Mario Ferreira dos Santos y su filosofía concreta

MARIO FERREIRA DOS SANTOS Y SU FILOSOFIA
CONCRETA
POR
CAR.LOS AuRílLIO MoTTA DA SoUZA (*)
Autor de una Enciclopedia de Ciencias Filosóficas y Socia­
les, con más de
35 títulos, decenas de traducciones ditectas del
griego, latin, alemán
y francés, de las obras de Platón, Aristóte'
les, Pitágoras, Nietzsche, Kant, Pascal, Santo Tomás, Duns Es­
coto,
Amiel, Walt Whitman, ha incursionado por todos los temas
de
la filosofía clásica, escolástica, tomista, moderna y . contem­
poránea ; asimismo discurrió sobre oratoria
y retórica, lógica y
dialéctica, además de escribir ensayos y novelas.
Estudiando y enseñando silenciosamente
por más de trein­
ta afios, desarrolló un método particular de pesquisa, la decadia­
léctica, creando una filosofía original, que ha denominado de
Filosofía positiva concreta (**), divulgada en. sucesivas edicio­
nes de sus obras, a través de editoras que
ha constituido y di­
rigido personalmente las Llvraria e Editora Logos y Editora
Matese, en
Sao Paulo.
¿Quién fue este filósofo?
En su autobiografía (1) cuenta qu~ ~ nacido en 1907, en
Sao Paulo, pero fue educado con los jesuitas en Río Grande do
Su!, diplomándose en
derecho en Porto Alegre, en 19 30. Par­
ticipa
como periodista de la revolución que en ese afio llevaría
(*) Es profesor de Derecho en la Facultad de Historia, Derecho y
Servicio Social de FRANCA, Universidad. Estadual Paulista UNESP;
Posdoutorando en la Universidad Pontificia Q,millas, Madrid.
(*•) Positiva en contraposición a negativa o nihilista. No en el sen­
tido de positivista. {1) SANTOS, Mário Ferreira dos. Meu filosofar positivo e concreto,
in: Rumos da Filosofía atual no Brasil, LADUSANS,, Pe. Stanislaus, S. J.,
Sao Paulo, E 785
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Getulio Vargas al poder, pero, por su críticas al nuevo régimen,
fue a
la cárcel. Durante la segunda guerra analizaba los episo­
dios de la conflagración en artículos, después reunidos en P ági­
nas Várias, Certas Sutilezas Humanas, A Luta dos Contrários y
Assim Deus falou aos Homens.
Ya entonces habfa traducido Nietzsche (Vontade de Pot¿ncia,
Além
do Bem e do Mal, Aurora, Assim falava Zaratustra) (2);
Pascal (Os Pensamentos y Cartas Provinciais) (3); Amiel (Diário
Intimo) (4); y Balzac (5); bajo pseudónimo editó el primer en­
sayo filosófico, Se a esfinge falasse ( 6 ), y ha traducido las no­
tables obras Sauda,ao ao Mundo de Walt Whitman; Adolphe
de Benjamín Constant; Herrmann e Dorotea de Goethe; y His­
tórias de
Natal (7).
Qué ha dicho de sí mismo.
Filósofo sui generis, de vida intelectual libre e independien­
te, huyendo
de la vida política y de las ruedas literarias, vivió
de su abogada, del magisterio particular
y como empresario
editorial. Escribía filosofía para el gran público, buscando afir­
mar la independencia y capacidad
para desarrollar uoa inteligen­
cia
filosófica brasileña (8), diciendo: «somos uo pueblo apto para
uoa filosofía de carácter ecuménico, una filosofía que corres­
ponda al verdadero sentido con que ella fue creada desde
el
inicio», la posición pitagórica, de ser «amante de la sabiduría
(sophia), de la suprema sabiduría, la que cointuimos con la pro­
pia Divinidad. Este afán de alcanzarla, los esfuerzos por atingir­
la, los caminos a que recurrimos para obtener
esa suprema ins­
trucción
(la mathesis megiste), todo ese afanarse es propiamente
la filosofía» (9).
