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Número 415-416

Serie XLII

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El Papa en España

EL PAPA EN ESPAÑA
Sois los salvadores de la Iglesia
•l. Canducidos de la mano de la Virgen Maria y acompañados por
"el ejemplo y la intercesión de los nuevos santos, hemos recorrido en la
"oración diversos momentos de la vtda de Jesús.
•El Rosario, en efecto, en su sencillez y profandidad, es un verda­
"dero compendio del Evangelio y conduce al _corazón mismo del men­
"saje
cristiano: 'Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para
"que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna'
"On 3, 16).
11Maria, además de ser la Madre cercana, discreta y comprensiva, es
"la mejor Maestra para llegar al conocimiento de la verdad a través de
"la contemplación. El drama de la cultura actual es la falta de interiori­
"dad, la ausencia de contempla.ción. Sin interioridad la cultura carece
"de entrañas, es como un cuerpo _que no ha encontrado todavía su alma.
''¿De qué es capaz la humanidad sin interioridad? lamentablemente,
"conocemos muy bien la respuesta. Cuando falta el espíritu contempla­
'tivo,
no se defiende la vida y se degenera todo lo humano. Sin interio­
"ridad el hombre moderno pone en peligro su misma integridad.
·2. Queridos jóvenes, os invito a formar parte de la 'Escuela de la
"Virgen Maria'. Ella es modelo Insuperable de contemplación y ejemplo
"admirable de
interioridad fecunda, gozosa y enriquecedora. Ella os
"enseñará a no separar nunca la acción de la contemplación, asi con­
"tribuiréis mejor a hacer realidad un gran sueño: el nacimiento de la
"nueva Europa del espíritu. Una Europa fiel a sus raíces cristianas, no
"encerrada en sí misma, sino abierta al diálogo y a la colaboración con
"los demás pueblos de la tierra; una Europa consciente de estar llamada
"a ser faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo, deci­
"dida a aunar sus esfuerzos y su creatividad al seroicio de la.paz y de la
"solidaridad entre los pueblos.
Verbo, núm. 415-416 (2003), 371-375. 371
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.. 3. Amados jóvenes, sabéis bien cuánto me preocupa la paz en el
"mundo. La espiral de la violencia, el terrorismo y la guerra provoca,
"todavía
en nuestros días, odio y muerte. La paz -lo sabemos- es ante
"todo un don de lo Alto que debemos pedir con insistencia y que, ade­
"más, debemos construir entre _todos mediante una profunda conversión
"interior.
Por eso, hoy quiero comprometeros a ser operadores y artífices
"de paz. Responded a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder
'fascinante del amor. 'venced la enemistad con la fuerza del perdón.
''Manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo
''.Y de intolerancia. Testimoniad con vuestra vida que las ideas no se
"imponen, sino
que se proponen. ¡Nunca os dejéis desalentar por el mal!
"Para ello necesitáis la
ayuda de la oración y el consuelo que brota de
"una amistad intima con Cristo. Sólo así, viviendo la experiencia del
"amor de
Dios e irradiando la .fraternidad evangélica, podréis ser los
"constructores de un mundo mejor, auténticos hombres y mujeres pací­
"ftcos y pacificadores.
»4. Mañana tendré la dicha de proclamar cinco nuevos santos, hijos
"e hijas de esta noble nación y de esta Iglesia. Ellos fueron jóvenes como
"vosotros, llenOS de energía, ilusión y ganas de vivir. El encuentro con
"Cristo transformó sus vidas (. . .) . Por riso, faeron capaces de arrastrar a
"otros jóvenes, amigos suyos, y
de crear obras de oración, evangelización
''.Y caridad que tiún perduran,·(Mensaje de los obispos españoles con
"ocasión
del viaje del Santo Padre, 4) .
.. Queridos jóvenes, iiti con confianza al encuentro de Jesús! y, como
"los nUevos santos, ¡no tengáis miedo de hablar de él!, pues Cristo es la
"respuesta verdadera
a todas las preguntas sobre el hombre y su destino.
''Es preciso que vosotros, jóvenes, os convirtáis en apóstoles de vuestros
'tüetáneos. ·-sé mu.Y bien q"ue esto no es fáéil. Muchas veces tendréis la
"tentación de decir ccimo el profeta Jeremías: '¡Ah, Señor! Mira que no sé
"expresarme, que soy un muchacho' Or 1, 6). No os desaniméis, porque
"no estáis solr;>s: el Señor nun~a dejará de acompañaros, con su gracia y
"el don de su Espíritu.
»5. Esta presencia fiel del Señor os hace capaces de asumir el com­
''promiso
de la nueva evangelización, a la que todos los hijos de la Iglesia
"están llamados.
Es una tarea de todos; En ella los laicos tienen un papel
"protagonista, especialmente los matrimonios y las_Jamilias cristianas;
"sin embargo, la evangelización requiere hoy con urgencia sacerdotes y
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''personas consagradas. Esta es la razón por la que deseo ~ir.a.cada
"uno de vosotros, jóvenes: st sientes la llamada de Dios que te dice:
"'Sígueme!' (Me 2, 14; Le 5, 27), no la acalles. Sé generoso, responde
