Malcolm Muggeridge (1903-1990)

MALCOLM MUGGERIDGE (1903-1990)
POR
]OLIO GuASCH
Parece un fenómeno histórico ineludible que los súbditos de
unperios y miembros de sociedades humanas son los únicos in­
conscientes de cuándo para aquéllos
y éstas ha llegado la hora
del crepúsculo. Para ellos pasan los
años en dulce beocia hasta
descubrir finalmente, con amargura, que aquéllos han pasado
irremisiblemente. Sin embargo
creemos ser un hecho cierto, en líneas genera­
les, que no deja de haber algunas individualidades cuyos com­
portamientos anuncian el final y cuyas voces predican, casi siem­
pre en el desierto, el término del drama.
En los tres finales
de imperios que hemos conocido durante
este siglo: Imperio austro-húngaro, la Rusia zarista e Imperio
inglés, no ha dejado de producirse el fenómeno histórico que
apuntábamos al principio.
Síntomas alarmantes son las
· pérdidas de identidad, degra­
dación social, auto-barrenado de principios, y como estertor final,
caos administrativo y político. Hay también un elemento sinto­
mático en estos estados de coma: la aparición de una «cursile­
ría» agobiante.
Y, aqui, me apresuro a proponer qué es «lo cursi»
que desgraciadamente difiere de
la Real Academia. Tengo por
«cursi» cualquier «irrealidad risible» que, en este caso, no puede
dejar
de ocurrir cuando se ha sufrido la pérdida de identidad.
Utilice el lector esta propuesta definición a
modo de matriz a
cualquier situación en su experiencia y se sorprenderá cuan bien
encaja.
·
Permítaseme aqu{ observar que la lengua inglesa, con ser tan
rica, carece de término exacto para nuestro adjetivo «cursi» y lo
traducen con aproximaciones.
Algo parecido ocurre con nuestro
sustantivo «soberbia» que suelen traducir por «pride» (orgullo);
conocen
el adjetivo «soberbio/a» por el suyo «superb». Una
explicación, posiblemente grosera, sería que
mal pueden bautizár
conceptos mal conocidos que campan por sus respetos. Ignoro
si ocurre situación pareja con las lenguas· alemana y rusa.
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JULIO GUASCH
Al final de los tres imperios mencionados se han producido
todos estos síntomas, así como
han surgido las voces individua­
les que
han denunciado que «algo se terminaba».
Tres formas de reacción tiene
el ciudadano del imperio d
gran país que perece: o se pasa con armas . y bagaje a nuevos
ideales, proclama lo que está
ocurtiendo, o prefiere vivir en la
beocia. Ejemplo de la primera reacción son las escandalosas trai­
ciones de un coronel, Alfred Red! (Austria, 1913
), o de unos
intelectuales como Guy Burgess, Donald McLean, Kim Philby,
Anthony Blunt y «tutti quanti» que trabajaron para
la KGB y
no precisamente por señuelos monetarios. Otros, c_omo el caso
de Muggeridge y algunos más, prefirieron seguir una linea más
digna y hasta. patriótica y se limitaron anunciar un inminente
final.
Producto del «fabianismo» ; educado en Cambridge ( si bien
más tarde admitió no haber recibido, afortunadamente, más que
una insignificante
influencia de esta prestigiosa universidad);
profesor de inglés
en un colegio cristiano de Alwaye (India) y
después en la universidad de
El Cairo; en 1933 acepta con entu­
siasmos la corresponsalía del
Manchester Guardian en Moscú, que
definitivamente le desengañó de
su~ veleidades comunistas; edi­
tor del Calcutta Statesman; oficial de inteligencia del MI6 en
la costa oriental africana
-en la occidental. estaba Graham Greene,
otro posterior
converso-durante la II Guera Mundial ; poste­
riormente
trasladado a Parls para informar sobre supuestos co­
laboracionistas con el enemigo -la literatura-le debe que
ayudara a escapar a Suiza
. a P. G. W odehouse ; corresponsal del
Daily Telegrapb; editor del Punch en 1953; y siempre un excep­
cional comunicador en libros,
radio y televisión.
Como que no podía creer en aquel montaje
anglosajón, que
un
día cantara. Rudyard Kipling, de libertad, democracia, la igle­
sia. nacional anglicana, el imperio, la India, los tres lanceros
ben­
galíes y el té de las cinco -hoy, sólo figuras caras a cuatrO
cursis y
a los liberales espafioles
anglófilos-y, por otra parte,
se desengañó muy pronto de los ideales igualitarios y benefacto­
res del socialismo, en todas sus versiones, irrespetuoso con todas
las formas del poder establecido, se convirtió en temible fusti­
gador de todos, cínico y excéptico, no escapando la casa real ni
el mismd Churchill.
De la primera decía: «Los impulsos de los que nace el sno­
bismo
se derivan de la Reina, en el ápice de la pirámide social,
hasta la base» y de las actividades de la Reina y sus familiares.