Esa fue su
gran lucha, como ha dicho: «no podemos que­
darnos en
la situación de ser uo pueblo que recibe todas las
Vontade de Pot2ncia, Edit. Globo, 1945; AUm do Bem e do Mal,
Edit. Sagistm:io, 1946; Aurora, Edit. Sagitilrio, 1947; Assim falava Zara­
tustra, Ed#. Logos, 1954.
(3) Edit. Flama, 1945.
(4) Edit. Globo.
(5) A fisiología da Casamento.
(6) Edit. Sagitilrio, 1946.
(7) Edit. Flama, 1945.
(8) Idem, pág. 409; Filosofía concreta, S. Paulo, Logos, 1957, pá·
ginas 11-12.
(9) Idem, pág. 415.
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LA FILOSOFIA CONCRETA DE M. FERREIRA DOS SANTOS
ides venidas de todas partes, que no pueda encontrar un ca­
mino para sí mismo; hay que crear. ese camino... Sin esa vi­
sión positiva y concreta de la filosofía no setá posible dar
solución a los innúmeros problemas vitales brasileños de
la ac­
tualidad, porque la hetetogeneidad de ideas· y posiciones faci­
lita la de soluciones, de las cuales muchas no son adecuadas a
las necesidades de Brasil» (
10),
¿ Qué es su filosofía concreta?
Fetreira dos Santos concebía el mundo según una filosofía
que pretende no separar el hombre
de las realidades que él
abstrai (por la «vía abstractiva» del filosofar), pero hacerlo re­
tornar a la realidad de su entorno y a la cual se integra (por la
«vía concretiva»).
En su Filoso/la concreta busca desarrollar una meta-matema­
tización de la filosofía,
dentro de un criterio pitagórico, diset­
tando 258 tesis con rigorosas demostraciones, tal como una geo­
metría. Fundamenta esa filosofía en juicios apodícticos, univet­
salmente válidos para todas las ciencias, y no en juicios asertó­
ricos, válidos particularmente sólo para
algunos.
a) «Alguna cosa hay».
Partiendo de esa proposición, ha defendido y demostrado
afirmaciones positivas de todas las filosofías, refutando errores
de algunas
otras, sin destruir su positivo.
Por ejemplo, a la pregunta heideggeriana. «¿ Por qué antes
el ser que
la nada?», contesta: «el porqué no procede, pues si
en
vez del ser fueta la nada, no habría porqué, pues la nada
no
tendría una razón de Set en sí misma. Hay el ser y éste no
tiene por qué. Cabría la colocación de un porqué, de un para
qué, de un cuál es la razón, de cuál es el motivo, si hubiera
un antes del ser que pudiera set interrogado. Peto el ser infi­
nito
es eterno, y no cabe preguntar por un antes, porque no
hay
un antes. La pregunta está desprovista de positivídad,; es
una pseudo-pregunta».
Y remata: «repetimos: ella tiene
su fundamiento tan sólo
en la acosmia, en el deseo de no ser eso que allí está, en la de­
cepción ante el desarrollo histórico que genera el esquema de
(10) Idem. pág. 416.
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tender para el no ser. He allí el que lleva algunos a exclamar
preguntandd
¿ por qué no antes la nada que el ser?» ( 11 ).
b) «La filosofía s6lo es válida en cuanto concreta».
Explica Mário Ferreira dos Santos su filosofía comd aque­
lla «dialécticamente construida, sin olvidar lo que une, lo que
está incluso, lo que exige
para ser, lo que implica, lo que, al fin,
se correlaciona, se compagina y se analoga».
«Se acostumbra considerar como pensamiento concreto -----<1cla­
ra-aquello que no olvida con meditar las representaciones y
los contenidos fácticos, que son dados
po'.r la intuici6n sensible.
