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Número 87-88

Serie IX

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VI. ¿Cómo piensa la juventud?

Cuando se ha vivido largo tiempo bajo el peso de la palabra
que
miente, la
amenaza de la palabra que dice la verdad
ee una
terrible

amenaza. Por esta razón, la burocracia soviética persigue
con tenacidad los
documentos que

denuncian la mentira
y la pro­
paganda y proclaman la verdad. Ninguno le·
es-indiferente. Ni los
textos
·de Duhcek,

ni las cartas de Soljenitzin, ni los escritos de
Garaudy, ni la película «La eonfesión». Son documentos breves
que proclaman escuetamente la verdad, después de haber sido
escritas millones

de palabras que edificarán la mayor construc­
ción política imaginaria que la historia conoce.
Ahora le toca el turno
al texto de Andrei Amalrik «¿ Sobre­
vivirá la U.R.S.S. al
año 1984?»

Amalrik acaba de ser detenido
y procesado por esta referencia concreta a la fecha utópica de
OrweJL Amalrik

es un joven historiador de treinta y dos años,
hijo de un historiador soviético.
Amalrik vuelve al consabido tema de la burocracia soviética
y
sus males. Pero

hay puntos originales
y sugestivos en su pers•
pectiva.

Compara el momento actual de nacionalismo cerrado con
dominio de los rusos blancos sobre el resto de las nacionalida­
des de la U.R.S.S., con el apogeo
de la

doctrina de
los e.slavófilos,
en el siglo XIX, La postura suya ha sido comparada con la de Pe­
dro Tchadaev, el cual
escribía bajo Nicoláit I:
«Solitarios- en el
mundo, no hemos dado nada al mundo, nada
hemos aprendido
del

mundo, no hemos vertido ni una idea humana
en la corriente
de

ideas del mundo.» La lucha entre Le:nin y Kornilov parece
plantearse hoy

otra vez y vana
parece haber sido

la victoria del
primero con el triunfo de la Revolución, hace cincuenta años. Lo que sobrevive ya no es
la fe marxista, ni la orto·doxa; es la fe
religiosa nacionalista,
basada en reformismos del régimen

en vía
de autodestrucción.
Amalrik

considera la decrepitud interior de régimen inevita­
ble, incapaz de restaurar las libertades.
Decrepitud que

puede
llevar a un golpe militar o a
la búsqueda de arriesgadas empre­
sas exteriores.
Es éste

un
testimonio importante.
VI. ¿CóMO PIENSA LA JUVENTUD?
La fe en alcanzer el paraíso en este mundo, gracias a la técnica y al.
cambio
de las estrucfluras, conduce al mito del movímiento de la Histcxia,
y éste .. _ a sti vez.., col.oca e/. sentido del devenir en la juventud de hoy, "que
es el malfana", Sin embargo recordamos que, hace más de dos años, en
789
Fundaci\363n Speiro

ABC (25--IV--68) al comentar "El silencio de Dios", de Rafael Gambra,
Juan Vallet de Goytisolo observó que el "diálogo entre generaciones", "al
que hoy
se suele al,udit'", no

es el
diálogo normal con el noventa por dento
de la juventud, sino la revisión de toda la expe.rienda. vivida y del saber
heredado en conkaste
cOn las ideologías desencBt'nadas que, de un modo
violento, esgrime
el diez par ciento restante de esa juventud".
El 7 de marzo de este año París Match ha publicado los resultado.s de
un sondeo entre la juventud francesa real,izado -por S. O. R R. E. S. Re ..
saltados SOt'prendentes
que han dedo lugsr a jugaros comentarios. Comen-­
cernos con a/,gunos exfrooto,s del artíCt.tlo "Gardes Rouges et bloUSo'flS
noirs", publicado por Marce! Clément en L'Homme Nouveau, del 5 de.
abril,
790
A favor de la immrección troskista de mayo de 1968, nos han
fabricado
la
imagen de
una juventud francesa exasperada, perezo­
sa,
erotizada y

frecuentemente drogada. Es en función de esta
imagen que numerosos maestros capitulan,
que demasiados pa­
dres dimiten y que buen número de sacerdotes se rebajan a una
demagogia pueril ..

