Índice de contenidos
Número 231-232
Serie XXIV
- Textos Pontificios
- Aniversarios
-
Estudios
-
Importancia y necesidad del estudio
-
Ideología y religión en la Hungría de hoy
-
De la «independentzia» a la «burujabetza»
-
¡Demasiado Estado! ¿Menos Estado?
-
Meditación de la Revolución francesa (I)
-
Temas de la literatura utópica. Sus consecuencias en el pensamiento urbanístico de los siglos XIX y XX
-
El orden natural: fundamentos
-
El P. Victorino Rodríguez, O.P. y la escolástica, hoy. Presentación del libro «Temas-clave de humanismo cristiano»
-
Cómo pensaba un fraile español en tiempos de la Revolución francesa
-
- Actas
- Ilustraciones con recortes de periódicos
-
Información bibliográfica
-
G. W. F. Hegel: El sistema de la eticidad
-
Alexis de Tocqueville: Recuerdos de la Revolución de 1848
-
Manuel de Santa Cruz: Apuntes y documentos para la historia del tradicionalismo español (1939-1966)
-
Francisco José Fernández de la Cigoña: Jovellanos. Ideologías y actitudes religiosas, políticas y económicas
-
Germán Arciniega: América en Europa
-
C. Alberto Roca: Vida del Cardenal Arzobispo Cirilo de Alameda y Brea
-
- Crónicas

Autores
1985
De la «independentzia» a la «burujabetza»
DE LA "INDEPENDENTZIA'' A LA "BURUJABETZA"
POR
CARLOS IBÁÑJ!Z QunrrANA
Por falta de un cultivo para usos intelectuales, el vascuen
ce carece de vocabulario propio
para designar muchos co¡¡cep
tos
abstractos. Sin embargo, es un error creer que, por ello,
la más vieja lengua
de las Espafías no es apta para la · filosofía
o
el derecho, por ejemplo. Su carácter aglutinánte Ié confiere
una facilidad mayor que la que existe en las lenguas latinas para
formar nuevos
. vocablos
en esas
y otras
ciencias. Cuando Una-
"' muno afirm6 que
los vascos debíamos dejar nuestra lengua para
incorporarnos al progreso, lo
6nico que
demostr6 fue que no
había · penetrado
suficientemente el el conocimiento del vas
cuence.
La palabra «in'dependencia», de tanto uso en el Derecho po
lítico desde hace dos siglos, no tiene, en realidad, equivalente en
la .lengua vascongada. Hemos recurrido al Diccionario Vasco-Cas
tellano del P. Plácido
Mújica, S, J., y hemos encontrado los· si
guientes .neologismos: ASKATASUN, JABETASUN, BERJABETZA, BU
RUJABÉTASUN
y JAREIKUNTZA. Analicemos lo que, en realidad, sig
nifica cada uno de ellos:
AsKATASUN: libertad.
]ABETASUN: cualidad
de ser dueño de algo.
BERJABETZA: situaci6n
en que se es dueño de
sí mismo.
BURUJABETASUN:
cualidad de ser dueño de su propia perso-
nalidad.
]AREIKUNTZA: situación.
de libertad.
127
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBMEZ QUINTANA
Para inventarlos, los autores de los mismos se han fijado en
la situación propia del ser que disfruta
de esa supuesta indepen
dencia, como podemos comprobar. Parece como si al referirse
a algo que cae dentro del
·predicamento de
«relación» prescin
dieran de
los del)1ás seres.
Mientras
q\ltl la voz «independencia»
se
refiere directamente
a la ausencia
de una relación de subordi
nación. Las lenguas modernas usan, casi todas, la palabra «inde
pendencia» con las pertinentes variáciones fonéticas. El vocablo
.
alemán UN-AB-HAENGIG está formado de los mismos elementos que
IN-DE-PENDIENTE, sólo que con r.aíces germánicas. Como podemos
ver, en ninguna de_ las acepci_ones_ vas_cas reseñadas enc~ntramos
una que sea totalmente equivalente al vocablo «independencia».