"como Maria ofreciendo a Dios el sí gozoso de tu persona y de tu vtda .
.. Qs doy mi testimonio: yo fui ordenado sacerdote cuarido tenía 26
"años. Desde entonces han pasado 56. Entonces, ¿cuántos años tiene el
''papa? ¡Casi 83! ¡Un Joven de 83 años! Al volver la mirada atrás y recor
"dar estos años de
mi vida, os puedo asegurar que vale la pena dedicar­
'Se a la causa de Cristo y, por amor a él, consagrarse al sewicto del hom~
"bre. ¡Merece la pena dar la vida por el Evangelio y por los hermanos!
.. ¿Cuántas horas tenemos hasta la medianoche? Tres horas. Apenas
"tres horas hasta la medianoche y después viene la mañana.
-6. Al concluir mis palabras qutero invocar a Maria, la estrella
"luminosa
que anuncia el despuntar del Sol que nace de. lo .Alto,
'Jesucristo.-
'í·Dtos te.salve, María, llena de gracia!
"Esta noche te pido
''por losjóvenes de España,
'jóvenes
llenos de sueños y esperanzas.
"Ellos
son los centinellas del mañana,
"el pueblo de las bienaventuranzas;
"son "fa. esperanza viva de la Iglesia
"y del Papa.
"Santa
Maria, Madre de los jóvenes,
"intercede
para que sean
"testigos de Cristo resucitado,
'apóstoles humildes y valientes
"del tercer milenio,
"heraldos generosos del Evangelio.
"Santa Maria,
lli'gen Inmaculada,
"reza con nosotros,
"reza por nosotros. Amén•.
JuAN PABLO TI: Homilía durante la vigilia de oración
con los jóvenes en el aeréxiromo de Cuatro Vientos.
L'Osseroatore Roma,no,
edición semanal en lengua espa­
ñola, año XXXV, núm. 19 (1793), 9 de mayo de 2003.
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Sed testigos -de la resurrección
•'Sed testigos de mi resurrección' (cf Le 24, 46-48), Jesús dice a
"sus
Apóstoles en el relato del evangelio apenas proclamado. Misión
"difícil y exigente, confiada a hombres que aún no se atreven a mos­
'trarse-
en público por miedo de ser reconocidos como discípulos del
"Nazareno.
No obstante,· la primera lectura nos ha presentado a Pedro
"que, una vez recibido el Espíritu Santo en Pentecostés, tiene la valen­
"tía de proclamar ante el pueblo la resurrección de Jesús y exhortar
"al arrepentimiento y a
la conversión.
•Desde entonces la Iglesia, con la
fuerza del Espíritu Santo, sigue
''proclamando esta noticia extraordinaria a todos los hombres de todos
"los tiempos. Y el Sucesor de Pedro, peregrino en tierras españolas, os
"repite: España, siguiendo un pasado de valiente evangelización: ¡sé
"también hoy testigo de Jesucristo resucitado!
»Los nuevos santos tienen rostros muy concretos y su historia
"es bien conocida. ¿"Cuál es su mensaje? Sus obras, que admiramos y
''por las que damos gracias a Dios, no se deben a sus fuerzas o a
"la sabiduría humana, sino a la acción misteriosa del Espíritu Santo,
"que
ha suscitado en ellos una adhesión inquebrantable a Cristo
"crucificado
y resucitado y el propósito de i1'nitarlo. Queridos fieles
"católicos de
España: ¡dejaos intetpelar por estos maravillosos ejem-­
''plos!
•Al dar gracias al Señor por tantos dones que ba derramado en
''F.spaña, os invito a pedir conmigo que en esta tierra sigan florecien­
"do nuevos santos. Surgirán otros frutos de santidad si las comunida­
"des eclesiales mantienen
su fidelidad al Evangelio que, según una
"venerable tradición, fue predicado desde los primeros tiempos del cris­
"tiantsmo y se ha· coriservado a través de los siglos.
»Surgirán nuevos frutos de santidad si la familia sabe permanecer
"unida,
como auténtico santuario del amor y de la vida. 'La fe cris­
"tiana y católica constituye la Identidad del pueblo español', dije
"cuando peregriné a Santiago de Compostela
(Discurso en Santiago, 9
"de
,:,oviémf!re de 1982). Conocer y profundizar el pasado de un pue-­
"blo es afianzar y enriquecer su propia identidad. ¡No rompáis con
"vuestras raíces cristianas! Sólo así seréis capaces de aportar al mun­
"do y a Europa la riqueza cultural de vues¡ra historia.
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.. 5, "Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras"
(Le "24, 45). Cristo resucitado ilumina a los Apóstoles para que su
"anuncio pueda ser entendido y se transmita. íntegro a todas las gene­
"raciones; para que el
h,ombre. oyendo crea, creyend9 espere, y espe­
'.'rando ame (cf san Agustín, De catechizandis rudibus, 4, 8). Al pre­
"dicar a Jesucristo resucitador la Iglesia desea anunciar a todos los
"hombres un camino de esperanza y acompañarles al encuentro con
"Cristo.
»Celebrando esta Eucaristía, invoco sobre todos vosotros el gran
''don de la fidelidad a vuestros comprom"isos cristianos. Que os lo con­
"ceda, Dios Padre por la intercesión de la santísima Virgen -venerad'a
"en España con tantas advocaciones-y de los nuevos santos.
JUAN PABLO 11: Homilía durante la solemne misa de
canonización ~ cinco beatos, domingo 4 de mayo.
L 'Osseroatore Romano, edición semanal en lengua espa­
ñola,
año XXXV, núm. 19 (1793), 9 de mayo de 2003.
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