Las propias de una
saap apera ( culebrón). «De Churchill y en
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plena guerra». «Es como la caricatura de un empresario de circo
que a patadas y latigazos mantiene a raya trapecistas, domadores,
tigres, leones, payasos y mujer barbuda, para conseguir que
la
representación comience a tiempo» y ya durante su último man­
dato (1953 ). «Este viejo borracho y senil», apreciación sobre Sir
Winston,
más tarde confirmada por su médico personal, Lord
Moran, en sus memorias.
Desde una posición incrédula y quizás por la autodefinición
de sentirse «extraño en un mundo extraño», pasando por varias
«turbulencias de la carne», fue derivando a un sentidd cristiano
en lo que
me atrevo a llamar una especie de mística en versión
anglosajona, coincidiendo con la interesada apertura desde las
altas esferas (gabinete Harol Wilson)
de aquella caja de Pan­
dera conocida como «sociedad permisiva». Su conocidisimo libro
de esta
época Jesús redescubierto, sin . lucubraciones teológicas,
es la crónica del desengafio de una inteligencia anárquica pero
sincera y honesta, «si el día del juicio final, me encontrara en­
frentado a Dios y descubriera que El mismo se tomara en serio,
pediría
ir a cualquier otro lugar», «la identificación de la Iglesia
con
un Estado, es tan ridículo como un vegetariano ingresando
en el sindicato de carniceros», «la posteridad ( en el caso que haya
alguna), es probable en mi
opinión, que vea al liberalismo y
todas sus consecuencias legislarivas
y sociales, como el resultado
de un suicidio colectivo», «el amor humano
sólo brilla en todo
su esplendor cuando se ha extinguido la más pequeña ascua de
deseo», «el sexo se inicia con la pasión que abarca los conceptos
ambos de sufrimiento y
gozo ; termina en un trivial sueño de
placer que pronto se autodisuelve en la soledad y desesperación
de la autosatisfacción». «Esta lamentable frase 'la consecución
de la felicidad'
es en gran parte . responsable de todos los males
y miserias del mundo moderno», «el problema de los reinos del
cielo sobre la tierra
es que están condenados a pasar y su estafa
es evidente para todos ; precisamos un reino de los cielos en que
el cielo sea únicamente para ser percibido», «uno de los pecados
peculiares del siglo
xx, que hemos desarrollado al más alto nivel,
es el pecado de credibilidad; se ha dicho que cuando un humano
deja de creer
en Dios, no cree en nada; la verdad es mucho peor,
creen en cualquier cosa», «la muerte ... , me complazco en ella;
la quiero, la vida sería insoportable sin ella».
En 1969 la BBC le encargó una entrevista televisiva con «una
especie de monja en la India que está practicando buenas obras
en Calcutta». El resultado fue «algo agradable a Dios» que acabó
siendo un factor importante para la concesión del Prebio Nobel
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de la Paz a la Madre Teresa. De este contacto y después de un
largo y posiblemente dolotoso proceso, Malcolm y su esposa
Kitty solicitaron ser recibidos en la Iglesia católica romana,
hecho que provocó todo tipo de comentarios y
la admisión que
escuché de sus labios: «Sí, se me considera
más persona no gtata
aquí en
Inglaterra que en la misma Rusia por mi libro Invierno
en Moscú y por haber sido crítico de aquel falso y terrible tin­
glado ... Basta recordar el flirteo de la intelectualidad inglesa:
Bernard Shaw, Lady Astor, el matrimonio Webb, el
Reverendo
Hewlett Jobnson (deán de Canterbury), Julián Hu:xley, la gente
del London
School of Economics, André Gide, Romain Rolland,
estos dos últimos en Francia, cantaban todos
. las excelencias de
'aquel nuevo amanecer'».
Otro comentario que escuché de él fue: «Otra paradoja de
la vida
es que tocó en suerte a Winston Churchill, representante
por excelencia de la clase dominante social y políticamente y
máximo 'imperialista', ser un de los enterradores del imperio
inglés». En sus últimos años, recluido en
su «cottage» de Robettsbrid­
ge en compañía de la excepcional Kitty, transpiraba una profun­
da paz interior, imposible de fingir y sabía mantener una con­
versación desenfadada y aguda para deleite de todo visitante.
La conversión de Muggeridge, al igual que otras, como la
de aquel
terrible y vitriólico snob que fue Evelyn Waugh, des­
cubren un estrujamiento de alma. inconcebible para muchos.
En un número de la revista elegante
Tatler de junio de 1987,
venía un artículo firmado por el católico Anthony Burgess con
el título «La secta elegante». Hacíase referencia que en
Ingla­
terra la masa católica suele nutrirse de pobres inmigtantes irlan­
deses, conversos y
a su lado
un reducid(simo grupo de la rancia
nobleza que sobrevivió
física y socialmente a· la Refotma protes­
tante. Sobre esta última clase y
sobre las tensiones asociadas a
su credo está basada una famosa novela de Evelyn Waugh,
Bri­
desbead Revisited, y que fue objeto de un magnífico serial tele­
visivo dado en España con el nombre de Retorno a Brideshead.