-. para que los jóvenes
«no se
enojen» en la
iglesia
(sic.).
Sin embargo, el país real es completamente distinto. El son­
deo publicado
en «París Match» del

7 de marzo último y
reali­
zado j}or
la

S.O.F.R.E.S. después
de un muestreo nacional
repre­
sentativo de
mil jóvenes comprendidos entre los quince y vein­
titrés
años~ merece

un estudio detenido
.. Bajo

casi todos los
as­
pectos
resulta una fuente reconfortante. Aquí desaparece el país
verbal y aparece el país real con su relieve poderoso y a plena luz.
¡ Frente a las grandes corrientes de ideas, sólo el 4 por 100
de los jóvenes se
declaran maoístas,
trosk.istas,
anarquistas o
de
otros
izquierdismos! ¡A

la inversa, el 10 por 100
'Son parti.diarios
de

la democraeia cristiana, el 20 por 100 del desarrollo económi­
co,
·el 17

por I 00 del liberalismo, el 8 por l 00 del nacionalismo,
el 9 por 100 de un federalismo europeo y el 2 por 100 (más de
una cuarta parte) no tienen opinión! No deja de tener interés comparar estos
porcentajes a

los que
reflejan las recientes
elecciones, Con

relación al número
de los
inscritos

en el censo electoral, los comunistas _ han
ohteni"do el
12,32 por

100 de los votos, el P.S.U.
el 0,87
por 100,
el Partido
socialista el 11,30 por 100, ·diversas izquierdas el
6,35 por
100
(o
sea en

total el 30-,57·%). De otra parte el U.D.R. ha obtenido
el 10,46 por 100, los republicanos
independientémente el

2,86 por
Fundaci\363n Speiro

100, el C.D.P. el 0,83 por 100, el centl'O demócrata el 4,4 por 100,
los moderados el 9,37 por 100
y la extrema derecha el 0,15 por
100. Finalmente
el 38,96 por 100 se han abstenido (o 'sea más de
una tercera parte).
Hay inconvenientes técnicos para comparar
los resultados

de
un sondeo de opinión con los de una estadística electoral; no
obstante, a título indicativo, puede concluirse que los jóvenes de
quince a veintitrés años son, en su conjunto,
más moderados

y
menos pasivos que los
electores de

más de
veintiún años.
El

30,57 por 100 de los
electores votan
a la izquierda
y el 26
por 100 solamente de los jóvenes se proclaman izquierdistas. El
38,96 por 100 de los
electores se

han abstenido
y únicamente el
26 por 100 de los jóvenes carecen d.e opinión.
Se comprueba así,
por la
resta, que

el 30,47 por 100 de los electores votan al centro
y a la derecha, mientras que el 48 por 100 de los jóvenes se
sienten próximos a una sociedad en
progreso, en
el orden de la
democracia cristiana, del desarrollo económico, del federalismo
europeo, etc.
Hay ahí un signo de los tiempos.
En
lo que concierne a la familia, la imagen real de los jóvenes
testimonia en diferentes aspectos ¡una capacidad real de resisten­
cia a
la polución de las ondas!
Si se piensa que los
jóvenes de
que
se trata:
· -viven

de la sociedad más rica que de toda la
Historia,
-
disponen

de dinero y constituyen por
ese hecho un

mercado
importante,
-son

hostigados por un
ambient.e erótico
permanente
y por una
cultura
amoral, atea

y frecuentemente revolucionaria.
-
tienen la

edad de los
«contestatarios» de

todos los tiempos ...
y viven con los «contestarios» del nuestro,
y

que no obstante:
el 7 por 100 solamente son comunistas,
- el 60 por 100 son contrarios al voto a los dieciocho años,
-- el 63 por 100 son partidarios del ejército,
- el 81 por 100 son partidarios del .verdadero matrimonio,
-el