Confieso que tengo cierta manía
. a
este vocablo, al menos
cuando es usado en términos absolutos.
Ha sido uno de los más
utilizados por los revolucionarios como señuelo para engañar a
las gentes.
Veamos un ejemplo:
Cuba se levanta contra España para lograr
la independencia.
Vence
en
la guerra. ¿Consigue la independencia? Respecto a Es
paña, sí. Pero. pasa a depender de los Estados Unidos de otra
forma. Se libra de la dependencia de los Estados Unidos para
caer en la, esclavitud de Rusia.
La independencia absoluta es un
sueño.
Nun<;a es
una realidad. Ni siquiera en la vida de los sol
terones, que se creen el prototipo de los
seres independientes.
Presentan
los demagogos a los pueblos el falso dilema de la
inalcanzable independencia absofota o la
más abyecta
sumisión.
Ocultan que
e_sa independencia
que
promet~, capacidad
absoluta
para hacer lo
. que
uno quiere, no se puede
dar nunca
en el
hombre ni en
las sociedades
formadas por hombres que
son se
res
limitados.
Para llenar el hueco que en el idioma vasco existe, los revo
lucionarios marxistas (ETA, en sus dos ramas, así como Herri
Batasuna
y Euskadiko Ezkerra, sus coberturas legales) han in
troducido en el vascuence el término
INDEPENDENTZIA. Ajeno
lingüísticamente al idioma para designar un concepto también
extraño al pensamiento tradicional vasco.
1,
Recientemente se ha puesto en circulación otro vocablo: BU-
128
Fundaci\363n Speiro
DE LA «INDEPENDENTZIA» A LA «BURUJAJJETZA»
RUJABETZA: Se diferencia del ya reseñado BURUJABETASUNA en
que
la raíz -IZA indica estado o situación, mientras que -TASUNA
indica cualidad de algo. De modo que dicho término . viene a
significar «situación en que uno es dueño de sus propias decisio
nes».
Lo leí por primera vez hace unos ocho o diez años en las
páginas del periódico
Goiz-Argi, en
determinado artículo cuyo
título no recuerdo,· aunque
sí el
nombre de su autor: José Luis
Iriarte, que luego sería senador
del PNV · por Guipúzcoa.
En
1981 ha aparecido un libro titulado
Revolución-Represión
o
Buru¡abetza. El combate
del pueblo
vasca par
su identidad.
Es autor del mismo un colectivo · denominado Grupo de Estudios
Políticos,
BULTZAGILLEAK (los que empujan) compuesto por:
Antonio de Irala: Miembro del Secretariado General de EAJ
PNV (1931-1936). Durante el Gobierno Vasco presidido por
J.
A. de Aguirre:
- Secretario General de la Presidencia de Gobierno.
- Miembro de
la Delegadón Vasca en París.
- Delegado del Gobierno Vasco en Nueva York.
José Artola: Doctor en Derecho por
la Universidad Complu
tense de
Madrid ..
Francisco Garri:tendia: Doctor
en Filosofía y Teoría política
por
la Universidad de Munich.
Jesé Luis Iriarte: Senador por Guipúzcoa.
Jan Mimentza: Editorialista de Goiz-Argi.
Jesé Murúa: Miembro del GBB y Secretario General del Or
ganismo General de Euzko Gaztedi (marzo de 1956 a abril de
1958).
Se trara de
una obra
muy interesante
de la que me ocupé en
una serie
de artículos en el diario bilbaíno La Gaceta del Norte
y a la que dediqué críticas y elogios, concluyendo que suponía una
aportación positiva a la solución del problema vasco.
