Un artículo y un libro sobre masonería

Manuel de Santa Cruz

UN ARTÍCULO Y UN LIBRO SOBRE
MASONERÍA
POR
MANUEL DE SANTA CRUZ
A principios de octubre de 2001 el Consejo de Ministros apro
bó una disposición permitiendo y facilitando un acuerdo entre la
compañía francesa
de electricidad "E d F" y la española Hidro
cantábrico,
por el cual, al menos aparentemente, se establecía la
importación a España, y su correlativa distribución1 de una canti
dad de electricidad francesa superior a la del cupo ya existente.
La prensa diaria dio a esta información un tratamiento mínimo y
1utinario. Sin embargo, cerraba un ciclo "underground", pulento y fatigoso, del que el gran público tuvo conocimiento,
hace unos 1neses, solamente por un artículo del profesor Velarde
Fuertes, que vamos a reproducir
y comentar a continuación.
• • •
A mediados de mayo del 2001 había expectación en ciertos
sectores y personas
por la "V Conferencia Mundial de Grandes
Logias"
que se iba a celebrar en Madrid en los días 24 a 27 de
ese mes. Se iban a inaugurar, además, los nuevos locales de la
Gran Logia de España en la calle de Juna Ramón Jiménez, núm. 6,
muy próximos al Hotel Eurobuilding donde se hospedarían gran
parte
de los concurrentes. Otra parte se hospedó en el Hotel
Meliá Castilla,
donde se celebró una gran cena de todos. No se
esperaba
la divulgación de grandes conclusiones ni de consig
nas,
pero sí algunos repo1tajes, noticias y visitas -p. ej., una
infomal a Don Juan Carlos ele Barbón-, que fueron briznas úti-
Verbo, núm. 399-400 (2001), 929-938. 929
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les para la actualización permanente de un puzle sobre esa orga
nización.
Asf estaban las cosas cuando inesperadamente estalló una
bomba periodística. El domiengo 13 de mayo el diario ABC publi
có (pág. 52) un artículo titulado, "Masonería y Economia Españo
la". Tan sensacional, o más, que el tema era la firma de su autor,
el profesor don Juan Velarde Fuentes, catedrático, académico y
economista del máximo rango, persona seria, respetada y nada
dada al abuso de estos temas. Por ello se veía en seguida que
este artículo era de los que tienen dos lecturas; una primera, rápi
da y superficial, lo que se dice un vistazo; y otra postelior, repo
sada, minuciosa y exigente. La primera nos reveló al profesor
Velarde como un erudito, un "conaisseur" del tema base y de
otros, próximos, entrelazados con él.
Entre esta primera impresión y los sentimientos e ideas que
suscita una segunda lectura de contemplación serena, parece
didáctico intercalar el artículo mismo
en toda su integridad, con
algunas notas del comentarista. Dice así:
Masonería y economía española
·Una institución importante, como es la Orden de la Masone
ría, no podía dejar de ejercer influencias importantes sobre la
economia (1). Más de una vez éstas han afectado a la economía
española. Considerar esto
un problema tabú, carece de sentido.
Asimismo es lamentable caer en esa especie de leyenda áurea
que se desprende de obritas sin la menor calidad intelectual
como son, por ejemplo, las fabulaciones
de Eduardo Caballero de
Puga
en su Francmasonería ... Historias de la Francmasonería
(Dionisia de los Ríos, Madrid, 1888), o lo de implicar al Conde
de Aranda en la fundación de la Masonería española, cuestión
ésta liquidada tras los trabajos del profesor Ferrer Benimeli. Pero
hay
que decir otro tanto de la leyenda negra.
(1) Un viejo adagio, de abolengo policíaco, dice que donde hay organiza
ción
hay dinero, y viceversa.
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En España se alimentó con las obras del embaucador Leo
Taxi!
-que pudieran englobarse, con el título del libro desmiti
ficador de este sinvergüenza, escrito
por de Weber, Satán, Franc
Ma,:on (París, 1968)-, que explica los absurdos de Mauricio
Karl, con el asesinato parisino del general Primo de Rivera inclui
do (2). Todo esto, empujado por textos del economista norte
americano Carey y recuerdos mal digeridos de la obra, intere
sante, de Vicente de la Fuente,
Historia de las sociedades secretas
(Madrid, 1874) creó los elementos para creer en la conjura masó
nica-británica-librecambista.
