Los sucesos en China

LOS SUCESOS DE CHINA
POR
ANGEL MAEsTRO MARTÍNBZ
La interpretación de los sucesos que en el mes de junio últi­
nlo ocurrieron en Pekín y que han conn1ovido al mundo, salvo
escasísimas excepciones, han puesto de relieve, una
vez más, la
total ignorancia y desinformación de los medios de comunicación
occidentales,
y del error político de los misn1os al enjuiciarlas.
Los disturbios que tuvieron como trágico escenario la fa.
mosa plaza de Tienanmen, ya tuvieron un triste e histórico ante­
cedente en fecha tan lejana como el 4 de mayo de 1919, donde
4.000 estudiantes
se manifestaron para protestar contra las deci­
siones de las potencias internacionales que disponían de China
sin que ésta pudiese
oír su voz. Decisiones adoptadas por la
Conferencia de Paz, y que
originaron la formación de una pro­
testa nacional-revolucionaria que llevaron en 1921, dos años des­
pués, a
la fundación del Partido Comunista Chino.
Desde
la caída del que fue Secretario General del Partido
Comunista Chino, Hu-Yac Pang (1), destituido
en enero de
1987, a consecuencia
de los movimientos estudiantiles y desórde­
nes ocurridos en diciembre de 1986, se produjo la llegada al pues·
(1) Transcribo los nombres chinos conforme a SU transcripci6n habi­
tual, tal como ha venido siendo norma desde hace muchísimo tiempo. Por
tanto no utilizo el sistema «pin-:yin», o unificación de sonidos. Este nue­
vo sistema de escritura fonético del chino, que fue puesto en vigor por.
los comuoistas chinos eo 1979 complica aún más para un occidental la di·
flcil traoscripción del idioma chino. Así escribo de fotma habitual Mao
Tse-tung, en vez de Mao Zedong, Teng Hsia ping en lugar de Deng
Xiaoping.
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to de Secretario General del Partido Comunista Chino de Chao
Tzu
yang, en condiciones que hacían presagiar ciertas dificulta­
des de la
ttomenklatura comunista china.
El equipo dirigente del comunismo chino ha presentado una
característica peculiar y
específica que le significa especialmente
dentro de la estructura de poder del Universo Comunista.
En to­
dos los sistemas comunistas del mundo, y desde que Stalin en
los primeros años 20
ocup6 este puesto hasta entonces burocrá­
tico, el Secretario General de cualquier partido comunista

ha
sido siempre el líder supremo del mismo. Curiosamente, en Chi­
na
se produce una situación absolutamente anómala y extraña:
Teng Hsiao Ping, verdadero hombre fuerte y líder indiscutible
del comunismo chino no ocupa este puesto de Secretario
General,
sino que lo ejercen dos criaturas suyas. Primero Hu Y ao pang y
luego Chao Tzu yang. Teng Hsiao Píng
solamente ocupa el
puesto de Presidente de la Comisión Militar Central; puesto im­
portante, si, pero ni mucho menos de forma teórica la primera
figura. Sin embargo es el Presidente de la Comisión Militar
Cen­
tral, Teng, quien controla al Secretario General del Partido y a
la nomenklatura.
La revolución cultural china fue un hecho de tales consecuen­
cias que marcó de forma indeleble, y muchas
veces irreversible,
la suerte de esta nación
de 1.100 millones de personas.
En 1957, Mao Tse tung, que había lanzado el llamado «mo­
vimiento de las 100 flores», «dejas que 100 flores florezcan,
que 100 escuelas de pensamiento contiendan», hace que nume­
rosos
intelectuales asomen a la luz pública con sus críticas al
partido. El genial Mao,
el poeta incomparable, ese literato tan
bien visto por la progresía occidental golpea de forma inmise­
ricorde; al asomar de forma pública con sus-críticas, muchos in­
telectuales que antes estaban callados y silenciosos. Se calcula
que unos cien mil intelectuales; calificados de derechistas fue­
ron enviados a los campos de concentración.
