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Número 351-352

Serie XXXVI

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Presentación del libro ¿Después del Leviathan?

PRESENTACION DEL LIBRO
¿DESPUÉS
DEL LEVIATHAN?
El pasado día 13 de febrero, en la coqueta y rancia Biblioteca de
la «Gran Peña», se presentó el último libro de Miguel Ayuso, bien
conocido de los lectores de Verbo, pues no en vano es uno de los
colaboradores más constantes al tiempo que secretario de su redacción.
Juan Valler de Goytsolo y Luis González-Iglesias, al frente de Funda­
ción y Editorial Speiro respectivamente, presidieron el acto, que
congregó a un nutrido grupo de amigos y que resultó tan lucido
como grato. Oficiaron la presentación José Javaloyes, Cruz Martínez
Esterulas y Alfredo Sánchez Bella. Finalmente, el autor, dio las
gracias.
José
J avaloyes, subdirector de ABC, destacó en una tersa interven­
ción el carácter marmóreo de la obra. Se trata, vino a decir, de un
libro construido impecablemente en torno de un eje de proyección
-retrospectiva, perspectiva y prospectiva-y en el que se desgranan
un conjunto de consideraciones personales muy agudas arropadas
en el acervo de la teoría política más cotizada. También subrayó
cómo, sin embargo, a
su juicio, algunos de los presupuestos del
Estado
que el autor da por tambaleantes, cuando no por cancelados,
resultan poco menos
que insustituibles en el actual estado de evo­
lución
del mundo. Así pues, desde un no disimulado disentimiento,
elogió no sólo la honradez sino también la finura que destilan todas
y cada una de sus páginas.
El
ex-ministro Cruz Martínez Esteruelas, presidente de la Fun­
dación Tomás Moro, comenzó su turno evocando los años de su
formación barcelonesa en la ca!Ie Lauria, sede de la revista Cristiandad,
de la mano del padre Ramón Orlandis y Jaime Bofill. La lectura
del libro de Miguel Ayuso -- ojos aquellos
tiempos, no sólo porque algunos de sus continuadores
Verbo, núm. 351-352 (1997), 181-183 181
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JOSEJOAQUJN JEREZ
salten a veces por los pies de sus páginas -como en los casos de los
profesores Canals y
Forment-, sino también porque la orientación
del ensayo
se instala en una escuela rigurosa y neta, la del pensa­
miento tradicional y aun tradicionalista español. A continuación,
en
una valoración general, destacó cómo se trata de una obra acaba­
da y sintética, que agota prácticamente la materia. Para los que
trabajamos estos temas
-añadió--, y yo estoy ultimando un libro
precisamente sobre
La agonía del Estado, muy próximo a este ¿Des­
pués del Leviathan?, nos produce la sensación de que Miguel Ayuso
nos ha dejado sin tema,
y sólo nos gustaría haber escrito muchas de
sus páginas. Terminó su
muy cariñosa intervención salteando al­
gunos de los temas que aborda el libro y espigando algunas de las
soluciones que aporta.
Finalmente, el también ex-ministro Alfredo Sánchez Bella, co­
mentó en un discurso colorista, profuso y brillante algunos de los
temas y soluciones, pero enfocados desde la actualidad política.
Destacó cómo
su autor ingresa por derecho propio en la no excesiva­
mente
nutrida nómina de los politólogos de mérito. Elogió la tarea
que
Verbo-a la que no dudó en calificar como la revista más intere­
sante de
España-y Speiro llevan adelante desde hace treinta y
cinco años. Y animó a Miguel Ayuso a dar el salto hacia la concreción
en la realidad hodierna de las ideas que vierte en el libro.
El autor comenzó «no sólo con
un párrafo de gracias, sino con
·un entero capítulo de agradecimientos». En primer lugar,
ala «Gran
Peña», que siempre acoge estos actos con delicadeza, agradecimiento
que personalizó en el marqués de Selva Alegre y en José Crespo. En
segundo término, a Speiro,
que lo· ha dado a la estampa, editorial
con la que no tiene relación comercial sino espiritual y apostólica,
pues participa de su finalidad de difusión del derecho público cristiano.
A continuación a los presentadores: «A Pepe Javaloyes, cultísimo
periodista e inmejorable compañero de viaje "a orillas del Voljov".
Una vez más, gracias, por tus atenciones, y hasta por tu disentimiento,
pues formado como he sido en una escuela contundente y sin contem­
placiones siempre he creído
-con Louis Veuillot-que "el temor
de dejar
de ser amable no debe llevarnos a dejar de ser veraces". A
Cruz Marrínez Esteruelas, del que
se elogia siempre su cabeza, pero
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CRONICAS
hoy se hace patente la grandeza de su corazón. No en vano la escuela
tomista de Barcelona a que aludía, siempre ha destacado que la
tesis fundamental del tomismo rectamente entendido es "sapientia
cordis". A Alfredo Sánchez Bella, siempre
en activo, que desconoce
lo
que es la situación de reserva, y que no contento con ello pretende
lanzarme a nuevas empresas,
como si no tuviera bastantes. Gracias,
pues, siempre,
querido Alfredo». Finalmente, al público, pues sin
lectores no hay libro, y como cada libro
-se ha dicho-es una
carta dirigida a cada uno de los lectores, no son nunca unívocos,
sino plurales.
Tanto más el presente, dijo a continuación, «que
tiene para
mí muchos rincones», pues articula en forma orgánica
materiales vertidos
aquí y allá-en los últimos años.
Repas6 luego el autor los cinco niveles en los
que se analiza la
crisis del Estado: la quiebra de
la soberanía, el pretendido retorno de
la sociedad civil, la reconsideración del papel económico del Estado,
el desencanto respecto
de los mecanismos políticos dominantes y el
desfonclamiento pluralista. Para, a continuaci6n, buscando la solución
en «otro» plano del
que suele presidir la consideración de la intelli­
gentzia
dominante, observar la operatividad en esos niveles de los
que
se pcxlrían calificar como «signos contradictorios», contraatacando
con rúbricas tales como la recuperación moral, la revitalización so­
cial, la reorganización política y
la refundación nacional, y conclu­
yendo con una reflexión sobre la dificultad de aprehender la coyun­
tura no sólo política sino de alguna manera espiritual del presente.
«Cuando hay
un eclipse todos estamos a la sombra», dijo uti­
lizando palabras de Charles Péguy. Esto determina la necesidad de
recuperar la zona soleada del razonamiento, exiliado a las
brumas
por la filosofía moderna, y que no termina de clarear entre los relám­
pagos
de la postmodernidad. Para lo que, no hay otro remedio, es
preciso abrir los ojos a la luz, a esa luz verdadera-según el comienzo
del Evangelio
de San Juan-«que ilumina a todos los hombres
que vienen a este mundo», a esa luz verdadera que --como en el
Cántico
de Zacarías-ilumina «a los que viven en tiniebla y en
sombra de muerte».
JOSÉ JOAQUÍN JEREZ.
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