129 9
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBANBZ QUINTANA
Comienzan los autores haciendo un estudio minucioso de ETA
en sus dos
ramas · y
deinuesrran que tal organización es
. un
se
ñuelo para aprovecharse de los vascos en
· un
intento de instau
rar
en toda España un régimen comunista. Examina la situación
actual del País Vasco para concluir que
la solución no está en el
binomio revolución-represión, sino en el reconocimiento a los vas
cos de su
BUR\JJABETZA. Lo importante es que no rechaza la vio
lencia por meras razones sentimentales sino, por contra, a un orden justo y por ser incapaz de llevar a una solución. Pro
ponen la
BURUJABETZA como auténtica y única solución, satisfac
toria tanto para el País Vasco como para España. Del concepto
independencia
afirman (pág. 118) que, « ... en su sentido abso
luto no deja de ser un slogan esencialmente exrravasco, que ... sólo puede responder a un· descarado oportunismo
político».
Se
aprecia en la obra una búsqueda de
la verdad objetiva y
un gran respeto a
la exposición razonada que no es muy común
entre los seguidores de aquel gran apasionado
que fue
Sabino
de Arana. Ya .he dado más arriba una traducción literal de
la palabra
BURUJABETZA: veamos ahora cómo la interpretan los autores de
la obra que nos ocupa: Es una autodeterminación, basada en dos
pilares:
130
1 .º El principio del respeto que, a su vez, supone:
a) Negar a cortes de reinos y repúblicas la facultad de
imponer su voluntad a los vascos.
b) Respetar a los vascos en su decisión de no imponer
su voluntad a los demás.
2.' El principio de voluntariedad y ·solidaridad, literalmen te dicen:
«Las
instituciones vascas
están constituidas sobre ese
principio roqueño
de voluntariedad, cooperación y
mutuo beneficio».
* * *
Fundaci\363n Speiro
DE LA «INDEPENDENTZIA» A LA «BURUJABETZA»
La BURUJABETZA, entonces, es un concepto que no sólo regu
la las relaciones de los vascos con los demás pueblos, sino su vida interna. Los autores no entran a describir
cómo, ,serían las
relaciones
de los vascos con el resto de España: Mencionan ese
principio de mutuo respeto, y nada más.
No dicen si creen, o no, necesario
el mantenimiento de Es
paña como unidad y la consecuente existencia de unas Cortes Es
pañolas, en las que participaríamos los vascos. De otros pasajes
de la obra se deduce que admiten una Corona común. Nada dicen
sobre cómo sería
el órgano de autoridad común y sus faculta
des
de gobierno.
Por nuestra parte, recordamos que
el principio de «respeto»
se vino observando en la Monarquía Española hasta la invasión
de los
modos de
gobierno europeizantes con la dinastía actual.
Ese principio de «respeto» está de acuerdo con nuestra más
ge-,
nuina tradición. También estamos de acuerdo en que mencionen
juntas a la voluntad con la solidaridad. La democracia actual, que
se basa en
la voluntad soberana y aislada, nos ha llevado a este
guirigay caótico. Dan la impresión, los autores de la obra en
cuestión, que juntan a
, la voluntariedad la solidaridad para que
ésta sirva de freno que impida se desboque aquélla. «Voluntarie
dad,
sí; pero hay deberes que están por encima de ella», parece
que
quieren decir
los autores.
No indican -y hay que hacerlo constar
as!-si
ese deber
de solidaridad obliga a las instituciones vascas con las demás
instituciones españolas. Fácilmente podríamos demostrarles que
esa solidaridad ha existido en
el pasado, que no hay por qué rom
perla en el presente. Es más, es necesaria en
el presente. Los
hechos de cada día demuestran que los
problemas del
País Vasco
y los de España son los mismos (1 ). Tenemos que caminar jun
tos aunque no queramos: Caminemos como herrii.anos, como lo
hicimos en el pasado, y no como vecinos que apenas se soportan.
* * *
(1) Los propios auto~ insisten, y· demuéstranlo, en que ETA es un
problema español y no exclusiva.mente vasco.
131
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBA.NEZ QUINTANA
¿ Puede ser traducida al castellano la palabra BURUJABETZA
como «soberanía»?
