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Número 205-206

Serie XXI

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I. El mayor peligro para el mundo occidental. II. El Estado socialista es la vaca aseguradora y devorante, dice Gustave Thibon. III. Enseñar no es asunto de Estado

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
l. EL MAYOR PELIGRO PARA EL MUNDO OCCIDENTAL.
L'EXPRES del 22 de enero de 1982 publicó el artículo de Alexan­dre Soljenitsin, POLONIA, LA LECCIÓN PRINCIPAL. Trantándola, comienza por recoger y analizar las explicaciones en que han abundado en la
opinión pública más generalizada:
«La explicación más elemental apela a la injerencia extran­
jera.
ejercida por el Kremlin constituye una explicación suficente, entonces ni el Ejército soviético. ni aun los chequistas
soviéticos
que

actúan bajo presión, son responsables de ello. Y nosotros,
emigrados de la Unión So.viética, tampoco tenemos responsabi­
lidad
alguna, puesto

que el Kremlin también nos ''ha forza­
do" .

. .
desdl'J 1918,
por medio de la checa, de ejecuciones, hu­
diendo botes llenos de personas vivas, exterminando a pobla­
ciones en proporciones que la historia mundial todavía desconoce.
»Objetivamente podemos señalar que el Kremlin, en una
primera época, recurrió igualmente a
llllB fuerza externa: los
miles de prisioneros de la guerra de 1914 a quienes se permitió
hacer su ley en un país extranjero.
Es cierto que al comunismo
no le repugna apoyarse en una fuerza exterior, pero es indigno
e ilusorio quedar satisfecho con esta explicación. Si el comu­ nismo se ha consolidado en Rusia, Cuba o Etiopía, es que ha
enco~tr:ado la

suficiente cantidad de voluntarios en esos países
para que cumplieran con el trabajo de verdugo
y porque el
resto de la población no supo resistirse a ellos. Y todos son
responsables, ·todos, con excepción de quienes murieron ofre­
ciendo resistencia.
»El Kremlin

ha presionado; pero, ¿por qué Jaruzelski, la
milicia polaca,
el Ejército pÓlaoo, han obedecido todos? ¿Cómo
se han encontrado tan pronto con medio millón de -ejecutan•
tes? Entre las cuarenta lecciones que menciono al · principio,
la de Polonia ofrece una nitidez particular,
ya que nos halla­
mos en
presencia de

una nación ejemplar por su homogenei-
629
Fundaci\363n Speiro

dad, su unidad, su integridad, de una nación tan fuertemen­
te cimentada por
el sentimiento nadonal y religioso que se
llegó a creer que nada podía dividirla. A pesar de ello, ha dado el número necesario de ejecuntantes comunistas. De
entre estos polacos que hoy están indignados, quizá algunos par­ ticiparon, en 1945, en la
.exterminación del

Ejército nacional.
Del mismo modo, entre las víctimas de la Praga de 1968 nos
encontramos con un buen número de personas que, en 1954,
se entusiasmaron-

con la edificación del comunismo
·y que
se
burlaron de los que huían abandonando
la Unión Soviética».
y sigue, enfocando la RAÍZ DEL PELIGRO;
«Esta es la lección: el peligro que amenaza a la humanidad
del siglo
xx no
procede de un país determinado, de unos diri­
gentes en

particular, sino del mal universal que representa el
comunismo. Hace sesenta y cinco años que el comunismo pro­
sigue prácticamente
sin estorbo

su marcha triunfal por el mun­
do, y no hay una sola nación en Europa que· no esté dispuesta
a darle el número necesario de verdugos para sometérsele
luego. Tomemos el ejemplo
de la