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La terrible revolución cultural.
En 1966 lanza la terrible revolución cultural, dos años des­
pués, en 1968, Mao Tse Tung que habla desatado la revolución
cultural, lanzando a los guardias rojos al asalto. del partido, or­
dena en 1968
su aplastamiento. De forma más dura todavía que
la brutal represión de 1989 en la plaza de Tienanmen,
el ejér­
cito es lanzado al aplastamiento de los guardias rojos que habían
llegado demasiado lejos. Así, en sólo una provincia, Huang
Tsi,
el general Wei, se hace célebre, eliminando a ¡80.000 per­
sonas!
En diciembre de 1987, después de varios meses, florece «la
primavera de
Pekín», y varios grupos de contestarlos se organi­
zaron alrededor
de pequeñas revistas. Junto a «las cuatro mode­
raciones», una de estas pequeñas publicaciones,
Tansuo, «explo­
ración», reivindica una «quinta
modernización», «la democra­
cia». Su director, antiguo guardia rojo es arrestado en 1979
y
condenado a 15 años de prisión. En febrero de este año 3 3
destacados intelectuales chinos dirigieron una petición a

T eng
pidiendo su libertad.
Se comprende que de esta forma la oposición en China ha
de manifestarse con muchísima prudencia, con una cautela
des­
conocida en Occidente, y así ha de utilizar las rendijas· dejadas
por el poder y apoyarse en
la fracción· del partido más reformista.
Teng animó y dejó hacer la primavera de Pekín, que le
per­
mitió derrocar a Hua Kuo feng, el d1'fín designado por Mao, y
que antes había eliminado a
la ultraizquierdista «pandilla de los
4». El Secretario General del Partido Comunista, el recientemente
fallecido
Hu, tolera un movimiento estudiantil en diciembre de
1986, que se desarrolló en coordinación con la fracción «libe­
ral»,
lo que explica que el movimiento escapa a la represión.
Como
es habitual en los partidos comunistas, las dos fracciones
en lucha en el seno del partido se equilibran y ninguno puede
presumir de una victoria decisiva sobre
la otra. Después de la
caída de Hu, en enero de 1987, la solución de fuerza en las
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instancias dirigentes del partido evolucionó lentamente a favor
de los «conservadores».
Es cierto que la fracción «reformista» apoyó el movimiento
bajo mano, y
así reprochaba al nuevo Secretario General del Par­
tido, Caho, de haber organizado una jornada nacional
de due­
lo en memoria
de· Hu, muerto el 15 de abril último, y de haber
inducido a los estudiantes a manifestarse.
El contacto con el exterior, las ganadas en las zonas en las
que existía un comercio libre, los numerosos estudiantes que han
ido a ampliar estudios a los Estados Unidos, sobre todo, han
puesto de relieve una
· vez más el peligro que supone para las
entidades comunistas
la mínima apertura, que pone en peligro
la esencia propia del sistema.
El sistema comunista se ha encontrado frente a una demanda
creciente de amplios círculos de repudiar el marxismo-leninismo
para reinstituir la propiedad privada, y abandonar así el comu­
nismo. Porque sin la práctica
del comunismo, los comunistas
chinos
se verían sin ninguna base justificatoria de la «continua­
ción del liderazgo del partido»,
y su misma existencia estaría en
peligro. Visto desde esta ·perspectiva, sería soñar despiertos el
pensar que los comunistas chinos van a alterar gradualmente la
naturaleza de su comunismo para
ir por las vías capitalistas.
Según
expertos en la economía china, las llamadas reformas
estructurales en la China comunista no suponen un cambio esen­
cial de sistema, sino unos intentos para introducir técnicas
de ad­
ministración y organización de empresas ( management) prove­
nientes de las naciones capitalistas, en el socialismo.
