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Número 245-246

Serie XXV

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La «Weltrevolution» y el «Weltoktober»

LA "WELTREVOLUTIO:N" · Y EL "WELTOKTOBER"
POR
Mroum. PoRADOWSKl
La revolución marxista. comunista fue U amada die W eltre­
volution ( 1 ). Su finalidad es liberar al hombre de la fe en la
existencia de Dios y liberar a la humanidad del régimen social­
económico-político basado en la propiedad privada, pues .se trata
de llegar a la sociedad «comunista», la cual es atea, totalitaria y
absolutista, ya que,
en dla, se realiza la completa absorción del
hombre por la sociedad. El proceso sociológico. de esta revolu­
ción pasa por cuatro etapas, pues se realiza a través de un
cam­
bio

permanente, que empieza por la etapa
burguesa, pasa por
las etapas democrática y socialista, llegando a la etapa proletaria.
Esta revolución, sorpresivamente para todos, llegó primera­
mente a
la etapa proletaria en Rusia, en octubre de J917, de
ahí que esta primera victoriosa realización histórica .de la revo­
lución mundial marxista comunista (
die W eltrevolution) recibiera
el nombre
de W tiltoktober, es decir,. de «Octubre Mundial».
Este nombre ( el
W eltóktober) subraya que no se trata de un
acontecimiento que interese solamente a Rusia, es decir, que no se trata
de la «Revolución de Octubre», sino del. «Octubre Mun­
dial» y,

si es así, se trata de un acontecimiento que sobrepasa
las fronteras de Rusia y que es un asunto de todos los países del
mundo y

no solamente de Rusia, pues, si esta revolución es
«mundial» ( siendo la
. primera

realización
histórica de , la W el-
( 1) Parece que el primero que uso este término es ENGBLS en · su
«Catecismo
cómunistu (Kommunistische Kathechismus) de 1847, al cual
E. BERÑSTEIN cambi6 el título por Grundsetze des Kommunismus, co­
nocido én las traducciones ca'stellanas como «Principios de comunismo».
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trevolution, es decir, de la revolución marxista comunista mun­
dial)
y no «rusa», tiene que extenderse a todo el mundo.
No se trata del puro nombre «mundial», sino de su carac­
terística esencial, pues esta «mundialidad» no es algo agregado,
algo
de ·

que esta revolución podría deshacerse, librarse, que­
dando exclusivamente «rusa», sino que se trata de una carac.;.
terística esencial, sin la cual no puede existir. Por eso, pocos
días después del triunfo de la revolución -marxista en Rusia,
Lenin declaró que la
inm~diata extensión
de
ella a todo el mun­
do era la condición de su éxito en Rusia. Y no podía ser de
otta manera, pues, siendo
ella la primera realización histórica
de
la
Weltrevolution, es decir, de la revolución mundial mar­
xista comunista,
· también
tiene que ser. mundial.
Se trata de la así llamad.a «doctrina del
Weltoktober» (2),
formulada
por Lenin, la cual constituye la base de toda la po­
lítica de

la Unión Soviética, tanto de su política interior como
exterior. Según esta doctrina,
la finalidad de la existencia de
' la Unión Soviética es la extensión de la Revolución de Octubre
(del
Weltoktober) a todo el mundo, y no solamente en sentido
horizontal, como extensión a todos los
países, sino
también en
sentido vertical, como extensión de
ella a todas las culturas, a
todas
las ·religiones y, ante todo, a la Iglesia. Más todavía, la
extensión de esta revolución a la Iglesia, para destruirla radical-.
mente, es uno de
sus objetivos

principales, pues, sin previa
des­
trucción

total de
la Iglesia, esta revolución no puede llegar a
su completa
realización. Carthago delenda est; el comunismo
marxista es universal
y, por ende, no puede tolerar a su lado
la existencia de
.ningún otro poder ni civil, ni espiritual, ni po­
lítico, ni religioso, pues el poder comunista es total. La «doctrina del
W eltoktober» tiene tres puntos principa­
les, a saber:
l. La Revolución de Octubre (el Weltoktober) es la pri­
mera,
. victoriosa y plena realización histórica de la revolución
mundial marxista comunista (
de la W eltrevolution ).
(2) Véase al respecto: M. Po1tADOWSKI, La doctrina del «Weltokto­
ber», en la revista Seguridad Nacional, San~, Chile, núm. 24 (1982).
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
2. Siendo ella la realización de la W eltrevolution, tiene to­
das

las
características esenciales

de ésta
y, especialmente, el ca­
rácter de

revolución mundial.
3. Siendo mundial, no puede llegar a tener pleno éxito
antes de extenderse a todo
el mundo.
El mencionado tercer punto justifica, a los ojos de todos
los marxistas
(y no solamente a los ojoo de los habitantes de
la Unión Soviética), el
impetialismo' soviético,.
pues éste es mo­
tivado por
la necesidad de extender la liberadora ( ?) revolución
marxista
romunista (la Weltrevolution) a todo e1 mundo. En­
tonces, para los marxistas, este imperialismo adquiere el carác­
ter de mesianismo, pues se
trata de . cumplir
una gran misión
histórica para el hien
(?) de .toda la humanidad. Por otro lado,
a los ojos de los habitantes
d~ la Unión Soviética, esta aoctrina
justifica y explica todos los fracasos del comunismo marxista,
pues -les

dicen-
esti, régimen

no puede funcionar
exitosa­
mente

antes de extenderse a todos los
países del
mundo entero.
Basta reflexionar sobre estos principios de la «doctrina. del
W eltoktober», para darse cuenta de que ella no solamente jus­
tifica para los marxistas el imperialismo de
la Unión Soviética,
sino que también aclara que esta
nue1ra · realidad

geopolítica, des­
de octubre de 1917, se encuentra en estado de una guerra agresi­
va declarada contra todos los
países del

mundo
y, ante todo,
contra la Iglesia. Sin embargo, en este momento, sólo nos interesa
el hecho
de que, desde el mes
,de octubre

de 1917, en todo el mundo
actóan y se desarrollan simultáneamente los dos procesos re1ro­
lucionarios:
la
revolución mundial
marxista comunista (la
W el­
trevolution)
y la revolución bolchevique marxista leninista ( el
W eltoktober). ·
Cuando Lenin promulgó la «doctrina del Weltoktober»,
deseaba que esta re1rolución tomase el lugar de la revolución
mundial marxista comunista
(la 'Wéltrevolution) y, durante su
vida, esto fue completamente posible, pues casi todos los mar­
xistas de todo el mundo compartían este deseo de Lenin, identi-
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ficando ambas revoluciones (J). Sin embargo, al final de la vida
+ de Lenin aparecieron algunas dudas y temores al respecto, in­
cluso

en la
misma Unión
Soviética, lo que llevó· a algunos
co­
munistas

en Rusia a abogar por la creación de
la Cuarta Inter­
nacional, pues
sospechaban que la. Tercera Internacional, tarde
o

temprano, iba a subordinar los intereses de
la revolución
marxista comunista

mundial a
.los intereses

de
la Unión Sovié­
tica. Mas sólo después de la muerte de
Lenin se hizo obvio que
el
W eltoktober y la W eltrevolution no se identificaban comple­
tamente, a pesar de
lci cual los trotskistas, hasta la expulsión de
Trotsky por
Stalin fuera

del territorio de
la Unión Soviética
(1929),
abrigaban
la esperanza de recuperar el poder en la Unión
Soviética
y,· por

ende, de tener la posibilidaad de identificar
completamente ambas revoluciones. Todavía en el año 1930,
'I'rotsky, en

el libro
La Internac!onal comunista después de la
muerte

de Lenin,
traducido al castellano por su lugarteniente
Julián

Gorkin y publicado en Madrid en 1930, con el título
El
gran organizador de derrotas ( una: alusión a Stalin), sostiene la
tesis de que no hay necesidad de fundar la Cuarta Internacional,
opinión que él misnio va a cambiar pronto, pues, algunos aiíos
después, la organiza y
la dirige ( 4 ). '
Es un hecho irrefutable que Stalin, al tomar el poder casi
inmediatamente después de la muerte de Lenin ( 1924 ), no
sola­
mente

quiere independizar a
la Unión Soviética de la W eltrevo­
lution, sino de subordinarla, con la Tercera Internacional, a los
(3) Una de las pruebos al respecto la constituye la posición, en este
asunto, del socialismo frar;icés de· la ép,;,ca;-el cuál expresa SU entusiasta
adhesión al Weltoktober, lo que consta en los artículos de L'Hamanité
antes todavía de la fundación del partido comunista francés. Véase: CHRIS­
TIAN ]ELEN, L'aveuglement, París, 1984.
( 4) No es claro si; eu el alío 1930, TROTSKY combate solamente la
idea de fundar la Cuarta Internacional, o si se refiere a . algún embrión
de ella ya existente. Además, también es discotible si la Cuarta Interna­
cioJja} fuera .fundada en 1938, como lo afirman sus estatutos, o en el
alío 1936, .como lo declara TROT$KY . ante el . ttlbanal sueco; ambas fechas
pueden _ser correctas, si la primera se refiere a la iniciativa de ThoTSKY y
la segunda a la aprobatj6n de los estatutos y t su funcionamieoto oficial
y p&blico. •
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
intereses· de la Unión Soviética. Se tr.ata de la así llamada «revo­
lución copernicana stalinista», pues, desde entonces, todo está al revés: ya no es la Unión Soviética la sirvienta
de la W eltre­
volution y
del
W eltoktober, sino