República Federal de Ale­
mania hoy: está arrodillada, o casi, ante· el comunismo sin que
sea necesario acudir
a. los

mandos de la República Democráti­
ca Alemana.
¿ Y Francia·? Hace tiempo que un partido, al que
votan millones de electores, actúa a pleno sol sin esconder su intención de poner a disposición del comunismo mundial los
mandos que necesitará. Y se encontrarán con
más, muchos

más
que en Polonia, en países como Italia, España., y· Gran Bretaña. El hecho nuevo no es el
''forzar"' del K.remlin, es

la no pre­
paración de una humanidad
demasiado débil

para oponerse
al
comunista que supera y desafía a la .inteligencia. El hecho te­
rrible no es la
•1presión" del Kremlin .. sino que todos nosotros,
en razón de nuestra debilidad espiritual, nos déjamos hundir en el foso que el comunismo nos ha· preparado».
El autor lamenta esa actitud inoperante:
630
«Resulta, fácil expresar tardías simpatías por Polonia, esperar
ardientemente que los polacos se desembaracen de nuevo del
yugo para impedir al
com1mismo que

prosiga su ruta hacia
Europa. Pero,
¿por qué en

-1946, los aliados occidentales em­
pujaron a Polonia (y
a Bulgaria

y Rumania}
h8.cia el
comunis­
mo?
¿ Qué elemento nuevo hay en la ocupación de Afganistán
Fundaci\363n Speiro

si Trotski, en la cu~re" del poder, ~cdhió explícitamente· que
"el acceso a Berlín .. pasa: por Afganistán", ·si Lenin, en Suiza,
había previsto en su
programa de
1915 la entrada en la India
de
su ejército revoiucionario (

que todavía no existía}
?
»Sí, el comunismo mundial representa siempre una fuerza
externa con relación a· cada nación.
La lección polaca adquiere
un especial -.relieve .por.que
·inclqso. Polonia,
con su pasión por
la libertad, con el impulso de
todo s-u

pueblo hacia la indepen­
dencia, ha conocido
la derrota. Ninguna nación occidental ha
acumulado
tal capacidad·
de resistencia. El diciembre polaco
suena como una marcha
fúriebre· para

esa Europa que, de 1917
a 1982, no
ha sabido cooiprender la natllraleza del peligro que
la,
amenaza».
También le preocupa ese cierto optimismo que -e~ el mundo libre
se observa

respecto a un declive de la ideologta comunista:
la ilusión de que
•·11a ideología comunista ha muerto" que ha
sufrido una derrota. Pero ésta
flamea todavía lo bastante como
para conquistar el mundo entero y
todó conduce.

a ello. Breznev
y Jaruzelski no son
los únicos

que
tie-µen la

responsabilidad
de los acontecimentos polacos, sino que la comparten ·con Teng
Hsiao Ping, Poi Pot, Castro, los
dirigentes de Nicara@'.ua, Mar­
chais

e incluso Berlinguer
y' Carrillo, t-aínbién con
ellos, aun­
que protesten

públicamente; Es su
ideología .
la
qu~ con su pe­
sada marcha, aplasta. a Polonia,
y; co'nfésémoslo.-' tatnpoco es
extraña pa·ra los socialistas, aunque· protesten con vehemencia.
»La ideología

de todo socialismo está basada en
·el poder
coercitivo

del Estado.
· No

nos engañemos. Solidaridad se ins­
piraba
u·o en

el socialismo
sino· en

el cristianismo.
¿ Está muerta
esa ideología? Antes
de morir

tendrá tiempo de demoler, de
conquistar todo Occidente y de digerir su sangre-. La ideología
comllnista es

una fuerza metafísica contra-ria a la naturaleza y
actúa a pesar de las leyes físicas, económicas· y sociológicas. En
vez de
morir, como

debería, triunfa gra·cias a la debilidad de
Occidente.
La ideología cofuttnista· · · eS todavía ta paz de sobre­
vivir a
la Unión Soviética y a la China, comunista, porque ha­
llará

en el mundo una tierra
qn_e la nutra».
631
Fundaci\363n Speiro

Las realidades de los hechos no creen que tampoco compartir aquel
optimismo y
si muestran cuál es la CONFUSIÓN ESPIRITUAL DEL PACIFISMO:
«Hace sesenta y cinco años-, uno - tras otl'o, mes tras mes,
que Occidente hace inclinar su balanza del mismo lado para
caer
y someterse. Varias generaciones de europeos se abando­
naron a
la comodidad, mientras al este del Bug se mataba y
exterminaba a millones de semejantes. Hoy, del mismo modo,
los pacifistas europeos, en su confusión espiritual, se muestran
contl'arios a

una Norteamérica que parece inclinada a resistir.
Europa no
quiere contar

con sus propias fuerzas
y coloca to­
das sus esperanzas en un milagro venido del exterior,
en el
éxito brnmoso

de las conversaciones con los comunistas. Pero
el milagro no les cae en suerte a las almas descarriadas. Las conversaciones con los
comunistas no

han sido nunca fecundas
para Occidente
y siempre se han saldado con derrotas (con dos
excepciones aparentes, la de Austria que se benefició de un
gesto personal de Kruschev,
y en el caso de la prohibición de
experimentos nucleares
en la

atmósfera que traduce una
reac­
ción de defensa del planeta).
»Desde Génova, en
1922, pasando por Yalta y Helsinki, y
en las
que se celebran actualmente en Ginebra, las conversacio­
nes sólo han servido para engafiar a Occidente, para garantizar
el éxito
-del comunismo. Vanas son,

pues, las esperanzas actua­
les. La democracia occidental se agarra con dos manos a ilusio­
nes. Es ser
ciego creer efectivas las conversaciones con un ad­
versario sin piedad, sin corazón, cuando la debilidad de Occi­
dente -resultado
de tres siglos de evolución europea- reside
en_
sus mismos fundamentos. La sociedada occidental tal cual
se
manifiesta hoy,
cada vez más consumidora, más reacia
al
trabajo, hedonista, destructora de la familia, tentada por la dro·
ga,
atea, paralizada
por el terrorismo,
ha agotado su energía
vítal, ha

perdido su salud espiritual. Tal cual
es en este mo­
mento, la sociedad occidental no puede sobrevivir.
Y el socia­
lismo, lejos de
ser una solución, no es más que otra forma del
mismo mal».
En suma, después del diagnóstico, emite su pronóstico:
632
«Los pueblos sometidos seguirán rebelándose y consiguiendo
ocasionales éxitos que
pagarán con
su sangre, pero si Occiden­
te sólo confía en ello, como hace hoy, corre hacia
su perdición.
Fundaci\363n Speiro

Las esperanzas de cualquier ser vivo en este mundo sólo pue­den ser de orden interior: fortalecer el propio espíritu, exaltar
los auténticos valores de
la vida».
II. EL ESTADO SOCIALISTA ES LA VACA ASEGURADORA Y DEVORANTE, DICE
GUS'TAVE T'HIBON.
Con ocasión de este recorte. saludamos al nuevo diario francés
PRESENT que nuestros amigos de ITINERAIRES han puesto en mar­
cha. De él son los recortes que a continuación vamos a traducir.
Co­
rresponden

a dos entrevistas de
Ives Daoudal con nuestro admirado
amigo Gustave Thibon en el
Ard~che, en

medio de los viñedos que
dominan el valle del Ródano debajo de Bourg-Saint-Andéol, con vistas
a lo lejos de Mont Ventoux. ¡Bella perspectiva!
desde la

casa de cam­
po de Gustave Thibon, campesino no sólo de profesión sino por su
realismo arraigado en una auténtica tradición de la tierra.
La primera

entrevista apareció en el número 1 de
PRESENT, co­
rrespondiente al martes 5 de enero de 1982,
y la primera pregunta,
formulada de Daoudal, se concreta en
la interrogación de si el socia­
lismo ha cambiado de faz, Thibon
'responde:
«No creo que el socialismo haya verdaderamente cambiado
de rostro. Tampoco creo que el socialismo sea el
mal absoluto;
sobre todo es un tópico. En el
curso de

los siglos
XIX y XX
bajo la forma de sindicalismo llegó a mejorar la suerte de ]a
clase obrera.
Si pudo mejorar en parte fue debido por la pre­
sión de los socialistas que estimulaban al patronato. Pero
gran
parte