A
mi juicio, no. El concepto soberanía, tanto en las monar
quías europeas absolutas como en los regímenes revolucionarios,
indica algo que no tiene límites
de ninguna clase. El rey soberano
que
decía «El Estado soy yo», ha sido sustituido por un Par
lamento que,
fingiendo representar
al «pueblo soberano» repite lo
mismo y ejercer un poder más absoluto todavía. Este «pueblo so berano»
termina cayendo
en el nacionalismo, que es más o me
nos exacerbado según quien
lo profese. El nacionalismo termina
por hacer un ídolo de la nación
y degenera en imperíalismo. Y
eso
no solamente en la mentalidad
de Adolfo Hitler, sino en la
reflejada en estos párrafos escritos por Enrique Prat de la Riba,
«Sé
tú mismo. No imites, no busques en los otros, busca dentro
.· de
ti. No te amoldes a los demás,
haz que los demás se amolden
a ti. Allá donde
tú estés, está el eje de la tierra ... » (2). «Es,
pues, el imperialismo un aspecto del nacionalismo, un momento
de la acción nacionalista
..• » (3
).
La BURUJABETZA, tal como la conciben quienes han inventado
el término
y lo han puesto en circulación, es incompatible con
ese imperialismo. Está basada en un principio
de mutuo respe
to. Está condicionada por un deber de solidaridad. Partiendo
de
esas dos limitaciones, no podemos pensar en una nación «dueña
1 absoluta de sus destinos» como la
definen una y otra vez los
modernos embaucadores de
la democracia.
No
queda para
BURUJABETZA otra traducción al castellano que
la de «soberanía social», que dijo Vázquez de Mella. Si bien esta
(2) Vid. Enrique Prat de la Riba, La nacionalidad catalana, traducción
y
prólogo de A.
Royo Villanova, Valladolid -Imprenta Castellana-,
MCMXVII, págs. 127 y 128.
(3) Ibúl., pág. 132. No obstante, esta frase y las correspondientes a la
anterior nota, es de advertir que la mentalidad _de Prat de la Riba, refle,
jada en sus Misceláneas iuridicas~ publicadas antes en Revista Jurídica de
Cataluña, no resulta revolucionaria sino netamente tradicional y cat6lica,
;Cambio en la obra citada? ¿Pretendió agradar a la clientela política a la
que se dirigía?
132
Fundaci\363n Speiro
DE LA «INDEPENDENTZIA• A LA «BURUJABETZA.
traducción no puede ser más que provisional, pues, como decía
Ellas de
Tejada (q. e. p. d.), un tradicionalista español no puede
emplear el término soberanía. desde que Bodino lo
utilizara para
designar un
poder que no reconoce superior.
¿ Será aceptado, con acogida suficiente, en el País Vasco el
término
BURUJABETZA en vez
«independentzia» al decir de los batustano-marxistas? (4).
¿ Logrará el grupo Bultzagilleak influir en el pensamiento po
lítico vasco?
¿Evolucionará ese grupo, consecuentemente, con los prime
ros pasos que
ha dado hasta ·defender un sistema basado en el
pensamiento
cristiano,, como
lo fue la Monarquía Española, que
ruvo a los vascos como los súbditos más leales?
Creo que
la locura separatista tiene que acabar'. Algún día se
darán cuenta los hinchas futbolísticos de
Bilbao que
su Athletic
gana trofeos quedando campeón de España. En una palabra: los
vascos hoy desviados
(5) se volverán a incorporar al sentir y vi
vir hispanos. Pero ello no ocurrirá a través de chalaneos entre
partidos políticos, sino cuando todos, olvidando
. los
señuelos que
nos han llevado por los nefastos caminos de
la europeización, vol
vamos
a ser lo que nunca debimos dejar de ser.
Esperemos que los del grupo Bultzagi]]eak sean cada
vez más
vascos.
Pero vascos auténticos. A través de los versos del «Agur
.
