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Número 405-406

Serie XLI

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La producción de embriones es un grave atentado contra el resto absoluto debido a toda vida

LA PRODUCCIÓN DE EMBRIONES
ES UN GRAVE ATENTADO CONTRA EL RESPETO
ABSOLUTO DEBIDO A TODA VIDA
Aprecio a la investigación en biomedicina cuando tiende a la pre­
vención y a la curación de las enfermedades sin reducir al
hombre a llll objeto, sino poniéndose plenamente a su servicio.
da Iglesia católica aprecia y apoya la investigación en biomedidna
"cuando tiende a la prevención y a la curación de las enfermedades, al
"alivio del sufrimiento y al bienestar del hombre. Sabe 'que si procede de
"un modo auténticamente científico y según las normas morales, nunca
"estará realmente en oposidón con la fe' (Gaudium et spes, 36}. Además,
"la investigadón permite descubrir las grandes leyes que rigen el fundo­
"namiento de la materia y de los seres vivos, constatar el orden inscrito
"en la creadón y apreciar las maravillas del hombre, en su inteligencia
'y en su cuerpo, y penetrar más en el misterio; en él, en cierta medida, se
"refl'!}a la J,,z del Verbo, por quien 'todo se hizo' ún J, 3).
,La Iglesia, con el deseo de compartir el sentido del hombre que reci­
"J,e del Salvador, quiere aportar su contribución a la reflexión para ayu­
"dar a los responsables del bien común y a todas las personas que tienen
"que
tomar graves decisiones en estos campos de la vida. En efecto, es
"importante
que la denda no reduzca al hombre a un objeto, sino que
"esté verdadera y plenamente a su servicio. Sin embargo, la Iglesia no
'1gnora la compl'!}idad, a veces dramática, de situadones dolorosas que
"viven las personas, y también es consdente de las presiones ejerddas
"por fuertes intereses económicos. Los fieles de la Iglesia católica y todos
"los hombres de buena voluntad est.án llamados a comprometerse en el
"debate para defender la dignidad del hambre,.
JUAN PABW Il: Mensaje al Señor Michel Camdessus, Pre­
sidente de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española1 año XXXIII,
núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
Verbo, núm. 405-406 (2002), 347-354.
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Fundaci\363n Speiro

La tentación de la disciplina biomédica de manipular al hombre
como si solo fuera objeto o materia.
dos descubrimientos y los cambios que han caracterizado a las dls­
"ciplinas biomédicas has mostrado que, detrás de los avances fulguran­
"tes que remiten al misterio misma de la vida, la denda se siente a veces
"como aturdida por su poder y tentada de manipular al hombre como si
"sólo fuera un objeto o materia. Ante esta situación inédita de los cono­
"cimientos y las posibilidades que o/i'ecen la ciencia y la técnica, espero
"que vuestros intercambios
contribuyan a un análisis Júddo de los ries­
"gos y las consecuencias del progreso, de las oportunidades y de los desa­
"ffos para el hombre y la humanidad. Por su dignidad intrínseca, que
"integra plenamente la dimensión biológica, la persona humana jamás
'y de ninguna manera puede ser subordinada a la especie ni a la socie­
"dad
ni a la voluntad de las demás personas, aunque sean sus padres,
"como
si fuera sólo un medio o instrumento: tiene valor por sí misma.
"Para los cristJ.anos esta verdad, que de suyo pertenece a la ley natural,
"recibe una luz nueva en jesucristo, Verbo encarnado que, como 'nuevo
"Adán (

.
.)manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le des­
"cubre
la grandeza de su vocación' {Gaudium et spes, 22).
,J,a. razón y la fe permiten el compromiso constante de los cristianos,
"a Jo largo de la historia, en defensa de la persona, especialmente de los
"seres débiles, vulnerables o marginados, y de los niños por nacer. 'No
"hay ningún hombre, ninguna autoridad hwnana, ninguna denda,
"ninguna indicación médica, eugenésica, social, económica, moraL que
"pueda exhibir o dar un titulo jurídico válido para una deliberada dis­
"posición directa sobre la vida humana inocente; es decir. una dispost­
"dón que tienda a su destrucdón, bien sea como fln, bien como medio
"para otro fin que acaso de por sí no sea en modo alguno ilfcito' (Pio XIL
'Discurso a los participantes en el Congreso de la Unión católica italia­
na de comadronas, 29 de octubre de 1951, n. 12),.