La
Filosofía concreta tiene así su justificaci6n .. Y, además, parte
de una consideración importante. Nd hay rupJ:uras en el ser;
consecuentemente, todo está integrado en el todo, que lo es por
la dependencia absoluta que lo ciñe al ser infinito y absoluto.
El análisis jamás debe olvidar este punto importante, y he all!
por qué el verdadero deber del filósofo concreto es jamás des­
preciar { al contrario, obstinarse en buscar) el nexo de concreci6n,
el que une, el que liga,
el que conexiona» { 12).
c) La búsqueda del método más hábil.
En otra tesis el filósofo brasileño demuestra que «... como
la verdadera y absdluta ciencia de todo el ser
ya está contenida
.en el propio ser, ha de haber, indudablemente, un camino más
hábil para ser alcanzado por el hombre, que otros. Si unos son
más hábiles que otros, ha de haber uno que sea el más hábil».
Revela que «en todos los tiempos se ha considerado que el
punto
de partida debe ser un punto arquimédico, apodíctico, de
validez univers.al. Propusimos und que es de validez universal
{'alguna cosa hay'), sobre el cual no puede caber ninguna duda
seria, pues ultrapasa hasta la misma esquemática humana. Con­
secuentemente, el análisis de esa proposición apodíctica se reve­
la como un camino hábil. Y como no conocemos otro mejor, lo
proponemos como el
más hábil hasta prueba en contrario» ( 13 ).
d) Filosofar en acción.
En esa original obra, que es una síntesis de su pensamiento,
Mário
Ferreira dos Santos, en su última tesis encierra toda la
(11) Filosofía concreta, Tesis 251, pág. 277.
(12) Idem. Tesis 253, pág. 281.
(13) Idem, Tesis
257, pág. 283.
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LA FlLOSOFlA CONCRETA DE M. FERREIRA DOS SANTOS
grandiosidad de su pensar, y revela las más altas ansias espiri­
tuales del filósofo: «la filosofía es acción;
es el afanarse para
alcanzar la Mathesis suprema. Si esa es o no alcanzable por el
hombre, éste,
como un viandante (homo viator ), debe buscarla
siempre, incluso
cuando se le suscite la duda, de cierto modo
bien fundada, de que ella no le está totalmente al
alcance, Ese
afanarse acompañará siempre al hombre;
y establecido un punto
sólido de sostén, debemos
esperar mejores frutos» ( 14 ).
Cómo entendía la sociolo~ía y la ética.
Para nuestro filósofo, la sociología es una ciencia ética, pues
no sólo describe las relaciones humanas como también el deber­
ser de esas relaciones, y, por eso, la cuestión social es tratada
éticamente en: su obra Sociología fundamental e ética funda­
mental.
Distinguiendo la moral como el estudio de las costumbres,
de
lo variante y de las relaciones humanas, y la ética como re­
velación filosófica de las nortoas invariables, eternas, que infor­
man el deber-ser del hombre, apunta la confusión provocada por
todo «abstractismo moderno, que visualiza el mundo o del
án­
gulo físico-químico o del biológico, como proceden materalistas,
mecanicistas
y biologistas, o demás del ángulo psicológico como
psicdlogistas, o del ángulo ecológico
como ecologistas, o del án­
gulo histórico-social como historicistas, o del ángulo económico
comd materialistas históricos, etc., todos ellos se desviaron de
su verdadero · sentido, pues confudieron la ética con la moral,
trasladando a aquélla las características variantes que esta últi­
ma presenta» (15).
Ferreira dos Santos y el 8teísmo.
a) El cuidado con la juventud.
Auténtico maestro, siempre ha revelado una preocupacton
especial en relación a los jóvenes, ora advertiendo, ora e~ortan­
do, ora proclamando para tomas enérgicas de posición, sobre
todo contra los negativismos ofrecidos por filosofías del día.
Veía
la juventud brasileña como uno de nuestros graves pro-
(14) Idein, Tesis 258, pág. 284.
( 15)
S. Paulo, &lit. Logos, 1957, l.' e 789
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blemas, por formar los jóvenes la mayoría de la población del
país; y lanzando un verdadero. programa educacional,
decla: «de­
bemos alzar las masas populares hasta la filosofía, a través de un
desarrollo de la cultura
nacional, que tienda a la filosofía posi­
tiva y no a la filosofía negativista y nihilista que penetra en
nuestras escudas» (
16 ).
Por eso, enfatizaba: «debemos orientar la juventud a ser
constructiva, a que reciba una sabiduría clara, positiva, concreta,
de manera que la inmunice contra las tendencias nihilistas» (17).
b) Alerta contra el escepticismo.
Siempre ha denunciado los viejos errores del pasado, resuci­
tados
como la última palabra del saber, en el que el escepticismo
es la mala hierba, las malas ideas que están invadiendo el cam­
po cultural moderno, amenazando con corromper no sólo una
ciudad o un
pueblo, sino toda la humanidad.
En
sus clases se podía sentir toda la grandeza de espíritu
del educador que era;
en una de ellas, discurriendo sobre ese
tema, concluyó, apolíneo:
« Yo reclamo de la juventud de hoy
que vuelva la espaldas a aquella juventud que
ha perseguido siem­
pre los grandes hombres, aquella juventud que persignió Sócra­
tes, aquella juventud que persiguió a los pitagóricos, aquella
juventud que llevó a
la condena a Anaxágoras, pero sí siga a
aquella juventud que apoyó Platón, que apoyó Aristóteles
en el
Liceo, que apoyó Pitágoras en su Instituto, aquella juventud
estudiosa, aquella juventud que dedica lo mejor de su vida para
formar su conocimiento, aquella juventud que quiere ser capaz
de asumir las riendas del mañana, y no
la juventud que quiere
tan sólo ser una masa de maniobras de políticos demagógicos y
mal intencionados, no una juventud de agitación, pero
si una
juventud constructora, una juventud realizadora, una juventud
que lance a la historia de la humanidad los mayores nombres y
los mayores logros ... » (18).
e) La crisis del mundo moderno.
Profundizando ese tema, Mário Ferreira dos Santos apuntó
hacia
la perplejidad del hombre moderno en todos los campos
( 16) Rtimos, pág. 416.
(17) Idem,
pág. 417.
(18) Palestra grabada en agosto de 1965, inédita; de los archivos de
CONPEFIL, C.onjunto de Pesquisas Filos6ficas, R. Janeiro.
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de la existencia, en la historia, economía, religión, estética, filo­
sofía, y sobre todo la del especialista, que denomina «crisis ana­
lítica», indicando la necesidad de la concreción · para superat
viejas ideologías, que
generan las violencias a que hoy asistimos.
Hablando en
tono apostólico, candente y convocativo, excla­
ma: «J Cómo no ha de haber 'crisis' si cada vez nos sepatamos
más?», «¿ nos separamos en vez de unir?»; «¿ qué hacen nues­
tros especialistas, sino sepatatse, abstraerse en la 'especie', en lo
que profuncllia la 'crisis'?». Y advierte: «nuestra inteligencia, en
vez de unir, incluir, separa, desune, excluye, seccionamos, secta­
rizamos, y queremos totalizat el todo, homogeneizandolo lo he­
terogéneo que sepatamos. He aquí la 'crisis' agravada por noso­
tros» (19).
En los libros Origem dos grandes erras filosóficos y Em;s
na filosofía da natureza, admonesta «los bien intencionados que
no sean víctimas de tales errores, para que puedan comprender
porque la perplejidad avasalla el hombre moderno, entendiendo,
entonces, porque tales
errores se repiten y conquistan adeptos.
Es menester hacer esa obra de denuncia, porque no es ya posi­
ble dejat que tantos males se ,repitan y se multipliquen» (20).
d) El problema del
mal en el mundo.
Ningún tema le escapó a la lúcida y
penetrante análisis del
gran pensador, incluso
el problema de Dios y del mal. Estudian­
do el teísmo y el deísmo,
la posibilidad gnoseológica de como
creemos en Dios, a través de las inumeras pruebas ya presenta­
das, en su O bomem perante o infinito llega a discutir cual es
la causa del mal en el mundo.
Ali! afirma: «el mal sólo puede tener una causa: el bien. Una
causa, por necesidad, tiene que
ser y tener el ser ;

y
tener el ser
es bieo; consecuentemente, es el bien, pero un bien distintivo
del bien
del sujeto, en el cual inmediatamente se encuentra tal
privación. Pero·
la causa del mal no puede set 'eficiente', sino
si 'deficiente', pues el mal, en sí, no es ser, ni efecto, pero de­
fecto, falta de ser. Luego, Dios, que es indefectible, no es direc­
tamente causa del mal, ni eficiente, ni deficiente» ( 21 ).
Continua, afirmando que Dios «tampoco es causa del mal
moral y de ningún modo,
ni directa ni indirectamente, porque
(19) Filosofía da crise, S. Paulo, Logos, 1956, pág. 14.
(20) Edit. Matese, 1%5, pág. 16.
(21) Edit.
Lagos, 1963, 5.' ed., pág. 245.
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CARLOS A URELIO MOTT A DA SOUZA.
la libertad donada al hombre le permite no pecar y, si peca, lo
hace por su voluntad. El mal
físico puede ordenarse y quererse
por un bien mayor, y así lo quiere y lo permite Dios. Pero un
mal moral no admite ninguna compensación que
lo justifique ;
por eso, concluyó Tomás de Aquino que Dios
no puede querer­
lo de
ningún modo. Ld defectuoso proviene de lo defectible;
ahora bien, como Dios
no es defectuosd, luego, la causa del mal
viene de
las causas deficientes, que son las causas segundas de
donde procede el mal» (22).
En la profundizada crítica discute que «el concepto de mal
como positividad óntica y ontológica llevaría a la nada, pues el
mal sería
la negación tdtal del ser; por tanto, en ese sentido,
el mal
no tiene positividad. Un mal absoluto sería destrucción
del ser, y,
por tanto, del propio mal. El bien supremo es un
valor supremo, y no debe ser confundido
cdn el valor óntica­
mente fundado. Dios, como bien supremd, es el
bien y la felici­
dad suprema. Como ser subsistente y coordinador de todo cuan­
to hay, es el bien de todo cuantd hay» (23).
Termina admitiendo positivamente que «el propio
análisis
del bien y del mal nos lleva a construir un argumento más en
favor de la existencia de Dios. El mal
no es un argumento cdn­
tra Dios, sino un argumento a su favor. Es preciso que haya
Dios, porque hay
el mal» (24).
Qué decir de este pensador.
Mário Ferrería dos Santos falleció el 11 de octubre de 1968,
en Síio Paulo. Más de dos décadas pasaron y los cientos de obras
que publicó,
en múltiples ediciones, ciertamente no se perdieron.
Ha de estar latente, para todds los que con él convivieron, la
vivacidad, llaneza en el trato, la atención personal que dedicaba
a los problemas que le eran presentados.
.
Se multiplicaban los cursos y conferencias en que abordaba
con profundidad todos los temas propuestos, demostrando
cul­
tura humanística no vulgar, asentada en filósofos de todas las
épocas y autores de culturas diversas.
Su afanosa búsqueda de la unidad en todos los
campds del
saber, dirigido el
pensamiento, en consecuencia, hacia la sabidu­
ría suprema, hacia el. Dios unificador, es filosofía actualísima,
que merece ser estudiada y continuada.
