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Número 345-346

Serie XXXV

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Autorizado un funeral por un masón

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERJ/ODICOS
AUTORIZADO UN FUNERAL POR UN MASON
El dia tres de febrero pasado se celebró en la bastlica de Santa Maria
del Mar, de BarcelonaJ un Juner(ll de cuerpo presente y con la autoriza­
ción expresa del cardenal
Caries, por don Luis Salat Gusils, Soberano
Gran Inspector General Grado 33 de
la Masonería Regular en España.
Como el asunto Dreyfus, o el de los hornos crematorios de _judíos, este
funeral tuvo detrás y después el despertar de una antigua cuestión la­
tente, mucho mds amplia y apasionante: las relaciones entre la Masoneria
y la Iglesia. Fue la clásica puntita .de ese iceberg. Debió intuirlo el re­
dactor de ABC, que el mismo dta tres anunciaba el evento con discre­
ción -unas pocas lineas escondidas-, para cumplir con .su misión de
informar y
al mismo tiempo zafarse de mayores enredos; después, ese
peri6dico no ha entrado en el debate.
El diario de Barcelona
La Vanguardia, de 2 de febrero, public6 dos
esquelas sorprendentemente ;untas: una, presidida por la CruZ, y otra
por
el logotipo de la Gran Logia de España; ambas referentes al falleci­
miento de Luis Salat
Gusils, coincidieron en anunciar que la capilla ar­
diente estaba instalada en la sede de la Gran Logia de España (Gran
Via de les Corts Catalanes, 617, ba;os, de Barcelona) y que la ceremonia
religiosa
se celebrarla en la basilica de Santa. Maria del· Mar. En la es­
quela iniciada con el logotipo masónico ~e lee, además, que
cel Gran Maestro de la Gran Logia de España fue acogido por
el Gran Arquitecto dél Universo el día l.'° de febrero de 1996
a la edad de ochenta y un .años. Los francmásones españoles quie­
ren dedicar un fraternal y einocionado recuerdo para quien de­
dicó su vida al servicio de la Masonería».
Este suceso alcanzó en seguida un volumen que .le impidió pasar inad­
vertido. Pero algunos periódicos prefirieron silenciarlo totalmente
(hay
silencios cómplices). Otros, publicaron amplias crónicas a las que siguie­
ron de cerca reporta;es ampliatorios.
In_mediatamente:
Verbo,
núm. 345-346 (1996), 663-668
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«"No han faltado las llamadas de personalidades importantes
que han expresado su extrañeza por el hecho de que se autori­
zara
el uso del magnífico templo mientras que se negó en el caso
de otras personalidades durante el franquismo
", explicó a este
diario Mosén Josep Dalmau, oficiante de
la Misa y uno de los
primeros sacerdotes-
i'ePresaliados por el Tribunal de Orden Pú­
blico> (El País, de 4-II-1996).
La Vanguardia del 4-11-1996 informa del funeral de manera relevante:
concurrieron seiscientas personas
y la ceremonia contaba con la autori­
zación expresa de la autoridad eclesiástica. El día 1()..11 el mismo diario
vuelve al tema e informa que los asistentes entonaron el «Cant
d'Enyo­
ran~a» con letra adaptada a la masonería que transcribe en catalán; los
«fieles» también pudieron leer
la «Exhortación» del ritual masónico de
primer
grado, «con expresiones de veneración al Todopoderoso y al
Creador». El diario de
Madrid El País, del mismo domingo 4 de febrero, dedica
al
.,asunto casi una plana, con jotogra/ia. y añade que el acto congregó
a
gran número de masones que vestían traje oscuro y corbata negra
con un alfiler dorado que simbolizaba el compás y la escuadra y se sa­
ludaban dándose tres besos en la cara. Nueve hermanos transportaron
el féretro en hombros
hasta el altar.
Ya en el mismo
funeral se encontró, con la máxima precocidad y de
manera inseparable, a
cargo del celebrante, una carga ideológica innece­
saria para que el alma del finado pudiera recibir los beneficios espiri­
tuales de cualquier
Juneral. Estos bene/icios espirituales
ese encuentran también en las Misas privadas, sin público, ni
publicidad, ni homilías>,
apostillaba A. de Gregario en Siempre P'Alante de 1-N-96 a la Nota del
Arzobispado, que en seguida reproduciremos, y que se excusaba de lo
sucedido diciendo que «las exequias son una oración confiada al Padre
misericordioso para que el difunto, liberado de todos sus pecados,
sea
acogido en el lugar del reposo. de la luz y de la paz de Dios».