Aunque los experimentos hayan podido traer a China al­
gunos cambios estimulantes, no han dejado de desencadenar una
serie
de problemas anejos a estas reformas, debido a la corrup­
ción administrativa
y a la ausencia de las condiciones necesarias
para la implantación de la vía capitalista hacia
la moderniza­
ción. Esto ha obligado a los comunistas chinos a
dar la vuelta
atrás después·
de· diez años de reformas, y

a poner
el freno en
el desarrollo.
La reforma comunista en China ha comenzado en las zonm;,
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rurales. Ya en 1978 asistimos a la remoción de las comunas po­
pulares gracias a acciones de los campesinos: uno de los rasgos
salientes
de la reforma rural. En 1984 veríamos las grandes co­
munas populares abolidas oficialmente.
De 1986 a la primera parte de 1988, las luchas dentro del
partido sobre la reforma económica urbana
fueron feroces. Los
reformistas, Chao
y Teng, defendían la aceleración de dichas re­
formas para «poner la situación bajo control», para así poder
sacar adelante la reforma de precios, mientras tanto los conser­
vadores querían que primero se estabilizase la economía contra
los. «impulsos ciegos».
Con situaciones difíciles frente a duras críticas, los reformis­
tas se mantuvieron firmes, pero no pudieron contener
la riada.
En julio y agosto de 1988,
el deterioro de la economia de la
China continental entró en barrena. El mayor problema fue la
inflación desatada. En el primer semestre de 1988 alcanzó el
3 5 ,9 % , la segunda más alta en cuarenta años.
El disparo de los precios produjo un verdadero pánico. Las
estadísticas muestran que el índice de precios para los primeros
trimestres de 1988 subió en
un 16 % respecto a los nueve pri­
meros meses de 1987. El bienestar económico decreció como
consecuencia lógica de la subida de precios y de
la disminución
de los ingresos.
Las actuaciones anómalas
por parte de los miembros del par­
tido
se multiplicaron. Las reformas y la apertura produjeron co­
rrupción en la burocracia, con la consiguiente indignación pú­
blica y desunión entre las organizaciones del
partido a distintos
niveles. El número de negocios montados por dirigentes del par­
tido o
sus familiares pasaron de 170.000 en 1986 a 490.000.
Abusando de sus privilegios, muchos de ellos
sé dedicaron a
vender bienes que escaseaban, produciendo alteraciones en el or­
den económico. Como
los comunistas chinos han admitido, tales
irregularidades «se han desarrollado hasta extremos intolerables».
En 1979, con el grito de batalla de «abrirse al exterior y re­
vitalizarse en el interior», los comunistas chinos comenzaron a
copiar el ejemplo de Taiwan con sus zonas de procesamiento
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para la exportación. En 1980 se establecieron cuatro zonas de
procesamiento en
Shenzhen, Chuhai, Swatow -todas en Can­
tón~ y Amoy, en la provincia de Fukíen. En 1984 se declara­
ron catorce puertos y la isla de Hainan «polos de
desarrollo
económico». Más tarde, en 1985, se establecieron cinco nuevas
«zonas económicas abiertas». Estas zonas costeras
cubren un área
de 320.000 kilómetros cuadrados, en 284 distritos y ciudades
con una población de 160 millones de habitantes.
En los pasados diez afios de reformas, los comunistas han
permitido la existencia de algunas economías individuales.
Ocu­
pan menos del 1 % en la industria, transporte y construcción;
un 20 % en negocios y servicios; del 3 al 4 % en las acciones
privadas de
las empresas. Y a pesar de su pequeñez, esta eco­
n,omía individual está haciendo que los comunistas pierdan el
control de las funciones económicas y que su reforma esté co­
gida entre dos fuegos; la causa de estos problemas es la incu­
rable enfermedad de la propiedad pública socialista.
