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Número 337-338

Serie XXXIV

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La Creación del Mundo y la vocación del hombre

CRONICAS
Petromasi, comisario de guerra del Ejército, anotó cuidadosamen­
te las vicisitudes de esa recluta que logró hacer un verdadero
ejército de un conjunto disperso
de campesinos voluntarios, mer­
ced a la capacidad de organización militar del cardenal
y al en­
tusiasmo religioso y patriótico de todos. Fue una guerra comba·
tida
al grito de «por Dios y por el Rey», contra la democratización
anticristiana de los jacobinos, que debe figurar en
el elenco de
la resistencia antirrevolucionaria.
La obra de Petromasi ve la luz
bajo
el título Al/a riconquista del Regno (Nápoles, 1994 ).
Esta pequeña crónica no aspira, sin embargo, a dar la noticia
cumplida que el contenido
de los libros que sitnplemente han
sido mencionados merecetía. Ni
fas
disponibilidades de espacio,
ni sobre todo
mi falta de competencia, lo permiten. Pero los
desvelos de mis admirados amigos Silvio Vitale, Maurizio
di
Giovine, Maurizio Dente o Marina Carrese, entre otros, creo,.
merecían ser conocidos por los defensores espafioles de la tradi­
ción católica
y antirrevolucionaria.
MIGUEL AYUSO.
LA CREACION DEL MUNDO Y LA VOCACION
DEL HOMBRE
La ACCE ( «Association des Colloques Culturels Européens»)
fue fundada por el desaparecido Rémy Montagne para fomentar
el encuentro y el debate entre personas de distintos países y de
diferentes disciplinas intelectuales, en el entenditniento -anitnado
e impulsado por Juan Pablo II-de que «el alma de Europa
permanece unida porque, más allá de su origen común, posee
idénticos valores cristianos y humanos». Etienne Montagne -al
frente de toda una familia admirable-ha tomado el testigo de
su padre en la organización de estos coloquios, con la colabora­
ción inestitnable de un grupo esforzado
y entusiasta de personas
entre las que no podemos dejar de mencionar a nuestra querida
amiga la profesora Marie-Joelle Guillaume. Tras las reuniones
de Cracovia (1991) y Praga (1993), en las que tuvitnos la satis­
facción y
el honor de estar junto con un grupo notable de amigos
espafioles, hemos acudido de nuevo con agradecimiento e ilusión
al Coloquio que, entre los días 27 de agosto y 2 de septiembre
pasados,
se ha celebrado en Novgorod y San Petersburgo. Dentro
de la común rúbrica de «una cultura para la Europa de mafiana»,
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CRONICAS
a las concretas de los anteriores congresos ~el catolicismo, fer­
mento de unidad» y «la verdad
os hará libres»---ha sucedido
ahora «la creación del mundo y la vocación del hombre». Tema
verdaderamente importante el de la creación, que conjuga el orden
natural con
el sobrenatural y. que ha permitido abordar un con­
junto de aspectos tan aparentemente diversos como verdadera y
radicalmente unidos. Dígase si no parecen alejados entre
sí --0
por los menos en exceso variados-los dominios de la física, la
paleontología, la ontología, la filología, la teología, la arquitec­
tura, la tecnología,
el arte, la economía, el trabajo, la empresa, la
política, el derecho, la bioética, el medio ambiente o la cuestión
nuclear. Sin embargo, no hemos asistido a un totum revolutum
o a un temario inorgánico y caótico. Por el contrario, nos hemos
encontrado con un cuadro armonioso en el que cada aspecto con­
creto que se trataba contribuía a iluminar el conjunto y ayudaba
a situar correctamente cada parte en el todo. Verdaderamente,
pues,
el diseño de la reunión ha sido concebido y preparado con
delicadeza y competencia intelectuales al tiempo. Porque la
eje­
cución-es otra cosa, y en un coloquio con tantos ponentes y tantos
participantes, todos tan cualificados, sin embargo, la irregulari­
dad de
las aproximaciones resulta inevitable y como tal hay que
aceptarla. En la sesión de apertura, el lunes
2& de agosto, en el salón
de la filarmónica del Kremlin de Novgorod, Etienne Montagne
desgranó la razones que dan sentido al encuentro, para dejar paso
a
.las alocuciones de apertura del gobernador y del arzobispo de
Novgorod.
