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Número 239-240

Serie XXIV

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«Romanticismo y democracia» vistos por Vegas Latapie

"ROMANTICISMO Y DEMOCRACIA" VISTOS POR VEGAS LATAPIE
POR
FRANc1sco CANALS VmAL
Mi homenaje a la memoria de Eugeuio Vegas Latapie, que
quiero centrar de modo especial en su personalidad de pensa­
dor político católico, la concreto para ello en el
rééuerdo de

una
de aquellas obras que, todavía en plena juventud, revelaron en
él una vasta cultura, un pensamiento profundo y originario y
una actitud valiente y
orientadora.
Presentado

en octubre de
1935 a la Academia Nacional de
Jurisprudencia, publicado al año siguiente, casi en vísperas del inicio de la Cruzada de 1936, en
Acci6n Española, apareoió como
libro en 1938
(Cultura española, Santander). Es hoy una obra
cuya lectura resulta más que nunca aleccionadora y estimulante.
Eugenio Vegas no ve en el romanticismo algo referente a
un estilo o escuela literaria, ni siquiera solamente un hecho
cul­
turaJ.
Su

obra, que se despliega en el análisis del romanticismo
politico y jurídico y en un fundamentado juicio sobre la
co­
nexión

esencial entre romanticismo y democracia -entendida
ésta obviamente en el
significado moderno,

es decir, revolucio­
naria del
término-penetra

en el fondo de aquella actitud
hu­
mana

que se desplegó en muchas dimensiones y se expresó tam­
bién
. en

los característicos estilos literarios y artísticos en los
que muchos ven lo esencial del romanticismo, cuando son sólo
expresiones derivadas de aquel fondo al que atiende nuestro
pensador.
El romanticismo es, en esta perspectiva profunda, aquella
actitud humana a que llega
al hombre europeo como consecuen-
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FRANCISCO CANALS VIDAL
cia de las quiebras en el orden de sus relaciones a Dios y a
los otros hombres en cuanto fundadas en el orden querido por
Dios.
El Renacimiento, por su
antropocentrismo y

la reforma pro­
testante, por su ruptura de la unidad de la Iglesia y su ata­
que a
. la· autoridad

en ella divinamente
estl!blecida, son
así los
precedentes remotos de un momento o etapa de crisis de la
civilización occidental cristiana que tiene como antecedentes más
inmediatos el deísmo, el filosofismo y
el enciclopedismo; 'lUe
destruyen durante el siglo xvnr «las energías espirituales, las
raíces
-de la fe religiosa y las razones fructificativas del orden
real existente»,
El enciclopedismo no es todavía el Romanticismo, precisa­
mente porque éste se caracteriza por su esfuerzo por llenar un
vacío causado por aquél. De
aquí el

engaño de quienes conside­
raron el propio Romanticismo como algo movido por un impul­
so cristiano y espiritualista, engaño fundado en
el hecho de que
el Romanticismo se presenta como una actitud pseudorreligiosa
y mitificadora de anhelos humanos, frustrados en el siglo XVIII
por la descristianización de la cultura europea.
Saltando por
encima de

apatiencias, Eugenio Vegas sostie­
ne las tesis que ven en
el Romanticismo algo fundamentado en
la creencia en la bondad natural' del hombre y en la correlati­
va negación del
pecado original

y la necesidad de una Reden­
ción trascendente

y sobrenatural. El Romanticismo, que se ex­
presa en rebelión del sujeto, del sentimiento, del instinto y de
la espontaneidad es, en el fondo, una actitud de antropocen­
trismo que propugna la autosalvación, la autorrealización de la
plenitud
h{!mana por

las solas fuerzas del hombre.
De aquí que los pensadores
y litetatos, los políticos y los
juristas del Romanticismo, coincidan por modo
maniqueo como
opresión y

tiranía, el
orden, la

ley
y el recto ejercicio de la
autoridad. De aquí,
también, que el mismo autor en que se
contiene radicalmente, lo más esencial del Romanticismo, Juan
Jacobo Rousseau, sea también quien pone en marcha la co­
rriente de

ideas de que se nutre
la moderna democracia y todo
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«ROMANTICISMO Y DEMOCRACIA» VISTOS POR VEGAS LATAPIE
el sistema de sus ideales éticos y educativos, por los cuales el
EstaJo moderno

ha sido el más eficaz agente de descristiani­
zaci6n y apostasía que se ha dado a lo largo de todos los siglos
de la hiotoria del mundo cristiano.
Eugenio Vegas puede así también realizar, acerca de la de­
mocracia moderna una crítica fundamentada,

que no la contem­
pla. ingenuamente como un sistema politico
que fuese

una legí­
tima opci6n para el cristiano, sino como
lo que es y ha sido en
realidad desde sus orígenes filos6ficos anticristianos: una con­
cepci6n del mundo íntima y radicalmente opuesta al orden cris­ tiano,
al orden narural queri lica

sobre
el origen divino del poder politico y las leyes dadas
por Dios mismo como norma pemanente de la constituci6n cris­ tiana
de las sociedades politicas.
Al
terminar estas líneas me atrevo a invitar a todos c_íuienes
las Jean, a una relectura de la obra de Eugenio Vegas. En el
actual momento de España y del mundo puede ser para muchos
un punto
de partida decisivo para el pensamiento y para la ac­
ci6n en las difíciles y arduas circunstancias en las que hemos
de defender, nuevamente, con mayor dificultad que
en el mo­
mento en que fueron escritas, las permanentes verdades a que
consagró todo el
esfuerzo de

su vida nuestro amigo querido e
inolvidable.
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