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JUAN PABLO 11: Mensaje al Señor Michel Camdessus, Pre­
sidente de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
Romana, edición semanal en lengua española, año XXXIII,
núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
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La dignidad de la persona humana y "reducción embrionaria"
"del feto ha sido minada o distorsionada por interpretaciones limitativas
"de la persona humana y por leyes que introducen etapas cualltativas,
"cientff1camente infundadas, en el desarrollo de la vida concebida, la
"Iglesia ha aflrmado y defendido repetidamente la dignidad humana del
"feto. Con esto queremos decir que 'el ser humano debe ser respetado y
"tratado como persona desde el inslE.nte de su concepción y, por eso, a
"partir
de ese mismo momento se Je deben reconocer los derechos de la
"persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano ino­
"cente a la vida'
(bonum vitae, l 1; cf. Evangelium vitae, 60),.
~un caso de especial gravedad moral, que a menudo deriva de estos
"procedimientos
illdtos, es la así llamada 'reducción embrionaria' o eli­
"minación
de algunos fetos cuando se producen simultáneamente con­
"cepciones múltiples. Este procedimiento es gravemente ilicito cuando las
"concepciones múltiples se realizan en el curso normal de las reladones
"matrimoniales, pero
es doblemente reprensible cuando son el resultado
"de la procreación artificial.
,Los que recurren a métodos artificiales deben ser considerados res­
"ponsab/es de una concepción /licita, pero, cualquiera que sea el método
"de concepción, una vez que ésta se ha realizado, se debe respetar abso­
"lutamente
al niño.
»Disti.nguidos
huéspedes, sois expertos en acompañar los comienzos
"maravillosos
y delicados de la vida humana en el seno materno. Por eso,
"sabéis muy bien que la doctrina moral católica refuerza y apoya una
"ética natural basada en el respeto de la inviolabilidad de toda vida hu­
"mana. La doctnna moral católica arroja luz sobre cuestiones relativas
"al delicado proceso del comienzo de la vida, rebosante de esperanza y
"rico en promesas para la vida futura, y campo ahora maduro para los
"admirables descubrimientos de
la dencia médica. Confío en que vues­
"tra actividad se inspire siempre en un reconocimiento claro de la dig­
"nidad propia de todos los seres humanos, cada uno de los cuales es un
"don incomparable del amor creativo de Dios.
,Hoy deseo felicitaros por vuestros descubrimientos cientfficos y por
"el modo como los aplicais para proteger la vida y la salud del niño por
"nacer. Invoco sobre vosotros y sobre vuestra actividad la ayuda cons-
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"tante de Dios todopoderoso y, coma prenda de la asistencia divina, os
"imparto de buen grado mi bendición apostólica.
JUAN PABLO 11: Discurso a los participantes en un con­
greso médko, 3 de abril. L'Osservatore Romano, edición
semanal en lengua española, año XXXII, núm. 15 (1633),
14 de abril de 2000.
La experimentaci6n biomédica no debe atentar contra el respeto
absoluto debido a toda vida.