85 por
~ 00 quieren-tener niños,
- el 44 por 100 (únicamente) aceptan los anticonceptivos,
- el 89 por 100 estiman que los
padres deben

ser más bien
se-
veros,
- el 65 por 100 prefieren un trabajo interesante (a un trabajo
poco absorvente
O que

produzca muchos beneficios),
791
Fundaci\363n Speiro

- el 65 por 100 creen en Dios,
- el 84 por 100 son contrarios a las drogas.
No se puede evitar
pensor que las virtudes de la civilización
cristiana han
debido ser

muy fuertes para que
a la hora de la
subversión
humana y religiosa las armaduras morales pernianez­
can,

relativamente, sólidas.
Este sondeo lo atestigua.
La juventud de Francia· ha perdido,
en buena parte, a Cristo, y el sentido evangélico de la
pobreza,
la

castidad
y la obediencia. Pero no son «Gardes Rouges» ni
«Blousons noirs». Aspiran a un orden natural del que apenas se
les habla ya:
Dios, la familia, el trabajo e incluso la patria.
Cuando
la inverosímil borrachera del dinero, del sexo y d0
la

«contestación», con
el triunfo de la actual demagogia habrá
concluido de apagar
sus últimas
luces, y
la libertad humana y
cristiana sea restaurada, no será preciso demasiado tiempo para
volver a Cristo
a la juventud de Francia.
Es sana. Tiene hambre. Espera.
Y, ya, el trabajo está en marcha.
Por su parte nuestro amigo Michel Creuzet, en un editot:iaJ de Perma~
nences, núm. 70, mayo 1970, titulado "Raison gat:der, raisons donner", ha
comentado:
792
Después de tanto tiempo en que clérigos, profesores y diri­
gentes de obras
están buscando en las estructuras, 8n el diálogo
una sociedad en mutación y de una Iglesia que· se interroga; después de tanto tiempo como
im lleva interrogando a estos jó­
venes,
a quienes se les hace contestar a encuestas sociológicas;
después
de tanto tiempo proponiéndoles preguntas
y sometiéndo­
les

problemas
SIN APORTARLES JAMAS SOLUCIONES: es evidente que
ya no ¡:iueden creer en NADA ni admitir NADA sino a título de ver•
dades provisionales sujetas a ser ·sobrepasadas en el más breve
término.
Que se nos perdone el empleo de un tono de reprimenda:
ello revela una sinceridad. Ello traduce una angustia metafísica
y religiosa. ¡ La propaganda
subversiva• tiende
a cargar a
las espaldas
de
la juventud el
peso de las mutaciones en boga! «Los jóvenes
quieren que esto camhie ...
» «Los jóvenes

-reclaman
una política
joven

...
» «Los jóvenes rechazan los

tabús de una moral ve-
Fundaci\363n Speiro

tusta ... » «Los jóvenes exigen una misa para ellos ... » «Los jó­
venes pretenden asumir una sexualidad nueva •..
», y omito otras
mejores.
Sin embargo,
¿ quién impulsa al cambio por el cambio?, ¿ quién
se apasiona

por las novedades porque son nuevas?, ¿quién pone
en duda la doctrina?,
¿ quién cae en el sexualismo? ¿ quién nos
impone un catecismo laicizado?,
¿ quién juzga «sobrepasadas»
las nociones de naturaleza y de
persona?
Una

mayoría de hombres de edad madura, de teólogos asenta­
dos, de «jóvenes escritores» del tipo Sartre, Marcuse o Beau­
voir. ¿Quién os produce «la náusea»? (¡Sin juego de palabras!).
Sin embargo, no
ea la

juventud
lo que promueve los mayores
cambios (en nota alude el autor a la encuesta
de Sofres publi­
cada en «París Match»
y comentada en L'Homme Nouveau del
5 de abril de 1970).
¿ Qué es lo que ella no ha visto cambiar desde hace diez años?
La mutación se ha convertido en crónica.
Se lamentan sus
gritos,-su
fatalismo
y su paso y la vaguedad
en su mirada. Es que gritan para no
oír la

pregunta lacerante que
se plan­
tea

en su espíritu:
,qHay aún

una verdad? ¿Hay
nn bien
al que
yo pueda amar?»
Ellos andan

sin que nadie les haya dicho adonde el camino
conduce. Nadie
les ha explicado que existe una finalidad, un
orden
de las
cosas, que

el hombre no está dotado de razón sola­
mente para tener- el placer de fabricar
robots o píldoras.
Los demagogos halagadores de la juventud harían mejor en
preocuparse por el problema de la generación que
sube, el único
REAL. «¿Cree usted~ señor, que existen principios inmutables y
valores permnnentes ?»
«Los nifíoa han pedido pan y no ha habido nadie para par­
tírselo», dice la Escritura.
793
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