Dicho esto, opinar que la masonetia no ha tenido influencia
en la historia y, concretamente, en la económica, es equivocado,
aunque hay que procurar no reducirse a los escándalos, como
sucede con
The Brotherhood, de Stephen Knight (Panther, 1985).
Por supuesto que también hay que abandonar la masonería gre
mial y reducirnos a la actual,
que nace en 1717, al constituirse la
Gran Logia de Londres, con
un mensaje propio gracias a las
Constituciones del escocés James Anderson de 1723. Esta maso
netia forma parte de ese conjunto de parteros importantísimos
que, en el siglo XVIII y de manera mancomunada, consiguieron
que, a
partir del último cuarto de esta centuria tuviésemos a nues
tra disposición la ideologfa fundamental para que se produjese la
conjunción de
un fuerte capitalismo y de una Revolución Indus
trial que, desde entonces
no dejan de generar una actividad ex
ponencial creciente.
Lo acontecido para provocar ese gran estadillo fue extraordi
nariamente complejo pero conviene señalar
que el papel de
Benjamín Franklin
en el nacimiento del capitalismo, que tanto
destaca Max Weber
en su dásica aportación La ética protestante
y el espíritu del capitalismo más se debe al Franklin francmasón
(2) Se ha escrito y hablado mucho acerca de la manera de morir de don
Miguel Primo de Rivera. No son concluyentes los comentarios acerca de un posi
ble asesinato y su autoría, pero
itampoco son absolutamente despreciables. La
variedad de obediencia, jerarquías y compartimentos estancos de la Masonería, y
la presencia en París de multitud de socie:lades secretas distintas pero muy seme
jantes, enturbia el problema.
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de la logia académica de las Nueve Hermanas, que al Franklin
puritano, influido,
por ejemplo, por el teólogo Baxter.
El buscar las luces correspondía al espíritu del tiempo. Por
ejemplo, en el siglo XVIII no existió prácticamente masonería en
España. Pero su hueco -anotemos aquí, sin ir más lejos, la exce
lente investigación del profesor Francisco Pedraja sobre la Socie
dad Económica de Badajoz, o los estudios magistrales de Gonza
lo
Anes----, fue ocupado por otras instituciones perfectamente
admitidas: las denominadas Sociedades de Amigos del País.
Sobre estos paralelismos
-que no quiere decir infiltración masó
nica, ni 1nuchos menos-el consultar los planteamientos de
Malinowsky no viene nada mal (3).
Veamos ahora, a guisa de ejemplo dos influencias, separadas
exactamente
por un siglo, que se ejercen sobre la economía eléc
trica española
por parte de la masonería francesa. La primera fue
la experimentada como consecuencia de que, en Francia, el Gran
Oriente, como señala el excelente historiador Pierre Chevallier, se
constituyó
-y el papel de Gambetta fue fundamental-como la
auténtica "Iglesia de la III República".
Por eso el
29 de abril de 1898, en el Bulletin Hebdomaire des
Travaux de
la Maronnerie en France, se exhibía una estimación
del "aumento de los bienes inmuebles conocidos, de
1881 a 1898,
propiedad de las congregaciones religiosas ... A partir de 1881 (y
hasta 1898) ... su valor ha subido de 800 millones a 2.000 millo
nes de francos, sin tener en cuenta más que los bienes conoci
dos. Si se contabilizan los bienes de todo tipo controlados por las
congregaciones, se llegaría a los diez mil millones" (4).
Este "asunto de los mil millones", como se le pasó a llamar,
amenazó, y después tal amenaza se convirtió
en realidad, con
una serie de leyes anticlericales a la Iglesia francesa.
Se explican
(3) A partir de aquí se entralazan con el artículo Masonería y Política, con
lo cual resulta ser, entre otros méritos, un formidable desmentido de que la
Masonería no hace política.
( 4) La Masonerla vigila a la Iglesia. ¿Podríamos decir, seriamente, que, "y
recíprocamente~? Ahora, en España, los impíos están queriendo montar un asun
to semejante a propósito
de los mil millones que el arzobispado de Valladolid
tenía en Gescartera.
