Índice de contenidos

Número 333-334

Serie XXXIV

Volver
  • Índice

Revista Cristiandad: nuevo director y número extraordinario

CRONICAS: REVISTA CRISTIANDAD: NUEVO DIRECTOR
Y NUMERO EXTRAORDINARIO
La revista Cristiandad nació hace cincuenta y. dos años, fruto
de una formación recibida en
el Apostolado de la. Oración y sur­
gida de
su espíritu para una tarea específicamente seglar de for­
mación y difusión cultural cristiana, en ámbitos en que es vocación
del laicado cristiano servir a
la instauración del reinado social de
Cristo mediante la
incuhuración de la fe.
Fue
su inspirador el jesuita P. Orlandis Despuig, que sugirió
el nombre a quienes tomaron
la iniciativa de su aparición y ejer­
ció desde
el primer . momento una tutela espiritual que mantuvo
con acierto eficaz y discreto hasta su muerte. ocurrida en 1958.
La dirección de
la revista se encomendó a D. Femando Serrano
Misas, que permaneció en
el timón de la empresa, con una .cre­
ciente autonomía, dedicación y empeño, hasta -el pasado año 1994,
en que pidió el relevo
en. sµ dilat.ada trayectoria. . . ·
Le sucede. en la responsabilidad . de tan destacado puesto; el
catedrático de Metafísica de la. Universidad de Barcelona D. Fran­
cisco Canals Vidal, que es ya el nuevo Director de tan prestigiosa
revista, con
la que Verbo y Speiro se. sienten tan compenetrados.
No pudo hacerse designación más acertada: Canals une a su gran
formación filosófica
y en otras materias, una solidísirna ortodmria
católica y un espíritu de apostolado constante, con un estile, muy
personal, agudo y sugerente.
Casi desde sus comienzos asiste a
los Congresos
de los amigos de la Ciudad Católica en. los que pre­
senta ponencias siempre actuales e irnpo)'tantes . .Nuestra revista
Verbo, se honta con la .Publicación de bastantes de sus rrabajQs,
y Speiro con la edición de su libro Cristianismo y Revoluci6n,
* * *
La revista Cristiandad, ha comenzado su nueva andadura bajo
la dirección de Canals, con la publicación de un número
extra-
Verbo, núm. 333-334 (1995), 387-390 387
Fundaci\363n Speiro

GABRIEL ALFEREZ
ordinario, correspondiente a enero de 1995, dedicado al gran pon­
tífice de este siglo,
el Papa San Pío X, que hizo lema de su mi­
nisterio, Instaurare Omnia in Christo, cuyo ideal sintetiza también
los afanes de la revista.
Abre este número una nota de José M.ª Petit Sullá sobre
Sao Pío X, cuyo pontificado abarca desde 1903 a 1914, con
elo­
giosas citas de su beatificador en 1951, que proclamó también
su saotidad en 1954, Pío
XII. Sigue luego una síntesis biográfica
de San Pío X, y una relación de los documentos
más importantes
de su
pontificado. A continuación figura el texto de la homilía
pronunciada por Pío
XII el 3 de junio de 1951 en el acto de su
beatificación en la que se hace referencia a las múltiples cuestio­
nes de que se ocupó
San Pío X, con una gran preocupación re­
ligiosa y pastoral. Se incluyen después fragmentos de la exhorta­
ción de Juao
XXIII, que en 1959 tuvo el gesto de disponer el
traslado durante unos días,
de su restos, a Venecia, de la que tam­
bién había sido patriarca, para que
sus antiguos feligreses puclie­
ran homenajear a quien fue «su gloria más luminosa de los tiem­
pos modernos».
San Pío X se
ocupó de muchas y delicadas materias, con gran
prudencia y acierto. Entre ellas podemos citar las siguientes:
la
reforma de la Curia romana y la elección del Romano Pontífice,
rechazandd extrañas injerencias que se hablan producido preci­
samente en su misma elección ; la recomendación de
la comunión
frecuente y la admisión de los niños a la Eucaristía desde tem­
prana edad ; la importancia de la enseñanza del catecismo y la
elaboración
del textos para la catequesis en todas las edades. En
aplicación del lema de su pontificado de instaurar todo en Cristo,
no dudó el Papa en tratar con claridad y energía de problemas
polémicos de especial transcendencia social
y política que se fue­
ron presentando, en relación con la ortodoxia católica, condenan­
do particularmente la causa subyacente de todos
los errores ad­
vertidos, constituida por la creciente descristianización que suponía
el modernismo seculatizador y paganizaote. Así lo hizo en el De­
creto
Lámentabili de 3 de julio de 1907, que incluía 65 proposi­
ciones rechazadas,
y en la Encíclica Pascendi Dominici Gregis de 8
de septiembre del mismo año, que
se ocupa del tema de maoera
más general
y sistemática; de forma análoga a como había hecho
su predecesor del mismo nombre, Pío IX,
con el Syllabus y la
Encíclica
Quanta Cura. Ya antes de ser elevado al solio pontificio,
siendo cardenal, había denunciado los peligros del modernismo.
La condena puso en guardia del peligro y supuso cierta cdnten­
ción del daño. Pero en actuaciones y documentos posteriores no
388
Fundaci\363n Speiro