que ambas revoluciones están
puestas al servicio del imperialismo soviético, y viene una nueva situación en la
cual los partidarios de la revolución marxista
mundial acusan a Stalin de tl'l®ión y, por esta razón,
fundan
la Cuarta Internacional, concebida como el centro directivo de
la Weltrevolution. En
consecuencia, desde entonces, estas dos
revoluciones, la Weltrevolution y el Weltoktober, existen y ac­
tún separada y paralelamente.
¿Cuál es la diferencia entre ellas?
La primera diferencia ya fue mencionada,
a. saber:

que el
W eltoktober está al servicio del imperialismo soviético; sirve,
entonces, a los
intereses de

esta nueva realidad histórica y geo­
política que es la Unión Soviética (a la cual no conviene con­
fundir con Rusia, primera víctima de
la cruel e inhumana revo­
lución marxista comunista

mundial,
llamada la W eltrevolution ),
mientras
que la
W eltrevolution sigue

siendo fiel a los plantea­
tnierti:os de Marx: la destrucción radical de ,todas las sociedades
fundadas sobre la institución
· de la. propiedad
privada.
· Sin em­
bargo, esta situación no es tan sencilla, pues
la extensión de la
influencia política e ideológica de la Unión Soviética a todos los
países del millldo también

favorece siempre a la
W eltrevolution y
esto

ocurre por dos razones,
asa~: primero,

porque los partida­
rios de la
Weltrevolution están

profundamente convecidos
· de
que,

tarde o temprano, volverán al poder en la Unión Soviética
y, entonces, todas las conquistas actuales del Weltoktober
serán,
al fin y al cabo, inscritas en la cuenta de la Weltrevolution; se­
gundo, porque el proceso revolucionario, llevado a
cabo en
todo
el mundo por Moscú, es casi idéntico al proceso revolucionario
fomentado por la Cuarta Internacional. Por su lado, Moscú está
esperanzado de

que, paulatina
y lentamente, tarde. o temprano,
sirviéndose
del W eltoktober, va a extender su dominio a todos
los países del mundo y que, en esta tarea, la
W eltrevolution,
aunque

independiente de ella, quiéralo o no, siempre trabaja en
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favor del W eltoktober. Además, .en la práctica se da frecuente­
mente una estricta colaboración entre las directivas de ambas
revoluciones,
como; por

ejemplo, en muchas acciones terroris­
tas (5).
La

segunda diferencia
es la siguiente: la W eltrevolution fue
planeada, organizada, financiada
y dirigida por judíos, y sigue
sirviendo a los interes del
jw:laísmo ( 6 ), mientras que el W elt­
oktober, desde un principio, ha estado en las manos del gangs-.
terismo

internacional,
y a pesar de qµe, en los tiempos de Lenin,
este gangsterismo, - en su gran mayoría, estaba compuesto
tam­
bién por judíos (7), en la época de Stalin éstos llegaron a ser
una pequeña minoría y perdieron
el monopolio del poder en la
Unión Soviética, a pesar de que siempre están presentes en la
nomenklatura. La tercera diferencia entre
la W eltrevolution y el W eltokto­
ber
se manifiesta en las motivaciones doctrinarias e ideológicas.
La
W eltrevolution está basada en el marxismo y constituye la
esencia misma del marxismo,. mientras que el W eltoktober está
fundado en el marxismo-leninismo
y, también,

constituye
la esen'
cia

misma del marxismo-leninismo. El marxismo ya lo hemos
tratado anteriormente ( «La teología de
la· liberación

de Karl
Marx» y
«La teología

de la revolución de Karl Marx»); y, por
eso, sólo nos queda ahora· tratar lo más esencial del leninismo.
¿ Qué es el leninismo?
· · A

esta pregunta podemos contestar
reccir<;lando la definición
(5) Interesantes informaciones sobre esta colaboración entre tOdas las
cotrielltes révolucionarias marxistas las propotcionan · los libros :de RoLAND
GAUCHER, Le réseau Curiel, Pads, 1981) ·y CLAIRE STERLING, Le réseau
de la terreur, París, -1981.
(6) La que no. quiere decir, obviamente, que todos los judíos se so­
lidarizan con la W eltrevolution, pues los judíos que siguen fieles a su ~
ligión codificada Por MOISÉS, la ~hazan categóricamente.
(17) Ert el eC)uipo de los revolucionarios profesionales de Lenin lós
judíos llegaban casi al 99
por __ ciento,.-Y en la clirecci6n de los partidos
socialistas

marxistas,
al final de la primer'a guerra mundial, también esa
mayoría y

gracias a ellos estos
partidos se adhirieron inmediatamente
a
la Terc_era Internacional, respaldandO a. la Revolución de_ Octubre, y
se declararon comµnistas.
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LA «WEI.TREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
del leninismo dada por Stalin, según la cual «el leninismo es el
marxismo de
la época del imperialismo y de la revolución pro­
letaria» (8). Sin embargo, esta
definición no

es
exacta, pues
no
mepciona la

principal fuente del leninismo,
la cual es, sin duda,
el nihilismo asiático (9), representado principalmente por
Mijail Bakunin (10). El leninismo tiene, pues, dos raíces muy parecí-
(8} Véase: J. STALINE, Les questions du léninisme, París, Editions Sociales, 1946, t. I, pág. 10.
(9) Conviene distinguir entre el nihilismo asiático y el nihilismo europeo. El primero. está representado p.rinci:Palmente por MIJAIL BAKUNIN y d segundo por FEDERICO NraTZCHE; sin embargo, en ambos se encuen­tra por igual la · anormalidad síquica, mental, que se manifiesta en el mórbido deseo de destrucción de todo, y, especialmente, de todo lo . que . expresa orden. Además, en la misma acción destructora, come>, por ·ejem­
plo, el

incendio devorador,
el nihilista encuentra la ocasión de divetsi6n y de goce. Para BAKumN el acto de destrucción es ·todavía un goce crea­
tivo (?). BAKUNIN confiesa: «El goce de destrucción es al mismo tieDlpo el goce de creación» (Die Lust der Zerstiirung ist zug!eich cine scl,affen. de Lust». BAKUNIN, Philosophie der T at. Auswahl aus seinem W erk, KOLN, 1968, s. 9.5, citado por· KURT LENK, Theorien der Reoolution, München, 1973, s. 77).
El nihilismo, como negación de todos los valores, como re.i;,Údio de lo tradi_cional, se manifiesta en la expresión rusa «naplevat» (escupir) y
aparece· c;omo consecuencia del materialismo .filosófico, representado por el pensador alemán LUDWIG BücHER, cuyo libro Sto!fe und Kraft es in­cluido por Ttra.GUENIEV en la lectura de BAzARov, el principal personaje de-su novela Padres e hijos. T'tra.GVENIEV es .probablemente el primer au_tor que estudia la sicología' del nihlllsta, representado en su novela por el estudiante de medicina Barazov. En una conyersación con el padre y el úo de su amigo, sale la definición del nihilista como persona que no respeta nada y a nadie y desea destruir todo. ISAIAH BBRLIN, profesor de literatura rusa en la Universidad de Oxford (Jnglaterta), comentando el libro de ThRGUENIBV, identifica a los bitniks y a los hippis de los añ.os 1960..1970 con los -nihilistas rusos· de cieú afias atrás: «The nihilist ot Tµrgenev's da\y has turned into the beatnik of ours». Mas, si 'los bitniks de hÓy día son
parecidos a los nihilistas
rusos del

siglo
pasado, no
se
puede considerar
-al nihilismo como algo propio del ambiente cultw:al mso;
en Europa occidental, también en· e1· siglo XIX, a'parece Nm'r7SCHE, el otro reoresentant~ de los nihilistas.
(,O) MtJAIL BAKUNlN (1814-1876) nace en Rusia, en una fa.milla de
nobles terratenientes. Después· de los
:estudios primarios y

secundarios,
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das, a saber: la rebelión anticristiana ruso-asiática y la rebelión
anticristiana europea. La síntesis de
la posición rebelde ruso­
asiática se expresa
ante todo

en
el pensamiento (y en la acción)
de Bakunin, y la síntesis
de la rebelión anticristiana europea es
representada principalmente por
el pensamiento de Marx. Así,
el leninismo aparece como síntesis de estas dos síntesis, de ahí
que sea muy difícil distinguir en el leninismo lo que viene de
pasa por la escuela militar y llega á ser oficial de artillería, carrera que
deja rápidamente, para dedicarse a -los estudios de filosofía en
Berlfu,
donde

se
entusiasma con

el pensamiento de
HEGEL. Después
se instala
en París, donde.
visita a MARx (1844) y se interesa por el pensamiento
revolucianorío .. En redidad, desdé su juventud, BAKuNIN se siente un re­
volucionario-anarqu_ísta ·y quiere dedicarse exclusivamente a la destrucci6n
de la sociedad entera; No sOPotraba la ley ni el orden y, sin· embargo,
paradójicamente,
al mismo tiempo quiere introducit en la sociedad un
i;,oder dici:atorial absoluto,

lo que_
puntualiza en los· estatutos de su «In--
ternacional de la Fraternidad•. En la búsqueda de contactos con los
terroristas, los· anarquistas y los revolucionarios, -BAKUNIN recorre varios
países europeos tomando parte activa en distintas acciones subversivas y
revolucionarias, a raíz de lo cual queda
va!tias ·veces préso, juzgado y
condenado
a muerte; sin embargo, no es_ ejecutado, pues
es. reclamado
por el gobierno de Rusia. Entregado al gobierno de Rusia, queda encar­
celado, y durante SU cautiverio escribe su famoso libio Confesi6n,
destinado al zar, CJ.uien, después de leerlo, le conmuta su sentencia a
m~ por la relegación a Siberia, de la cual BAKUNIN huye a Japón (1862)
y vuelve a Europa, dedicándose de nuevo a la at:tividad revolucionaria
y subversiva. Funda varias organizaciones revoludonarias y elabora, junto
con
NIECHAYEV,. el famoso Catecismo · del revolucionario. Fue un talen­
tóso orador. y éscritor. En sus posiciones y en su pensmrl.ento está muy
cerca 4e MARX; sin embargo, eñ sus ésctitos es más claro, .más preciso
y
m,ls · definido que MARx. MARx odiaba a BAKUNIN, lo calumniaba, pues
BAKUNIN le hacía competencia, Cspeciidmente eÍ:t.-· la Internacional (de las
organizaciones
sindicales

