética
(19) W .AA., ¿Crisis en la demacrada?, Speiro, Madrid, 1984; cfr. la reseña
de Ángel MAEsTR.o en Razón Española, núm. 19, septiembre-octubre 1986, págs.
251-252.
(20) Los
otros participantes fueron Rafael Gambra, Francisco de Lucas y
Federico Müggemburg, actuando de moderador Enrique Zuleta. Aunque no dejó
escrita
su intervención, según el cronista, el futuro que veía a la democracia era
uir del parlamentarismo al presidencialismo, del multipartidismo al bipartidismo,
caminar hacia la democracia orgánica y hacia formas centralizadas", M.ª Angeles
BADfA, "Crónica de la XXI Reunión de amigos de la Ciudad Católica", Verbo, núm.
209-210, noviembre-diciembre 1982 (págs. 943-964), pág. 963.
(21) ar. La praxis demacráUca, número monográfico con las conferencias
de la reunión, Verbo, núm. 291-292, enero-febrero 1991, 272 págs.
(22)
Cfr. E. CANTERo, "Una visión de la transición", en Razanalismo. Hame­
n;ye a Fernández de la Mara, Fundación Balmes, Madrid, 1995, págs. 403-420.
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ESTANISLAO CANTERO
de la sociedad", "reducdonismo ético", "instrumentalización del
parlamentario", "la paradoja del transfuguismo", "devaluación
intelectual, política, fiscal
y legislativa de las cámaras", "irrespon­
sabilidad del Gobierno", "politización
de la Administración" y
"fusión de poderes". Finalmente, propuso hasta quince "correcti­
vos" para paliar sus males, que, una vez más, no fueron atendi­
dos por la clase política (23).
Tal fue la
pequeña historia de una colaboración amistosa,
basada, como
ha escrito Ayuso, en "el acuerdo fundamental en
cuanto a la critica de los sistemas políticos ,modernos," (24), que
pese a divergencias, fue posible debido a un mutuo respeto, al
amor a la verdad, al
no hacer cuestión personal de las diferencias
de pensamiento ni de las críticas reciprocas y a un común amor
a España.
(23) G. FERNÁNDEZ DE LA MORA, "Contradicciones de la democracia", Verbo,
núm. 291-292, enero-febrero 1991 (págs. 53-90); las citas en las págs. 56, 57, 72-
86 y 88-90.
(24) M. A.Yuso, "In memoriam. Gonzalo Fernández de la Mora", Verbo, núm.
401-402, enero-febrero 2002 (págs. 15-19), pág. 19.
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