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Número 325-326

Serie XXXIII

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Jorge Uscatescu: Avanguardia e Libertá

INFORf,fACION BlBLIOGRAFICA
Jorge Uscutescu: AVANGUARDIA E LIBERTA(*) . . , .. , . .
Todo lo que se refiere a la estética y la filosofía del arte es
cosa estimulaote. Dejemos de un lado las distinciones terminoló­
gicas y atengamonos .á la sustancia: ¿ Dónde tiepe el. origen el
estímulo del arte? Ep la alusividad del arte mismo. ¿Pero en qué
consiste esta
alusividad? En reclama.r todo . un mundo que nos es
desconocido pero no ignorado. A ello nos introduce la premoni­
ción,
el preseotimiento, el indicio, la huella, el vestigio, la itna­
gen, el relámpago, la alusión, el enigma, el thaumazein. . .
Cada una de estas palabras necesita una explicación .. La «pre­
monición»
es ser .prevenido por algoque no logramos compren­
der, a pesar
de que sepamos de que s.e. trata. Pascal. decía en un
sentido parecido: «No
me buscarlas si.nd me hubieses encontrado».
Por esto
el pronunciamiento divino.
El «presentimiento»
es un sentir «aotes» lo que no se maoi­
fiesta todavía, pero que ciertaoiente
se producirá. No es adivina­
ci6n, sino apertura incondicionada a un· mundo que nos trasciende,
y no espaci.almente. Entre premonición y presentimiento hay un
vínculo que
nos proyecta hacia adelante, a saber todavía-no-ma-
nifiesto. . . .
El «indicio» es una espacio aún sin recorrer, pero vital para
ir adelante. Queremos saber pero no sabemos qué cosa. El «indi­
cio» nos mete, por
así· decirlo, una pulga en la oreja y nos deja
inquietos, pero
encaminados hacia algo. El indicio es mucho más
que un saber de· no saber, porque es un saber virtual.
La «orma» eS un signo, puede decirse brutd y todavía no for­
mado, pero suficiente para
sacar algunas conclusiones, aunque sólo
e. mbrio. narias. y proble. m. áticas. La. º'.· ma es i.ndistrn. · ta, pero capaz
de abrirse a la distinción; en cuanto material, arrugada, sanguínea,
capaz de hacemos catilinár firnies: Pero no revela la luz de la in: . . . . . . . . . ;_"
(_*) JORGE UscATEScu:. «Avan~ardia e Li~tá~.--Ed, Ma~iett(_'(;énova,'
1993. El presente _comentatio Se ha publicado en-italiano en L'Orservatore
Romano, el 2 de julio de 1993: , · ·
Verbo, núm. 325-326 (1994), 655-662 655
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teligencia. El «vestigio» emana de la sensibilidad, mientras la orma
es genética y ligada a un cuerpo. Lo sensible no es puramente
corp6reo, de ahí la diferencia de
la orma. La «imagen» es trans­
parente y penetrada de
significado, que es elemento inteligible.
Revela lo que
andamos buscando, wro no .. mr,do presenta aún en
sus rasgos distintivos; Supera lo corpóreo y lo sen;ible y manifiesta
el espíritu. Pero no continua la vía del «crescendo». En la imagen
se puede uno detener sin ir más allá.
Es verdad qué se puede retroéeder a la luz que es el relámpago,
el instante, la fulguración, la luz que se enciende y se apaga en el
umbral del todavía no. Pero el relámpago no es fugaz. Permanece
como la
lu:i: de .la estrella que se ha apagado ya. La «alusión» que
no es alusividad .genérica; es el máximo de potencia de la debili­
dad frente
al misterio. La alusión es el no ser de lo que en reali­
dad
se es. Y aquel no ser es el máximo esfuetzo de acercamiento
a todavía no. Aludit es mirada metafísica habitual y perenne; es
potencia de lo anónimo que tiende a darse a conocer.
El «enigma»
es lo alusivo. que se plantea a cada temblor de
lo trascendente aún sin separar de lo inmanente que nos aleja de
la. vista, con el riesgo de sustituirle completamente la función. La
~sea de 1a ,mente no consiste en· otra cosa sino en cambiar lo
inmanente ton lo trascendente: .El «thaumazéin» es la admiración,
que de
contémplativa se convierte en indagadora, a saber, pasa: de
la quietud de la visión al esfuerzo de la búsqueda. Aquí premo­
nición, presentimiento, indicio, o~a, vestigio~ imagen, relámpago,
alusión
y enigma, se e_ncáµiinah hacia una síntesis: resólutiva que
se resuelve en uriá trascendencia inmanente o eil una inmanencia
tras,cendente,, según los casos y las diversas convergentes disposi­
ciones
especulativas. El circulo parece cerrado, pero es precisa­
l!lente aquí donde se inicia su apertura . .Y su inquietud.
· ¿ Se rios consiente . ahora rraducir todo esto en términos de es­
tética. y de (ílosofía del arte? Parece que sí, si tenemos presentes
lás sugere¡icias que irradian del volumen de Jorge Uscatescu;
Avanguardia e Libertá (Marietti, Génova, 1993). Este libro fuer­
temente
pensádo, · no . es propjaménte obra . de metafísi~o, sirio de
filósofo
del arte abierto a la metafísica. La referencia a la pintura
de
esto, pero Uscatescu nos presenta temas absolutamente i,;npreg-'
nadwa .de significado filosófico, como. la creatividad, el espacio, la
estructura, el lenguaje y la cultura planetaria, junto con el tema
de la .vanguardia artística.
.. . .· .
; , Ui~tescu
est,á muy .bien dotado en este conjunto de temas y
anotaciones,
que ahora no deberían engañar á nadie y mucho me,
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neis escandalizar. El no niega que ~en el-fenómeno de la vanguardia
