Discurso de Armando Marchante Gil [San Fernando 1996]

FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1996
lugar. Está en el corazón y .en la acción de todos los hombres y mujeres
que, mirando hacia
el futuro, mir.ando hacia el pasado, mirando hacia
el presente, con el corazón puesto en Cristo. Jesús y en Maria, Madre de
Dios
y Madre nuestra, cuya protección por. intercesión de-San· Fernando,
que rein6 sabiendo que tenia un Rey Superior, solicitamos.
DISCURSO DE ARMANDO MARCHANTE GIL
Sras.. Sres., estimados AMIGOS DE . LA CIUDAD CATÓLICA!
Francisco José Fernández de la Cigoña acaba de dar a la luz un
importante libro continuador de
una serie -,-que deseamos vivamente
llegue hasta nuestros dios-titulada «El liberalismo y la Iglesia es[J(r
ñola. Historia de una persecución». La amplia y documentadisima
obra
contiene muchos y muy interesantes datos relativos a las -Coúes
de Cddiz, especialmente ·en lo concerniente a 'la persecución, entonces
iniciada
y que se prolonga hasta nuestros días, en particular contra la
Iglesia Católica como institución, y contra el catolicismo en. general
como transmisor de un mensa;e divino que sus perseguidores rechazan.
Me ha llamado mucho la atención una ooticia que, tomada de la
primera carta -de «El Filósofo . Rancio» ..-seudónimo· del - dominico P.
Alvarado-, reproduce dicho libro. Es el _ caso i¡_ue la Regencia · publicó
en .1810 una--proclama con ocasión, del dia de San Fernando· en la que,
ni por asomo. se aludia para. nada a Dios-y a la Religión católica. El
P. Alvarado se pregunta «¿Cómo puede .hablarse de San Fernando sin
hacerse
mención del Dios de quien San Fernando nunca se olvidaba ni
de la religión que inspiraba sus. expediciones y a quien el santo con­
sagraba sus victorias?».
Claro es que el mismo autor de
la pregunta encuentra la ·.respuesta
al estimar que el .desconocido · autor de
la proclama era el mísmisimo
Manuel José Quintana,
constituido en lo que ahara llatnarlamos iefe
de relaciones públicas o portavoz- de la Regencia, puesto el menos. tule­
cuado para un personaje tan sectario. como lo era Quintana. De todas
fonnas, podenws apreciar que ya entonces, la ocupación de puestos de
influencia era un arte bien conocido· por
los enemigos de la religión y
que también lo em tender-Una Cor'tina de süencio o-de tergiversación
sobre los personajes que no .eran
de su agrado, aunque se -tratase -de
un .rey tan egregio como Fernando 111 el Santo. Nuestros progresistas
de
hoy y sus manejos vienen de muy atrds y tienen una escuela 'de
siglos. Siempre los hijos de las tinieblas han sido .más astutos que los
hijos de
la luz.
No
silenciaremos nosotros ni a Dios-ni nuestra Religión ni a nuestro
Santo Patrono cuya ayuda e intercesión necesitamos
más que riunca.
A
él pido que nos tenga presentes desde la Gloria que goza. Su vida
terrenal fue reflejo
de cuanto habia -anunciado el salmista.
«En tu
poder, ¡oh Señor!, se goza el rey
¡Cudn jubil,;,so e.std de tu· soco"o!
}Por
tu. protección es grande su gloria
le
has revestido de esplendor.· y magnificencia»
Salmos 21, 2 y 6
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Con. su ayuda tenemos que seguir. nuestro camino que-no es nada
fácil;_ lo es cada-· vez _menos.,. pero aquí estamos un año más y espero
que muchos. Nos reunimos en el día
de San Fernando porque creemos
en
la Verdad Absoluta que eS Dios. . . ·
Creemos que. de la Verdad Absoluta, Creadora de todo lo visible. y
lo invisible, se derivan unas verdades esenciales que deben regir la vida
de las personas y de las sociedades humanas.
Creemqs
que esas ;.verdad.es en _19· _relatjvo al: Qrden soo,ial --están con·
tenidas 'en la doctrina sOCial de za Ig/,esia que todos los católicos, se-.
glares o no, tenemos la obligp¡;j,ón-de conocer, practicar y difundir.
Creemos
-y esa ·creencia e& la más sencilla de todas-que el aban·
dono de tales verdades conduce a la decadencia de toda sociedad.
Digo que esta última creencia
es la más fácil de todas porque, ·des·
graciadainente, estamos asistiendo en nuestra Patria y en. nuestros dias
al casi · total abandono de lOs principios. que deben regir la vida social
deducidos ·directamente
del Evangelio. Las secuelas que ello comporta están· .bien a la vista y no voy a enumerarlas, pues no es ·éste un lugar.
para , relatar · 1as aberraciones diarias de nuestra vida sOcial. Si por sus
frutos los conoceremos, aqui están sus frutos: en el cada dia de España.