Jaunak»
-antiguo canto con que
los vascos
saludaban a sus
di
putaciones-reflexionará lo que significa que «todos hemos sido
hechos por
Dios» -,-«Danak Jainkoak
egiñak gara»-. Esa es
la
base de la solidaridad que hizo grande a la Monarquía Española.
Esa es
la base de la única solidaridad que puede traer a los vascos
la convivencia en paz.
(4} Batustanos -son los qui: empleaq.· el vascuence «batúa»-o unificado.
Engendro lingüístico llamado a fracasar y que contribuirá a la desaparición
del vascuence auténtico· como lengua viva.
(5) Este desvío no es exclusivo de los vascos. Diez millones de votos socialistas demuestran · que algo falla en toda España. Que nadie arguya
que los socialistas, al
fin y al cabo, se confiesan españoles.
133
Fundaci\363n Speiro
POR
CARLOS IBÁÑJ!Z QunrrANA
Por falta de un cultivo para usos intelectuales, el vascuen
ce carece de vocabulario propio
para designar muchos co¡¡cep
tos
abstractos. Sin embargo, es un error creer que, por ello,
la más vieja lengua
de las Espafías no es apta para la · filosofía
o
el derecho, por ejemplo. Su carácter aglutinánte Ié confiere
una facilidad mayor que la que existe en las lenguas latinas para
formar nuevos
. vocablos
en esas
y otras
ciencias. Cuando Una-
"' muno afirm6 que
los vascos debíamos dejar nuestra lengua para
incorporarnos al progreso, lo
6nico que
demostr6 fue que no
había · penetrado
suficientemente el el conocimiento del vas
cuence.
La palabra «in'dependencia», de tanto uso en el Derecho po
lítico desde hace dos siglos, no tiene, en realidad, equivalente en
la .lengua vascongada. Hemos recurrido al Diccionario Vasco-Cas
tellano del P. Plácido
Mújica, S, J., y hemos encontrado los· si
guientes .neologismos: ASKATASUN, JABETASUN, BERJABETZA, BU
RUJABÉTASUN
y JAREIKUNTZA. Analicemos lo que, en realidad, sig
nifica cada uno de ellos:
AsKATASUN: libertad.
]ABETASUN: cualidad
de ser dueño de algo.
BERJABETZA: situaci6n
en que se es dueño de
sí mismo.
BURUJABETASUN:
cualidad de ser dueño de su propia perso-
nalidad.
]AREIKUNTZA: situación.
de libertad.
127
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBMEZ QUINTANA
Para inventarlos, los autores de los mismos se han fijado en
la situación propia del ser que disfruta
de esa supuesta indepen
dencia, como podemos comprobar. Parece como si al referirse
a algo que cae dentro del
·predicamento de
«relación» prescin
dieran de
los del)1ás seres.
Mientras
q\ltl la voz «independencia»
se
refiere directamente
a la ausencia
de una relación de subordi
nación. Las lenguas modernas usan, casi todas, la palabra «inde
pendencia» con las pertinentes variáciones fonéticas. El vocablo
.
alemán UN-AB-HAENGIG está formado de los mismos elementos que
IN-DE-PENDIENTE, sólo que con r.aíces germánicas. Como podemos
ver, en ninguna de_ las acepci_ones_ vas_cas reseñadas enc~ntramos
una que sea totalmente equivalente al vocablo «independencia».
Confieso que tengo cierta manía
. a
este vocablo, al menos
cuando es usado en términos absolutos.
Ha sido uno de los más
utilizados por los revolucionarios como señuelo para engañar a
las gentes.
Veamos un ejemplo:
Cuba se levanta contra España para lograr
la independencia.
Vence
en
la guerra. ¿Consigue la independencia? Respecto a Es
paña, sí. Pero. pasa a depender de los Estados Unidos de otra
forma. Se libra de la dependencia de los Estados Unidos para
caer en la, esclavitud de Rusia.
La independencia absoluta es un
sueño.
Nun<;a es
una realidad. Ni siquiera en la vida de los sol
terones, que se creen el prototipo de los
seres independientes.
Presentan
los demagogos a los pueblos el falso dilema de la
inalcanzable independencia absofota o la
más abyecta
sumisión.
Ocultan que
e_sa independencia
que
promet~, capacidad
absoluta
para hacer lo
. que
uno quiere, no se puede
dar nunca
en el
hombre ni en
las sociedades
formadas por hombres que
son se
res
limitados.
Para llenar el hueco que en el idioma vasco existe, los revo
lucionarios marxistas (ETA, en sus dos ramas, así como Herri
Batasuna
y Euskadiko Ezkerra, sus coberturas legales) han in
troducido en el vascuence el término
INDEPENDENTZIA. Ajeno
lingüísticamente al idioma para designar un concepto también
extraño al pensamiento tradicional vasco.
1,
Recientemente se ha puesto en circulación otro vocablo: BU-
128
Fundaci\363n Speiro
DE LA «INDEPENDENTZIA» A LA «BURUJAJJETZA»
RUJABETZA: Se diferencia del ya reseñado BURUJABETASUNA en
que
la raíz -IZA indica estado o situación, mientras que -TASUNA
indica cualidad de algo. De modo que dicho término . viene a
significar «situación en que uno es dueño de sus propias decisio
nes».
Lo leí por primera vez hace unos ocho o diez años en las
páginas del periódico
Goiz-Argi, en
determinado artículo cuyo
título no recuerdo,· aunque
sí el
nombre de su autor: José Luis
Iriarte, que luego sería senador
del PNV · por Guipúzcoa.
En
1981 ha aparecido un libro titulado
Revolución-Represión
o
Buru¡abetza. El combate
del pueblo
vasca par
su identidad.
Es autor del mismo un colectivo · denominado Grupo de Estudios
Políticos,
BULTZAGILLEAK (los que empujan) compuesto por:
Antonio de Irala: Miembro del Secretariado General de EAJ
PNV (1931-1936). Durante el Gobierno Vasco presidido por
J.
A. de Aguirre:
- Secretario General de la Presidencia de Gobierno.
- Miembro de
la Delegadón Vasca en París.
- Delegado del Gobierno Vasco en Nueva York.
José Artola: Doctor en Derecho por
la Universidad Complu
tense de
Madrid ..
Francisco Garri:tendia: Doctor
en Filosofía y Teoría política
por
la Universidad de Munich.
Jesé Luis Iriarte: Senador por Guipúzcoa.
Jan Mimentza: Editorialista de Goiz-Argi.
Jesé Murúa: Miembro del GBB y Secretario General del Or
ganismo General de Euzko Gaztedi (marzo de 1956 a abril de
1958).
Se trara de
una obra
muy interesante
de la que me ocupé en
una serie
de artículos en el diario bilbaíno La Gaceta del Norte
y a la que dediqué críticas y elogios, concluyendo que suponía una
aportación positiva a la solución del problema vasco.
129 9
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBANBZ QUINTANA
Comienzan los autores haciendo un estudio minucioso de ETA
en sus dos
ramas · y
deinuesrran que tal organización es
. un
se
ñuelo para aprovecharse de los vascos en
· un
intento de instau
rar
en toda España un régimen comunista. Examina la situación
actual del País Vasco para concluir que
la solución no está en el
binomio revolución-represión, sino en el reconocimiento a los vas
cos de su
BUR\JJABETZA. Lo importante es que no rechaza la vio
lencia por meras razones sentimentales sino, por contra, a un orden justo y por ser incapaz de llevar a una solución. Pro
ponen la
BURUJABETZA como auténtica y única solución, satisfac
toria tanto para el País Vasco como para España. Del concepto
independencia
afirman (pág. 118) que, « ... en su sentido abso
luto no deja de ser un slogan esencialmente exrravasco, que ... sólo puede responder a un· descarado oportunismo
político».