obreras), que
MARX quería transformar· en la
Internacional comunista, eS decir, en ·et partido comunista único mundial,
a

lo
cu•! BAKUNIN se oponía. Para h'brar a la Internacional de la influen
cia de BAKUNIN, MARX la

translada a Estados Unidos y,
poco después,
la

diauleve. Fuera de
Confesi6n, las más importantes

obras de
BAKUNIN
son: L'Bmpire knouto-geimdniqÚe _et la_ réVolution sOciale (1870) yiEtatis
me et anarchie (1873). El leninismo (bolchevismo) se basa más en el
bakunismo que en· el _marxismo; .sin embargo,· ni LENIN, ni otros bolche­
viques se atreven- nunca confesarlo,
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
Marx, de lo que viene de Bakunin. Además, las personalidades
y las vidas
de ambos son sorpresivamente muy parecidas, y sus
pensamientos, especialmente
respecto a la revolución, son casi
idénticos,
tal vez porque ambos recurrían a las mismas fuentes
e intercambiabau opiniones. Curiosamente,
Lenin y sus suceso­
res
guardan un

silencio absoluto respecto a la presencia
. del
ba­
kunismo en el bolchevismo, y sólo invocan
la autoridad de Marx.
Lo
mismo hace Stalin en su definición del leninismo y también
lo• actuales dirigentes de la Unión Soviética y del partido co­
munista. Sólo los sovietólogos occidentales tomau en cuenta
la
presencia de la raíz bakuniaua en el leninismo ( 11 ).
En lo esencial, es decir, en el concepto de la revolución, la
posición de Bakunin es muy parecida a la de Marx, pues ambos insisten en que se trata de una radical destrucción de
toda la
sociedad histórica y, aute
todo, de

lo que en
ella expresa el or­
den, la autoridad,
la ley, la fe en la existencia de Dios, la dig­
nidad del hombre, creado a imagen de Dios, el amor, la caridad,
la justicia, la fraternidad, la solidaridad, lo trauscendental y lo
eterno. La principal diferencia entre Marx y Bakunin
respecto
del

concepto de
la revolución se reduce al hecho de que Marx
da importaucia a las cuatro etapas de
la revolución comunista
(burguesa, democrática, socialista y proletaria), es decir, a su
aspecto
sociológico y

económico, mientras que Bakunin concen­
tra su atención en la destrucción violenta y rápida. Simplifican­
do, se puede decir que
para Marx la

revolución es un proceso
de cambio radicalmente destructivo, parecido al fenómeno bio-
(11) La influencia del bakunismo sobre LENIN y sobre la revolución
bolchevique
es

especialmente estudiada. por el historiador polaco
JAN
KucHARZBWSKI, en su ·enorme obra de 7 volúmenes, abreviada en- un
solo volumen y . publicada en inglés con el titulo: Tbe Origin of Modern
Russia, 1949. ;El m.tor cita muchos textos de las obras de B.AKUNIN.
También .esta influencia bakuniana sobre LENIN es analizada por el
sovietólogo francés Aurn BHSAN~ON, Les origines intellectuelles du le­
ninisme, Calmann-Lévy; París, 1977 y por._ el soviet6logo francés-argen­
tino ALBERTO FALCIONELLI; en. su ·Manual histórico de sovietolagla,
Buenos Aires,-1983. Hay también referencias al respecto en el hbro de
ENZo BETTIZA, Il mistero di Lenin, Milán, 1984.
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químico de la transformación de vino en vinagre, mientras que
para
Bakunin la revolución es como un catastrofal incendio de­
vorador
(Bakunin usa la comparación entre la revolución y el
incendio). Marx y Bakunin se conocían y no se soportaban, pues
cada uno veía
·en el otro a su rival. Ambos pretendían dominar
e
instrumentalizar a la Internacional en favor de sus revolucio­
nes. La muerte de Bakunin, como
la anterior muerte de Lassalle,
fue un gran alivio para Marx.
La influencia del
marxismo sobre

Lenin fue doble: directa
e indirecta. Primero
Lenin conoce un poco el marxismo· por in­
termedio de los escritos de Plecbanov (12), quien fue un gran
entusiasta
y admirador poco crítico de Marx, y tradujo varios
escritos al
. ruso.

Sin embargo, en ésta época, pocas obras de
Marx eran accesibles,
y Plechanov no conocía la totalidad de
los escritos

de Marx; su marxismo se
limitaba al
«economicis-
(12) La juventud de PLECHANOV (1856-1918) es parecida a Ja de
BAKUNIN, pues también nace en una -familia. de la nobleza de terrate­
-nientes, pasa por la escuela militar y, sín embargo, deja su ambiente
cultural para dedicarse exclusivamente a la revolución. Estudia los es­
critos de "BAKUNIN y de CHERNISHEWSKY, se entusiasma con MARx y Uega
a la _ conclusión de que solamente una revolución radical bakuniano-mar­
xista puede citmbiar a Rusia. Buscado por la policfa, debido a sus activi­
dades
Subversivas y

revolucionarias, huye a Suiza en 1880
y allí se queda
durante 37 años, pues vuelve a Rusia s_!)lo después de la! Revolución de
Octubre y
muere al afio siguiente._ En la primera_ mitad de su vida se
encuentra bajo la influencia del pensamiento de &x::umN y en la segunda
se
hace marxista. PLECHANOV sentía la necesidad de ordenar y sistema­
tizar el enigmático y caótico pensamiento de MARx; de ahí sus trabajos
sobre
el marxismo, muy apreciados en la segunda mitad del siglo :xix,
pero actualmente de poco valor, pues no toman en °cuenta la tota.Hdad
de

los escritos de
MAR.x y de su COrresl?Ondencia, a los cuales él no tenía
acceso. Algunos lo· «culpan» _·de la elaboración d~ «materialismo dialéc~
tico» Y· de -atribuirlo a! -MARX. Hasta la. primera guerra··. mundial, PLECHA­
NOV
fue considerado por muchos· como el mejor conocedor· del marxismo
de MARX. La influencia de PtscHANov sobre LENIN la estudia ENZo
BETTIZA, op. cit. La más · abundante información sobre PLECHANOV se en­
cuentra

en el segundo .tomo de la obra
· de LEsZEK KoLAKOWSKI, Las
principales corrientes del marxismo, ed. castellana por Alianza Editorial,
Madrid, 1982.
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LA «WELTREVOWTION» Y EL ~WELTOKTOBER»
mo», es decir, al determinismo económico y al materialismo
histórico. Además, Plechanov veía en Marx ante todo al defen­sor de la clase obrera. Plechanov fue un
«apóstol» del marxismo
en

Rusia, en la segunda mitad del siglo
xrx, presentando

al
mar­
xismo

como un pensamiento moderado, reformador, social-de­
mócrata, de manera parecida como lo hacían E
.. Bernstein

y
K. Kautzky en Alemania.
Lenin presentía. que este marxismo de Plechanov no era un
marxismo auténtico,
y deseaba leer los escritos de Marx todavía
no publicados,
lo que logró, pues la mayor. parte de su vida
adulta la pasó en Europa. Entró, pues, en contacto con las per­
sonas que guardaban los manuscritos de Marx y sus cartas. Te­
niendo acceso a
algunos de

ellos descubrió a un Marx auténtico,
eS decir, revolueionatio y comunista. Así, Len.in encontr6 en
los escritos de Marx la confirmación de su propia posición ex­
tremista,
También conviene recordar que la influencia del nihilismo
asiático ,sobre
Lenin no se limita sólo a los escritos de Bakunin,
pues hay
también otros
escritores rusos nihilistas
que son
leídos
por
Lenin, entre ellos especialmente Chernishevsky. Lenin que­
dó muy impresionado con la lectura de su novela
¿Qué hacer?
(Chto dielat?) y más tarde él mismo escribe una obra con el
mismo título. Sin embargo,
¿Qué hacer?,, de Lenin, no es una
novela, sino un ensayo político y un programa revolucionario (
13 ).
Además,

Lenin, en su propia vida privada,
se .esfuerza por

reali­
zar un ideal del revolucionario que corresponda al de la
· no­
vela

de Chernishevsky
y, al mismo tiempo, al del Catecismo del
revolucionario (14) de Niechayev y Bakunin,, imponiéndose un
severo reglamento de ocupaciones diarias, una excepcional
au.s-
( 13) Se trata de un libro que, en el primer volumen de las Obras
completas de Le~in, publicado en castellano en Moscú, ocupa 163 pági~
nas, siendo una polémica con las opiniones de_-otros· marx:i:sta's rusos de
la é¡:,oca; es poco interesante para un lector de hoy día.
(14) La parte más importante del Catecismo del revolucionario, está
citada en el artículo del autor «¿Fue Cristo un revolucionario?», en: Ver­
bo, núm. 215-216.
591
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
teridad de vida y una «asceza»., es decir, lleva la vida de un
«monje ateo».
Engels, en su Catecismo comunista (1847), escrito en forma
de preguntas
y respuestas, empieza con la pregunta: «¿Qué es
el
comunismo?» y contesta: «El comunismo es la doctrina de
las condiciones de la liberación
del proletariado»
( 15). Conviene
recordarlo aquí para tener presente que el comunismo marxista
es una doctrina (pero no sólo una doctrina, pues es también
re­
volución, segiin las Tesis sobre Feuerbach) y que, ·entonces, el
leninismo, por ser
marxismo, también

es una doctrina, lo cual
es afirmado por Stalin, diciendo: «el leninismo
.es el marxismo
de la época del imperialismo
y de la revolución proletaria».
Veamos más
de cerca esta· doctrina leninista. ·
Siendo

el leninismo, según Stalin, el marxismo, contiene lo
esencial del marxismo
de Marx, es decir, el materialismo his-·
tórico,

el determinismo económico, la dialéctica materialista
y,
ante todo, lo · que hemos llamado la «Teología de la liberación
de Karl Marx»
y la «Teología de la revolución de Karl Marx».
Esto

último nos interesa especialmente, pues Lenin, respecto a
la revolución, conserva plenamente
fa doctrina de Marx sobre
las
cuatro características de la revolución
marxista (mundial,
universal,

radical
y permanente), y sus cuatro etapas: burguesa,
democrática, socialista y proletaria. ;En eso consiste el genus
proximus del leninismo. Sin

embargo, la diferentia specifica,
es
decir,
lo que distingue al leninismo del marxismo (la definición
staliniana es rigurosamente escolástica) es
lo que Stalin llama
«la época del imperialismo y de la revolución proletaria».
Lenin considera que la «época del imperialismo y de la re­
volución proletaria»,
es decir, la etapa proletaria de la revolu­
ción· marxista, exigen algunas agregaciones al marxismo de Marx,
de las cuales las
más importantes
son: 1.
La revisión del con­
cepto de
Marx sobre la revolución: 2, La revisión del concepto
de Marx sobre el partido comunista;
3: La
educación
y fortna-
(15) Así, en el Catecismo comunista de ENGELS se puede encontrar
las sugerencias para la «Teología marxista de la liberación».
592
Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOWTION» Y EL «WELTOKTOBER»
cion del «revolucionario profesional» moderno (homo holche­
vicus );
4. La revisión del concepto marxista del terror.
Parece que
.estos cuatro pontos marcan
la diferencia básica
entre
el marxismo y el marxismo-leninismo, y, en consecuencia,
también entre la
W eltrevolution y el Weltoktober, es decir, en­
tre la . revolución mundial marxista comunista y la revolución
mundial bolchevique.
Conviene,

pues, analizar estos cuatros pnnfos.
l. La revisión
leninista del concepto de la revolución de
Marx.
Para Marx y para los blanquistas la. revolución comunista
es, ante todo, nn proceso sociológico de cambio radical. de la sociedad, para destruir todo el pasado
histórico. Este

cambio
se realiza pasando por las cuatro etapas: burguesa, democrática,
socialista
y proletaria. Lenin guarda este concepto de cambio
radical destructor; sio etnbargo, si se trata de la etapa prole­ taria, considera que durante ella
la revolución comunista de­
bería tomar
el carácter de «guerra civil permanente». Para Lenin,
se trata de una «guerra» en el
más estricto
sentido del
térmioo y
entonces, en

consecuencia, al lado de
.la ioamovible
autorida.d de
Marx, coloca también la autoridad de Karl von Clausevitz, como
el
máximo representante
del arte
y de la ciencia militar. Los
biógrafos de
Lenin cuentan qne éste, .al volver de Suiza a Rusia,
debido a la iosistencia del gobierno
alemán para
que tomara
parte en
lá revolución, llevó consigo sólo dos libros: el primer
volumen de
El Capital -algunos sostienen que no fue El Capi­
tal, sino el artículo «Sobre la gnerra civil en Francia» (Der Bür­
gerkrieg
in

Frankreich
de 1871 de Marxi--: y la famosa obra de
Karl von
Clausevitz Sobre la guerra (V om Kriege, 1832).
Lenin, pues, militariza la revolución comunista, y lo hace no
sólo
de una manera superficial, usando la terminología militar,
hablando
de estrategia
y de táctica en la conducción del proceso ·
revolucionario, y de otros vocablos militares, sioo que también
593
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
cambia el concepto de la revolución, considerándola como «guerra civil permanente».
Mas conviene recordar que Map¡: también
tenía en

mente
este concepto militar de la revolución comunista;
sin embargo,
en

la práctica
nunca se ocupó de
este asunto, dejándolo a Engels,
quien se consideraba un
especialista en

asuntos militares. Engels
se acercó al ejército, pues cumplió el servicio militar ( del
cual
Marx se libró, invocando su precaria salud), y siempre se in­
teresó por las guerras de su tiempo, hasta el punto de analizar­
las en sus artículos, publicados en -diarios y revistas e, incluso,
arriesgaba pronósticos respecto al desarrollo de ellas. De a1ú
que los nifíos de Marx lo llamaban familiarmente «el general».
Mas
ni siquiera
Engels introduce algo de los elementos milita­
res
.al concepto marxista de

la revolución; lo hace solamente
Lenin
y su grupo, y lo hacen con toda seriedad. El ·grupo re­
volucionario de Lenin esrudia
la doctrina militar teórica y prác­
ticamente,
y esta materia está incluida en la formación de los
«revolucionarios profesionales» en las respecrivas escuelas, que
fundan
. antes

de la primera guerra mundial, en Longjumeau
(cerca de

París), en la isla de Capri (cerca de Nápoles)
y en
Bolonia,
y, después de la Revolución de Octubre (25 de octubre
de 1917), en Rusia,
como. ácademias,institutos de

distintos gra­
dos
y tipos, y también fuera de Rusia, en casi todos los países
del

mundo (escuelas de guerrillas, escuelas para terroristas, etc.).
Hay que reconocer la seriedad de la preparación militar del
grupo de «revolucionarios profesionales» de
Lenin, pues, duran­
te la acción revolucionaria enRusia, ante todo después de 1915,
en muchísimas operaciones revolucionario-guerrilleras demos­
traron un excelente dominio de la ciencia militar.
También des,
pués
de

tomar el poder en
Rusia, en

octubre de
1917, ·organizan
de

inmediato el Ejército
Roio, al

cual incorporan los restos de
la oficialidad y suboficialidad del Ejército ruso zarista ( tomando
a los familiares de ellos
como rehenes) y

combaten con
éxito
contra

las unidades regulares que resistían a la revolución e,
incluso, se lanzan contra
Polonia en

1920, con el afán de con-
594
Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKIOBER»
quistar a toda Europa que, en este momento, está convulsiona­
da por la revolución
marxista-comunista. Estos
hechos
son de
mucha

importancia, porque ilustran cómo Lenin concebía en la
práctica la
militarización de

la revolución comunista, impregnan­
do, por un
lado, la

misma revolución con lo
militar y, por .otro,
combinando la acción
revolucioharia y

subversiva con la accción
directa de las tropas, principio que la Unión
Sovíética guatda
hasta

hoy.
día, y que demostró durante la segunda guerra mun­
dial ( con acción combinada de guerillas, de sabotaje, de huelgas,
disturbios y atentados terroristas, todo eso sincronizado con
la
acción de las tropas) y sigue aplicando con éxito actualmente
en
muchos países,
conqiústándolos por
esta doble acción sin­
cronizada ( en muchos casos sirviéndose de
las tropas cubanas,
como ocurre actualmente en Africa) realizando la revolución como
guerra civil perm.ane~te.
Este es el más importante aporte de Lenin a la doctrina y
a la práctica de la revolución marxista, gracias a la cual esta
revolución -siendo siempre un proceso sociológico de cambio violento, rápido o lento,
segón el caso (pues en cada país la
situación es diferente), que pasa por las cuatro etapas (burgue­
sa, democrática, socialista
y proletaria)--
es, al mismo tiempo,
la guerra civil permanente, evidente y declarada o larvada y
secreta-,
según cómo lo exijan-las circunstancias.
Pero hay algo más, pues
Lenin introduce un nuevo concep­
to de
la guerra civil; ya no se trata solamente de un proceso
sociológico y militar en el sentido tradicional, sino también de
la guetta sicológica, política, econ6mica y subversiva. De esta
«escuela' leninista» salen después las guerrillas urbana y cam­
pesina, la

guerrilla combinada· (la cooperación entre
lá guerrilla
urbana

y campesina al estilo
maoista), sincronizadas
con la guerra
política (
as! llamada

la guerra
fría), con
la guerra económica ( en
la cual cumple un papel
muy especial · la emisión en masa de
circulante falsificado, para provocar
la inflación y, al mismo tiem­
po, para financiar la actividad subversiva y terrorista), con la
guerra sicológica y con la guerra clásica, es decir,
la conqiústa
con tropas regulares, raras veces soviéticas, casi .siempre com~
595
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
puestas. por «brigadas internacionales» o, como ocurre actual­
mente en
gran parte de Africa, por tropas cubanas. Gracias a
este nuevo concepto leninista de la revolución comunista como
«guerrá civil permanente», la Unión
Soviética, sirviéndose

del
W eltoktober, después de la segunda guerra mundial conquistó
con facilidad una enorme
parte de
Asia (
China, Tibet, Corea
del Norte, Vietnam, Camboya), una gran parte de Africa (es-·
pecialmente las