CRONICAS
dejó de insistir en la gravedad del mal. E incluso, en un Motu
proprio de
l.º de septiembre de 1910, impuso el Juramento anti-­
modernista, que estuvo vigente sin modificación hasta 1967, que
deberían prestar los clérigos que recibían las órdenes sagradas y
eclesiásticos con responsabilidades evangelizadoras o pastorales.
Y
el mismo año de su muerte ocurrida el 19 de agosto de 1914,
volvió a señalar la transcendencia del problema.
* • *
Por todo ello, consideramos un acierto la publicación de este
número extraordinario de
Cristiandad, en el que se incluye una
selección de la Encíclica
Pascendi; una nota de Canals sobre la
«Acción clarividente de San
Pío X»; un trabajo de Eudaldo For­
ment sobre «la redacción de las XXIV tesis tomistas», y una Carta
de San Pío X
al Obispo de Vic, Torras i Bages, con motivo de la
publicación por éste de una Carta pastoral, de fecha 19 de marzo
de 1911, titulada «Dios y el César», sobre la grave simación de
la vida religiosa en España.
Cierra prácticamente el número, una parte de la Carta
Notre
Charge Apostolique de 25 de agosto de 1910, condenando el mo­
vimiento de democracia llamada cristiana que culminó en el lla­
mado
Le Sillon (El Surco), en la que, con paternal solicitud no
exenta de
la necesaria firmeza, el Pontífice ataja una desviación
política que
se producía entre los católicos franceses. Siguen ar­
tículos de Ignacio M.• Manresa Lemona sobre
San Pío X, la
Eucaristía y los niños,
otro de fray V alenti Serra de Manresa so­
bre el Cardenal Vives, colaborador de Pío X, y un último de
fray Jorcli M.• Gil Costa sobre el Papa San Pío X y el escapulario
del Carmen .
* * *
La revista Verbo, con las mismas inquietudes y afanes que
Cristiandad, publicó en su número 65-66, el texto íntegro de la
encíclica
Pascendi y un importante artículo de Eugenio Vegas
Latapie sobre tal documento y manifestaciones posteriores de los
errores en
él condenados. En el mismo, se considera el modernis­
mo condenado por la
Pascendi como el conjunto de errores de
tipo
suhjetivista que van desde el agnosticismo, el pragmatismo,
el relativismo
y el racionalismo moral, a la secularización y la
pérdida de la fe. Se señalan sus antecedentes en el americanismo
que convocó incluso un Parlamento de las religiones, que se reunió
389
Fundaci\363n Speiro

GABRIEL ALFEREZ
en Chi.cago en 1813, y que tuvo sus manifestaciones en Europa
con el liberalismo filosófico y
el democratismo secularista de
Le Sitian (El surco), en la Francia de principios de siglo. Luego
se producirían otras expresiones como la representada por el
so­
cialismo cristiano o los curas comunistas, ante cuya situación
Bernanos no dudaría en vaticinar ante
Henri Massis: «Comienza
una nueva invasión modernista y
ya se ven sus avanzadas. Cien
años de concesiones y equívocos
han permitido que la anarquía
penetre profundamente en el clero.
La causa del orden, ya no
puede contar con
un gran número de esos primaires declassés.
Creo que nuestros hijos verán el grueso de las tropas de la Igle­
sia, del
lado de las fuerzas de la muerte. Yo seré fusilado por
sacerdotes bolcheviques que llevarán el
Contrato Social en el bol­
sillo y
la cruz en el pecho». «No había transcurrido un año desde
la solemne clausura del Concilio Vaticano II -escribe Eugenio
Vegas en
su mencionado artículo--'--, cuando el famoso filósofo
católico francés Jacques
Maritain, tan abiertamente vinculado al
grupo progresista, escribió, quizá por indicación del Papa, el libro
Le Paysan de la Garonne, en el que afirma que el modernismo
del tiempo de
Pld X no fue más qúe una modesta fiebre de heno
si
se le compara con , el neo-modernismo actual. El cuadro que
pinta Maritain del neo-modernismo
es extremadamente angustioso:
"ya no
se cree en el diablo ni en los ángeles; la fe de nuestros
mayores
es un mitd, igual que el pecado original ( ... ), el evangelio
de
la infancia, la resurección de los cuerpos y la creación, el Cristo
de la Historia.
La distinción entre natúraleza y gracia es una in­
vención escolástica como la transubstanciación. No hay que to­
rnarse la pena de negar el infierno, pues es más sencillo olvidarlo;
y eso es probablemente lo mejor que podemos hacer con la En­
carnación y con la Trinidad. El modernismo desenfrenado de hoy
en
día ( ... ) tiende de sí a arruinar la fe cristiana ( ... ) y se esfuerza
lo mejor que puede en vaciarla de su
'contenido"». En otro número
anterior,
el 34- 3 5, esta misma revista Verbo, publicó también el
texto integro de la Carta de
Pío X, Notre Charge Apostolique,
condenatoria del democratismo secularista ,de Le Si/Ion y un ar­
tículo
de Louis Salieron sobre la utilidad actual. de la doctrina allí
expuesta.
GABRIEL ALFÉREZ.
390
Fundaci\363n Speiro