Se
aprecia en la obra una búsqueda de
la verdad objetiva y
un gran respeto a
la exposición razonada que no es muy común
entre los seguidores de aquel gran apasionado
que fue
Sabino
de Arana. Ya .he dado más arriba una traducción literal de
la palabra
BURUJABETZA: veamos ahora cómo la interpretan los autores de
la obra que nos ocupa: Es una autodeterminación, basada en dos
pilares:
130
1 .º El principio del respeto que, a su vez, supone:
a) Negar a cortes de reinos y repúblicas la facultad de
imponer su voluntad a los vascos.
b) Respetar a los vascos en su decisión de no imponer
su voluntad a los demás.
2.' El principio de voluntariedad y ·solidaridad, literalmen te dicen:
«Las
instituciones vascas
están constituidas sobre ese
principio roqueño
de voluntariedad, cooperación y
mutuo beneficio».
* * *
Fundaci\363n Speiro
DE LA «INDEPENDENTZIA» A LA «BURUJABETZA»
La BURUJABETZA, entonces, es un concepto que no sólo regu
la las relaciones de los vascos con los demás pueblos, sino su vida interna. Los autores no entran a describir
cómo, ,serían las
relaciones
de los vascos con el resto de España: Mencionan ese
principio de mutuo respeto, y nada más.
No dicen si creen, o no, necesario
el mantenimiento de Es
paña como unidad y la consecuente existencia de unas Cortes Es
pañolas, en las que participaríamos los vascos. De otros pasajes
de la obra se deduce que admiten una Corona común. Nada dicen
sobre cómo sería
el órgano de autoridad común y sus faculta
des
de gobierno.
Por nuestra parte, recordamos que
el principio de «respeto»
se vino observando en la Monarquía Española hasta la invasión
de los
modos de
gobierno europeizantes con la dinastía actual.
Ese principio de «respeto» está de acuerdo con nuestra más
ge-,
nuina tradición. También estamos de acuerdo en que mencionen
juntas a la voluntad con la solidaridad. La democracia actual, que
se basa en
la voluntad soberana y aislada, nos ha llevado a este
guirigay caótico. Dan la impresión, los autores de la obra en
cuestión, que juntan a
, la voluntariedad la solidaridad para que
ésta sirva de freno que impida se desboque aquélla. «Voluntarie
dad,
sí; pero hay deberes que están por encima de ella», parece
que
quieren decir
los autores.
No indican -y hay que hacerlo constar
as!-si
ese deber
de solidaridad obliga a las instituciones vascas con las demás
instituciones españolas. Fácilmente podríamos demostrarles que
esa solidaridad ha existido en
el pasado, que no hay por qué rom
perla en el presente. Es más, es necesaria en
el presente. Los
hechos de cada día demuestran que los
problemas del
País Vasco
y los de España son los mismos (1 ). Tenemos que caminar jun
tos aunque no queramos: Caminemos como herrii.anos, como lo
hicimos en el pasado, y no como vecinos que apenas se soportan.
* * *
(1) Los propios auto~ insisten, y· demuéstranlo, en que ETA es un
problema español y no exclusiva.mente vasco.
131
Fundaci\363n Speiro
CARLOS IBA.NEZ QUINTANA
¿ Puede ser traducida al castellano la palabra BURUJABETZA
como «soberanía»?
A
mi juicio, no. El concepto soberanía, tanto en las monar
quías europeas absolutas como en los regímenes revolucionarios,
indica algo que no tiene límites
de ninguna clase. El rey soberano
que
decía «El Estado soy yo», ha sido sustituido por un Par
lamento que,
fingiendo representar
al «pueblo soberano» repite lo
mismo y ejercer un poder más absoluto todavía. Este «pueblo so berano»
termina cayendo
en el nacionalismo, que es más o me
nos exacerbado según quien
lo profese. El nacionalismo termina
por hacer un ídolo de la nación
y degenera en imperíalismo. Y
eso
no solamente en la mentalidad
de Adolfo Hitler, sino en la
reflejada en estos párrafos escritos por Enrique Prat de la Riba,
«Sé
tú mismo. No imites, no busques en los otros, busca dentro
.· de
ti. No te amoldes a los demás,
haz que los demás se amolden
a ti. Allá donde
tú estés, está el eje de la tierra ... » (2). «Es,
pues, el imperialismo un aspecto del nacionalismo, un momento
de la acción nacionalista
..• » (3
).