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muy bien sus atrocidades, a partir de la ley de 1 de julio de 1901,
en la obra, de consulta obligada, de Emil Foguet, L 'Anti-clerica
Jisme (1905). Automáticamente se observó una subida importan
te
en la cotización de la peseta. Hacia España vinieron francos y
las propias congregaciones,
con clara ventaja para nosotros (5).
El que llegasen capitales frescos de Francia, unidos a las
exportaciones de minerales, a los fondos repatriados de Ultramar
tras 1898 y a
la constitución de una Banca mixta en España, junto
al descubrimiento de la
tecnología del transporte de la electrici
dad a largas distancias, permitió un impulso notable a nuestra
economía eléctrica.
En 2001, nuestro sector eléctrico ha de estar
en guardia fren
te a Electricité de France (EDF),
que contempla, golosa, la posi
bilidad de saltar sobre España. No son las reglas del mercado las
que actúan, porque EDF es estatal (6).
Además,
tras un reciente editorial de Le Monde sobre EDF es
claro que esta empresa, apoyada
en las ventajas de la energía
nuclear, tiene designios de control europeo. En
EDF existe, para
eso, un pacto: tiene superempleo
-que beneficia a la izquierdista
CGT-y, a cambio, se acepta por la izquierda su expansión nu
clear. Como señaló
un directivo de EDF en el librito de Ghislaine
Ottenheimer y Renaud Lecadre,
Les Freres invisibles (Albin Michel,
2001),
el cemento que permite todo eso es la masoneria que controla
la tecnoestructura de
EDF. Las consecuencias para España son tan
evidentes que, en estos momentos, no necesitan recalcarse.
Sin necesidad de que hubiese masones en el Gobierno espa
ñol -más bién sucedía entonces lo contrario---la masonería
(5) También vinieron muchos legitimistas que siguieron al Conde de Cham
bord hasta su muerte, después de la cual pasaron al seguimiento de la dinastia
carlista española y se llamaron "les Blancs d'Espagne". Esta migración se debió,
además
de a las causas señaladas por el profesor Velarde, a la resistencia a acep
tar el "ralliement", o plegamiento a los gobiernos socialistas que León XIII les
quiso imponer. Fueron un gran refuerzo para el Carlismo, muy quebrantado por
su reciente derrota militar.
(6) ¿A qué ámbito pertenecen, pues, las reglas que actúan? No lo dice el
autor, quizá porque penenecen a la política, y más alhi de la misma política, a la
filosofía.
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mejoró nuestro sector eléctrico hace un siglo. Sin necesidad de
ninguna conjura, ahora mismo
puede perturbar al mencionado
sector. Pero, en ambas ocasiones, ignorar el impacto de la maso
nería en nuestra econonúa, sería absurdo».
• • •
Segunda lectura: senümientos e ideas.-En el artículo que
comentamos hay
un pálpito patriótico, seriamente patriótico, de
amor y servicio a España, especialmente
en los últimos párrafos.
Y una idea, la existencia y necesidad de
un cemento social, pol!
tico y financiero, a niveles nacional e internacional.
El servicio a España.-EI profesor Velarde ha tenido tres
generosidades. En
pdmer lugar, ha aceptado el papel de "enfant
terrible", nunca tranquilo ni cómodo, y menos en un asunto
como éste. Ello, a pesar de que su erudición nos autoriza a con
jeturar que ya habría antedormente conocido los rumores nove
lescos
(pero nunca se sabe) comunes a un atentado a don
Alfonso XIII y al que costó la vida a don Eduardo Dato. En
segundo lugar, acudir precozmente a la línea de fuego, con cua
tro meses de anticipación, probablemente
en cuanto supo con
garantías de veracidad lo
que se gestaba. Otras personas de c!r
culos minodtados habrán dispuesto prácticamente al mismo tiem
po de las 1nismas informaciones alarmantes y se han callado. Este
artículo cumple la norma táctica de que
en los grandes embro
llos, cuando
no se da con la persona adecuada para utilizar una
infonnación complicada, se arroja ésta a la calle para que desde
la otra acera la recojan los que pueden ser silenciosos y descono
cidos colaboradores de nuestro combate.
La tercera generosidad
ha sido
poner su prestigio personal al servicio de la publicación
del artículo. Aunque hoy
día la competencia entre diarios de gran
tirada
es grande y facilita la acogida de asuntos incómodos, es
probable
que este mismo articulo firmado por un desconocido no
hubiera visto la luz; la firma que lleva es un quite y un burlade
ro para el director del periódico.