ex-colonias portuguesas) y una
parte de
la
América
Hispana,
y

tiene muy avanzada
la conquista de otros países .
. Estos aún se consideran libres, pero, en realidad, en ellos tam­
bién avanza el proceso revolucionario, con sus etapas burguesa,
democrática y socialista, de lo cual, desgraciadamente, casi nadie se da cuenta, pues, en general, los políticos identifican
la revo­
lución marxista sólo con su última etapa,
la proletaria, y des­
piertan sólo cuaodo ya es demasiado tarde.
2. · La revisión leninista de la doctrina marxista sobre él par­
tido.
Recordemos, una vez más, que Marx es el inventor del par­
tido comunista, como instrumento de la revolución mundial,
pues
Marx -eontra .toda su docttina sobre la revolución como
un conflicto intrínseco a la misma sociedad- no
tenía fe en la
posibilidad de que la revolución, por él postulada y anunciada,
apareciera espontáneamente por
s! sola
y que se desarrollara por
todo el mundo en forma espontánea. Tampoco cree que sea su­
ficiente programarla de una manera tan atrayente y prometedora
como
para que

pueda entusiasmar a las grandes masas y
realizar­
se también por sí sola.
La idea del partido comunista, bajo otros nombres, ya está
presente durante la Revolución francesa; sin embargo, Marx es
el primero
· que

insiste en su inmediata
riecesidad y,
al publicar el
Manifiesto comunista, le pone como_ título Manifiesto del par­
tido
comunista, a pesar de que este partido todavía no existe y
de que la «Liga de los comunistas», en nombre de la cual se
596
Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOK.TOBER.»
publica el manifiesto, no quetía transformarse en partido, pues
se

consideraba a
s! misma
más como una organización sindical.
Sólo dos años más
tarde, en

abril de 1850,
Marx, junto con los
blanquistas, redacta el
proyecto de estatuto del fututo partido
comunista,

concebido como una organización
de «revolucionarios
profesionales», con una
jerarquía y

disciplina militar y con un
poder dictatorial.

Pero
lo más típico y lo más importante es. que
se
trata de un partido
único, pues es uno solo en todo el mun­
do, como sujeto del poder
y como dirigente de la revolución
mundial; de ahí que
Marx lo llama la Internacional.
Esta idea del· partido comunista ilAico nunca llego
a ser ple­
namente
realizada por Marx, pues las distintas

corrientes exis-
·
tentes y las organizaciones socialistas y comunistas de la mitad
del siglo
XIX, de las cuales se. componía la Internacional, siendo
agrupaciones de trabajadores,
tenían, casi exclusivamente el ca­
rácter de

organizaciones sindicales, preocupadas por el inmediato
mejoramiento de la situación
de sus asociados, par lo que no
querían meterse

en las luchas políticas y, menos todavía, en la
revolución. Los otros colaboradores de
Marx en

la
Internacio­
nal eran p~rtidatios de

su
estructura democrática
y
rechazaban
la

dictadura de
Marx. Hay que tener presente que la Internacio­
nal

nació de las organizaciones sindicales
y no de los partidos
políticos

( como es el caso de
la Segunda, Tercera y Cuarta In­
ternacionales).
Eta .solamente Marx el

que
quería impaner a la
Internacional

el
carácter de partido palíticÓ y,

además, de
par­
tido único comunista. Fuera de Marx, apayado por Engels, prác­
ticamente

sólo
Bakunin era también partidario de

la idea de que
la
Internacional fuera instrumento

de la revolución,
siempre que
él ocupara el puesto directivo de ella. Esto Marx no lo aceptaba,
y prefería disolverla antes que entregarla a Bakunin; por esto
la trasladó a Estados Unidos, donde pronto quedó disuelta. Sólo
cuando nace la Segunda Internacional,
la disuelta Internacional
comunista recibe el nombre de «Primera Internacional», bajo el
cual se la menciona actualmente.
Era necesario
recordar estos

pormenores
para poder apreciar
· el

aporte exclusivo de Lenin
· a la doctrina marxista del partido
597
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
único. En realidad, es Lenin quien resucita la idea de Marx del
partido único comunista mundial, mas no solamente
la resucita,
sino
también· la

completa
y actualiza, adaptándola a su concepto
· de

la revoluci6n como guerra civil permanente.
Un esbozo de sus principales ideas respecto del partido co­
munista único lo presenta Lenin ya por los años 1900-1902,
especiahneñte en el libro
¿Qué hacer? Sin embargo, un progra­
ma

completo lo elabora, urgido por los acontecimlentos, en los
primeros días de abril de 1917, es decir, iiímediatamente des­
pués de su vuelta a Rusia, en el momento de
la más agitada
situaci6n revolucionaria, en
la «etapa democrática» de la revolu­
ci6n, durante el gobierno demoliberal
y socialdemócrata de Ale­
jandro (Kerbis) Kerensky.
As!, como

una curiosidad, conviene
destacar que ambas doctrinas, la de Marx y
la de Lenin, sobre
el partido comunista único, fueron elaboradas en el mes de abril;
fa de Marx en el año 1850 y la de Lenin en el año 1917, co­
nocida ésta con el nombre de Tesis de Abril .
. Básicamente, la doctrina de Lenin, respecto del partido, es
idéntica a
la de Marx, con la · diferencia de que la adapta a su
concepto de la revoluci6n como guerra civil permanente. Añade
también algunas precisiones exigidas por este concepto militar
de la revolución comunista, como, por ejemplo,
que la

estruc­
tura
del partido

esté militarizada al máximo
y, en consecuencia,
. con

la jerarquía,
la disciplina y la dirección propias de un «Es­
tado Mayor» que dirige esta guerra-revolución. Los miembros
del partido reciben
el nombre de «militantes», los cuales actúan
según las
6rdenes recibidas
desde arriba; la actividad de
eJlos es
llamada

«el combate» o
«la lucha»;
se habla de los «frentes de
combate»; los otros partidos son llamados «los enemigos», etcé­
tera. Se fomenta la formaci6n de los · militantes en los · cursos
que
· reciben
el nombre de «instrucci6n»; para ser promovidos,
tiene que pasar por el entrenamiento en las escuelas y academias.
Los dirigentes del partido comunista son militantes «de tiempo
completo»
y con remuneración fija., Se les impone un control
absoluto de todas sus actividades e, incluso, de
la vida privada.
598
Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOWTION» Y EL «WELTOKTOBER»
Los estatutos del partido trotskista imponen hasta el control de
la correspondencia. Lo más importante en
la · doctrina de Lenin sobre el partido
es lo referente a su carácter de
«único». Según
Lenin, el par­
tido comunista es único, en primer lugar, porque es uno solo en todo el mundo, de manera que el partido comunista de la
Unión Soviética se extiende a todas partes, teniendo en cada
país sus

secciones locales. De esta manera, por ejemplo, el
partido comunista de Francia es solamente
la sección francesa
del partido comunista de la Unión Soviética (por eso, el Gene­
ral De Gaulle lo llamaba
le parti étranger), y así en todos los
países. Cualquier partido, de cualquier país; que quiera ser
re­
conocido

por Moscú como partido comunista, tiene que aceptar
esta situación
y esta exigencia (y muchas otras, todavía más
humillantes), firmando las así llamadas «21 condiciones», re­
dactadas por
Lenin y votadas en el Segundo Congreso de la In­
ternacional comunista (Komintern), en agosto de 1920. Esta si­
tuación está disfrazada bajo el nombre de
la Tercera Internacio­
nal, que es la expresión usada en el primer manifiesto de
la
Internacional comunista, redactado por Trostky en marzo de 1919.
Huelga decir que esta unicidad del partido comunista pasa
por una gravísima crisis. Primero por la escisión llamada trot-
.
skista,

la
cual desembocó en la fundación de otro partido único,
el trotskista, también mundial, que dio forma a la Cuarta Inter­
nacional (en los años 1929, 1934,
1936, 1938,

hasta hoy
día)
y que aparece como reacción contra la subordinación, por Stalin,
de la revolución comunista mundial a los intereses de la Unión Soviética. Después
vino la ruptura con la China comunista, cuan­
do
la sección china del partido .comunista de la Unión Soviética
se independizó de Moscú
y se transformó también en partido
comunista único mundial, pues también pretende tener sus sec­
ciones en rodos los países del mundo y también tiene pretensión
de servirse de la revolución
marxista comunista
mundial, para
subordinarla a
la política contingente de China comunista, lla­
mada la República Popular de China, situación que algo cambió
después de
la muerte de Mao-Tse-tung. Viene también -la rup-
599
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
tura con la Yugoslavia comunista, esta vez más bien por las
motivaciones personales de Tito; sin
embargo, el
caso yugosla­
vo es
. también

manifestación de
la crisis del principio leninista
del partido único.
~ Mas sería un gravísimo error suponer que estas escisiones
signifiquen una descomposición de la «familia» comunista, pues,
a pesar de que estas separaciones existen en el plano de la or­ ganización,
wdós estos

países siguen estando unidos por la mis­
ma doctrina marxista-leninista
y, de hecho, frecuentemente co­
laboran entre sí en la actividad revolucionaria y terrorista.
La unidad
y unicidad del partido comunista mundial está
actualmente amenazada por la aparición, en
vatios países, de
los

partidos comunistas «independientes», es decir, los que no
pertenecen a

ninguna de las Internacionales, ni a la Tercera
(formalmente disuelta en mayo de 1943, pero que funciona
real­
mente bajo el nombre de Secretariado Extranjero del partido comu­
nista de la Unión Soviética), ni a la Cuarta, ni a la Quinta (la cual
nunca ha sido formalmente proclamada, pero de hecho es
lla­
mada así la organización de las secciones, en todos los países,
del

partido comunista chino, hoy día también en crisis). La
mayoría de ellos son «maoístas», pues nacieron por iniciativa
de
Pekín y

se nutren del «libro rojo» de
Mao-Tse-tung. Sin
embargo, hay también otros, algunos de ellos escisiones del par­tido comunista de la Unión Soviética; es el caso del partido co­
munista español independiente, encabezado por Santiago Carri­
llo, ex-secretario

general del partido comunista español fiel a
Moscó.
En segundo Jugar, el partido comunista es único, según
Lenin, en cada país donde haya llegado al poder, en el sentido
de que no se tolera la presencia de otros partidos políticos. En
·
este

sentido, el partido comunista es una «monopartidocracia».
Esta situación se justifica, para los marxistas, por el hecho de
qae, en el país donde los comunistas toman completamente el
poder, se
supone la
no existencia de
clases; pues
ya se ha llegado
a la etapa proletaria,
en··la cual

todos son proletarios porque la
propiedad privada
ya no existe, habiendo sido suprimida de he-
600
Fundaci\363n Speiro

LA «WBLTREVOWTION» Y EL «WBLTOKTOBER»
cho y de derecho; «de hecho,. por el proceso revolucionario
durante la etapa socialista (la «socialización de la propiedad,.),
y

«de
derecho,. por la legislación correspondiente. Entonces,
siendo homogénea
la sociedad, por estar compuesta únicamente .
por

proletarios, está representada por el partido único de los
proletarios, es
decit, por el partido único comunista.
Sin embargo, en algunos países, donde todavía no se
ha Jo.
grado esta situación de homogeneidad, pues no se hsn realizado
completamente

todas las etapas previas del proceso
revolucio­
nario

comunista
(las etapas burguesa, democrática y socialista)
y donde el partido comunista
ha llegado al poder por circuns-­
tancias CJ<:cepcionales,
como,

por ejemplo, en Polonia, a
raíz de·
la

invasión de este país por las tropas de la Unión Soviética, se
-tolera

por el momento ( el cual «momento» ya dura casi medio
siglo)
el pluralismo

partidista,
el cual
consiste en_ la -existencia
de varios

partidos políticos (en Polonia hay
tres: democrático,
socialista

y campesino), pero sólo como secciones
del partido
único

comunista, llamado en Polonia el «partido
obrero,., sal­
vando

de esta manera el principio leninista del partido único.
En tercer lugar, el partido comunista mundial es único en
-el

sentido de que sólo él y
exclusivamente él
detenta
la totali­
dad

del poder, es decir, es
la única entidad sociológica autori­
zada

para ejercer el poder. Formalmente, en los países goberna­
dos por los comunistas, existe una variedad de poderes, parecida
a la
existente en

los países no comunistas: existe el Gobierno
(el poder

ejecutivo),
el Parlamento (el poder legislativo), los
Tribunales ( el poder judicial);
existen las
Fuerzas
Armadas, la
Iglesia

(Cerkiev), las Universidades, las asociaciones culturales,
científicas, deportivas, sindicales, etc. Sin embargo ... existe
taro.
bién el artículo 126 de la Constitución staliniana, reemplazado
por
el artículo 6 de la Constitución de Breznev, según los cuales
todo
el poder pertenece exclusivamente al-partido, pues, según
los mencionados
artículos, en
cada unidad social, en cada
insti­
tución,

organización o asociación
debe exisrir
y funcionar (léase:
controlar
y gobernar) un núcleo del partido (yacheyka). Así,
todo,

absolutamente todo, en la Unión Soviética
(y en todos los
601
Fundaci\363n Speiro

MIGUEL PORADOWSKI
países comunistas) está controlado por el partido. No se da,
pues, y no se puede dar, el caso de la existencia de alguna ins­
titución o de algún «.ente» social, que no esté completamente
controlado por el partido, porque
ei partido. es el único «ente»
social

autorizado para existir, y la existencia de todos los demás
está tolerada sólo a condición de someterse al control del
parti­
do. El Gobierno, el Parlamento, los Tribunales, los Municipios
(Ayuntamientos), las
Fuerzas Armadas, la Iglesia (ortodoxa), los
sindicatos, las organizaciones y asociaciones, etc., .todo, absolu­
tamente todo, está en las manos del partido; el partido es el
único gobernante y su poder es totalitario, en el sentido arriba
expuesto (16). Entonces, es ingenuo pensar que en la Unión Soviética pueda existir oficialmente una Iglesia independiente
del partido; si su existencia es tolerada, es sólo porque se sirven
de ella, porque la instrumentalizan.
Quien tenga presente

este principio leninista, .expresado en
los mencionados artículos de
la Constitución soviética, no puede
abrigar ninguna esperanza de que
SOLIDARIDAD -el espon­
táneo movimiento obrero
en. Polonia,

que lucha por la libertad
e independencia de los sindicatos-, tenga
algún éxito, mientras
Polonia, contra su voluntad, siga integrada al área de la influen­ cia soviética. La existencia en Polonia de la Iglesia católica in­
dependiente del partido, ya constituye una excepción extraor­
dinaria y un desafío
respecto al

mencionado principio leninista.
Esta situación sigue siendo tolerada, lo que no significa que los
comunistas en Polonia estén de acuerdo con ella, sino ·que -se­
gún otr.o principio de táctica "leninista: «dos pasos adelante y uno
atrás»-, por

el momento, dada la extraordinaria fuerza moral
de la Iglesia católica en Polonia, los comunistas tienen que tolerar
esta situación. Mientras que
. en

Hungría, en Checoeslovaquia,
sin hablar de la situación en
la misma Rusia, la Iglesia está con­
trolada por el partido, a pesar de que ella no lo acepte.
En cuarto lugar, el partido comunista único, estando
mili-
(16) Un excelente análisis del artículo 126 de la Constituci6n de
STALIN se ehcuentra! én el libro de JBAN MADIRAN, La vieiflesse du monde.
602
Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
tarizado, ejerce su poder también por coacción y, por esta .razón,
dispone, para este
fin, tanto de las Fuerzas Armadas como del
terror institucionalizado, lo que es también
µno de
los factores
que crea problemas respecto de su unidad y su unicidad.
Desde un principio, es decir, desde el mismo momento de
la toma del poder por los bolcheviques, se presentó el· problema
de las relaciones entre el partido
y las Fuerzas Armadas y entre
el partido y el· terror institucionalizado. A raíz de la muy
espe­
cífica
situación

existente, en el momento de la toma del poder
por los bolcheviques en
Rusia,. se

presentó la absoluta y
urgen­
te ne<:esidad de

disponer de inmediato, .tanto de las bien
orgá.
nizadas

Fuerzas Armadas, como también de la institución del
terror. No hay que olvidar que, en octubre de 1917, Rusia
es·
taba todavfa en

guerra con Alemania, y que, además, la doctrina
del
W eftoktober exigfa la inmediata extensión de la revolución
de octubre a todo el mundo. Así, en casi toda Europa, pero
especialmente en Alemania y en Italia, estallan revoluciones co·
munistas, las que reclaman el inmediato. apoyo militar de parte
de la Unión Soviética. Todo eso exige que la Unión Soviética
( ésta nueva realidad geopolítica que aparece en el territorio ruso),
disponga de inmediato de un poderoso Ejército Rojo,
y los bol­
cheviques

lo consiguen, organizando el nuevo ejército, en parte
compuesto por la oficialidad y suboficialidad del antiguo
ejér- ·
cito

del zar (lo que consiguen por la violencia, tomando como
rehenes a los familiares de estos oficiales y suboficiales). Trotsky,
el comandante en jefe del Ejército Rojo, coloca a los politruks
·
(

agentes políticos del partido) en todos los niveles del ejército
y, de esta manera, éste queda controlado por el partido. Esta solución perdura hasta hoy
dia.
También se imponía de inmediato la necesidad de la institu­
cionalización

del terror, para la liquidación de los enemigos reales
y ponteciales del régimen comunista. Sin embargo, una poderosa
organización del terror siempre se presenta como peligro para
y .
el partido. En principio, todas las instituciones del terror, em-
pezando

por
la Cheka hasta la actual KGB, no son nada más
que ún instrumento
del partido, mas un instrumento
peligrosí-
603
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MIGUEL PORADOWSKI
simo, púes, mientras más fuerte es, más amenaza el poder ex­
clusivo del parúdo. Lenin maniobra hábilmente entre estos dos .
peligros,
el del Ejército y el de la Cheka. Stalin aprovechó el
caso de Trotsky
y de los trotskistas para purgar, mejor que
Lenin, tanto el Ejército como el GPU (sucesor de la Cheka).
Estas horribles
y brutales purgas le permitieron evitar el peligro
del golpe, sea de parte del Ejército, sea de parte del GPU.
Además, la purga se extendió también al parúdo, lo que no fue
ninguna novedad, pues fas . purgas empezaron durante la dicta­
duta de
Lenin ( 17). Las continuas transformaciones en las insti­
tuciones del terror
permitían a
Stalin mantenerlo en todos los
ambientes: en
el partido, en el Ejército y en esas mismas insti­
tuciones, sin hablar de toda la población
del país.
Solamente después de la muerte
de Stalin, las profundas
ttansformaciones sociológicas en la sociedad soviética y, espe­
cialmente,
el rápido crecimiento de la burocracia, es decir, de .
los funcionarios,
y, ank todo, dentro de la burocracia, la apari­
ción de la «nomenklatura», es decir, de
una clase excepcional­
mente privilegiada, compuesta por los más altos dirigentes
del
partido,

dentro de los cuales están incluidos también los
más
altos

funcionarios .del Ejército e instituciones militares
y de las
instituciones del terror,
. ha creado una convivencia solidaria en
la cima del partido, del Ejército y de la KGB. Además, estas
tres instituciones están mutuamente «infiltradas», pues nadie
puede llegar
a. ocupar

un alto puesto en el Ejército o en la
KGB
sin pertenecer al partido, y la KGB también tiene sus agentes
en el partido
y en el Ejército. Además, el principio de Lenin:
«cada comunista ( es decir, cada miembro del parúdo ), debería
set un buen chekista»,
hace de éI al hombre de confianza de
la KGB. En
. realidad,

actualmente gobierna la cumbre del partido,
que es
la «nomellklatuta», pero a esta cumbre, como miembros
. (17) S6lo en el afio 1921, segón las· estadísticas oficiales, fueron
pu.rgados
175.000

miembros del partido, es
cledr, ejecutados o deports­
dos a los catnpos de concentración. DAVID J. DALLIN, La vraie-Russie
des Soviets, Plon, París, 1948, pá'.g. 179, citado _por J. MADIRAN, op. ·cit.,
pág. 7.
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Fundaci\363n Speiro

LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
del partido, pertenecen tanto lo¡ más altos oficiales del Ejér­
cito, como los más
aitos funcionarios de la KGB, y, por esta
razón, el

mencionado
peligro de golpe, sea

de parte del Ejército,
sea de
parte de la KGB, disminuye en la medida en que crece
la solidaridad entre ellos en dicha cumbre. Todo esto se refiere
sólo
a
la situación en la Unión Soviética y al partido de la
Unión So¡¡-iética, pero, mutatis mutandis, algo parecido ocurre
· también

en los países «satélites»
de la Unión Soviética.
En
los países donde lo¡ comunistas

no
han llegado todavía
al

poder, siempre
actúan do¡ partidos

comunistas:
mio conocido
y, a veces, legalizado, y otro secreto, según las .exigencias de
las «21 condiciones», y a los miembros de ambos se refiere
el
principio leninista, arriba mencionado, de que cada comunista
debería ser

un
buen chekista,
es decir, un buen espía y terrorista.
Ahora bien, actualmente
la revolución marxista comunista es
llevada a cabo en todo el mundo, tanto por el partido y sus sec­ ciones, como por
la KGB y, en algunos casos, también por las
Fuerzas Armadas soviéticas. Los agentes de la KGB y los oficia­
les y suboficiales del Ejército
de la Unión Soviética generalmente
actúan en distintos países del mundo como dirigentes de la revo­
lución comunista, en calidad de «consejeros», acreditados en estos
países e incorporados al personal diplomático de las representa­ciones de la
Unión Soviética, llegando a

veces a centenares y a
miles de personas .
.. En

quinto lugar, el partido desempelía en la sociedad comu­
nista el papel análogo al que tiene la
«Iglesia» (

18) en
la socie­
dad no comunista. Oficialmente
el marxismo y el marxismo-le­
ninismo
se

identifican con
el materialismo y el ateísmo. Sin
embargo, es evidente que estas dos corrientes de pensamiento,
negando la
religi6n, pretenden

ellas mismas · ocupar su lugar
y
su papel en la vida del hombre y de la sociedad. Muchos soció­
logos comparten la
opinión de

Jules Monnerot
(La sociologie du
(18) El término «Iglesia». se pone_ entre comillas, pues no se entien­
de
en el sebtido propio de la Iglesia cat61ica, sino en el sentido amplio
( desgracladamente en uso también en los documentos oficiales de la Iglesia), de organizaci6n -de la coinuoidad_ religiosa del cualquier credo. '
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MIGUEL PORADOWSKI
commzmisme), quien en su voluminoso estudio demuestra, desde
el punto de vista sociológico, que el comunismo marxista-leninista
toma el evidente. carácter de una
fe, .en el más estricto sentido
religioso del
término e,

incluso, de una religión (antirreligión)
atea
y materialista, y que, en la vida social y política de las
sociedades conquistadas y subyugadas, pretende
desempeñar un
papel

análogo al que. en las sociedades
árabes, desempeña
el ma­
hometismo, siendo no solamente una «religión» oficial, estatal,· sino una creencia determinante de toda lá cultura y vida de los
comunistas.
Sin embargo, estudios posteriores a los de Jules Mannerot
demuestran, más bien, que el marxismo-leninismo
(y; ante
todo,
el
marxismo puro,

es decir, el de Marx) es una laicización
y se­
cularización

de la religión cristiana, pues contiene
casi todos los
dogmas

de
la-fe revelada, que cínicamente seculariza, atribuyen­
do a la revolución marxista el papel de
la «creación» de un
nuevo hombre y de la nueva sociedad y, por el trabajo «socia­
lizado» y «desalienado», también la «creación» del nuevo mun­
do; además, la revolución marxista
asume el

papel de la
«reve­
lación»

permanente,
_de la

«redención». de
la humanidad del
«pecado social» (derivado de la propiedad privada) e, incluso, de la «salvación» de la humanidad,
llevánddÍa fatalmente

hacia
el «paraíso», hacia el «cielo» de la terrenal perfecta
(?) y fe­
liz (?) sociedad comunista,
Estas opiniones de los sociólogos están plenamente confir­
madas por las confesiones y afirmaciones de destacados
marxis­
tas

y marxistas-leninistas, como, por ejemplo, la
de Anatoliy
Lunatcharsky

(1875-1933), quien interpretó el marxismo como
una «verdadera religión», en la que «Dios
_ serla el

Hombre,
Cristo sería
el proletariado, la · Redención sería la Revolución,
el calvario la Comuna de París, la Iglesia el Partido Comunista.
Estas ideas las expuso principalmente
-en su ohra Religi6n y So­
_c,a/ismo
( 19).
(19) Citado por FERNANDO ÜCÁRIZ, El marxismo, Madrid, 1980, pá­
gina 184. LUNATCHARSKY fue el Comisario del pueblo para la· educación
606
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
Evidentemente todos estos elementos de la fe cristiana y
bíblica están reducidos a lo putamente terrenal y temporal, sien­
do radicalmente secularizados; sin embargo, prácticamente desem­
peñan en la vida
. del «homo bolchevicus» el papel análogo al
papel de la religi6n en la socieda no comunista.
Pero lo que nos interesa en este momento es-, ante todo,
que, dentro de estas perspectivas «religiosas», el partido comu­
nista asume el papel de la «Iglesia», es decir, se presenta para
los miembros del partido como la suprema autoridad moral,
fa
última fuente del poder que goza de la «infabibilidad», reparte
las «excomuniones»
y los «anatemas» a los «infieles» o a los
«herejes» «los

«desviacionistas»); sus congreso asumen el papel
de los Concilios o Sínodos,
actualizando el «credo» del

partido,
y, ante todo, el partido es el «cuerpo místico de Satanás», es
decir,
es algo análogo al «Cuerpo Místico de Cristo». Y si es
así, si el partido pretende desempeñar
el papel análogo al que
corresponde exclusivamente
a. la

Iglesia, erigiéndose consciente­
mente en adversario de la Iglesia cat6lica,de hecho
asi¡me el

papel
del Anticristo,
fo que, dentro de la visión de la teología cat6li­
ca, se bace comprensible, pues el
Apocalipsis habla no de uno,
sino de vatios Anticristos.
El marxismo-leninismo
llega a

esta posici6n tan absurda. por
el camino del inmanentismo. Estando cerrado a todo lo trans­
cendental, está condenado a la autosuficiencia
y a la autoadora­
ción, pues, como movimiento humano, no puede deshacerse de
lo propio de la naturaleza humana
(anima naturaliter christiana).
Negando a Dios, a lo transcendental, gira alrededor de sí mismo,
cayendo en el culto del partido. Así, el pretendido ateísmo mar­
xista-leninista se presenta como
culto religioso

de la revolución
y del partido.
(Ministro de Educaci6n) durante los primeros diez años del gobietn.o
bolchevique en Rusia,
607
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MIGUEL PORADOWSKI
3. El asunto del home bolchevicus.
El postulado de que la revolución no puede ser la hazaña de
los «políticos», de los «idealistas», de la gente
desiquHibrada,
anormal,

inadaptada o sencillamente de los bandidos, sino de los
«revolucionátios profesionales» está planteado, por Babeuf, al
final de la Revolnción francesa. Esta posición es compartida por
Marx
y por Bakunin; sin embargo, ninguno de ellos ha hecho
algo positivo al respecto. Probablemente
Lenin es el primer re­
volucionario

que funda escuelas
y academias para formar a los
«revolucionarios profesionales», con
.Jos cuales serla posible reem­
plazar

a los «revolucionarios aficionados». Es probable que
el.
fracaso

de la revolución, en Rusia, desencadenada por los bol­
cheviques en 1905, durante la guerra ruso-japonesa, con
la ayu­
da de Japón, contribuyera a esta decisión
de Lenin. Mas, durante
la revolución de 1905, los bolcheviques experimentaron distin­
tos métodos revolucionarios
. y

subversivos, que aprendieron de
la Revolución francesa., entre ellos los «soviets» (los . «conse­
jos»), es decir,
el asambleísmo: las reuniones para delfberar, dis­
cutir,
interrumpiendo el trabajo y las actividades normales, de­
safiando a las autoridades e imponiendo la voluntad
del «pue-.
blo»

en las .fábricas, en
las. empresas productivas y de comercio,
en
·el transporte, en las Universidades, en los fundos e, incluso,
en los cuarteles. Después, fuera de Rusia, en Francia, en Long­
jumeau: (cerca de París) y en
Italia, en