fue gracias al progreso de la técnica que permitió aumen­
tar la· productividad e incrementar desmesuradamente la can­ tidad de los bienes producidos,
lo que permitió una amplia
participación del asalariado en la riqueza nacional.
Si existe un
axioma absoluto de la economía,
éste es el de que no se con­
sume sino lo que se produce. Hacer pagar
a, los riros me ha
parecido siempre una utopía. Es siempre posible en una socie­ dad que, justa o
injustamen~ se

privilegie a un pequeño nú­
mero respecto de la mayoría, pero no es posible privilegiar a la mayoría a costa de un pequeño número».
Daoudal le pregunta seguidamente por la diferencia que existe en­
trt: utopía e ideal:
«... La utopía es simplemente el ideal irrealizable que no
es cónforme

a la naturaleza humana» . . .
< ideal de la utopía es qoe el ideal,
si bien

no se
aleanza jamás
633
Fundaci\363n Speiro

-no se cogen las estiellas-puede nno aproximarse a él tanto
más cuanto más pasa

el tiempo.- Yo no creo en el mito del
progreso, pero haciendo esfuerzos,
·a través

del tiempo, puede
llegarse
a ser un poco menos indigno del propio ideal. En
cambio, lo propio de la 1:1topía es, _ql!e se nos aleja en la mis­
ma medida en que se fa quiere encarDar en los hechos y ·apro­
ximarse a

ella. Por ejemplo, el cristianismo ha sido
un ideal
desde
el principio.
Y, seguidamente, aclara el significado de la palabra ideal:
«... El hombre puede aproximarse sin realizarlo completa­
mente. Ved lo que el cristianismo produjo en la Edad
Media,
en

particular los.
monasterios~ las ohtaS de caridad, la santi­
dad... En
cambio, el ideB;l socialista,

en
-Ia medida

en que se
le ha querido encarnar, se
ha alejado. En otras palabras, ha
resultado _ exactamente lo contrario de .. lo que se había prome­
tido, como se ve en los países totalitarios.· En
partic:ular en
cuanto

a pan
y_ la libertad: no se .tiene bastante: pan y no
hay en absoluto libertad. Es el fracaso,
la quiebra económica
y la quiebra· espiritual.
»... Querer realiz~r una sociedad perfecta, absolutamente
perfecta, es

perfectamente ridículo.
Es por algo que Tomás
Moro llamó 11topía, es decir,
ninguna· parte, al país donde la
sociedad era
· casi

perfecta. Existe, sí, el socialismo utópico que
presupone una especie de perfecci<,n de
_· la naturaleza·

humana
y que se prOpone ~a eliminación iotal del mal poi' las leyes y
por lOs reglamentos, y no por la mejora interior. J Bien podréis
cambiar las leyCS y los reglamento~; pero, si los hombres con­
tinúan siendo malos,

el
m~l .renacé~á bajo

una forma distinta,
como siempre se
ha visto en la historia! Según dice un pro­
verbio italiano:
"El. lobo cambia de piel pero no cambia de
vicio">.
Continuando la entrevista, Daoudal recuerda que desde que las
ideologías políticas han sustituido a la religión se advierte el prurito
de modificar la sentencia evangélica, dicha
por Cristo

"lo que es im­
posible a los hombres es posible a Dios";
por otra

nueva
''lo que es
imposible a los hombres es
po~ibl~ al

Estado".
Thibon responde:
634
« ... Exactaniente es así. Es la ·gran desveritura del socialis­
mo tal como hoy
es· vivido,

presentado bajo
lá égida
del
Es­
tado,

lo que origina'
-qué ,-

se cónvierta rápidamente en totali-
Fundaci\363n Speiro

tario» «Se transforma un pueblo que era antes un pueblo
libre, en

un pueblo de suplicantes y de mendicantes
. ~l
Estado».
Thib9n insiste:
. . . Como el Estado no puede dar f!ino lo que toma, para
poder distribuir es preciso que él succione; y los organismos succionadores, los organismos
redistribuidore~ cuestan

muy caro.
Es, pues, necesario tomar más de lo que se da y beneficiar
a un atajo de incapaces y parásitos. Me atrevería incluso
a de­
cir