artística contemporánea en
cuanto proceso· de creatividad nos. tro­
pezamos desde
el primer instante con . una. auténtica filosofía• dé
la ambigüedad». Y con todo, «el vanguarcltsmo, la vanguardia per­
manente, supervivencia y ambigüedad son Ios signos creativos del
siglo». Sin embargo,
la ambigüedad no debería tener un.significa'
do exclusivamente negativo, si se proyecta en las. exigencias.· de la
alusividad y de todos los aspectos que la conciernen. ·
No es de extrañar si, en· este terreno, se pueda alinear la me­
lancolia. Este parece ser el elemento correlativo de una .actitud
que se da cuenta de abarcar muy poco,, no obstante el dinamismo
de
la fantasía desmelenada pero no demasiado; como ciertos· «alle­
gros» · musicáles. «La obra de arte -'- en realidad contra un pensamiento
·que la. reduce, a un producto
fabricado e integrado en esta sencilla: determinación». Y esta
de,
terminación consistiría en ligar la creátivi&d ·al concepto de uni­
dad
forma-materia, sujeto-objeto, ·que caracteriza la estética tra­
dicional. Aquí
no pareée •difícil estar de acuerdo con Uscatescu por
cuanto las diadas
forma-materia, sujeto-objeto sean rescatadas de
su formalismo ( en verdad más aparente que real), mediante una
profundización. de aquel
alusivo·. que. es impl,íciro en este a.sunto
y que no es fácil que emerga. Lo alusivo, por su propiá dimensión
puede superar aquella rigidez
esque~tica a. la cual aqqellas pa­
rejas de conceptos
parecen haber dado origen. La relación materia­
forn¡a, especialmente,. no debe verse .a¡iquilosada y restringida
en
un esquema . de materiálidad. formada que se ciérra a la van'
guardia creaddra. . . .
Nuestro autor combate, y con pll'llos requísitos estéticos, por
un arte nuevo, pero en el arte
lo puevo se encuent~a a cada paso.
Todo
es nuevo y todo es antiguo si lo alusivo trabaja en profun­
didad. De ahí la impresión de
que•lo informal t~ su función
específica por desarroliar,
si a la libertad del artista se quiere
conferir
su significado eficiente; «La esencialidad última del arte
nuevo
-afirma Uscatescu-:-s1gnifica su especificidad en la bús­
queda constante de un espacio c6smico ·objetivo». Y aquel espacio
en
el arte es un tema .inmensamente fecundo .. El espacio es van­
guardia, libertad, búsqueda apasionada de todos los componentes
de Jaalusividad basta el planteamiento de una.otitología del arte.
·
Pero el espacio está siempre cualificado. Si se foibla de onto­
logía del arte, se hace referen¡:fa a_. un fundamento, a un eletllento
fundante originario, v no puramente ocasional. Sobre la. huella de
Francastel el autor se detiene,en elarte·del Quattrocento con·re-
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INFORMA.CION. BIBLIOGRAFICA
ferencia a las. teorias de Masaccio, Masolino, Leonardo, .Alberti.
Pero aquí sé introduce otro e)ernentQ, el tiempo, en el. modo de
hablar de
.espacio,tiempo, se:agrega por tanto:al espacid una cuali­
ficación que no puede prescindir de la primera. El espacio <;ualifi­
cado del arte puede ser una pinturil o una escu!rura. Una estatua.
En Miguel Angel parece que los dos m9 cuanto la pintura es escultórea y vjceveysa. Peyo los temas se
acumulan y el análisis de U scatescu se torna cada vez más fecundo.
El denso volumen no puede ser agotado en el espacio restrin­
gido
de una reseña .necesariamente parcial. No solamente debemos
dejar de un .lado temas interesantísimos, p,;ro es necesario incluso
sobrevolar la
abundanqia de sugestiones que nos agreden. Por ello,
en los
comienz95 he tenido que esquematizar al máximo. Pero
Uscatescu nos ofrece
concb,1siones desde las primeras páginas, nos
conquista y
no· nos abandona fácilmente. Se puede por ejemplo
admirar el pathos que prevalece en cuanto nos dice sobre Brancusi,
pero.no.nos
seduce tanto .cierta euforia hacia Heidegger y Spirito.
GIORGIO GIANNINI.
Pier Paolo Oitonell~: LA BARBARIE CIVILIZZATA (*)
A pesar de que el nombte de Juan Bautista Vico no aparezca
en ningún momento
.en d nuevo libro de Pier Paolo Ottonello, el
titulo del libro y el espfritu que emana de su contenido, nos lleván
de
un modo natural con el pensamiento, y no por pura asoc;iación
de ideas, a la famosa «barbarie della riflessione» del grande y siem­
pre actual filósofo napolitano. Es Vice; .sin duda alguna, y acaso
más actual
qµe. nunca, el que nos ofrece ideas frescas para enten·
der el
. sentido• de .una época encaminada. hacia Ja cu!minació¡, del
nihilismo profetizada
por Federico Nietzsche. .
El libroq\le ahora. comentamos brevemente, además de acom­
pañarnos hacia una nueva «barbarie dellé riflessione», se nos
presenta a pl'ir?era vista com,o' una contlnuáción, aunque con to~
nalidad diversa, de los volúmenes que el propio profesor Ottonello
ha dedicado h~cé no mucho al nihilismo contemporáneo. Concre­
tamen.te dos volúmenes, uno que lleva por titulo «Estructura y
formas del nihilismo contemporáneo. Ensayos introductiyos»
(1988) y «Nihilismo e irracionalismo», anticipan por su contenido
material
y sus diagnósticos el estilo y la: fin'alidad .del libro que
(*) Ediúoni.dell'ArcipÍell\gó, Génova,-1993, p~. 130.
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