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UN ARTÍCULO Y UN LIBRO SOBRE MASONERfA
La cuestión de los cementos.-El profesor Velarde transcribe y
suavemente hace suya la afinnación de
un directivo francés de
que "el cemento que permite (en el sentido de que hace posible)
todo
eso (cualesquiera complejas combinaciones) es la masone
ria". La alusión a que es necesario un cemento unitivo en lo
social, político y financiero distinto de la democracia, de la dic
tadura y de lo "políticamente correcto", es importantísima y
requiere
un extenso libro monográfico. Solamente su alusión ya
da
un gran peso al artículo. Muchos otros altos políticos han per
cibido esta necesidad, si
bien no todos han identificado esos
cementos con la masoneña.
En las antiguas y auténticas monarquías
esa argamasa eran
los parentescos de las Casas Reales entre sí, y la Nobleza con los
suyos. Franco intuyó la necesidad
de esos especialísimos factores
de cohesión y de coordinación secretos; trató de crear su propia
nobleza
de manera artesanal y autodidacta, "los cuarenta de
Ayete";
nombró un gobierno prácticamente monocolor mediante
un instituto secular, y como tercer cemento colocó discretamente
a miembros del Cuerpo
de Estado Mayor del Ejército en ministe
rios
en instituciones claves. Todo le falló después de su muerte y
mucho
me temo que los huecos que no llenaron, o que llenaron
solamente hasta su muerte, hayan sido después ocupados
por
cementos de marcas extranjeras.
Les Freres invisibles
Un libro sobre masonerfa.--Que el profesor Velarde se inte
resara
por un libro determinado sobre Masonería, y que éste
fuera recientísimo, publicado
en este mismo año 2001, nos ani
maron a encargarlo a Francia,
y ahora, ya aquí, a espigar en él,
para transcribirlas, algunas frases interesantes.
El libro se titula,
Les Freres invisibles (7).
En conjunto el libro interesa, porque en vez de repetir hasta
el rápido abunimiento las historias de rituales masónicos al
uso
(J) GHISLAINE ÚTIENHEIMER y RENAUD LECADRE, Les Frbres Invisibles, 4.0 mayor,
rústica, 356 págs. Editorial Albin Michel, puesto en Madrid, 4.000 pesetas.
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decimonónico, se centra en episodios muy actuales de la vida
francesa que realzan la habilidad de los masones franceses para
las maniobras informales "underground". Probablemente los de
otros países también son hábiles porque se nutren de
un tronco
común.
Es muy reiterativo, pero se lee bien. Un tema secundario
pero interesante y muy presente, es la financiación de los parti
dos politicos
en el régimen democrático y las corrupciones que
le van resolviendo.
Está escrito
en estilo coloquial, muy coloquial, demasiado
coloquial,
en "argot", con palabras que no se encuentran en el
diccionario, y con hipérbaton apasionado. Aunque pueden muchas
veces ser suplidas
por el conte>.1:o, otras producen escrúpulos de
infidelidad
en el traductor heroico.
No lleva índice onomástico a pesar de la eno1me densidad de
menciones de nombres propios que
en la mayoría de los casos no
pasan de fugaces e insuficientes menciones. Esta ausencia se sien
te y choca. Curiosamente, en libros del mismo género y estilo que
están proliferando
en España, nos llama la atención la misma
carencia.
¿Será para obligar al lector a leerse todo el libro para cap
tar mensajes que
no se quieran destacar? No hay en el texto nom
bres españoles. Alternan
con historietas siempre incompletas,
abandonadas apenas esbozadas y de signo peyorativo para los
masones, otras frases sibilinas, agudas e inteligentes, a veces mor
daces y divertidas, que revelan datos de psicología y otros de los
masones franceses, y que, al
fin, pueden acabar siendo una sutil
propaganda seductora de
la masonería, quizás para contrarrestar el
impacto de otros relatos. Ante las intrigas y corrupciones, más de
uno puede,
en vez de pensar mal, decir, "pues qué bien" y empe
zar a calcular si apuntarse. A fin de cuentas, por un camino o por
otro, o por varios,
se llega, en resumen, a considerar que este libro
puede ser de propaganda masónica, eso sí, de alta calidad.