Estas nuestras reuniones de los· AMIGOS DE LA CIUDAD CATÓLICA tie-­
nen . un carácter familiar que supone. la existen.cia de -Vinculas profundos
y amplios entre nosotros. Pero -no nos engañemos-se trata de una
familia demasiado pequeña
y que tiene la imperiosa necesidad de crecer
petra ser cada día más útil a la Iglesia y a España.
Estamos en una tesitura en la que la corrección del rumbo letal que
lleva
la sociedad en que vivimos no. -/a .. van a realizar las instituciones
politicas,. carentes hoy de· todo sentido cristiano, inspiradas dnicamente
en la ·consecuci6n del poder ·politico )' social, y cuyo aéceso nos está
vedado. sino aquellas
.que -tengan de una u otrá forma un sentido
trascendente
de la vida y estén impregnadas de valores católicos dedu·
cidos de la doctrina de la Iglesia.
A este respecto,
nó ·es poca ni escasa lii. tarea ya real.izada, pero es
insuficiente.-. ·Hay que ampliar nuestra -ciudad y hay que intensificar
nuestra siembra por todos los medios posibles. ·
En ttn libra de reciente aparici6nj dedicado a lo que su autor llama
«conservatismo», ·se alude· a nuestro grupo AMIGOS DE LA eIUDAD CATÓ­
LICA y a· la editorial SPEIRO, que sitúa dentro dé. lo que llama «un cierto
integrismo, católico templado por el

alto
-nivel' intelectual de · sus miem·
bros», calificativo que se aplica tambihi a la revista VERBO, cuyo tono
-se dice-,es profundo, pero cuya ·influencia y penetración social es
mtnima.
No
es cuestión. de entrar ··aquí en esa discusióñ, pero sí creo intere-­
sante comprobar que, al menos, se reconoce nuestra existencia y que
......-6iendo optim·istas-el autor del trabajo pa_rece lamentar que nuestra
influencia en la sociedad· ,w sea mds iimplia. Que hablen de nosotros
nó · es malo, y meno's. si se -hace con respeto como parece ser el caso;
seguramente el auior nos cita ·porque no pertenece a· la dañosa «pro­
gresía» eclesiástica y civil. Los herederos de Quintana, apostados en
los
puesUJs de influencia _soéial ·y política como siempre, desde luego
siguen olvidando nuestra existencia de ·muy buen grado. ¿Tanto les
molestará?
Pero seguimos
atJ.eltinté. VERBO á/,canza ún,a calidad difícilmente su·
perable y sólo su publicación bien merece el· esfuerzo que se viene rea·
lizando. Este trabajo admirable y el contenido de la revista exige -y
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debemos lograr en consoJiancia con_ eller-,· una mt.tcho. tti.«YOr difusión
de sus páginas; es cosa dificil pero· no imposible. Wá olvidemos ·que la
revista es un __ medif! para .. logr,ar un }ir,:. la; _construcción de la ciudad
católica,
y · esb exige. llegar· a mds.-lY. -'fnayótes estratos de una población
cada dia más desorientada.
Dígase lo mismo de los libros que edita SPEIRO y que complementan e intensifican la acción formativa necesa­
ria. Tenemos que conseguirlo.
Otra reflexión
que:·considero_ CO'f!V<:_n.i_en,!e· _ftS no per_der __ de yfs!'!_~q1!6
no estamos solos. f,f~ •. ' gra~-: .. ª Di~,-B11tld(fldés~ _¡gr,UJJ(!S/Y móp~s que, con todas las 11liitizact,··t,nes que ·-se quiera, 7fbb son'. aJineS; 1fo·· ·~n
exactamente como nosotros, pero ellos también luchan por la deseada
ciudad católica; acaso con
o_trqs medios .. y ·:co1; /!.t¡os. méto~§. .. '}.ye
p~dede
1
n no ser los nues.tros, 1'_8!'~._:._·que __ ·.~_,¿/ ~~·:.%. 'l!!t:( t,le_~-ct0l­
vz aro. Y termino acudiendo de nuevo a San Fernando. Que él nos ilumine,
nos ayude
y nos :_dé las tu.erzas Y_. la -i!iteligencia pr_ecisa pa~a--.sqcar a
esta España ,Ie la ·prof_und(I: sima en la ,que está cayendo pbr · la pér de toda referencijl.,morc4 Y,_prisqana. f>ioS::lo quiera. · .. _ ' ,. ' • • • ' _, •• -· e< ~·
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