A -partir de la calda de Hu se ha producido una tensión entre
aquellos que
quedan abiertamente hacer avanzar a China .en el
sentido de
una parritocracia occidental. Corriente que podríamos
denominar «occidentalista» y opuesta a la actividad tradicional
chioa de
cerrarse frente al extranjero, y que ven en el Partido
Com¡¡nista
el heredero de ese mal chino, causa esencial del re­
traso de Chino desde el siglo xiv.·
Con Teng se autorizó la salida al extranjero, desde 1978, de
70.000 estudiantes
~ 70 % en los Estados Unidos-no podía
suponer que en las propias contradicciones internas del marxis­
mo-leninismo haría inviable esa tolerancia, y búsqueda de
una
eficacia, tan necesaria después del desastre de la Revolución Cul­
tural.
Por otra parte, la corrupción ha crecido a grados increíbles
entre círculos de la nomenklatura. Las reformas económicas pre­
conizadas por T eng y sus adlátere, no ha -hecho más que ofrecer
una perspectiva y unos nuevos horizontes de beneficios descono­
cidos en el mundo de los negocios.
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.ws.:suCESOS:DE CHIN;A
Los círculos ligados ,a: la,nomenklatura:han.sido los primeros
en
aprqvecharse, y así vemos• cómo uno deJos hijos del ,recien­
temente Secretario General del. Partido Coimurlsta Chino, .. Chao,
ocupa
. el puesto de director adjunto ,deL hotel «Shérátorr Gran
Muralla», de Pekín.,.Otro. hijo es el· presidente .de la Sociedad
de Importaci6n e Exportación Huahi, creada en la isla de Hái¡¡.an.
Zona econ6mica especial abierta al extranjero. Esta isla es igual­
mente apreciada por un hijo del primer ministro
Li Peng, que
ocupa el número
dos en la Sociedad de Desarrollo de Hainan.
La propia esposa de
Li Peng dirige una importante sociedad
en el sur de China. Las influencias llegan hasta el número uno
del régimen, Teng, pues su hijo parapléjico
es el director de la
Sociedad Kanghua. Y su yerno, el
director general de la Socie­
dad Nacional de Metales no Férreos.
Así podríamos seguir con un larguísimo etcétera, en el que
están inmersos no sólo los miembros del politbur6, sino
más aba­
jo del Gobierno y los del segundo y tercer nivel.
Cuando la ciudad de Pekín fue estremecida en las primeras
horas de la mañana del domingo 4 de junio al abrir fuego
las
tropas comunistas, no debemos olvidamos de que se trata de un
ejército comunista con los postulados del marxismo-leninismo;
no un ejército como lo que
se nos ha querido presentar por los
medios occidentales como si fuese un sistema autoritario. Y el
causar miles de muertos, a pesar de la tragedia, realmente no
nos causó demasiado asombro.
El error de considerar que un sistema marxista-leninista iba
a tolerar los desórdenes y caos que
se habían producido demos­
traba una vez
más la ignorancia y el desconocimiento absoluto de
lo que es un sistema comunista. El que las tropas comunistas
dis­
parasen y aplastasen sin piedad con sus blindados a los manifes­
tantes, no puede causar asombro a ningún conocedor del sistema
comunista, y esto
es así desde 1917.
¿O creían que los manifestantes iban a ser
retirados, como
hacen los policías británicos, agarrando de los brazos y de
los
pies a los manifestantes que obstruyen el tráfico, y que cuidado­
samente son depositados sin que
se hagan ningún daño?
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ANGEL MAESTRO MARTJNEZ
Los occidentales que .tanto elogiaban el genio literario de
Mao,
.con sus poemas y sus máximas .. tantas , veces· sólo· aparentes
y ·vacuas, y que .. muchas vares no eran si no simples necedades,
aunque vinieran del
«gran timonel», hao olvidado que el socia·
lismo de rostro .humaoo no pertenece· a la
realidad, sino a la
utopía.
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