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Número 501-502

Serie L

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José María Pemán, La historia de España contada con sencillez

José María Pemán, La historia de España contada con sencillez, Madrid, Homo Legens, 2012, 446 págs.

Este libro de Pemán me parece capital para estos días que vivimos. En los que poquísimos conocen la historia de nuestra patria. El ilustre escritor quiso escribirla con sencillez y en verdad lo ha conseguido. Además la escribió desde su arraigada fe y el amor a su patria. Con lo que le salió un libro espléndido para llenar las inmensas lagunas de conocimiento histórico de los españoles de hoy. España ha llenado los siglos con una historia gloriosa y Pemán da fe de ello. En un libro que no es para eruditos sino para los millones y millones, víctimas de la Logse, que ignoran nuestro ayer. Mal enseñado a algunos y ni siquiera enseñado a otros.

El libro es apasionante, como lo es nuestra historia, está escrito con pluma agilísima, y se lee con suma facilidad. Y es recomendable para un público amplísimo. Yo, deudor de un excelente bachillerato, lo leí con provecho en mi adolescencia, mis hijos aprendieron en él bastante más que lo que se les enseñaba en sus colegios. Que, por otra parte, estaban elegidos con cuidado por nosotros. Y ya alguno de mis nietos lo ha leído.

Recomendabilísimo pues a los padres que quieran inculcar en sus hijos el amor a España y el orgullo de ser españoles. Y más si cabe a aquellos que viven en regiones en las que o no se enseña la historia patria o se la denigra. Sumamente importante para que las nuevas generaciones conozcan la historia de su patria. Y también de enorme utilidad para todos aquellos, de más edad, que o han olvidado mucho de lo que en su día estudiaron o tal vez ni lo llegaron a estudiar.

Nada farragoso, muy ameno, Pemán ha sabido quintaesenciar lo básico despojándolo de erudiciones que distraerían y harían enojosa la lectura. Sólo no se lo recomendaría, por superfluo, a un catedrático de historia de la Universidad. Al menos de la Universidad que yo frecuenté. Que en la de hoy, vayan ustedes a saber.

Alguien, no recuerdo ahora quién, sostenía, con toda razón, que los maestros tenían que enseñar deleitando. Eso es lo que ha conseguido José María Pemán con este libro que hoy vuelve a los anaqueles. Lo recomiendo de todo corazón. Concluyo con una recomendación a las madres, esas madres admirables que saben sacar tiempo de donde no lo hay, o sólo lo hay ya en su breve y merecido descanso, que lean el libro al tiempo que sus hijos, al ritmo que lleven ellos. Y con ellos comenten la lectura. El aprovechamiento, recíproco, se multiplicará. Claro que los padres también podrían y deberían hacerlo. Con enriquecimiento mutuo. Pero ya a estas alturas de mi vida me fío muchos más de ellas. Siempre disponibles, siempre abnegadas, siempre admirables.

Francisco José FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA