Índice de contenidos
Número 407-408
Serie XLI
- Textos Pontificios
- In memoriam
-
Estudios
-
Anatomía y fisiología del Estado moderno en comparación con el Estado tradicional
-
Liberalismo y persecución religiosa: Una visión española
-
Investigación con células madre: Una cuestión jurídica
-
¿Debe ser católica la acción política?
-
La sociedad multiétnica: (Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros)
-
- Crónicas
-
Información bibliográfica
-
Juan Bms. Vallet de Goytisolo: Metodología de la ciencia expositiva y explicativa del derecho. II Elaboración sistemática
-
H. H. Oblatas de Cristo Sacerdote: Don José María García Lahiguera
-
Henri Peña-Ruiz y Jean-Paul Scot: Un poète en politique. Les combats de Victor Hugo
-
José García Oro (coord.): Historia de las diócesis españolas: XIV. Iglesias de Santiago de Compostela y Tuy-Vigo
-
François Hartog: Le XIX siècle et l'histoire. Le cas Fustel de Coulanges
-
Gonzalo Puente Ojea: Mi embajada anta la Santa Sede
-
José Díaz Nieva: Chile: De la Falange Nacional a la Democracia Cristiana
-
Jaime Tovar Patrón: Los curas de la última cruzada
-
Mª Rosa Madariaga: Los moros que trajo Franco
-
Elena Calderón Cuervo: El discurso del nuevo mundo: entre el mito y la historia
-
Unión Europea: Prospettive e problema
-
Raúl Leguizamón: En torno al origen de la vida
-
Autores
2002
Raúl Leguizamón: En torno al origen de la vida
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Raúl Leguizamón: EN TORNO AL ORIGEN
DE LA VIDA r•i
Se nos ha enseñado y se ha difundido masivamente que la
hipótesis del origen
de la vida por efecto del azar, actuando en
la materia inanimada, era la única que podía explicar satisfacto
ria y científicamente la
red complejísima de la vida sobre la
Tierra.
El estribillo "la ciencia lo ha comprobado" nos dejaba en
un magnífico sopor. Al leer las extraordinarias páginas de este
ensayo, se comprende hastá
qué punto hemos sido engañados.
Porque,
aun teniendo fe o ·no teniéndola, sabemos escasamente
qué es eso de la biogénesis -es decir, la hipótesis antes men
cionada-, cómo se pudo generar y si se pudo generar la vida en
unas condiciones terrestres dadas, quienes sostienen esta hipóte
sis y tantas otras preguntas científicas en "tomo al origen de la
vida". Si además de conocer lo que realmente es la biogénesis,
comprendemos
que el mundo científico ha defendido una hipó
tesis que carece de un mínimo de rigor científico, nos quedare
mos perplejos, porque quien más quien menos sospecha que
detrás de una nomenclatura enjundiosa debe haber razones de
peso que se correspondan. El Dr. Leguizamón no sólo demues
tra la falta
de cientificidad de la hipótesis, sino lo inquietante que
resulta la divulgación masiva de una hipótesis falsa: el científico
sabe,
por ejemplo, que el transcurso del tiempo, en sí mismo, no
soluciona el problema de la complicada cadena y confluencia de
elementos necesarios para que se origine la unidad mínima de la
vida, sino, al contrario, como demuestra Leguizamón,
supone un
riesgo de la concreción definitiva de esa misma unidad. Y, sin
embargo,
uno de los aspectos que tienen mayor influencia -para
el gran público-, a favor de la hipótesis, es el del paso del tiem
po y la antigüedad remotísima del suceso. ¿Cuál es el efecto
psicológico que produce
en cuarenta niños en un aula, el que se
les diga
que transcurrieron 4 millones de años para que la vida
(•) Editorial Nueva Hispanidad, Buenos Aires, 2002, 134 págs.
693
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
al fin haya encontrado su punto exacto? Como dice Chesterton,
el paso del tiempo "dispensa
de pensar". Y Leguizamón nos hace
pensar honradamente.
Su obra tiene, además, la rara virtud de ser
muy amena y técnica al mismo tiempo, con un admirable orden
de ideas. De este modo nos hace ver que el mundo cientffico
puede muy bien tener su propia mitología, su propia fabulación.
Y, si no, véase el ejemplo de aquel fisico francés que, estando ya
consagrado -y jubilado-en el ámbito cientffico, en sus ratos de
ocio inventó y publicó
en revistas especializadas extrañas hipó
tesis entre la cuántica y
la antimateria, para que una vez logrado
el aplauso y la alabanza de sus colegas, si no el Nóbel, pudiera
decir que se había divertido mucho, pero
que lamentaba comu
nicar
que todo era falso. Con la biogénesis pasa algo parecido, se
hizo fama y se echó a
dormir. Necesitábamos un Leguizamón, que
además es
un excelente escritor, controla y domina magn$camen
te la tensión de su discurso, nos está hablando amigablemente y
con humor, y logra que nos devoremos en un rato su libro.
ROSA ELENA
694
Fundaci\363n Speiro
Raúl Leguizamón: EN TORNO AL ORIGEN
DE LA VIDA r•i
Se nos ha enseñado y se ha difundido masivamente que la
hipótesis del origen
de la vida por efecto del azar, actuando en
la materia inanimada, era la única que podía explicar satisfacto
ria y científicamente la
red complejísima de la vida sobre la
Tierra.
El estribillo "la ciencia lo ha comprobado" nos dejaba en
un magnífico sopor. Al leer las extraordinarias páginas de este
ensayo, se comprende hastá
qué punto hemos sido engañados.
Porque,
aun teniendo fe o ·no teniéndola, sabemos escasamente
qué es eso de la biogénesis -es decir, la hipótesis antes men
cionada-, cómo se pudo generar y si se pudo generar la vida en
unas condiciones terrestres dadas, quienes sostienen esta hipóte
sis y tantas otras preguntas científicas en "tomo al origen de la
vida". Si además de conocer lo que realmente es la biogénesis,
comprendemos
que el mundo científico ha defendido una hipó
tesis que carece de un mínimo de rigor científico, nos quedare
mos perplejos, porque quien más quien menos sospecha que
detrás de una nomenclatura enjundiosa debe haber razones de
peso que se correspondan. El Dr. Leguizamón no sólo demues
tra la falta
de cientificidad de la hipótesis, sino lo inquietante que
resulta la divulgación masiva de una hipótesis falsa: el científico
sabe,
por ejemplo, que el transcurso del tiempo, en sí mismo, no
soluciona el problema de la complicada cadena y confluencia de
elementos necesarios para que se origine la unidad mínima de la
vida, sino, al contrario, como demuestra Leguizamón,
supone un
riesgo de la concreción definitiva de esa misma unidad. Y, sin
embargo,
uno de los aspectos que tienen mayor influencia -para
el gran público-, a favor de la hipótesis, es el del paso del tiem
po y la antigüedad remotísima del suceso. ¿Cuál es el efecto
psicológico que produce
en cuarenta niños en un aula, el que se
les diga
que transcurrieron 4 millones de años para que la vida
(•) Editorial Nueva Hispanidad, Buenos Aires, 2002, 134 págs.
693
Fundaci\363n Speiro
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
al fin haya encontrado su punto exacto? Como dice Chesterton,
el paso del tiempo "dispensa
de pensar". Y Leguizamón nos hace
pensar honradamente.
Su obra tiene, además, la rara virtud de ser
muy amena y técnica al mismo tiempo, con un admirable orden
de ideas. De este modo nos hace ver que el mundo cientffico
puede muy bien tener su propia mitología, su propia fabulación.
Y, si no, véase el ejemplo de aquel fisico francés que, estando ya
consagrado -y jubilado-en el ámbito cientffico, en sus ratos de
ocio inventó y publicó
en revistas especializadas extrañas hipó
tesis entre la cuántica y
la antimateria, para que una vez logrado
el aplauso y la alabanza de sus colegas, si no el Nóbel, pudiera
decir que se había divertido mucho, pero
que lamentaba comu
nicar
que todo era falso. Con la biogénesis pasa algo parecido, se
hizo fama y se echó a
dormir. Necesitábamos un Leguizamón, que
además es
un excelente escritor, controla y domina magn$camen
te la tensión de su discurso, nos está hablando amigablemente y
con humor, y logra que nos devoremos en un rato su libro.
ROSA ELENA
694
Fundaci\363n Speiro