Bolonia
y en la isla de
Capri ( cerca de Nápoles ),
Lenin funda las primeras escuelas para
formar y educar a los «revolucionarios profesionales», donde al­
canzaron á preparar, antes de la primera guerra mundial, a va­
rios miles de ellos,
bustando a
sus educandos
el correspondiente
«trabajo» en alguna parte. Lenin soñaba con
la revolución en
Suiza, descartando la posibilidad de hacerla en Rusia,
pues la
consideraba
toda.vía no

madura, no preparada adecuadamente por
las etapas

burguesa
y democrática. Sin embargo, al estallar la
primera guerra. mundial, Parvos (Israel, Lazarevitch, Helphand,
Gelfand), colaborador de
Lertln, a
quien interesaba no tanto
el
608
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKTOBER»
éxito de este «trabajo», sino los millones de dólares que podría
ganar con él, presentó un memorándum al gobierno. alemán, pro­
poniendo
un vasto y
. detallo
plan de acción subversiva y revolu­
,cionaria en

Rusia y en los
países aliados
de Rusia, principalmen­
te en los Estados Unidos, para,
de esta manera, debilitar a los
países beligerantes contra Alemania. La proposición de Parvus,
fechada el 9
de marzo de 1915 (20) fue inmediatamente acepta­
da, y los «revolucionarios profesionales» bolcheviques quedaron
contratados en cantidad de más de diez
mil personas (21). Al
terminar
la primera guerra mundial, con la toma del poder por
los bolcheviques en Rusia,
la preocupación de Lenin por este
asunto sigue adelante y, en consecuencia, en !a Unión Soviética
empiezan a funcionar numerosas escuelas
y· academias para

los
«revolucionarios profesionales», destinados
a. todos

los
países con
una

formación
muy diversificada

segón las necesidades de cada
país.
4. El terrQt.
La revolución marxista-comunista sigue siempre el modelo
de
la Revolución . .francesa ( 1789-1799), la cual. se ha hecho fa.
mosa por el terror. Marx prefiere hablar de la violencia y del uso
de
la fuer2a, pero Lenin prefiere ,el término «terror», el cual,
segón
él, mejor destaca lo esencial de la revolnción marxista,
por

esto, con
milcho esmero

estudiaba
el terror d~ la . Revoln­
ción
francesa, sus

bases teóricas
y sus métodos prácticos. Lo hace
también. Trotsky,
y ambos consideran que el terror no es algo
agregado a
la revolución marxista-comunista, rio. es algo que se
impone por
las cinrcunstancias, sino que es Jo esencial, de ma­
nera qne,
para ellos,
no
pnede darse
una revolución marxista­
comunista sin terror. Ambos exponen sus pensamientos al
res-
(20) El texto completo se encuentra en el libro de Z. A. B. ZEMAN,
Germany ami the Revolution in R,mia 1915-1918, London, 1958.
· (21) Ségón A. FALC!ONELLI, Manual h¼t6rico de sovíetologla, Buenos
Aires, 1983, pág. 86.
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pecto, polemizando con las opiniones de Kautzky, quien rechaza­
bá el terror
y, por esta razón, lo califican de «renegado»c Más
todavía,
Lenin y Trotsky consideran que el terror es un elemento
esencial y propio ·del. sistema comunista y no solamente de l.a
revolución. Ambos,· pero separadamente, presentan una detallada
doctrina sobre el terror, la cual se puede reducir a
tres puntos
principales,

a saber: 1) el terror fuera
del partido; 2) el terror
dentro del
·partido; 3)

el terror como columna vertebral del sis­
tema comunista.
El terror fuera del partido está dirigido contra todos los ene­
migos de la revolución marxista y exige la
inníediata «liquida­
ción»

de la mayor cantidad posible de personas, especialmente
de algunas categorías sociales como, por ejemplo, la oficialidad
de, las Fuerzas Armadas
y del orden, del clero de todos los cre­
dos,
de los empresarios, de los terratenientes, de los campesinos
propietarios (los kulaks) y, ante todo, de los políticos aliados de
los comunistas, es decir, de los que, en alguna manera, ayuda­
ron a los comunistas a llegar al poder, pues se supone que lo
hicieron por estar interesados en la participación en el poder, lo
que es absolutamente inaceptable, pues los comunistas nunca
comparten el poder con nadie (22). Además, el terror se aplica
a todos, para crear un «clima» de miedo, de inseguridad, de
temor. El terror dentro del partido, llamado «purga» (cbistka), es el
principio básico
ele la

cohesión
· intema
del partido.
Lenin . tomó
este principio
ele Marx.

La
obra de Lenin ¿Qué hacer?, empieza
(22) La ingenuidad de los políticos parece no tener limites, pues,
en
todos los
países todavía
«no -liberados»
pór la revolución marxista,
siguen o&ecien:do generosamente su colaboraci6n á los comunistas y les
ayudan

a llegar
al poder, confiados en ()ue, · gracias a estos setvicios, po­
drán sobrevivir _en la sociedad comunista que ayudaron a constt:nir, y no
toman en cuenta el hecho innegable de que, . en todos los casos, sin ex­
cepción ninguna, siempre son
las primeras víctimas.

del terror;
así fue
en Rusia, en China, en· Polonia,. en Hungría, en Checoeslovaquia, en RuM
mania, en Bulgaria; en Yugoslavia, en Cuba, en NiéaTagUa, en los países
africanos,·

en
Vietnam, en Camboya, etc~ En-el mejor de los casos, a
algunos de

ellos se les permite huir
al extranjero.
610
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LA «WELTREVOLUTION» Y EL «WELTOKIOBER»
con la cita de una frase sacada de la carta ,de Marx a Lassalle
(de

24 de junio de 1852): « ... el partido se fortalece depurán­
dose ... ». Sin embargo, es sabido por los estudios de A. Co­
chin (23), que la «purga» fue ·un principio básico de las organi­
.
zaciones

secretas las que prepararon
y manejaron fa Revolución
francesa. Las purgas durante el gobierno de Lenin fueron muy
crueles (24), pero después de su muerte, en la época de Stalin,
llegaron al paroxismo, siendo consecuencia de una brutal lucha
entre los trotskistas
y los stalinistas y también como aplicación
del mismo

principio para conseguir una mayor cohesión dentro
del partido. Después de
la muerte de Stalin los métodos de «pur­
ga» cambiaron, pues disminuyeron las «liquidaciones» (los ase­
sinatos y las deportaciones a los campos de concentración), pero
el principio sigue estando vigente, pues el sistema exige que
todos, sin ninguna excepción, vivan en un ambiente de miedo
y
de inseguridad. El terror es también la espina dorsal del sistema comunista,
lo que se explica por la sencilla razón de _que el sistema socia­
lista-comunista viene como última etapa del proceso revolucio­ nario marxista, el cual es un proceso radicalmente destructivo
en todas sus etapas previas, de modo que en
la sociedad revo­
lucionada
ya han desaparecido todos los factores de una normal
cohesión social,
pot lo cual lo único que úne a la gente es el
miedo. Así nace el «imperio del miedo», en el
cual. el
terror
ea
el cemento que une a esta gigantesca constrúcción social de un
sistema esencialmente inhumano.
Por esta razón Lenin consideró indispensable institucionali­
zar el terror, hacer de él el fundamento de todo el edificio so­ cial comunista. Así nació la Cheka,
el GPU, el NKVD, el MVD
y. la actual KGB y todo el enorme sistema carcelario llamado
Gulag, con sus inmensos campos de concentración
y trabajos
forzados. Un sistema de terror que se extiende también fuera
(23) Véase: ANToINE DE MEAux, Genesis de las revoluciones, Madrid,
1945 pág. 59-63.
(24) Véase la nota 17.
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de las fronteras de la Unión Soviética, pues los agentes de la
KGB
actúan en todos los países del mundo, secuestrando y ma­
tando a la gente, según las directivas de Moscú, especialmente
a las personas que huyen de
la Unión Soviética.
El terror está presente también en los tribunales de justicia
de la Unión Soviética, pues se exige de los acusados políticos que
hagan su autoacusación, lo que
crea un
terror sicológico que en­
vilece y degrada
al acusado.

El terror es una de las
más eviden­
tes

manifestaciones de la presencia del
satanismo en . el sistema
marxista-leninista. Actualmente, la Unión Soviética se sirve
más que nunca del
terror fuera de sus fronteras, como de un arma de
Il revolución,
penetrando con
él en todos los países del mundo y obligando .a
todos

los gobiernos a reforzar sus propios
servicios · de

seguridad,
lo
cual no

es posible sin recurrir a algunas medidas represivas
y de control, destinadas a descubrir
y a desarmar a las organiza"
clones

terroristas, pero que también contribuyen a
. disminuir
la
tranquilidad y la libertad de la vida civil. Además, es sabido que
casi todas las organizaciones terroristas que actúan en los
países
todavía
«no

liberados» por la re_volución marxista,
están vincu­
lados

entre sí y conactadas con la KGB (25). Así, la
presencia del
terror

en
cualquier país todavía «no

liberado» por la revolución
marxista, no depende .tanto de su situación interior y del sistema
político que adopte ( democracia o dictadura, república o monar­
quía, gobierno

civil o militar, etc.), sino de las decisiones de
Moscú (26). Así se presentan las
principa.les diferencias

y similitudes en­
tre la

marxista revolución comunista
mundial ( die W eltrevolu­
tion)
y la marxista-leninista revolución mundial bokhevique (der
W eltoktober

).
(25) Vfase: Ü,AIRE STERLlNG, Le réseau de la terrear, París, 1981.
(26) Y, no solamente, de Moscú, sino también de Pekfn> de la Ha­
bana, de lo Cuarta Internacional y de los que están detrás de ellos.
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