La BURUJABETZA, tal como la conciben quienes han inventado
el término
y lo han puesto en circulación, es incompatible con
ese imperialismo. Está basada en un principio
de mutuo respe
to. Está condicionada por un deber de solidaridad. Partiendo
de
esas dos limitaciones, no podemos pensar en una nación «dueña
1 absoluta de sus destinos» como la
definen una y otra vez los
modernos embaucadores de
la democracia.
No
queda para
BURUJABETZA otra traducción al castellano que
la de «soberanía social», que dijo Vázquez de Mella. Si bien esta
(2) Vid. Enrique Prat de la Riba, La nacionalidad catalana, traducción
y
prólogo de A.
Royo Villanova, Valladolid -Imprenta Castellana-,
MCMXVII, págs. 127 y 128.
(3) Ibúl., pág. 132. No obstante, esta frase y las correspondientes a la
anterior nota, es de advertir que la mentalidad _de Prat de la Riba, refle,
jada en sus Misceláneas iuridicas~ publicadas antes en Revista Jurídica de
Cataluña, no resulta revolucionaria sino netamente tradicional y cat6lica,
;Cambio en la obra citada? ¿Pretendió agradar a la clientela política a la
que se dirigía?
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DE LA «INDEPENDENTZIA• A LA «BURUJABETZA.
traducción no puede ser más que provisional, pues, como decía
Ellas de
Tejada (q. e. p. d.), un tradicionalista español no puede
emplear el término soberanía. desde que Bodino lo
utilizara para
designar un
poder que no reconoce superior.
¿ Será aceptado, con acogida suficiente, en el País Vasco el
término
BURUJABETZA en vez
¿ Logrará el grupo Bultzagilleak influir en el pensamiento po
lítico vasco?
¿Evolucionará ese grupo, consecuentemente, con los prime
ros pasos que
ha dado hasta ·defender un sistema basado en el
pensamiento
cristiano,, como
lo fue la Monarquía Española, que
ruvo a los vascos como los súbditos más leales?
Creo que
la locura separatista tiene que acabar'. Algún día se
darán cuenta los hinchas futbolísticos de
Bilbao que
su Athletic
gana trofeos quedando campeón de España. En una palabra: los
vascos hoy desviados
(5) se volverán a incorporar al sentir y vi
vir hispanos. Pero ello no ocurrirá a través de chalaneos entre
partidos políticos, sino cuando todos, olvidando
. los
señuelos que
nos han llevado por los nefastos caminos de
la europeización, vol
vamos
a ser lo que nunca debimos dejar de ser.
Esperemos que los del grupo Bultzagi]]eak sean cada
vez más
vascos.
Pero vascos auténticos. A través de los versos del «Agur
.
Jaunak»
-antiguo canto con que
los vascos
saludaban a sus
di
putaciones-reflexionará lo que significa que «todos hemos sido
hechos por
Dios» -,-«Danak Jainkoak
egiñak gara»-. Esa es
la
base de la solidaridad que hizo grande a la Monarquía Española.
Esa es
la base de la única solidaridad que puede traer a los vascos
la convivencia en paz.
(4} Batustanos -son los qui: empleaq.· el vascuence «batúa»-o unificado.
Engendro lingüístico llamado a fracasar y que contribuirá a la desaparición
del vascuence auténtico· como lengua viva.
(5) Este desvío no es exclusivo de los vascos. Diez millones de votos socialistas demuestran · que algo falla en toda España. Que nadie arguya
que los socialistas, al
fin y al cabo, se confiesan españoles.
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