Espigamos a continuación algunas ideas y noticias.
Ante los casos de corrupción, de los
que el libro es un catá
logo, unos protestan ingenuamente, y otros, la tapan para seguir
la consigna, tan extendida, de que aquí no pasa nada.
Un hombre de· extrema derecha, como Emmanuel Ratier
publica unas cartas confidenciales, "Fait.s et Documents", en los
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l!N ARTÍCl!LO Y l!N LIBRO SOBRE MASONERÍA
que alternan informaciones sobre masonetia con otras sobre
organizaciones judías (pág. 67). Curiosa asociación.
La banca, y no solamente el Credit Lyonnais, es cie1tamente,
un mundo atiborrado de masones. El fenómeno se daba también
en la Compagnie Générale d'Électricité, denominada, más tarde,
"Alcatel" (pág.
120).
Michel Baroin, antiguo Gran Maestre del Gran Oriente era
dirigente de
la GMF y de su filial la FNAC y en ellas colocó sus
hombres (pág.
121).
En la página 122 se dan nombres de empresarios famosos
que "llamaron a la puerta del templo"; entre ellos, con la cautela
de dar su nombre entre interrogantes, el presidente de Merrill
Lynch France y administrador de Carrefour.
En la página 91 ha explicado que millares de militares ame
ricanos, canadienses y británicos instalados por toda Francia, con
añoranza de la masonetia de su país, se afiliaron en masa a las
logias abie1tas bajo el patrocinio de la Gran Logia Nacional de
Francia.
Alrededor de la página 110 comenta numerosos crímenes,
suicidios y otras muertes altamente sospechosos, mezclados en
parte con la circulación de informaciones particulares nunca ofi
ciales sobre asuntos importantes.
Una coniente de pensamiento laico y antieclesiástico irradia
a organizaciones numerosas, entre ellas a Amnesty Intemational
y SOS Racisme (pág. 130).
Numerosos hermanos se sitúan igualmente en organizaciones
humanitarias, especiahnente
en la Cruz Roja. La mayor parte de
los responsables de la Cruz
Roja son hermanos (masones). Esta
organización se
ha implantado en todos los lugares en conflicto
del planeta y ha servido de cobertura a numerosos agentes de
información (pág.
130).
Hay constantes citas de masones a favor de la corrupción que
se les ha infiltrado, pero esto
ha sucedido porque todo el pais es
el que se
ha corrompido. A pesar de estas infiltraciones les pes
can a veces facturas falsas como medio de financiación de los
partidos. Se saben estas cosas porque salen a relucir en las lucl1as
intestinas (págs. 139, 143 y otras).
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El Gran Oriente es una palanca ideal para hacer emerger
asuntos y organizaciones capaces de reagrupar a la izquierda y
dividir a la derecha, en beneficio de Fran,ois Mitterrand. En 1984
se crea la asociación
"SOS Racisme", y sus principales y primeros
patrocinadores
son masones (pág. 151).
En la página 152 se resalta la constante oposición de la Maso
nería a la enseñanza confesional.
El 23-N-1994 se funda solemnemente la Logia "La Triada", en
los salones del hotel París-Londres, especialmente acondiciona
dos,
en Andorra la Vieja (pág. 183).
Alrededor de la página 205 se cuentan trucos para actuar ile
galmente
en los tribunales de justicia.
Las llaves de la magistratura están en manos de iniciados
inaccesibles.
La francmasonería y el Rotary Club funcionan de la
misma manera (pág.
220). Se forma un catálogo de corrupciones
que llega a aburrir.
La "Soka Gakkai" es una peligrosa secta criptobudista, un ver
dadero imperio en el país del Sol Naciente, a la que la masone
ría facilita contactos
con otras organizaciones poderosas finan
cieras
con las que acceden al corazón del poder en Francia
(pág. 256).
En la página 272 habla de la infiltración de dos agentes del
contraespionaje francés
y masones en Nueva Acrópolis, "grupús
culo esotérico
de tipo paramilitar".
En la página 304 deja caer que se dice que el príncipe Alber
to
de Mónaco es miembro de una logia.
Después de numerosísimos chismes más,
el libro termina con
esta pregunta: "Un siglo después de haber roto .su cordón umbi
lical
con la Iglesia católica, ¿puede Francia permitirse la separa
ción
de la masonería y el Estado?
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