Fue el propio celebrante, Masen Dalmau, quien
«destacó el hecho de que un masón haya tenido un funeral ca­
tólico> (La Vanguardia, 4-II-1996).
Después añade:
cE1 responsable de Santa Maria del Mar, Joaep Llauradó in-
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formó que en aquella basílica "se habían .celebrado ya con an·
terioridad varios funerales por difuntos que .pertenecieron a la
Masonería o a otras organizaciones similares">·
Esta aclaración recibe de su contexto un. tono atenuante, pero más
parece ser agravante.
En la crónica citada de El País (4-II-1996) se lee:
d:losén Dalmau destacó en su homilía el significado del ·acto
litúrgico de ayer por lo que tiene de reencuentro entre dos co­
lectivos que han vivido en confrontación y a la greña, Y dijo
que, una vez superado el tiempo en que el Vaticano y la Maso·
neria se creían mutuamente intrínsecamente perversos, el desafío
ahora es hacer autocrítica y propiciar la reflexión respecto de
estas organizaciones
que agrupan a personas que profesan un
sentimiento religioso laico».
Los dos periódicos citados, además de recoger esta carga ide016gica
puesta por el celebrante, la amplian y dicen:
'.(Primer acto público de reconciliación entre los masones y
la Iglesia.> «La ceremonia religiosa (. .. ) estuvo cargada de sim·
holismo por lo que representaba de punto de encuentro e~tre
una institución como la Iglesia y los masones, históri.cam.ente
enfrentados» (El País, 4-11-1996).
La Vanguardia del 10 de febrero escribe:
cPedro Alvarez Lázaro, jesuita, profesor .. de .1a Universidad
Pontificia de Comillas
y-vicepresidente del -Centro de Estudios
Históricos
de la Masonería Española, nos dijo h•ce algun tiempo
que "no se puede mantener que la masonería sea. ~compatible
con la Iglesia". ( ... ) El jesuita Alvarez Lazo añadía algo más;
"La Masonería, con su idea de ecumenismo, se ha adelantado a
la Iglesia en doscientos años">.
Siguieron llamadas telefónicas y cartas de protesta al arzobispado de
Barcelona, a
la ··Conferencia Episcopal y a la Nunciatura. A nadie le
importaba ya el funeral estrictamente considerado sino el simbolismo que
se le queria dar de ser uii acercamiento, o una compatibilidad- entre la
Masoneria y la Iglesia. Se aducen documentos eclesiásticos contra la
Masonería, en gran cantidad. Su reproducción necesitárla un libro.
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El· quincenal -navarro Siempre P'Alante es de los primeros en protes­
tar, en su número .de 16-11, pág. 9, y anuncia que seguirá el asunto, cosa
que efectivamente hace en sus números de 1-111-96, págs. 9 y 14, y de
16-111, pág. 13. Los comentarios alternan con reproducciones de documen­
tos contra
la Masoneria y reflejan que el ambiente está sensibilizado por
las escandalosas campañas anteriores a favor de la Masonería del jesuita
Ferrer Benimeli, en Espafía, y el padre Riquet, también. jesuita, en Fran­
cia. Y en esta dltima nación por el reciente funeral. del cardenal Lustinger
por el presidente Mitterrand.
También protesta la revista carlista Ahora-Información de Barcelona
en su
número de marzo-abril de 1996. El boletín del mismo signo, Leal­
tad) de febrero, come'nta que el cardenal Caries ha ofendido a los reque­
tés del Tercio de Montserrat que ofrendaron sus vidas por salvar a Es­
paña de la _Masoneria.
Desde otros sectores, protestan las revistas Fuerza Nueva, núm. 1.137,
y La Nación, núm. 218; esta última califica la autorización del cardenal
Caries como «Una paz separada», traidora a las demás fuerzas que com­
batieron por Dios y por España.