La conferencia introductoria de Jean-Marc V araut,
una vez
más presidente del Congreso, y la explicación de los con­
tenidos de las distintas · sesiones, por parte de Marie-Joelle Gui­
llaume, completaron la primera de las jornadas, que había sido
precedida en horario matutino, en la catedral, por la liturgia
or­
todoxa del «oficio de la dormición de la Madre de Dios» y, des­
pués del almuerzo, de la visita guiada a la bella ciudad situada á
orillas del Voljov.
En la primera sesión, al día siguiente, con el tema general de
«la creación del mundo»,
se abordaron tres cuestiones distintas.
En la primera, que trató de las coordenadas actuales de la ciencia,
nuestro buen amigo
el matemático Jacques Vauthier comenzó
por responder afirmativa y razonadamente a
la· pregunta de si la
vulgatización científica tan a la page no viene a crear una nueva
mitología. Desde
el ángulo de la física, el profesor polaco Matlúas
lzycki ---<:on quien en uno de los almuerzos hablamos sin remilgos
de la historia contemporánea de Europa, en plena sintonía inte-
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CRONIC.AS
lectual y afectiva-se enfrentó con el misterio del universo y de
la materia. Y
el. director del Museo Nacional de Historia Natural;
de París,
Henry de Lumley, en una intervención un tanto gene­
ral
se hacía cargo del misterio de la vida y del hombre desde la
paleontología. Jacques Vauthier, con palabras medidas, lúcidas y
sugestivas extraía las conclusiones del primer panel de la maña­
na, antes de que el profesor de filosofía y miembro del Consejo
Pontificio para la Familia, Jean-Marie Meyer, desde la «media­
ción filosófica» encarara la filosofía del ser frente al misterio de
la creación. Así pues, frente a los «problemas» que presenta la
creación,
se trataba de buscar «respuestas», mas sin echar al olvido
la dimensión de «misterio» que porta. El último tema tratado,
«la revelación cristiana», acogió la contribución del miembro de
la Academia de las
Ciencias de Rusia y prestigioso filólogo,
Serguei Averintsev, que dio una explicación minuciosa y cauda­
losa sobre la revelación bíblica, glosando las palabras iniciales
del Evangelio de San Juan:
«In pricipium erat Verbum, .. ». Mien­
tras que John Saward, profesor de teología dogmática inglés
trasplantado a
los Estados Unidos, y ya amigo desde Cracovia,
nos ofrecía toda una lección sobre la «resurrección de la carne»,
combinación perfecta de fondo v forma con un estilo que deno­
taba el impacto americano sobre su formación inglesa.
A la tarde, «la transfiguración del mundo» venía a completar
por medio del arte el ciclo
ya recorrido a través de la ciencia, la
filosofía y la teología. Así tuvimos ocasión de escuchar una
ex­
posición sobre la arquitectura bizantina y el icono como signos y
símbolos de la transfiguración del mundo obrada por Cristo, antes
de una interesante visita al Museo de Iconos de Novgorod, última
actividad de la estancia en
la ciudad corazón de la vieja Rusia.
Luego, la salida para
San Petersburgo ...
En el Palacio Belosselski-Belozerski, en plena Perspectiva
Nevski, comenzaban las sesiones petersburguesas en la mañana
del miércoles 30 de agosto. Con la acogida a los congresistas por
parte del alcalde de la ciudad, Anatoli Sobtchak, uno de lds po­
líticos de más relieve en el panorama político roso del momento,
que no se limitó a hacer un discurso protocolario, sino que se
permitió discrepar de muchas de las orientaciones del presidente
Yeltsin. El profesor Dimitri Ligachev, de la Academia de las
Ciencias, con su intervención -«la creación: del caos a la armo­
nía»-, puso fin al bloque del programa dedicado a la creación,
dando paso
al siguiente, signado por «la vocación del hombre en
el designio creador de Dios».
El médico belga Philippe Caspar
habló de
«la dignidad del hombre en la herida del mundo», mien-
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CRONICA:S
tras que el profesor de la Universidad de Praga, Ian Sokol, al
unir en su título «hombre, naturaleza, técnica», no yuxtaponía
sólo palabras sino que entrelazaba complejas realidades. Rémi
Brague, profesor
de la Sorbona, y conocido últimamente por su
libro
Europe, la voie romaine, nos dejaba una inteligente y en
cierto modo provocativa aproximación a las relaciones con el mun­
do oriental en su «grandeza y humildad de las culturas».