da expedmentación biomédica que no tenga como objetivo el bien
"del sujeto considerado implica aspectos selectivos y discriminatorios
"inaceptables; en efecto, toda actividad terapéutica o
de investigación
"debe tener como finalidad el ser en la que se realiza. Los beneficios hl­
"potéticos para la humanidad y para el progreso de la investigación no
"pueden de ningún modo constituir un criterio decisivo de bondad
~moral. Esto contribuye indudablemente a un debilitamiento de las con­
"vicdones morales que conciernen al ser humano, favoreciendo la acep­
"tación de la práctica de descartar a las personas afectadas por discapa­
"cidades congénitas, a las que
dan Jugar el diagnóstico pre-implantador
'y un desarrollo abusivo del examen prenatal. Numerosos países ya están
'1levando a cabo
una selección de los niños por nacer, tácitamente in­
"centivada, que constituye un verdadero eugenismo y lleva a una espe­
"de de anestesia de las condendas, hiriendo gravemente, por Jo demás,
"a las personas afectadas por discapacidades congénitas y a las que las
"acogen. Esta actitud más o menos generalizada, como se comienza a
"percibir, es también causa de la aparición de un cierto número de pato­
'1ogfas conyugales y familiares. Por otra parte, esos comportamientos no
"pueden par menos de disuadir la realización de los esfuerzos necesarios
"para descubrir nuevas terapias, acoger e integrar a las personas disca­
"pacitadas, acentuando
en estas últimas un fuerte sentimiento de anor­
"ma/Jdad y exclusión. Doy gracias por los esfuerzos de los padres que
"han aceptado acoger un niño discapadtado, mostrando con ese gesto
"su aprecio a la vida. Es de desear que los sostenga y ayude continua­
"mente la sociedad, que tiene
el deber de ser solidaria. El desarrollo del
"examen prenatal con finalidad selectiva
y el diagnóstico pre-implanta­
"dor, así como la utilización, la producción y la destrucción de embrio­
"nes humanos con el mero fin de experimentación y obtención de cé/u-
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"las madre embrionarias, constituyen graves atentados contra el respeto
"absoluto debido a toda vida y
a la grandeza de todo ser
humano, que
"no depende de su aspecto exterior o de los vínculos que tiene con los
"demás miembros de la sociedad. Doy las gracias
al Consejo permanen­
"te de la Conferencia episcopal de Francia por haber puesto en guardia
Na la opinión pública y haber contribuido a formar las condendas, pu­
"b/icando en 1998 el documento 'Desarrollo de la genética y dignidad
"humana,.
juAN PABLO 11: Mensaje al Señor Michel Camdessus, Pre­
sidente
de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española, año XXXIII,
núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
El respeto a la dignidad del hombre que debe guardar
la genética.
J-loy, la dignidad del hombre está amenazada, sobre todo en las eta­
"pas más críticas de la existencia: la concepción y la muerte natural;
"una
nueva tentadón se abre paso: la de arrogarse el derecho de fijar,
"determinar los umbrales de hwnanídad de una existenda singular.
"Como recordé en la encic/ica Evangelium vitae, no podemos olvidar que
"«les de el momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nue­
"va vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo
"ser humano que se desarrolla por sí mismo. jamás llegará a ser huma­
"no si no Jo ha sido desde entonces, (n. 60}. La genética moderna mues­
"tra que desde el primer instante ~se encuentra fijado el programa de Jo
"que seré:1 ese viviente: una persona, un individuo con sus características
'ya
bien determinadas, (ib.). Estv exige un respeto absoluto del ser hu­
~mano, desde la fase embrionaria hast.a el fin de su existencia, un ser
"que
jamás puede considerarse como un objeto o un material de experi­
"mentacidn. Asimismo, conviene tratar con respeto las células germi­
"nales humanas por el mismo patrimonio humano del que son por­
"tadoras».
JUAN PABLO II: Mensaje al Señor Michel Camdessus, Pre­
sidente de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española, año XXXIII,
núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
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A la autoridad púhlica corresponde el deber de "procurar que la
ley civil esté regulada por las normas fundamentales de la ley
moral en lo que concierne a los derechos del hombre, de la vida
huni.ana y de la instituci6n familiar".
das posibilidades tecnológicas que han apareddo en el campo de la
"biomedidna exigen la intervención de la autoridad politica
y del legis­
"lador, dado que se trata de una cuestión que supera la mera esfera cien­
"tffica. A la autoridad pública cOITesponde
el deber de "ley civil esté regulada por las normas flmdamentales de la ley moral en
'1o que conderne a los derechos del hombre, de la vida humana y de la
"inslitudón familiar, (Jnstrucdón Donum vitae de la Congregadón para
'1a doctrina de la fe, !JI). También compelE al legislador proponer las
"reglas jurídicas que prot,¡jan a las personas de todos los eventuales ar­
"bitrios, que constituyen en derto modo negaciones del ser humano, de
"su dignidad y de sus derechos fundamentales. Las opciones legislativas
'Y poJiücas deben orientarse al bien de las personas y de la sociedad
"entera; y
no han de estar sólo en función de las exigencias científicas
"que, de por si, no tienen la posibilidad de elaborar y establecer un sis­
"tema de criterios morales.