En medio del tiroteo, el
Boletín del Arzobispado de Barcelona, repar­
tido en los últimos días de febrero, publica una Nota de Secretaría, en
catalán
y sin firma, con fecha de 21 de febrero, de tono exculpatorio;
esto acentúa
la insuficiencia de la rectificación que ya se debe a la es­
casa difusión del citado boletin. Transcribimos una muy autorizada tra­
ducción al castellano publicada en Siempre P' Alante de 1 de abril de
1996, pág. 9.
NOTA DE SECRETARIA
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cHace unas semanas, en la basílica de Santa María del Mar,
de Barcelona. -se celebraron las exequias en sufragio de un di­
funto, destacado miembro de la Masonería. La celebración fue
anunciada
en la prensa del día anterior, por parte de la familia,
y
también por parte de la Gran Logia de España a la cual per­
tenecía
el difunto.
»Diversos comentarios periodísticos
posteriores, y algunos ele­
mentos
de la celebración misma, pueden haber inducido a con­
fusión a algunas personas, como si este hecho significara
una
áceptación por parte de la Iglesia de la pertenencia de los cató­
licos a
la masonería, incluso un gesto simbólico de aprobación.
»Para evitar las ambigüedades que se hayan producido en este
tema, evitar las confusiones y clarificar la conciencia de los
fieles, este arzobispado considera conveniente hacer las siguien­
tes precisiones:
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>l. Las exequias se· celebraron a petición de la familia del
difunto, tal y como se hizo constar en el mismo momento de la
celebración, Las exequias ·son, para la Iglesia, una oración con­
fiada
al Padre misericordioso para que el difunto, liberado de­
todos sus pecados, sea acogido en el lugar de reposo de la luz.
y de la paz de Dios. Son, por lo tanto, un acto de fe en el amor
y la resurrección de Cristo, y también una forma cristiana de·
compartir la aplicación de una familia, y demostrar la simpatía y
la proximidad.
:>II. Por lo que concierne al juicio de la Iglesia sobre las.
asociaciones masónicas,
debe decirse que continúa siendo nega­
tivo,
aunque el actual Código de Derecho Canónico no lo expli­
cite nominalmente.
En efecto, los principios masónicos siempre
i,;e han considerado como inconciliables con la doctrina de la·
Iglesia. La inscripción en esta& asociaciones, por tanto, continúa
siendo gravemente
prohibida para los católicos (ver Declaración
de la Congregación par la Doctrina de la Fe, del 26 de noviem­
bre de 1983). Además, "las autoridades eclesiásticas locales no
tienen competencia para pronunciarse sobre la naturaleza de las
asociaciones masónicas con nn juicio que pudiera implicar una
derogación de la Declaración citada" (ver el documento citado).
>III. El Código de Derecho Canónico no prevé una excomu­
nión latae sentenriae (automática) para los miembros de tales aso­
ciaciones
ni tampoco para los que las dirigen. En consecuencia,.
la celebración de las exequias de un católico que pertenecía a la
masonería solamente se puede decidir con una valoración pasto­
ral de la situación concreta, que respete el deseo de la familia
y
la conciencia del di:fonto y su intimidad y que evite, al mismo
tiempo, cualquier confusión en la doctrina de la Iglesia, y en
la fidelidad que le es debida.
Barcelona,
2~ de febrero de 1996>.
Fue en vano.
Los masones siguen explotando el éxito de la ceremonia de la confu­
sión. El suplemnto, Domingo
de El País de 31-III-1996 recoge en varia,
grandes páginas articulos a favor de la Masonería, con una gran fotogra~
fia del reciente funeral en Santa María, del Mar, y afirmando que parecía
haber
dado «borrón y cuenta nueva» a los malentendidos que pudiera
haber habido entre las dos instituciones.
El
18 de mayo, la emisora de radio COPE, vinculada a la Jerarquia
Católica, ha concedido su programa «Esto es vida» a una elogiosa entre-
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vista y declaraciones a don Tomás Alvaro Piñeiro, que el próximo 15
de iulio será nombrado,. en Barcelona, Gran Maestro .de la Gran Logia
de España y sucesor del difunto Salat. Estuvo acompañado en el progra­
ma por Luis Muñoz, Venerable Maestro de la Logia Estrella Matutina,
de San Sebastidn.
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