El filó­
sofo ruso Eugeni Rachkovski, por su parte, ligaba la cultura con
«el servicio activo del mundo». Y finalmente, Irina Alberti,
di­
rectora de La Pensée Ruse, resumía el pensamiento de Juan Pa­
blo II en tomo a la «colaboración a la creación» que es el quehacer
humano.
Por la tarde, y antes de la visita al Ermitage, ciertamente
inolvidable,
la presentación de la colección del museo por su di­
rector, Mijail Piotrovski, y la disertación profunda del gran his­
toriador del arte polaco Jacek Wozniakovski sobre «el sentido
de la encarnación en el arte occidental».
La cuarta jornada nos deparó dos mesas redondas precedidas
de una conferencia especial. Correspondió ésta a la afamada
ana­
lista· del mundo ex-comunista, y en especial del ruso, Hélene
Carrere
d'Encausse,

y versó sobre «el problema social, político
y
humano de la Rusia actual, signo y símbolo de los retos de todos
nuestros países europeos». Intervención en que, me parece, trazó
un cuadro un tanto irreal de la situación rusa, una a la manera
de «lectura oficial» de los acontecimientos que
la marcan, y que
levantó acusadas discrepancias en algunos de los asistentes, tanto
rusos como occidentales. Prefiero reservar mi juicio, que en ca­
liente fue crítico, hasta la publicación de las actas, pues -según
nos tiene acostumbrados la magnífica organización- es seguro
aparecerán en unos meses.
En cuanto a la primera mesa redonda, «dar sentido al traba­
jo», reunió las aportaciones de V selovod Bagno, Rafael Alvira y
Vladimir Zelinsky.
El primero, simpático director del «Instituto
Cervantes» de San Petersburgo, por él levantado con unas pocas
ayudas,
distinguió dos facetas en el sentido profundo del trabajo:
trabajar sobre
sí y trabajar sobre el mundo. Su texto reveló,
además, la pasión de hispanista que le anima, con abundantes
referencias a nuestra literatura. Al profesor Alvira, de la Univer­
sidad de Navarra,
ya buen amigo de quien firma estas líneas,
correspondió aportar una visión de conjunto de naturaleza
filo­
sófica sobre la realidad del trabajo. Como es costumbre en él, lo
que
los anglosajones llaman su «paper» fue breve, medido y sin­
tético. Toda una lección en una reunión que padeció a veces la
desmesura de los intervinientes. El profesor ruso afincado en
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CRONICAS
Italia, por su parte, relacionó el trabajo con las utopías del si­
glo =, que se han caracterizado en muchas ocasiones por la idola­
tría de aquél, produciendo las que
llamó «heridas de la historia».
La segunda mesa redonda de la mañana, sobre «trabajo
y
responsabilidad», contó con Ian Caroogusk, Alain Deleu, Michael
Rentschler
y Thierry Klinger. El diputado eslovaco analiz6 los
problemas moral, social
y político de la «conciencia profesional».
El presidente de la
CFTC (Confédération Fran~aise des Travai­
lleurs Chrétiens) se refirió al «comportamiento responsable de los
distintos agentes sociales».
El profesor de Tubinga dedicó sus
palabras a la obligación que,
en el futuro, va a suponer la «for­
mación permanente». Y el empresario alsaciano se ocupó, para
terminat, de la responsabilidad económica y política de «dar tra­
bajo a todos». Durante la tarde,
la visita a la Biblioteca Nacional
de Rusia
y un «tour» por toda la ciudad, completaron las acti­
vidades del día.
La actividad del viernes 1 de septiembre comenzó con la
Santa Misa en la iglesia católica de Santa Catalina. Convertida
durante el período comunista en piscina, hubo algo de catacumba
en
el aire de la celebración litúrgica. La primera temática abor­
dada fue el desarrollo económico
y social. Tras una conferencia
introductoria de Hervé Gaymard, Sectetario de Estado de
Finan­
zas de Francia, hicieron uso de la palabra Antonio Marques Bessa,
Y annik Bonnet
y Fran~is Geinoz. Con el primero, que ofreció
un cuadro de lo que significa la «economía libre»,
y, en concreto
de sus instituciones y valores, tuvimos ocasión de conversar am­
pliamente a lo largo de los tiempos libres de la reunión, com­
probando así las abundantes coincidencias de nuestros plantea­
mientos. Destacado también por
su simpatía, ha sido uno de los
animadores del congreso. Bonnet, impulsor de notables iniciativas
en
el mundo de la formación empresarial, se ocupó de la empresa
y su función en la creación de riqueza. Mientras que el demógra­
fo suizo, finalmente, ponía en su sitio muchas de las cifras que
la tecnocracia optimista y la neomalthusiana han malinterpretado.
