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Número 231-232

Serie XXIV

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G. W. F. Hegel: El sistema de la eticidad

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G. W. F. Hegel: EL SISTEMA DE .LA ETICIDAD (*).
La pretensión de Hegel de construir a priori todo, incluso
la historia, como un producto de la
razón humana,

es la
más
osada aventura emprendida en todos los tiempos. La construc­
cton dialéctica

hegeliana es, en efecto, un
· esfuerzo
de la razón
humana, un grandioso edificio de magistral arquitectura, fabri­ cado sobre las nubes del pensamiento humano. El «perpetuo
devenir» de Heráclito va a recibir en
la dialéctica hegeliana la
más completa sistematización. Porque el «sistema» -afirma el
propio Hegel- es esencial a
la filosofía, y eso es su filosofía
toda: sistema.
En aras del sistema sacrifica no pocas veces la
claridad y, a veces, también la verdad de las ideas que expone.
El sistema le obliga, en ocasiones,
. a forzar los
hechos, como
ocu,
rre,

por ejemplo, en
la filosofía de la historia, y a emplear tér­
minos retorcidos y giros gramaticales, al margen de la gramáti­
ca y del diccionario, y frases
tan desusadas que sobrecogen el
ánimo del más avezado al lenguaje filósófico.
El
objeto de
la fiosofía es, para Hegel, el ser real en su to-·
ralidad, y, como lo verdaderamente· real, es wúversal y objetivo;
y porque es real únicamente en
sus. diferencias
diversas, es acti­
vidad y esta actividad es pensamiento. El ser real o
universal
es

e] pensar mismo; ser y
pensar son
lo mismo. El despliegue
del concepto lógico es la voz dialéctica objetiva de la realidad.
Esta, en su
totalidad, es

razón objetiva existente.
Metafísica y
lógica son una y la misma cosa. A la dialéctica subjetiva, en
nosotros, corresponde una dialéctica objetiva
.fuera de
nosotros
..
De aquí que la lógica sea metafísica porque el pensar es el ser,
«lo racional es real». Se hace, por Hegel, el grandioso ensayo
de recoger en el
pensar la vida del ser todo. Una teoría
dinámica de lo real. La
idea, el pensamiento-ser, la razón absoluta,. o, mejor, la idea­
razón, sujeto

y objeto del pensamiento humano (que todo eso
es la Idea de Hegel) es, a la vez,
sustan-"1 y principio del co­
nocer y de la ciencia, pero es también sustancia y principio del
ser.
La Idea, principio, ley y término o fin del ser, de la rea­
lidad, se manifiesta y determina en
la esfera

de los conceptos
puros o del pensamiento (lógica), en la esfera de
la naturaleza
( •) Edición preparada por Dalmacio Negro Pavón, Editora Nacional,
Clásicos para una Biblioteca Contemporánea, Madrid, 1983, 194 págs.
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o mundo material (filosofía de la naturaleza) y en la esfera del
espíritu humano
(filosofía del

espíritu). Y esta es la división
que hace Hegel
de su

«sistema de
la razón» o Filosofía.·
En la
Filosofia del Espíritu es donde se halla el verdadero
fundamento del idealismo, ya que en ella
se refleja claramente
la identificación del sujeto con el objeto. Desde el ser-otro, ob­
jeto de
la Filosofía de la Naturaleza, la Idea vuelve a sí misma
y deviene espíritu. La Filosofía del Espíritu es la ciencia de la
Idea en su ser
para si; el espíritu es la mismidad de la Idea;
en
· él

se
acentúa la plenitud del proceso dialéctico. Por eso, la
filosofía del espíritu es el coronamiento del sistema filos6fico de
Hegel y constituye·
la parte más interseante y original del sis­
tema.
Pero el espíritu no es algo fijo y estático, sino que desenvuel­
ve dinámicamente sus momentos lógico-dialécticos, no tempo­
rales, a través del espíritu subjetivo, objetivo y absoluto. Así,
de
la vida, que es el punto en que termina la filosofía natural
orgánica de Hegel, se pasa al espíritu natural o
alma, que al vi,
vir su· vida

como espíritu
de un cuerpo, está determinada por el
medio ambiente-raza, temperamento, etc.
-Antropdlogia-. El
espíritu-alma
se refleja sobre sí, manifestándose desde la con­
ciencia sensible, la percepción y el entendimiento hasta
la con­
ciencia de sí mismo, cuyo recorrido estudia la
Fenomenolog!a.
Pero el espíritu no es sólo conciencia, sino que se desarrolla
como
razón, como
voluntad. y alcanza el saber y el querer
-Psi­
colog!a--. El espíritu racional es libre; la libertad, que es «"1
voluntad que se determina a sí misma», se objetiva y se manis
fiestá en la vida supraindividual, en las comunidades humanas, pasando a ser espíritu objetivo, que estudia las formas en que se realiza
la libertad y que comprende: el Dei:echo, la Moralidad
y la Eticidad.
La filosofía del espíritu objetivo es
la más importante y
original de la Filosofía del Espíritu y contiene la filosofía jurí­
dica y política de Hegel, que se manifiesta en
el Derecho en sí
y por sí-Derecho formal o abstracto-, fondado en la persona, y
que representa
la esfera externa de la libertad; la Moralidad
subjetiva, que se funda en los motivos e intenciones y repre­
senta la esfera interna de la libertad; y la
Eticidad o moralidad
objetiva, que da plenitud a la libertad individual en
la familia,
la sociedad civil y el Estado.
Denominador común de estas tres formas de manifestarse
el
espíritu objeto es la idea de la libertad práctica, la de la rea­
lidad de
la voluntad libre. Y a no habrá sino un todo cuya rea-
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lidad filosófica se da en la libertad de la voluntad o aspecto
práctico del espíritu. Por ello, la Filosofía del Derecho, d,: Hegel,
contiene el sistema entero, porque abarca la filosofía práctica.
Noción clave de
la filosofía jurídico-política de. Hegel es el de
baber dado a la libertad un valor supraindividual al hacerla don
del espíritu
y ser éste capaz de tomar formas supraindividuales.
Hegel tiene la
· preocupación
de hacer
V\!f que las cosas del. uni­
verso
y en particular las instituciones humanas (familia, profe­
sión,
sociedad civil, Estado) son racionales en sí mismas
y, por
consiguiente, por ellas
mismas principios de libertad.
La eticidad es, pues, la suprema expresión
y realización del
espíritu objetivo.
E¡¡ la verdad del espíritu objetivo y del ob­
jeto. Es la síntesis
de Derecho y Moral, la unidad del bien sub­
jetivo
y objetivo; de lo singular y universal; es la sustancia cu­
yos accidentes son los individuos. La primera manifestación, que
es la Familia, es
el espíritu inmediato o natural, cuyo fin es la
unidad en el amor. Pero la substancialidad es que consiste la
familia pierde unidad sustituida por la pluralidad de familias.
Y