Posiblemente el título del artículo de Burgess haga referencia a
este extremo.
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MALCOLM MUGGERIDGE (1903-1990)
ROMA A LA CABEZA: QUIEN ES QUIEN EN EL
MUNDO CATOLICO
PODEROSOS
NoRMAN ST. JoHN-STEVAS.
(parlamentario conservador y «nuncio»-laico extraoficial).
SHIRLEY WILLIAMS.
( ex-ministra laborista y principal responsable del actual caos educativo).
SIR WILLIAM REEs-MoGG.
CONVERSOS
MALCOLM MuGGERIDGE.
(autor y locutor de radio y televisión).
REv. SIMON HoLLOWAY.
(ex-vicario anglicano del St. Mary's College de Oxford).
1EsZEK KoLAKOWKI.
( ex-fil6sofo marxista y profesor en el «All Soula College» de Oxford).
LORD LONGFORD.
(laborista).
MYRA HINDLEY.
(condenada a cadena perpetua por uoa serie de repugnantes almenes).
SIR ALEc GUINNEss.
(actor).
ToM BowLES.
(propietario de la revista The Lady).
RICHARD HARRIS.
PAuL KNox.
RECONVERTIDOS
(autor y tránsfuga del laborismo).
PIERS PAUL READ.
ÜLIVER KNox.
AuBERON W AUGH.
AUTORES
(autor e hijo de Evelyo Waugh).
HARRIET W AUGH.
EDNA O'BRIEN.
ELIZABETH LONGFORD.
ANTONIA FRASEE.
GRAHAM GREENE.
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JUÚO GUASCH
ANTHONY BuRGESS.
MURIEL SPARK.
ALICE TuOMAS ELLIS.
MARY KENNY.
BRIAN MooRE.
REBECA FRASER.
PAUL
MuLDOON.
DoMINIC CoOPER.
SEAMUS l!EANEY.
Srn J OIIN POPE-HENNESSY.
P. J. KAVANAGH.
FRANK KEATING.
ANNE
DEvLIN.
CHR!STOPHER SYKES.
DAVID
LODGE.
ENTERTAINERS
(Cómicos y escena)
VAL. DooNIGAN.
(cantante).
ANDY W ARHOL.
(fotógrafo y estrella social en Estados Unidos. Difunto).
MARTIN SCORSESE.
(productor de cine).
TERRY WoGAN.
(locutor y presenrador de televisión muy famoso).
}ACKIB ÜNASSIS.
EAMON ANDREWS.
(locutor y presentador del programa Esta es su vida. Difunto).
Princesa MIGUEL DE KENT.
Ignoro hasta qué punto esta lista es actual o cottecta, pues
la inclusi6n de Jackie Onassis
y la Princesa Miguel de Kent en
este epígrafe, más parece una broma del autor del artículo, que
termina con este último epígrafe:
LAPSED (Que han sido. Apóstatas)
KENNY EVERETT.
( cómico cuyos programas creo se ven por TVE).
ANTHONY KENNY.
(profesor del «Balliol College» de Oxford).
MADONNA.
(cantante).
CHARLES STURRIDGE.
( director de Brideshead Revisited).
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MALCOLM MUGGERIDGE (1903~1990)
0AVE ALLEN.
(figura de la televisión de gran éxito).
MICKEY Rourura.
(actor).
BoB GELDOF.
(rockero).
! ( ex-monja).
ToM CRUISE.
(actor).
JANE BIRKIN.
(actriz).
Princesa EsTEFANÍA DE MÓNACO.
BIANCA JAGGER.
(ex-esposa del racimo Mick Jagger).
BoB GuGGIONE.
(editor de revistas pornográficas).
Bov GEORGE.
(rockero).
BRUCE SPRINGSTEEN.
(rockero).
Jmm McENROE.
(tenista).
STING.
(rockero).
PETER SUTCLIFFE.
(cl destripador de Yorkshire, hoy cumpliendo codena perpetua).
ALFRED HITCHCOCK.
( director de cine. Difunto).
ToNY HENDRA.
(aotor y creador de «Spitting Image,,).
ToNY MoNOPOLY.
(cantante).
IsABELLA RoSSELLINI.
(modelo y actm).
FRANK SINATRA.
(cantante).
Jo FoLEY.
(editor de la revista Observer).
FRANc;:ors MrTTERAND.
DEAN MARTIN.
(actor y cantante).
Si bien esta lista es incompleta . y arriesgada en materia tan
delicada,
si los nombres citados bajo los epígrafes corresponde
a una justa inclusión en ellos,
toda la materia se presta a pensar.
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