que la lucha esencial no es
verdadera~ente entre
el capital
y el trabajo sino entre el trabajador y el parásito. Entre tra­
bajador en todos los grados y el parástito
igualmente en
todos
los grados.
»¿Es decir?».
« •. ,. Y bien, ·de una parte vemos los industriales que se ma­
tan trabajando y, acribillados de impuestos, apenas llegan a so­
brevivir
y no pueden ya dar tra~jo a más asalariados. Por
otra parte, los especuladores nacionales, incluso los internaciona­
les, llegan

a
_ganar lo que quieren

previendo las
devoluaciOlles,
por

ejemplo. Todo el mundo
sabía, en mayo de este año, qó.e
el franco iba a ser devaluado; así es fácil especular, es el capi­
tal que no aporta ningún bien a la colectividad,
que no
pro­
duce nada y que jugando
a la

bolsa llega: a resultados fructí­
feros . • . Se favorece el parasitismo a todos los niveles desde el
mal rico hasta el mal pobre que es el para-do artificial. El Es­
tado
es la vaca que
era a la vez :aseguradora y devoradora,
como ella
lo toma todo o casi todo se prefiere estar al lado
de su ubres que al de sus dientes».
III. ENSEÑAR NO ES ASUNTO DE EsTADO.
La segunda entrevista, aparecida en el número 2 de PRESENT del
6 de enero de 1982, la comienza
Yves Daoudal resumiendo:
«Vuestra crítica del socialismo se dirige, de_ una parte, a,l
hecho

de_ que es utópico por el
desconQcimiento del
pecado ori­
ginal y, de otra parte, que lleva a- una .extensión del papel del
Estado, cuyo
fillal es

el totalitarismo ...
»
635
Fundaci\363n Speiro

Y pregunta lo que lhibon piensa del papel del Estado en materia
de
enseñanza.
La

respuesta del
entrevistado es:
c.... Considero que el Estado no tiene por qué ejercer el mo­
nopolio de la educación en ningún grado. ¡
Es una aberración!
Esto na le compete. Debería fiscalizarla en el plano de las cos­
tumbres y de la higiene, como él hace con la familia (retira a
los niños a
los padres indignos,

por ejemplo). Pero,
él, no
tiene por
qué sustituir a la familia. La parte de los impuestos
destinada a la instrucción pública debería servir
pa,ra subven­
cionar

la escuela escogida por las familias
y atendidas sus ne­
cesidades

con la mayor libertad para las familias. En
los Es­
tados Unidos el número de universidades privadas es
enorme,
y funciollan con

muy buenos resultados.
Se ha dicho: demasia­
das universidades privadas, para tener alumnos regalarán
los
diplomas;

pero ésto no es verdad porque, si comienzan a re­
galar títulos, no
se encontrarán

empleos suficientes con los di­
plomas de estas facultades
desvaloriz~das. Las

universidades
americanas son muy severas al adjudicar los
títulos».
Recuerda Daoudal que, con la creación de cajas privadas de segu­
ridad social, las .cotfz:,aciones se han rebajado en Chile un 8 %.
Thibon prosigue:
« ... Los Estados Unidos no están completamente erosionados
aún porque no tienen Seguridad
Social. Allí, uno puede ase­
gurarse

por loe sindicatos pues no están politizados; y, a menor
escala, hay mutualidades, sociedades de seguros privados,
tal
vez más caras pero que controlan perfectamente las enferme­
dades.
Se conocen, se ven. Esto no es como nuestro sistema,
completamente ·anónimo en donde los gastos crecen en propor­
ciones vertiginosas y
se favorece la venalidad de ciertos miem­
bros del cuerpo médico ...
»
Daoudal sigue interrogando:
636
«Ha escrito: ''La libertad económica es el soporte material
de
todas las libertades". Pero
ha criticado también el liberalis­
mo del zorro en el gallinero; y usted dice:
''Hace falta dotar
de