El futuro del hombre y de la humanidad está
"vinculado en gran parte a
su capacidad de examinar rigurosamente las
"diferentes cuestiones bioéticas,
en el plano ético, sin temer poner en tela
"de juicio comportamientos que han llegado a ser comunes,.
JUAN PABLO 11: Mensaje al Señor Michel Camdessus, Pre­
sidente de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española, año XXXIII,
núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
Acmalizarse en teología y en hioética.
,Entre vosotros se encuenúan investigadores de las ciencias biomé­
"dicas, las cuales, por su misma naturaleza, están destinadas a progre­
"sar, a desarrollarse y a m,¡jorar las condidones de salud y de vida de la
"humanidad. También a ellos
les dirijo una apremian/E exhortadón a
"dar generosamente su contribución
para asegurar a la humanidad
"condiciones mejores de salud, respetando siempre la dignidad y el ca-
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"rácter sagrado de la vi.da. En efecto, no todo lo cientfficamente factible
"es siempre moralmente aceptable.
,AJ volver a -vuestras nadones respectivas, sentid el deseo de prose­
"guir, con nuevo impulso, vuestra actividad de formación y actualiza­
"ción,
no sólo en las disdp/Jnas relativas a vuestra profesión, sino tam­
"bién
en la teología y la bioética. Es muy importante, particularmente en
'1as naciones donde viven Iglesias jóvenes, cuidar la formación profesio­
"nal y ético-espiri11.1al de los médicos y del personal sanitario, el cual
"afronta a menudo graves emergencias que exigen competencia profesio­
"nal y adecuada preparadón
en el campo moral y religiosa,.
JUAN PABLO 11: Discurso a un grupo de médicos católi­
cos de todo el mundo, 7 de julio. L 'Osservatore Romano,
edición semanal en lengua española, año XXXII, núm. 28
(1646), 14 de julio de 2000.
La multiplicación de intercambios interdisciplinares y una refle­
xión filosófica y teológica favorecerán el trabajo en favor de la
verdad y el respeto del misterio del ser hmnano, y evitarán
cualquier tentación de fundar los comportamientos en factores
únicamente científicos y, en circunstancias particulares, en el
deseo de las personas o en función de presiones de los merca­
dos financieros o de intereses particulares.
da muldpH.cadón de intercambios interdisciplinares y una refle­
''xtón filosófica y teológica
favorecerán el trab¡yo de verdad y respeto del
"misterio del ser humano,
y evít.arán cualquier tentadón de fundar los
"comportamientos
en factores únicamente dentfficos, en drcunstancias
"parti.culares, en el deseo de las personas o
en fundón de presiones de los
"mercados financieros o
de intereses particulares. El diálogo que prose­
"guís con los diferentes interlocutores sociales puede permitir restablecer
"la armonla entre las exigendas de la investigación y los valores huma­
"nos. La construcdón de una sociedad donde cada uno tenga el Jugar
"que Je corresponde en virtud de su pertenencia a la humanidad no de­
"pende
ni de su fundón ni de su utilidad. Particularmente en los mo­
"mentos en que la enfermedad y el sufrimiento debilitan a las personas,
'Y las hacen más frágiles, es predso perdbir el valor y el sentido de cada
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"existenda. A esta tarea se dedican de modo admirable los que, estando
"de diversas formas al servido de los enfermas, les brindan, en el ámbi­
"to de un universo médico marcada por un credente uso de la técnica,
"el suplemento insustituible de atendón y ternura delicada que les ma­
"nifiesta que son personas con pleno derecho. La Iglesia piensa y expresa
"su gratitud al personal médico y paramédlco, a los equipos de capella­
"nía y de visitantes de hospitales, a todas las personas que están involu­
"cradas en los cuidados paliativos y acompañan a los que sufren, a los
"investigadores, a
los filósofos, a los responsables politicos y a todos los
"que están comprometidos en este trabajo diario al servido de la digni­
,, dad de la persona. Su compromiso y sus convicdones son valiosos y
"fuente de esperanza,.
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JUAN PABLO 11: Mensaje al Sefior Michel Camdessus, Pre­
sidente de las semanas sociales de Francia. L 'Osservatore
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núm. 49 (1719), 7 de diciembre de 2001.
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