La segunda mesa redonda, en relación con «las dificultades
del Estado de derecho», recibió los aportes del fiscal italiano
Luigi Ciampoli, que estudió «la desorganización del Estado
y el
efecto de las mafias», con especial referencia al caso italiano, y
del profesor Alting von Geusau, que desbrozó «la transición
hacia el Estado de derecho: el problema clave del nuevo régimen
constitucional». La intervención de quien firma· estas líneas chocó
frontalmente con la del constitucionalista holandés. A mi juicio,
y así lo dije, el problema del Estado de derecho es inabordable
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CRONICAS
desde el formalismo, y la crisis del Estado, palpable tanto en el
Oeste como en el Este, no es tanto de técnicas jurídicas como
de filosofía política.
La respuesta impertinente y malhumorada
del colega vino a acreditar, me parece, el acierto de mi observa­
ción. No
se trataba --es obvio,-de realizar una defensa de la
filosofía al tiempo que
un desprecio del derecho en cuanto que
aquélla
es vaporosa y éste concreto; se trataba tan sólo de recor­
dar
la jerarquía de los sabetes y que, estando la técnica jurídica
subordinada a la ciencia y a la filosofía del derecho, tal depen­
dencia se hace
más evidente cuando la técnica exhibe su impo­
tencia. Entonces, se ha de ir a las raíces para articular técnicas
adecuadas desde las que reconstruir el edificio de la comunidad
política
y garantizar su sometimiento al derecho, que no otra
cosa
es el Estado de derecho. El tono antiliberal de mis palabras,
en plena «hegemonía libetal», provocó el
que creo enriquecedor
intercambio de pareceres.
Tras el almuerzo, las dos últimas mesas redondas, para subra­
yar
la necesidad de. «proteger la creación». En la primera, centrada
en
«el arte de los límites en la acción sobre la creación», se
abordaron diversos temas · relativos a la biotecnología y la ecolo.
gía. Nuestro amigo,
el profesor. José Miguel Serrano, bien cono­
cido de los lectores de Verbo por sus contribuciones . sobre bioética
y uno de los puntales de nuestro equipo intelectual, desarrolló
primorosamente la relación entre ·«creación,· procreación
y mani,
pulación». Luego, Yuli Scbreider y Julius Oszlanyi, expertos ruso
y eslovaco respectivamente,
se ocuparon de los deberes del hom­
bre hacia
la naturaleza y el medio ambiente y de los desastres
ecológicos y sus consecuencias.
La última mesa redonda versó
sobre
la cara civil de la cuestión nuclear y en ella tomaron parte
el físico ruso Stanislav Stetsenko, la diputada española Isabel
Tocino
y Jean-Pierte Baret, director de programas de seguridad
nuclear para Europa del Este.
La jornada del sábado dio paso a «carrefours» y «encuentros,>
que, con técnica de seminario, permitieron uri intercambio más
vivo entre los participantes, sin las limitaciones del programa
preestablecido.
El profesor Andrés Gambra, también bien cono­
cido de nuestros lectores y asistente fiel a las reuniones de la
ACCE, estuvo especialmente brillante en el «cartefour» dedicado
a «la familia y la política de
la vida». Finalmente, el presidente
del congreso, Jean-Marc Varaut,
y el alma de la entidad organi'
zadora, Etienne Montagne, dirigieron a los asistentes sendas alo­
cuciones de clausura. ·
El recorrido por una semana intensa de trabajos y también
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CRONJCAS
de visitas a una ciudad prodigiosa difícilmente puede encerrarse
en las apretadas páginas anteriores. Como siempre,
lo más impor­
tante
ha sido el trato personal y la sosegada conversaci6n en las
comidas, en las horas del café e incluso robando horas al sueño.
La representación esp~ola, muy activa en todo momento, y creo
que destacada en sus intervenciones, estaba integrada, además de
por los ya mencionados, por el ingeniero José Manuel Bartolomé,
por el culto periodista Pepe Javaloyes, subdirector de ABC, y por
el siempre querido, agudo, entusiasta y jovial Alfredo Sánchez
Bella.
MIGUEL AYUSO.
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