792 (22)
Idem. pág. 246.
(23)
Idem, pág. 249.
(24)
Idem, pág. 250.
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LA FILOSOFIA CONCRETA DE M. FERREIRA DOS SANTOS
Fue un pensador completo, que ha buscado sin rechazar nada
en sus estudios y pesquisas, pero tan sólo ha refutado lo que
no fuera positivo, y no llevara al hombre a conocerse en su
to,
talidad.
Por eso, y en ese sentido, fue un
gnose6logo humanfr.ante,
de pensamiento total, que nada excluye del hombre ni de este
desvalorice.
La extrema fecundidad del trabajo de Mário Ferreira dos
Santds nos ha legado una obra filosófica grandiosa que, como
tal, permanece a
la disposición de los estudiosos (25).
Restan, todavía, decenas
de trabajos inéditos ( 26 ), que me­
recen ser conocidos, no sólo para memoria del extraordinario
pensador, sino para coronamiento
de una obra producida en los
momentos de su mayor intuición filosófica.
Relegada progresivamente a planos inferiores de la cultura,
urge rescatar la filosofía humanizante,
centrada en la realidad
del ser

supremo, esta filósofo ha buscadd incesantemente
la
integraci6n humonistica, abordando el ecumenismd, buscando la
unidad, procurando «un método capaz de reunir los aspectos po,
sitivos de diversas posiciones fiolosóficas», «método includente
y no excludente, que concilia postividades» (27), combatiendo al
mismo tiempo
las filosofías nihilistas, negativistas y pesimistas,
que alienan, desesperan y dividen el hombre y el mundo, sin
darles la debida concreción, y
la certeza del bien supremo.
Bien por
eso ha concluido su auto,biografía apuntando hacia
la reconciliación de la fildsofía con la religión cristiana, como
filosofía superior capaz de unir los hombres y hacer que se com-
(25) Principales publicadas: Filosofía e Cosmovisáo, Lógica e Dialéc-
• tic..t, Psicología, Teoria do Conhecimento, Ontologla· e Cosmología, Tratado
de
Simb6lica, Filoso/la da Crise, O Homem perante o Infinito (Teología),
Noología Geral, Filoso/la Concreta, Filoso/la Concreta dos V dores, Pitá­
goras e Tema do Número, Arilt6teles e as Mut(Jfóes, O Um e o Múltiplo
em Platáo, Tratado de Economía, «ProtágoraS'11 de Platáo, «Isagoge• de
Porfirio, «Das
Categorias» de Aristóteles, A Sabedoria dos Principios, A
Sabedoria da Unidade, A Sabedoria do Ser e do Nada, y otro títulos, acima
de cien.
(26)
A Sabedoria das Leis, A Sabedoria da Dialéctica Concret@, A
Sabedoria dos Esquemas (Tratado de Esquematologla), A Sabedoria das
Tensóes (Teoria Geral das Tensóes), Cristianismo, religiáo do Homem,
Psicologia,
Brasil: um pais sem esperanfa?, Brasil: um país de excefáo.
Además de traducciones de As Enéadas de Plotino, Páginas Sublimes de
Sáo -Boaventura, De Primo Principio de Duns Escoto, As Trés Críticas de
Kant, Interpreta,ao do Apocalipse de Sáo Joáo, Poemas del TarrTsé-King,
de Lao-Tsé, Verso Aureos de Pitágoras, y Opúsculos Famosos de Sáo To­
más de Aquino, algunas restan incabadas.
(27) Teoría do Conhecimento, Sio Paulo, Legos, pág. 11.
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CARLOS A URELIO MOTT A. -DA SbUZA
prendan, pues para él, Cristo representa todo cuanto hay de más
elevado, es el hombre en cuanto voluntad, entendimiento y amor,
correspondiente a la concepción de las tres personas de la San­
tísima
Trinidad (28).
(28) Rumos, pág. 427.
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