esta pluralidad
de familias, integrada en una universalidad
formal, por medio de sus necesidades y relaciones
de los indi­
viduos como personas independientes
y por medio de la orga­
nización jurídica para garantizar, por el orden exterior, la se­
guridad de las personas
y la popiedad; sus intereses particulares
y comunes, constituye la Sociedad civil. Y, por último, por la
familia
y· la
sociedad civil, se llega al
Estado, que
es fin
y rea­
lidad
· de

la universalidad substancial
y de la vida pública, que
es
la forma plena del espíritu objetivo; la realidad de la idea
ética
..
La

filosofía es para Hegel una teoría
dinámica de la. reali­
dad,

en la que el pensamiento quiere objetivarse en la
re.alidad
en

sus más variadas formas
y en que la razón se convierte en
realidad objetiva, en espíritu que se realiza objetivamente. Y, así, como la
Fenomenolog!a es

en el pensamiento
de Hegel una
introducción propedéutica a la Enciclopedia, destinada a elevar
el pensamiento del lector a aquel grado supremo en que puede
comprender el sistema del mundo; es
una-descripción del

ca­
mino que recorre la conciencia, desde la intuición sensible hasta
el saber absoluto; es un anticipo del sistema de la razón, que
presentará después desarrollado la
Enzyklopadie des

Philosop­
hischen Wissenschaften como sistema completo bajo forma ob­
solura, así, también, el System der Sittlichkeit o Sistema de la
Eticidad quiere ofrecer una descripción filosófica de la experien­
cia política y moral y puede ser considerado como un borrador
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de la Grundlinien der Philosophie des Rechts, porque es en la
Filosofía del Derecho de Hegel donde encuentran cumplida
ex­
posición

los principios
y genial· desenvolvimiento las formas de
las relaciones enrre el ser humano
y su mundo en la historia.
Es en ella donde las formas éticas,
las determinaciones jurídi­
cas, las instituciones
y categorías políticas, los mecanismos eco­
nómicos,
las . actividades profesionales y· técnicas, en una pala­
bra, las
manifestaciones de

las situaciones en que se encuentra
el hombre desde su. individualidad particular hasta su inserción­
absorción en el Estado, tienen una explicación racional-real como
diversos momentos de la Eticidad. La Filosofía del Derecho hegeliana no
sólo es

filosofía, sino
que puede decirse· que toda Filosofía, porque es filosofía de la
vida, que tiene su fundamento en
la «existencia de la libertad»,
la realización de la libertad como una «segunda naturaleza».
Tanto el Derecho como la Moral
y la ·Eticidad se basan en la
áfirmación de la idea de la Hbertad práctica, de la realidad de
la voluntad libre. La Eticidad como suprema
expresión del

es­
píritu objetivo,

síntésís de Derecho
y Moral, unidad de lo sub­
jetivo y objetivo, de lo singular y universal, abarca y comprende
el camino de la realización de
la libertad, las manifestaciones
de la voluntad libre.
Pero, paradójicamente, Hegel que
sub.lima .la libertad

hasta
hacerla propiedad de seres supraindividuales (familia, sociedad
civil, Estado), suprime prácticamente la libertad de cada yo,
que
desaparece

en esas instituciones y, es finalmente, absorvida en
la dulce eutanasia del Estado. No libertad del hombre
en el

Es­
tado, sino íbertad del Estado a la que se incorpora la libertad
individual. Porque el Estado es para Hegel la «realidad de la
libertad concreta», de
la voluntad substancial, lo racional en si
y por sí; es la forma suprema. en que se desárrolla la idea de
moralidad; es
el fin absoluto en sí, en el que la libertad alcanza
su derecho supremo. No hay objetividad verdadera para el in­
dividuo sino como «miembro del Estado». Estado
. y

libertad
se confunden porque siendo
el Estado la realidad de. la liber­
tad, absorbe
y ante él desaparecen las voluntades libres indi­
duales.
De estas premisas filosófico-jurídicas y políticas, derivarán,
respectivamente,
la izquierda y derecha hegelianas los totálita­
rismos de nuestros días, de tan conocidas y funestas · canse~
cuencias..
EMILIO SERRANO VrLLAFAÑÉ.
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