una dirección a la
libertad". ¿Podría precisar

lo que en­
tiende aquí por esa dirección
»
Fundaci\363n Speiro

En su respuesta dice Thibon:
« ... De una parte, la libertad económica es la primera de las
libertades por la clara razón de que hace falta ante todo co­ mer
y, como dicen los rusos, quien tiene la llave de la despen­
sa, tiene también
la llave de las conciencias. Y de otra parte,
es muy cierto que el liberalismo absoluto conduce a la servi­
dumbre del más débil al más fuerte. La economía debe ser
controlada y ésta debe ser precisamente la tarea del Estado;
pero no para impedir la libertad económica, sino para impo­
ner ciertos límites a esta libertad, del mismo modo que tene­ mos libertad para circular por la carretera, respetando el códi­
go, sin producir embotellamientos ni colisiones, hay ya códigos
comerciales, pero esto debería ser ampliado bastante
y debiera
constitriir el papel esencial del Estado o, por lo menos, de una
instancia que estaría más allá del Estado, como pudieran ser
los tribunales, porque los tribunales siempre son preferibles a
los arreglos de cuentas individuales. Debería haber un arbitra­
je que pusiera fin a las concurrencias desleales (que los países
con bajos salarios ofrecieran
las mercancías

a mejor precio,
es una competencia desleal). Debiera haber también una adap­
tación de los salarios a la
productividad».
A la pregunta de si la libertad debe ser educada, responde Thibon:
«Todas las libertades deben ser educadas. El hombre no
nace libre. Nace con la semilla de la libertad.
-·Del mismo
modo
que tampoco nace conociendo el latín o el griego, nace con la
posibilidad de conocerlo; pero tiene la necesidad de alguien
que se lo enseñe. La libertad debe ser educada por un con­
junto de disciplinas y la accesis que permiten a las mejores facultades del hombre que elijan. Pero, es preciso ayudar a
escoger. Es preciso esclarecer, son necesarias constricciones ante
la libertad. No se es
jamás libre

en el sentido de tener una
in­
dependencia absoluta, se obedece siempre a alguna cosa. Si se
obedece a los instintos, a los impulsos, como ahora se dice, se
es esclavo, no se es libre. Ser libre es obedecer al espíritu, a
lo que se tiene más elevado,
a lo que se tiene mejor».
«... Convendrá hacer intervenir -apunta Daoudal- la no­
ción de responsabilidad.
». .. La noción de responsabilidad me parece absolutamente
capital» . . .
«la etimología
que da Littré es
res sponsus, casado
a la cosa. Si uno está casado con la cosa, debe atenerse a las
637
Fundaci\363n Speiro

consecuencias del matrimonio... Se está casado para lo mejor
y para lo peor. Es preciso que el choque de un acto, el cho­
que de retorno
recaiga sobre
nosotros y no sobre los demás.
Es muy cierto
que un

ideal igualitario, socialista, llámele
como
usted

quiera, democrático, tiende a diluir la responsabilidad
hasta el
infinito del

mal, es decir, a destruirla. Responsabilidad
y libertad son correlativas. Cuando el sicólogo Frankl llegó a Estados Unidos
y vio la estatua de la Libertad, eil el puerto de
New York, dijo a los americanos: "Deberíais, para mantener el
equilibrio, levantar una estatua a la Responsabilidad
eri la

costa
del
Pacífico"».
A la última pregunta de si éstoS son los dos polos de la educación,
responde afirmativamente:
638
«... es preciso colocar al niño en condiciones tales que las
consecuencias de sus actos recaigan en él bastante deprisa. Por
eso hay
que confiarle

pequeñas responsabilidades en todos los
grados, que él no te:nga nunca la posibilidad de hacer cualquier
cosa sin que nunca le ocurra nada. Y cuando se dice que si el
niño no comprende se le puede traumatizar . . . ¡Pamplinas!
Como siempre digo, si el niño mete la mano en el fuego, se
quema y el
fuego no

le _ explica por qué quema. Pero él sabe
que quema y ya no vuelve a meter la· mano. La vida debería
ser un poco como esto. Asumir
l1:1s consecuencias df!l los

propios
actos.
¡He ahí

la educac:ión de la libertad!».
Fundaci\363n Speiro